Me gusta de vez en cuando hablar de cosas típicas de aquí y descubrir un pedacito de historia de cada una de las partes que componen el país y todavía no había hablado de las fiestas más importantes de cada región.
Si lo había hecho sobre otro tipo de cuestiones como: LA HISTORIA DE LAS BANDERAS DE LAS COMUNIDADES (PARTE 1 Y PARTE 2) , LA ETIMOLOGÍA DE LAS COMUNIDADES Y PROVINCIAS , LOCALIDADES DE ESPAÑA CON NOMBRES CURIOSOS (PARTE 1, PARTE 2 Y PARTE 3) , LOS LUGARES MÁS VISITADOS DE CADA PROVINCIA (PARTE 1, PARTE 2, PARTE 3 Y PARTE 4) , LOS ESPAÑOLES MAS IMPORTANTES DE CADA PROVINCIA (PARTE 1, PARTE 2, PARTE 3 Y PARTE 4) Y LOS PLATOS TÍPICOS DE CADA COMUNIDAD (PARTE 1 Y PARTE 2).
Así que si queréis saber el origen de cada una de las fiestas más representativas de cada lugar, este es el post adecuado y por supuesto, los dos que le siguen: PARTE 1 Y PARTE 2.
Espero que lo disfrutéis...36. PALENCIA: PAN Y QUESILLO, DOMINGO MÁS CERCANO AL 16 DE ABRIL, SI NO COINCIDE CON SEMANA SANTA, RETRASÁNDOSE UNA SEMANA Y DURANDO SIETE DÍAS.
En el siglo VI, más concretamente en el año 447, un monje llamado Toribio llegó a Palencia con la misión de predicar el cristianismo frente a la corriente de heterodoxos priscilanistas. Su llegada no fue bien recibida, siendo apedreado y buscando refugio en el Otero, donde tenía su lugar de residencia.
Fue entonces cuando unas intensas lluvias azotaron la ciudad y los vecinos de la misma creyeron que era una señal divina como castigo al mal recibimiento del monje. Arrepentidos fueron a orar a Cristo para pedirle perdón por sus actos y muchos de ellos se alejaron de las ideas del gallego Prisciliano por aquel hecho, por lo que las aguas del rio Carrión, desbordadas, fueron volviendo a su cauce.
Dicen que también a partir de dicho suceso, la villa decidió hacer una romería en homenaje a su nuevo monje que posteriormente sería conocido como Santo Toribio, siendo la fecha elegida el 16 de abril.
A partir de finales del siglo XVII se implementa un gesto hacia los más desfavorecidos de la villa, repartiendo pan y queso a los pobres en el Otero, lo cual ha derivado en la actual pedrea, siendo ésta de carácter festivo el domingo más próximo a la fecha de Santo Toribio.
Las autoridades, las peñas y los vecinos se encargan de llevar la imagen del santo en procesión cumpliendo así el pacto ancestral de la villa. Para ello, ascienden por el cerro hasta la ermita, que está situada a los pies del Cristo del Otero, y allí celebran la misa. A continuación en ese domingo, todos ellos arrojan más de cuatro mil bolsas con pan y queseo que se conoce popularmente como la pedrea del pan y el quesillo y que sirve para rememorar dos cosas, el gesto humano que se produces desde finales del siglo XVII con los más desfavorecidos y el recibimiento que tuvo Toribio en Palencia a pedradas, lo que propicio el martirio del Santo.
Las bolsas debidamente preparadas con su pan y quesillo, son lanzadas desde el balcón, esperando abajo una multitud de personas que, a empujones, pugnan por hacerse con la que les corresponde, haciendo una alegoría de lo difícil que era entonces llevarse un trozo de comida a la boca. Las fiestas consiguieron ser de Interés Turístico Regional en el 2005.
37. LAS PALMAS: CARNAVAL, EN FECHAS DE CARNAVAL
Con más de cinco siglos de historia, el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria es una de las tradiciones más antiguas que se conservan en la ciudad y en la isla.La capital se fundó el 24 de junio de 1478 y desde el primer momento dio muestras de lo abierta que estaba a ser influenciada por las distintas culturas, teniendo habitantes de diversas procedencias. El primer dato fehaciente sobre la fiesta es del siglo XVI, en el año 1574 se celebró un baile de máscaras y disfraces en la casa del canónigo Pedro León con motivo de la boda de Matías Cairasco. En el siguiente siglo hay más datos históricos, hablando de presencia de italianos en la ciudad y la afición por los bailes de máscaras.
Hay que esperar al siglo XIX para que la fiesta de un importante salto con la aparición de instituciones socioculturales capaces de convocar fiestas a lo largo del año con diversos motivos. Es entonces cuando en la de Carnaval comienzan a verse los primeros desfiles de carrozas y carros acompañados con gente enmascarada en el casco histórico de la ciudad. También son comunes los eventos en el Teatro Pérez Galdós relacionados con bailes e historias de Carnaval.
En pleno siglo XX, diferentes instituciones como el Club Náutico y el Club Victoria, llevan la fiesta a la zona de los de muelles de la ciudad y al barrio de La Isleta. Como en la época franquista hubo un tiempo en el que esta celebración estaba prohibida, los isleños se las ingeniaron para enmascararla, nunca mejor dicho, con el nombre de "Fiestas de Invierno" y poder celebrarla sin la censura dictatorial, ocultando sus disfraces por la calle y enseñándolos dentro de los diferentes locales.
En 1976, tras la muerte de Franco, se recupera la fiesta en la calle tras pedir un vecino de La Isleta, Manolo García, la autorización, pudiéndose celebrar la cabalgata de disfraces cuarenta años después.
En la década de los ochenta, el Carnaval fue a más y tuvieron que profesionalizarlo y especializarlo al apoderarse de toda la ciudad. Se necesitaba un presupuesto más alto, más actividades y una ordenación municipal, lo que supuso llegar a un acuerdo entre el Patronato del Carnaval y el Ayuntamiento.
En 1986 se crea la Fundación del Carnaval de Las Palmas, representada por el ayuntamiento, los grupos políticos, asociaciones de vecinos, grupos de Carnaval y otros colectivos, además, en ese año se organiza una fiesta veneciana que pasa a la posteridad en Vequeta.
En 1995, la celebración de los actos principales vuelve al Parque de Santa Catalina, lugar que en la actualidad sigue siendo el centro neurálgico del Carnaval. En 1998 se celebra la primera Gala Drag Queen teniendo una poderosa relevancia y rompiendo todas las expectativas.
En los últimos treinta años estas fiestas han pasado a tener un
grandísimo impacto social y económico en la isla, lo que ha hecho que cada
año intenten superar las expectativas captando a más turistas y por ende
más dinero, a parte de los preciosos parajes de Las Palmas de Gran Canaria
que ya de por si deparan una gran fuente de turismo durante todo el año.
Este mismo año han conseguido ser Fiesta de Interés Turístico
Internacional.
38. PONTEVEDRA: FIESTA DEL ALBARIÑO, PRIMER DOMINGO DE AGOSTO
El 28 de agosto de 1953, coincidiendo con la festividad de la Virgen de la Pastora, patrona de Cambados, tiene su origen un concurso entre bodegueros promovido por Bernardino Quintanilla y Ernesto Zárate consistente en una merienda-cena para medio centenar de comensales y nueve bodegueros participantes.
Obviamente los comensales debían decidir cual era el mejor albariño entre los nueve participantes, siendo ganador un vino de José Rodiño Oubiña, en un evento que costó 4.389,40 pesetas de la época y que sirvió como primera piedra para los siguientes años.
Las dos siguientes ediciones tuvieron el mismo escenario concursando veinticuatro participantes en 1954 y catorce en 1955. Al año siguiente, dicho concurso tuvo tanto auge que la merienda-cena, al ser para tantos comensales tuvo que trasladarse a la huerta del Pazo de Ulloa, teniendo que pasar en sucesivos años el emplazamiento al Pazo de Bazán primero y al jardín del Pazo de Torrado desde 2005 a la actualidad.
El pequeño concurso pronto se convirtió en tradición y evolucionó en fiesta, teniendo su primer cartel promocional en 1958. Desde entonces siempre ha estado ilustrada por algún dibujante de la localidad, si bien en los archivos faltan los carteles de los años 60, 61, 62, 65 y 66, habiendo constancia de que estos existieron.
Para diferenciar la fiesta de la de la Virgen de la Pastora, decidieron trasladarla al primer domingo de agosto durante la década de los sesenta. A finales de esa década se crea el Capítulo Serenísimo, lo que permite nombrar Cabaleiros do Albariño a ilustres famosos como Charles de Gaulle o Juan Domingo Perón.
En los setenta se toman esfuerzos por extender la fiesta a gente de fuera creando diferentes tipos de marketing como colecciones de sellos y sobres o diferentes pruebas deportivas como el Trofeo Ciclista del Albariño. En 1978, con motivo de su 25 aniversario es declarada Fiesta de Interés Turístico y en 1990, Fiesta de Interés Turístico Nacional.
En la década de los ochenta, la fiesta se engrandece incluyendo espectáculos musicales de gente conocida en Galicia y en 1988 se constituye el Consejo Regulados de la Denominación de Origen Rias Baixas, lo que hace que el ayuntamiento empiece a colaborar estrechamente con la Fiesta del Albariño.
En los noventa el Capítulo Serenísimo, otorga distinciones de forma
anual a Donas e Cabaleiros que son invitados de honor en un glamouroso
desfile vestidos con la marca de Adolfo Domínguez. Los conciertos en
la Plaza de Fefiñanes ya son de grupos nacionales de cierto caché y se
compone el Himno do Albariño, obra Xosé Lois Foxo, director de la Real
Banda de la Diputación de Orense.
39. LA RIOJA: SAN MATEO, SEMANA DEL 21 DE SEPTIEMBRE
No es casualidad que en muchos sitios de Rioja, y por supuesto del resto de comunidades con cierto arraigo vitivinícola, llegado septiembre se realicen fiestas, siendo estas relacionadas directa o indirectamente con la vendimia, con la esperanza de que con estas celebraciones saliese posteriormente un buen vino.
Una de estas fiestas grandes que tienen que ver con la recogida de uva, es la de la capital, Logroño y sus fiestas de San Mateo que se engloban en la semana del 21 de septiembre, festividad de su santo patrón. Si bien, algún avispado en el año 1956, las puso el sobrenombre de Fiestas de la Vendimia Riojana, al realizar el día grande la primera pisada de uva y con ello el primer mosto en la ciudad, como si en el resto de pueblos de la comunidad no tuvieran la suya propia e incluso pudieran enorgullecerse de tener mucho más arraigo cultural con dicha bebida.
Los orígenes de estas fiestas se remontan al siglos XII, más concretamente al 7 de febrero de 1195 cuando Logroño obtiene la categoría de villa de manos del rey Alfonso VIII y con ello tiene derecho a la celebración de una feria anual.
Un acto celebrado originariamente en el día de Acción de Gracias, en el que los riojanos agradecían las cosechas recogidas a lo largo del año, que la convirtió en una sede importante de comercio, teniendo con el paso de los años y siglos mayor relevancia y un carácter lúdico-festivo que se hizo cada vez más grande.
En el siglo XIX, tanto el rey Fernando VII en 1818 como posteriormente la reina Isabel II en 1845, refrendaron la celebración de estas fiestas con un Real Decreto que concedió permiso para que las ferias pasaran de celebrarse de primeros de septiembre a la semana del 16 al 23.
Finalmente la fecha quedó fijada en torno al 21 de septiembre, festividad de San Mateo, que en vida fue recaudador de impuestos y terminó convirtiéndose en Patrón de los mercaderes, hecho que sirvió para convertirse también en emblema de la ciudad al sentirse de alguna forma unidos al santo.
El carácter lúdico que fueron cogiendo las fiestas sirvió para la introducción del vino en las mismas, primero en los mercados medievales de la villa logroñesa y posteriormente como celebración del inicio de la vendimia. Por ello uno de los actos más destacables de las fiestas es el tradicional pisado de uva, al que hemos hecho mención antes, siendo ofrecido el primer mosto a la Virgen de Valvanera pidiéndole que el vino resultante ese año termine siendo una añada excelente.
No quiero dejar pasar la ocasión para hacer mención de otras fiestas riojanas relacionadas con el vino de gran calado nacional e internacional que son la de San Juan, San Felices y San Pedro del 24 al 29 de junio en Haro, siendo esta última fecha la celebración de la tradicional Batalla del Vino, y de paso, que en las fiestas patronales del 8 de septiembre en esta misma ciudad en honor a la Virgen de la Vega, también tienen la tradición del primer pisado de uva y con ella el primer mosto que se ofrece a esta virgen, con la misma petición que lo hacen dos semanas más tarde en la capital de la comunidad autónoma
40. SALAMANCA: LUNES DE AGUAS, LUNES SIGUIENTE AL LUNES SANTO
Unas fiestas que no son sólo exclusivas de Salamanca, sino también de la comarca de la provincia homónima son las que celebran el Lunes de Aguas, una fiesta pagana celebrada a finales de cuaresma cuyo origen se encuentra en el siglo XVI y que hoy en día es una seña de identidad de la ciudad y la provincia.
El 12 de noviembre de 1543, un jovencísimo rey Felipe II con dieciséis años visita la ciudad de Salamanca en medio de una gran expectación, ya que venía a casarse con la princesa María Manuela de Portugal días después.
En los días anteriores a la boda, aprecia cosas en la ciudad alejadas de su vida sobria y religiosa, antítesis de los placeres banales. Tras el casamiento en las casas del licenciado Lugo, en lo que es la actual Plaza de los Bandos el día 14, se hace una celebración en la ciudad hasta el 19, fecha que parten los reyes hacia Valladolid, cargada de saraos, festejos, juegos de cañas, justas y torneos entre los dos bandos tradicionales de la ciudad.
Si en los días anteriores al matrimonio el monarca había visto cosas que no cuadraban con su vida, en la celebración de la ciudad quedó más estupefacto si cabe. Tenía en la conciencia que una señorial capital que aunaba el templo del saber, la luminaria del cristianismo europeo, el dogma y la palabra, a su vez también recogía un ocio ilimitado y sin miramientos propiciado principalmente por los más de ocho mil estudiantes (por comparar, en aquella época Madrid solo contaba con 11.000 habitantes) que poblaban la ciudad.
Esta amalgama de estudiantes, casi todos de posición alta, se movían en una ciudad repleta de criados, mozos de cuadra, taberneros, curas corruptos, catedráticos visionarios y ocultistas, prostitutas de diferentes tarifas que tenían más calle que los propios estudiantes, lavanderas, amas de llaves, buhoneros y feriantes. La suma de esta ecuación se resumía en gente joven con dinero y ganas de disfrutar que se unían a gente necesitada de esos diezmos y que mejor forma que darles ese disfrute en forma de bebidas, vicios o carnalmente, haciendo de Salamanca una especie de Sodoma y Gomorra de aquella época.
Por ello Felipe II, promulga un edicto por el cual ordena que entre los días de la Cuaresma y la Pasión se prohíbe "comer carne" en todo el vasto sentido de la palabra, expulsa a las prostitutas de la ciudad hasta el Arrabal del Puente durante dicho periodo, castigando a toda aquella que ose entrar en los límites de la ciudad.
Así los estudiantes, celebraban el lunes siguiente al Lunes de Pascua con una grandísima fiesta sabiendo que sus grandes amigas volvían a la ciudad. Una orgía estudiantil llena de alcohol y desenfreno que terminaba con una gran remojón en el rio de todos los asistentes, estudiantes y rameras completamente borrachos.
En estos tiempos se hizo famoso un sacerdote pícaro, el Padre Lucas, que se encargaba de ceremoniar el reencuentro entre estudiantes y meretrices, por lo cual terminó siendo apodado cariñosamente por los primeros como "El padre Putas".
La festividad se debió prohibir en algún momento entre los siglos XVII y XVIII, sin embargo volvió la tradición con actitudes menos desenfadadas, empezando en la actualidad a las tres de la tarde y donde se pueden ver y participar en grandes meriendas de parques, praderas o llanuras de campo cercanas a Salamanca. En diciembre de 2020 fue reconocida como Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León.
41. SEGOVIA: LAS ÁGUEDAS, ALREDEDOR DEL 5 DE FEBRERO
En el año 1127 los moros ocuparon el Alcázar de Segovia, las mujeres de Zamarramala que se encontraban allí prepararon una estrategia para volver a conquistarlo a sabiendas de la inferioridad de sus hombres en combate.
Por ello, las mujeres engalanadas con sus mejores vestidos y joyas entraron en el cuerpo de guardia enemigo al anochecer y decidieron entretenerlos con sus bailes mientras las tropas cristianas volvían hacerse con el Alcázar. Estratégicamente salió bien, pero el precio que tuvieron que pagar ellas cuando los musulmanes se enteraron de la traición fue alto, ya que ordenaron cortar los senos de la cabecilla, al igual que le ocurrió a Santa Águeda, mártir cristiana en el siglo III en Catania (Sicilia).
Desde entonces en el pueblo se rinde tradición a este grupo de heroínas conocidas como Las Águedas de Zamarramala, siendo elegidas dos mujeres como alcaldesas y asumiendo el poder municipal portando el bastón de mando.
En la década de los sesenta, a partir de su declaración de Interés Turístico se rediseñó la fiesta que antes se centraba únicamente en la diversión de las mujeres comiendo y bailando en privado. La privacidad se daba principalmente porque eran mujeres mayormente casadas y con hijos que debían cierta pleitesía todavía a sus maridos de acuerdo a las normas sociales vigentes en aquella época basándose la fiesta casi en exclusiva en "un día sin obligaciones laborales en casa para que se puedan divertir", labores que tenían que hacer ese día sus esposos.
En los setenta, la fiesta coge otro auge diferente al introducir Juan Pablo Martín y Jaime Alpens espectáculos en la misma que contribuyeron a la llegada de turismo.
La programación de las fiestas consiste en que el jueves más cercano al 5 de febrero, festividad de Santa Águeda, las dos alcaldesas vistiendo el traje "de avisar", visitan al Alcalde de Segovia y demás autoridades para recibir el bastón de mando.
El sábado se celebra la fiesta por la tarde con el nombramiento de las Alcaldesinas, normalmente las hijas de las alcaldesas) y el anuncio hacia el pueblo para que acudan a la fiesta con el baile tradicional de las mujeres rememorando lo sucedido en el siglo XIII.
42. SEVILLA: SEMANA SANTA, EN FECHAS DE DICHA FIESTA
Según el orden cronológico de los historiadores, el origen de la Semana Santa sevillana está en el vía crucis de la Cruz del Campo que instauró el marqués de Tarifa en el año 1521.
El historiador Manuel Jesús Roldán indica que: "El concepto del vía crucis es el que podemos considerar el verdadero origen de la Semana Santa, pero es muy difícil tratar de establecer si realmente aquellas procesiones de los siglos XIV, XV y XVI son equiparables al concepto que nosotros entendemos por Semana Santa. Probablemente no. Nos equivocamos en muchas ocasiones cuando queremos hacer un paralelismo y buscar en siglos muy lejanos el origen de determinadas hermandades".
Por otro lado, el antropólogo Isidoro Moreno explica que: "La Semana Santa se va conformando paulatinamente. No hay un año cero . A partir del XVI confluyen varias corrientes: los grupos de disciplinantes que ya existían previamente, la transformación de muchas hermandades de gloria gremiales o étnicas en torno a una advocación o la transformación de la tradición medieval de las representaciones con personajes vivos de escenas de la Pasión. Y, todo eso, se activa desde las coordenadas del Concilio de Trento, en la segunda mitad del XVI. Así, hasta el año 1605 , la Semana Santa no tiene un diseño general de hacer estación a la Catedral , sino que las diversas cofradías de nazarenos visitaban básicamente cinco iglesias de la ciudad salvo algunas como la de la de los Negros, en situación periférica, fuera de los murallas. Situación periférica en lo territorial que refleja la situación periférica en lo social. Esta cofradía hace sus actos penitenciales fuera de la ciudad".
Siendo prácticos, aquellos penitentes que se azotaban y cargaban cruces camino de la Cruz del Campo, se pueden tomar como orígenes reales de la Semana Santa sevillana, pero con el tiempo las cosas se van transformando en los desfiles procesionales, dejando de ser las figuras principales las personas flageladas y dando mucha más importancia a las imágenes y a las escenas de la Pasión que las acompañan, siendo de vital importancia en toda Andalucía el papel de la Dolorosa. Los humanos son los que acompañan a las imágenes y no al revés, siendo el principal cambio que hubo entre las primeras procesiones y las actuales.
También es de vital importancia el papel de las cofradías, nacidas en el siglo XIII y que han ido aumentando en número y en significado con el paso de los años. Haciendo un repaso por las más importantes de ellas tenemos: La Hermandad del Silencio o Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla, la más antigua de todas y que fue fundada entre 1340 y 1355; la Hermandad de la Hiniesta que se refundó en 1879 y proviene de otra que existía desde el siglo XV; la Hermandad Sacramental de la Esperanza de Triana, nacida en 1418 y pionera de ese barrio que se fusionó en 1542 a la de San Juan Evangelista; la Hermandad del Gran Poder, una de las más conocidas y populares con origen en 1431, vinculada al Ducado de Medina Sidonia; El Valle, formada por dos hermandades del medievo, Santa Faz (1450) y La Coronación de Cristo (1540); Montesión, creada en el siglo XIV y pertenecientes al monasterio de Santa Paula desde finales del siglo XV; San Benito, refundada en 1921 pero proveniente de la hermandad de un Hospital de Triana del siglo XV; la Hermandad de la Quinta Angustia formada en el 1500 en el convento del Carmen; la Hermandad del Cristo de Burgos, con reglas de 1943, pero fundada en 1888 o La Hermandad y Cofradía del Santo Crucifijo y Nuestra Señora de Gracia, del convento de San Agustín, que desapareció a finales del siglo XIX y su Cristo se perdió en el incendio de 1936, pero se hizo una reproducción y en la actualidad, es titular de la hermandad de San Roque.
43. SORIA: FIESTAS DE SAN JUAN O DE LA MADRE DE DIOS, DE MIÉRCOLES A LUNES EN TORNO AL 24 DE JUNIO
Derivada de unas fiestas paganas de solsticio de verano que estaban centradas en torno al toro, al vino y al fuego, las fiestas de San Juan se han ido adecuando a la ideología cristiana.
Creen que el origen de las fiestas cristianas pueden aparecer en el Fuero de Soria de 1110 con la celebración de los días de feria de la ciudad. Los escritos de aquella época dejan la frase de "Et todos los dias de las festas de santa maria" haciendo referencia a que la celebración iba en torno a ella, si bien dentro de los mismos aparece también "el día de sant iohan baptista" situándolo dentro del marco de las fiestas.
Con el paso de los años, hubo varios nombres relacionados con las Fiestas de San Juan: desde la onomástica de San Juan Bautista, las Fiestas de la Boda de Santa María, de Nuestra Señora, de La Blanca, de la Madre de Dios, de las Calderas o de las Cuadrillas.
El 23 de abril de 1618 se llega a un acuerdo para no dejar dudas que la fiesta de San Juan Bautista no tiene relación directa con la de las Cuadrillas. Con el paso del tiempo la primera desapareció y la segunda terminó identificándose como Fiestas de San Juan.
Otro evento que se unió a estas fechas, es el que se celebraba en una pobre ermita llamada Priorato de San Benito, bajo la advocación de Nuestra Señora del Mercado, donde se celebraba una romería que se convirtió en la actual fiesta.
El domingo siguiente al día de San Juan, las cuadrillas de vecinos divididas en dieciséis barrios llevaban cada una su santo titular por la calle del Collado formando una procesión hasta la puerta de la iglesia donde les esperaba el cura para dar la misa. Acabada la misma iban a la Dehesa de San Andrés (actual Alameda de Cervantes) donde comían con cocidos de trozos de toro en calderas junto con pan y vino, previamente se sacrificaba al astado traído del Monte Valonsadero y el viernes se subastaban públicamente sus despojos para realizar los cocidos, después de correrlo enmaromado. Las fiestas se prolongaban guardando las sobras y añadiendo algún ingrediente más hasta el miércoles, aprovechando para las romerías a San Juan de Duero, Santa Bárbara y San Polo, donde almorzaban y bailaban.
En la actualidad se han suprimido las romerías de San Juan de Duero y Santa Bárbara, así como correr el toro enmaromado por las calles y después darle muerte. En Soria tampoco es tradición otra cosa típica en el resto de España en las fiestas de San Juan como es el "ver salir el sol", que en este caso lo hacían desde el monte de Santa Ana (San Saturio).
Hoy en día se celebran en torno al 24 de junio, coincidiendo con el solsticio de verano, como en el resto del país, empezando un miércoles y concluyendo la noche del lunes siguiente que pueden coincidir después del 24 de junio según como caiga la fecha. Están declarada Interés Turístico Internacional.
44. TARRAGONA: SANTA TECLA, DEL 11 AL 24 DE SEPTIEMBRE
Su origen data del año 1321 cuando llegó a la ciudad de Tarragona la reliquia del brazo de Santa Tecla proviniente por orden real desde las tierras orientales de Armenia.
En 1370 el documento de las Ordenaciones del arzobispo de Pere Clasquerí, data unas fiestas cuyos días centrales serían el 22 y 23 de septiembre. En la actualidad se sigue respetando este documento dando importancia a dichas fechas.
Debido a su larga duración, son una fiestas complejas donde parece haber elementos comunes que se unen a las distintas celebraciones que se hacen los diferentes días. Por ejemplo el Cortejo Popular o Seguici (conjunto de danzas, entremeses, representaciones alegóricas, danzas dramáticas y músicas populares que siguen estando desde el siglo XIV), los Castillos humanos o Castells (con torres hasta diez pisos de altura y que se celebran desde el último tercio del siglo XVIII, con antecedentes valencianos del siglo anterior).
Los diferentes actos:
- La crida, es invitación a la celebración de las Fiestas por parte del Alcalde desde el balcón consistorial, a la que sigue una Tronada pirotécnica documentada desde el año 1550.
- Sábado de Santa Tecla: la Muestra de Folclore Vivo, donde grupos festivos rituales de otras localidades se desplazan a Tarragona para mostrar sus mejores danzas.
- Primer Domingo de Fiestas: la Jornada Castellera, con dos de las collas castelleras más importantes de Cataluña y las agrupaciones más destacadas de la ciudad formando las torres humanas en una exhibición de las más importantes del país.
- Día 18: El Pañuelo de la Santa, aunque no figura en el programa de fiestas, es una tradición de la Mojiganga coloca el pañuelo carmesí a la patrona ubicada en la calle de Santa Tecla, al lado de la catedral.
- Día 19: Santa Tecla Pequeña, donde los niños reproducen el Cortejo Popular y los Castillos humanos.
- Día 20: El Retablo, en la Catedral se representa en modo mímico la vida de Santa Tecla.
- Día 21: El Pregón. Día de café, copa y puro por un duro reuniendo a centenares de fiesteros. Luego trompetada, segunda Tronada pirotécnica, salida de Gigantes y por la noche bajada del Cortejo de las bandas de música por las escaleras de la Catedral (La baixada de l'àliga). Es el acto más popular y seguido de las fiestas.
- Día 22: La Víspera. Entrada de los músicos tradicionales en la ciudad y primera salida al completo del Cortejo Popular, seguido de danzas dramáticas con versos críticos y representación completa de la Mojiganga ejecutando los misterios de la Pasión de Jesucristo y verbena musical hasta el alba con salida de dulzainas y tamboriles.
- Día 23: Día de Santa Tecla. Por la mañana el Seguici se desplaza desde el ayuntamiento hasta la catedral para celebrar la misma de la patrona, después se va a la casa consistorial donde se exhiben las collas castelleras de la ciudad. Por la tarde Procesión del brazo de Santa Tecla y por la noche Concurso Internacional de Castillos de Fuegos Artificiales de Tarragona desde la Punta del Milagro.
- Día 24: La Merced, al mediodía los castillos humanos suben y bajan los veinte peldaños de la escalinata de la Catedral con construcción de cuatro pisos y por la noche, desfile de fuego (Correfoc) con grupos de diablos y bestias importantes en Cataluña y fiesta de la Traca final.
45. SANTA CRUZ DE TENERIFE: CARNAVAL, EN FECHAS DE CARNAVAL
Y si en las Palmas de Gran Canaria la mejor fiesta de todas es el Carnaval, en Tenerife no podía ser tampoco otra.Es con los primeros asentamientos europeos en el siglo XVI, principalmente españoles y portugueses, como punto de inflexión en sus viajes hacia el Nuevo Mundo, donde seguramente se sumergieron en tradiciones y culturas europeas. Gaspar Luis Hidalgo en 1605 hacía comentarios sobre invertir los sexos en cierta época del año con disfraces, refiriéndose seguramente al Carnaval, si bien hubo muchas cuestiones religiosas y monárquicas en la Edad Media que intentaron erradicar dicha fiesta al considerarla pagana y éticamente burda.
Pese a esos indicios, la documentación de estas fiestas en las islas datan del siglo XVIII, dejando claro que existían dos tipos de carnavales: el de las clases pudientes, celebrados en privacidad y consistentes en cenas con máscaras y baile y el del pueblo llano, siendo más bullicioso y uniéndose el pueblo al aire libre para participar todos de la fiesta. También en esta época seguían existiendo vetos religiosos y civiles, no pudiéndose celebrar bailes ni realizar bromas con máscaras en la vía pública, sin embargo, todos los presentes se las arreglaban para saltarse dichas normas sin pagar por ello.
En el siglo XIX aparecen en las fiestas nuevos actos como los cosos, exhibiciones artísticas y concursos, además de quitar la prohibición del baile en las calles. Curiosamente en este tiempo, apareció la figura de Las Tapaderas, que eran mujeres de clase alta que escondidas detrás de sus máscaras se juntaban con el pueblo llano para disfrutar de las fiestas. Una figura que antecede a las mascaritas de la sábana (aquellas hechas con papel y con tira de goma que cubren la cara) y a los abanadores (corros que avivaban en el fuego), habituales a principios del siglo XX.
Ya es en el nuevo siglo donde empieza haber un incremento de turistas por esas fechas atraídos por el Carnaval. La prosperidad de la década de los años veinte hace que se cree hasta el primer programa de las fiestas del Carnaval por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en 1925.
En esa época ya existían las rondallas, comparsas, estudiantinas y murgas, además de trabajar minuciosamente los diseños de los disfraces siendo de mayor calidad y mucho más elaborados, dando lugar a los primeros concursos.
La Guerra Civil y la dictadura posterior, hace que durante décadas se estanque la progresión de dicha festividad, pero a pesar de la represión y la censura que tenía este tipo de fiestas, sigue organizándose de manera clandestina en la intimidad de las casas.
Al igual que pasa en la Isla de Gran Canaria, para poder celebrarlo, se inventan las Fiestas de Invierno en 1961, siendo declaradas seis años más tarde como Fiesta de Interés Turístico Nacional. En la democracia ya recupera su nombre y de nuevo pueden continuar con la progresión que tenían siendo declarada en 1980 Fiesta de Interés Turístico Internacional, desvinculándose totalmente del tema religioso y convirtiéndose poco a poco en lo que conocemos ahora: vistosidad, concursos de calidad, cosos, conciertos y una gran fiesta en la calle, convirtiéndose en el segundo Carnaval más importante del mundo entero, únicamente superado por el de Rio de Janeiro de Brasil.
46. TERUEL: LA VAQUILLA DEL ÁNGEL, SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE SAN PEDRO O EL MÁS PRÓXIMO A SAN CRISTOBAL.
Si tenemos que hablar de la fiesta tradicional de mayor arraigo en la ciudad de Teruel, esa no es otra que la Vaquilla del Ángel, cuyo origen queda difuso tras el paso del tiempo.Existen diferentes teorías, todas ellas parten del medievo (siglos XIII, XIV y XV) en una festividad que ha ido cambiando a lo largo de su historia, si bien el nexo de los toros y la ciudad están presentes casi desde su fundación.
Una de las más reputadas es la historia de la visita del rey Martín I el Humano el 18 de junio de 1397, motivo por el cual se celebraron una fiestas de toros, siendo pagado el toro por una acaudalada familia de la localidad al cual corrieron por las calles y posteriormente todos comieron en hermandad amenizando la velada con música y vino.
Otra versión de las fiestas es por motivos religiosos, pudiendo dar pistas sobre ello el Libro Verde o Alcorán, la cual da pautas de las celebraciones religiosas con la Salve al Ángel Custodio y la misa celebrada por el capítulo de Racioneros.
La tercera no habla que bajo el amparo del Santo Ángel de la Guarda, a finales del siglo XIV, un noble llamado Francés de Aranda hace una donación de la carne de tres toros corridos a la gente más necesitada del pueblo invitándoles a comer a todos. Para apoyar esta versión, se conoce que en el año 1522 la celebración del Ángel Custodio pasó de ser el 2 de octubre al 6 de julio.
Pero la fiesta, tal y como la conocemos hoy en día comienza en el año 1942, con organización del Ayuntamiento y comienzo a las once de la mañana, tras el volteo del Campanico y la subasta de palcos, por la tarde en la Casa consistorial, se canta una Salve y el día siguiente se celebra una misa en el Ayuntamiento en honor al Santo Ángel Custodio, y a las seis de la tarde típica merienda después de los toros embolados. El lunes de madrugada se trasladan a los toros para darles corrida ensogados en la plaza de Carlos Castel, todo ello con diferentes verbenas dichos días festivos.
También ese año se crean las diferentes peñas, siendo reunidas por el alcalde diez años más tarde para que las fiestas del año siguiente, 1953, mejoraran y fueran ampliadas. Así se dieron diferentes premios en metálico a las peñas mejor organizadas, aunque ese año un error burocrático impidió que cobraran dicho dinero y el Ayuntamiento les pagó simbólicamente con una cerveza, lo que supuso que nueve de ellas no saliesen al año siguiente porque era un coste excesivo no retribuido.
Pese a estos contratiempos, así se formaron y cogieron la importancia las peñas vaquilleras tal y como se las conoce hoy en día.
47. TOLEDO: CORPUS CHRISTI, CELEBRADO EN LA FECHA QUE CAIGA ESE DÍA
Dentro de la denominada Semana Grande de Toledo, Fiesta Declarada de Interés Turístico Internacional desde 1980, se encuentra la festividad del Corpus Christi, tradición católica de muchos siglos de antigüedad que sigue teniendo gran peso en la cristiandad actual.
En 1192, la beata Juliana de Mont-Cornillón promueve la creación de la fiesta litúrgica por excelencia, siendo Santo Tomás de Aquino quien se encargó de difundirla en modo de Oficio y Misa del Corpus. Hay que esperar al año 1263 para que el Papa Urbano IV dicte universalmente la festividad del Santísimo "Corpus Christi".
La primera referencia escrita que sitúa dicha festividad en Toledo data de 1418, donde ser habla de una procesión y elenco que salían desde la Catedral Primada de España, que en ese momento no estaba ni terminada de construir.
El Corpus cobró mayor auge en la ciudad durante los reinados de Carlos I y Felipe II, instaurando ceremonias características en su época que son la base de la celebración que se realiza hoy en día.
Para Toledo es muy importante la Semana grande, por ello cuidan los detalles con tiempo, preparando las calles día día en fechas próximas a la celebración y donde los vecinos participan decorando sus balcones con mantos bordados con motivos de la eucaristía. La Plaza de Zocodover se considera una auténtica exposición al aire libre de telas, mantos y pendones antiguos y valiosos.
También es tradición colocar arcos de triunfo con ramas verdes y flores por las plazas por las que pasa el recorrido, además de instalar un toldo por todo él que protege el paso de la Custodia, que ya es un símbolo de esta festividad y que tiene la leyenda que si se moja de agua de lluvia en días anteriores es símbolo de buenas suerte. Otros elementos de la decoración son grandes faroles forjados con cristales de colores, altavoces por todo el recorrido para que todos los espectadores puedan escuchar la Custodia y las palabras del Arzobispo desde la plaza de Zocodover y sillas en algunos tramos para poder disfrutarlo sentado si bien hay que alquilarlas previamente por ese derecho a estar en primera fila.
El día anterior, por la tarde hay un pasacalles con Gigantes y Cabezudos y la tradicional Tarasca que recorren las calles con música y alegría y por la noche la corporación municipal El Pertiguero, chequea minuciosamente el recorrido para que no haya ningún obstáculo que impida o retrase el Paso de la Custodia al día siguiente.
En la madrugada se echa al recorrido diferentes hierbas aromáticas para poner el punto final a unas calles adornadas con flores, faroles, guirnaldas y el olor fresco a hierbas. La Catedral de Toledo se engalana con tapices flamencos del los siglos XVI y XVII que después vuelven a su lugar dentro del Museo de Tapices de la Ciudad.
A las diez se realiza la Santa Misa del Corpus Christi, dirigida por el Arzobispo de Toledo en rito Hispano-Mozárabe. Una hora después la comitiva procesional sale de la Catedral por la Puerta Llana en un riguroso orden fijado por el Cabildo de la Catedral y se inicia el recorrido por las calles que durará las tres horas siguientes.
Mientras en la plaza de Zocodober el Arzobispo da un sermón y besa la Hostia Sagrada que porta la Custodia, siendo éste el día grande a toda una semana llena de conciertos, pasacalles, teatro, espectáculos, exposiciones al aire libre, competiciones deportivas, festivales de música de cámara y antigua y muchos más eventos.
48. VALENCIA: FALLAS, FIESTAS DE SAN JOSÉ (19 DE MARZO)
Proveniente de la palabra latina "facula" (antorcha), es el nombre que se le daban a las peas de las torres de vigilancia romana y que con el paso de los años derivó a la palabra falla cuyo significado es el que todo el mundo conoce como la tradición de hacer arder los parots en las fiestas valencianas.
Lo que era una vieja costumbre de los carpinteros de la ciudad para celebrar el fin del invierno, se fue tornando en la excelsa tradición tal y como la conocemos hoy en día. Con la llegada de la primavera, el día diecinueve de marzo quemaban frente a sus talleres de artesanía las piezas de madera (estayo parot) que usaban para elevar los candiles que les iluminaban durante el invierno. Poco a poco, para dar más señal a este fuego usaban trastos viejos y harapos que con el paso de los años fueron convirtiéndose en los ninots que todos conocemos hoy en día.
El humor valenciano hizo el resto otorgando a esos ninots el sentido crítico e irónico que tienen en la actualidad, convirtiendo muchas de las obras en efímeras piezas de arte que han costado presupuestos millonarios y muchísimas horas de trabajo durante todo el año.
Ésta tradición aparece por primera vez en la "Guía urbana de Valencia: antigua y moderna" escrita por el marqués de Cruilles en 1876. El único interrogante que deja la historia es el nacimiento del ninot como tal, pues existe otra hipótesis que habla del siglo XIX en el que en la Cuaresma Europea era costumbre echar al fuego un monigote satírico para que ardiese y en Valencia concretamente colgaban, desde 1740, muñecos grotescos en los balcones porque durante ese año les prohibieron hacer las fallas y fue una especie de movimiento de repulsa ante dicha orden. Seguramente al poder volver de nuevo a hacer las fallas, esos muñecos de los balcones terminaron ardiendo como lo hacían los monigots satíricos en otras partes de Europa y ello dió lugar al ninot tal cual hoy lo conocemos.
También hay otra hipótesis sobre el origen de las fiestas como tal, y en vez de hacer en ella partícipes de forma exclusiva a los carpinteros de la ciudad, se nos habla de fiestas paganas que celebraban los equinoccios y solsticios, una prueba fehaciente es la noche d San Juan, pero en esta ocasión en vez de celebrar en la hoguera el solsticio de verano, se hacia el equinoccio de primavera.
Hasta el siglo XIX no fueron consideradas fiestas como tal, simplemente unas celebraciones tradicionales que se hacían en el día de San José, pero a partir de 1851 viendo la evolución de las mismas, tras pasar una pequeña censura previa empezaron a oficializar todo en manera de fiestas y consideraron la profesión de fallero como cualquier otras.
49. VALLADOLID: EL TORO DE LA VEGA, SEGUNDA O TERCERA SEMANA DE SEPTIEMBRE
Aunque no están muy claros sus orígenes, algunos historiadores lo relacionan con los torneos y justas de origen medieval de los siglos XIV y XV que incluían despeñamientos de toros al río Duero.Existen documentos que hablan de este tipo de prácticas en 1335 con motivo del nacimiento de una hija de Pedro I y en 1423 con las visitas de Juan II y Álvaro de Luna
La primera referencia en la que se mencionan toros en la Vega aparece en 1534 en el libro de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Santiago Apóstol de Tordesillas. Hay que saltar hasta el siglo XIX para tener constancia que el torneo se celebraba tal cual lo hacen hoy en día.
Fiesta controvertida donde las haya, se ha prohibido en varias ocasiones como entre los años 1966 y 1970 quedando sólo en un encierro debido a la movilización de Asociación contra la Crueldad en los Espectáculos (ACCE) y la Sociedad Protectora de Animales y Plantas.
El Ayuntamiento de Tordesillas se escuda en una regulación del torneo en los años 90 donde se penalizan las infracciones hasta con 9.000 euros, pero la festividad se sigue celebrando a campo abierto con un toro de edad entre cuatro y siete años y un peso entre 500 y 700 kilos. Los lanceros siguen yendo equipados , ya vayan a pie o a caballo con lanzas de tipo "hoja lanceolada" igual que las que usaban los castellanos en la Edad Media, con un mástil de madera de 2,5 metros máximo y de 3 a 5 cm de diámetro oscilando su peso de 400 gramos a dos kilos. Y el resto, pues os podéis imaginar, multitud de personas con lanzas a pie y a caballo, buscando al toro para ser "el premiado" con el estoque de gracia que, por mucho que sea una tradición de Tordesillas, ojalá tuvieran otra más acorde con los tiempos, por mucho que en los últimos años se está buscando el indulto del animal, bien parado de dicha experiencia, no creo que salga.
50. VIZCAYA: ASTE NAGUSIA, DURANTE 9 DÍAS DE AGOSTO A PARTIR DEL 15.
En agosto de 1973, unos grandes almacenes organizan en Bilbao la "Primera Semana de Deporte Rural Vasco", en la que había exhibiciones gratuitas de Herri Kirolak (practicantes de este tipo de deporte) con la participación de los mejores de cada prueba en su momento. Al público asistente le encantó la idea e incluso pensaron que a modo de fiestas podían acercar esa cultura a la gente, si bien, nada llegó a concretarse.
Cuatro años más tarde, en 1977, el locutor y periodista de radio Zorion Eguilor, lanzó de nuevo esa idea en su programa radiofónico, crear unas fiestas populares y en las que participaran todos, volcándose masivamente la ciudad. Hubo alrededor de cinco mil personas en la calle con la idea de pasárselo genial, siendo considerada ésta la primera kalejira multitudinaria.
Obviamente, ante tal acogida, el Ayuntamiento tomó cartas en el asunto y planteó un concurso de ideas para popularizar las fiestas de Bilbao, obteniendo el ganador cien mil pesetas de la época. Se presentaron treinta y siete participantes, habiendo empate final y polémica por ello cuando eligieron al ganador.
1978 fue entonces el primer año de celebración del Aste Nagusia (Bilboko Aste Nagusia: Semana grande de Bilbao), teniendo gran participación en las mismas las comparsas, surgidas a partir de comisiones por barrios de al menos 50 integrantes vestidos con el mismo traje y con su propia fanfarria. El chupinazo la tarde del 19 de agosto, en unas fiestas que desde entonces se van reinventando cada año.
Una de las primeras decisiones para las fiestas, fue recuperar tradiciones antiguas como los Gigantes del siglo XVI (Don Terencio y Doña Tomasa, el Aldeano y la Aldeana, el Inglés y la Bilbainita, el Minero y la Cigarrera , la Carguera y el Marino y Zumalacarregui e Isabel II) y el Gargantúa de 1854. Tardaron cuatro años en estar todos ellos, porque algunos necesitaban modificaciones, incluido el Gargantúa que se tragaba a los niños pero no los devolvía.
Otra figura imprescindible en estas fiestas es la anfitriona Marijaia. Cinco días antes de las fiestas la pintora Mari Puri Herrero recibió el encargo de hacer un muñeco que sirviese de seña de identidad de las fiestas y usó como base la dama de Anboto.
Así creó a Marijaia, una mujer de cuatro metros de altura, vestido colorido, sonrisa de oreja a oreja y brazos en alto representando actitud festiva y maternal, además de ser una señal inequívoca de optimismo y de baile. Sin su presencia no hay fiesta, si bien el último día se procede a su quema como modo de despedida de las mismas hasta que se vuelva a presentar el año siguiente.
Otra señal inequívoca de estar en la semana grande son las txosnas, unas casetas con música, comida y bebida que amenizan cada rincón de la ciudad a la para que se celebran eventos como corridas de toros y vaquillas, competiciones de fuegos artificiales, música, baile y comparsas. Sin olvidar, claro está, el origen de las mismas, habiendo exhibiciones de campeonatos de deportes rurales con maestros en cortar troncos o arrastrar piedras.
51. ZAMORA: ZANGARRÓN DE SANZOLES, 25 DE DICIEMBRE Y 26 DE MADRUGADA
Aunque su origen no es conocido, se sabe que las raíces de esta tradición residen en ritos agrícolas y ganaderos prerromanos. Esta fiesta que se celebra en la localidad de Sanzoles, empieza a tener popularidad tal y como ahora la conocemos en la segunda mitad del siglo XVIII, según explica el archivo diocesano de Zamora.
En realidad es una tradición que han ido heredando de padres a hijos a través de una leyenda... La peste se estaba extendiendo por el pueblo y los lugareños comenzaron a orar e implorar a San Esteban para que les librase de semejante castigo. Pese a ello, la enfermedad seguía causando estragos y el párroco decidió sacar al santo de procesión, pero los vecinos hartos de no ser escuchados y perder a muchos familiares y amigos empezaron a apedrear la imagen de San Esteban. Uno de los vecinos no estaba de acuerdo con lo que estaba haciendo la gente del pueblo así que decidió disfrazarse tapando también su cara y salió a las calles asustando a la gente y defendiendo al santo.
Hoy en día, en la tarde del día de Navidad, los chavales del pueblo van a buscar al Zangarrón para provocar que éste salga y los persiga. Una vez que sale, se reúne a los danzantes y el tamborilero realizando el tradicional pasacalles, hasta que empieza a anochecer y se retira a descansar para hacer lo propio a las siete de la mañana del día siguiente.
Tras realizar el pasacalles matutino y llegar al centro de la ciudad, se dividen y comienzan una cuestación por las casas del pueblo.
En si el programa de fiestas lleva una estructura de: Cortejo, baile de las cuatro calles, cuestación, misa y procesión, persecuciones de mozos, comida de mutis, continua la cuestación y fin de fiesta.
Otro bonito gesto que tiene esta tradición es el llamado rito de iniciación, que daba el paso de joven a hombre, siendo los que corrían el 26 de madrugada al Zangarrón los quintos que se preparaban para hacer el año siguiente el servicio militar. Posteriormente son los propios quintos quienes celebran la comida del mutis donde los danzantes, tamborilero y el propio Zangarrón están invitados pero no pueden articular palabra y si lo hacen reciben un porrazo y una multa económica que servirá para pagar los cafés y las copas que vienen después de la comida.
52. ZARAGOZA: EL PILAR, DEL 7 AL 15 DE OCTUBRE
En el año 1118 se produce la conquista de Zaragoza encabezada por Alfonso I El Batallador, lo que produjo que se consagrara la catedral de la ciudad, conocida como la Seo, a San Salvador.Antes de la Basílica-catedral de Nuestra Señora del Pilar existió en el mismo emplazamiento la Iglesia de Santa María la Mayor, una iglesia románica que se decide restaurar en el año 1293. Con esta nueva iglesia en ciernes sale la leyenda que en el año 40 d.C. la Virgen María visitó la ciudad de Zaragoza para dar ánimos a sus habitantes, un hecho que proporcionó buenos ingresos para la construcción del templo. Hay que esperar a 1435 para que se coloque la talla de la Virgen que a día de hoy podemos ver.
En el año 1640, durante el reinado de Felipe IV y tiempo de muchas batallas y rebeliones, sucede el Milagro de Calanda. José Pellicer, agricultor de esa localidad, es recibido por el rey y testifica que la Virgen del Pilar le había hecho crecer una pierna que le amputaron tres años antes, testimonio validado ante siete notarios en diferentes ocasiones y, por ende, lleno de veracidad consiguiendo que la iglesia lo decretase como milagro y en 1642 proclamaran a la Virgen del Pilar como patrona de la ciudad. En 1675, el Pilar fue declarado concatedral de Zaragoza junto con La Seo.
Hasta el siglo XVII, la festividad del Corpus Christi era la fiesta grande de la ciudad, era hora de celebrar unas fiestas en honor a la patrona que igualaran e incluso superaran a éstas. Pese a que en un primer momento la fecha de celebración iba a ser un dos de enero por la onomástica de la llegada de la Virgen María a la ciudad, se decidió finalmente elegir una fecha más calurosa, siendo la elección el 12 de octubre al coincidir con la llegada de Cristóbal Colón a América, además, uniendo ambas celebraciones los aragoneses pensaron que se mostraría una España más unida e imperial con la dinastía Borbón, por lo que en 1807 el Papa Pío VII concede que la festividad de la Virgen del Pilar se celebre en dicha fecha.
El evento más importante de las Fiestas del Pilar, sin duda, es la Ofrenda de Flores. La gente vestida con trajes regionales, recorrer las calles más representativas de la ciudad y entregar ese ramo de flores que formará parte de ese espectacular manto que alza la imagen de la Virgen.
Una tradición que se remonta a 1958, año que se realizó por primera vez la ofrenda floral, teniendo un éxito sin precedentes y convirtiéndose en un ritual en los años sucesivos. En el año 1965, las Fiestas del Pilar fueron declaradas "Fiestas de Interés Turístico Nacional".
Enhorabuena, Eduardo.
ResponderEliminarUn trabajo exhaustivo en el que me he llevado algunas sorpresas en varias provincias, ya que pensaba en otras fiestas. De la mayoría, no tenia ni idea de sus celebraciones principales.
Un fuerte abrazo :-)