El domingo 20 de agosto de 2023, España se proclamaba por primera vez Campeona del Mundo de la Selección femenina absoluta de fútbol, algo impensable hace años cuando eran tratadas como amateurs en vez de como profesionales y algo increíble a sabiendas de lo que ha ido pasando en los últimos meses.
Este post no solo va a tratar de de esa euforia que nos han transmitido este círculo de ganadoras que han demostrado ser superiores a todos los equipos que se han ido enfrentando excepto Japón y que tenían este campeonato como un modo de reivindicación en cada uno de los estamentos organizativos, desde la presidencia, cuerpo técnico, jugadoras y si os descuidáis hasta el utillero.
Todo demasiado complicado tras los sucesos ocurridos y que acabó de una forma gloriosa para ellas y esperpéntica, como no, con todo lo que las ha rodeado estos meses. No sabemos lo que deparará el futuro a corto plazo a esta selección donde existen demasiados interrogantes, pero lo que sí está claro que esto debe ser un punto de inflexión para que todos remen en la misma dirección y no saquen pecho o hagan cosas fuera de contexto dentro del bando que salió beneficiado con la victoria, ni el llamémosle tras el gol de Olga Carmona, "lado perdedor" a los cuales buena parte del entorno futbolístico también las ven como verdaderas ganadoras.
Haremos un repaso a como se ha ido pasando rondas en este Mundial, de lo acontecido antes y de las cosas que nunca se deben dar cuando hay una celebración, no sin ello dejar de lado la alegría producida por esta selección que apunta muy alto a medio plazo por potencial futbolístico, siempre y cuando no seamos tan tontos como para volvernos a boicotear, haciendo hincapié en ambos lados de la moneda y no solo en uno, e incluso a un tercero, el politiqueo rancio que busca a través de este triunfo, sacar su propio beneficio.