Como cada mañana el tertuliano dedica cinco minutos a hacernos reír tocando diferentes temas que se le ocurren y aquel monólogo trataba sobre leyendas urbanas que todos damos por verídicas cuando en realidad si indagamos un poco nos damos cuenta que no lo son.
Me pareció un tema curioso a tratar y al llegar a casa me lo apunté en el móvil, pero como muchas notas de esas, ahí se quedan hasta que me da por mirar algún tema que tratar en el blog y me acordé de aquel monólogo.
En realidad el término leyenda urbana tiene como significado "relato perteneciente al folclore contemporáneo; se trata de un tipo de leyenda o creencia popular, a veces emparentable con un tipo de superstición, que, pese a contener elementos sobrenaturales o inverosímiles, es presentado como hechos reales sucedidos en la actualidad. Algunas parten de hechos reales, pero estos son exagerados, distorsionados o mezclados con datos ficticios". Así que Fernando estaba en lo cierto en denominarlas de ese modo pues es una de sus acepciones, pero yo quiero ir más allá y descubrir en esta entrada porque una noticia histórica fue modificada en su tiempo y a día de hoy la contamos como una curiosa anécdota que en realidad, sin saberlo, es una mentira.
Pero una mentira que se da por cierta en la mayoría de los niveles: educativo, datos históricos, prensa, museos, internet... y de esa forma la hemos normalizado tanto que pensamos que es real.
Por eso quiero diferir del término leyenda urbana, que asemejo más un tipo de relato ficticio que se ha quedado en el folclore popular y se cuenta a grosso modo para meter miedo o hacer pensar a las siguientes generaciones aún a sabiendas, esto sí, que es una falacia.
Dejadme de paso incluir otra entrada donde toqué este tema por encima en el año 2016: MITOS HISTÓRICOS ESPAÑOLES QUE NO SON TAN CIERTOS