Tenía apuntada en mi lista de ideas para entradas de blog desde hace tiempo un artículo que salió en La Razón en el 2021 con las fiestas más importantes de cada provincia española.
Me gusta de vez en cuando hablar de cosas típicas de aquí y descubrir un pedacito de historia de cada una de las partes que componen el país y todavía no había hablado de las fiestas más importantes de cada región.
Si lo había hecho sobre otro tipo de cuestiones como: LA HISTORIA DE LAS BANDERAS DE LAS COMUNIDADES (PARTE 1 Y PARTE 2) , LA ETIMOLOGÍA DE LAS COMUNIDADES Y PROVINCIAS , LOCALIDADES DE ESPAÑA CON NOMBRES CURIOSOS (PARTE 1, PARTE 2 Y PARTE 3) , LOS LUGARES MÁS VISITADOS DE CADA PROVINCIA (PARTE 1, PARTE 2, PARTE 3 Y PARTE 4) , LOS ESPAÑOLES MAS IMPORTANTES DE CADA PROVINCIA (PARTE 1, PARTE 2, PARTE 3 Y PARTE 4) Y LOS PLATOS TÍPICOS DE CADA COMUNIDAD (PARTE 1 Y PARTE 2).
Así que si queréis saber el origen de cada una de las fiestas más representativas de cada lugar, este es el post adecuado y por supuesto, los dos que le siguen: PARTE 1 Y PARTE 3.
Espero que lo disfrutéis...
19. GERONA: SANT NARCIS, DEL 25 DE OCTUBRE AL 3 DE NOVIEMBRE
Se trata de uno de los mitos más espeluznantes de nuestra historia y tiene que ver con el milagro de San Narciso.
Según se cuenta en el año 1285, Gerona estaba sitiada por las tropas francesas que lograron entrar a la Iglesia de Sant Feliu y hacerse con ella... Con el edificio eclesiástico repleto de tropas enemigas, salieron del cuerpo del obispo mártir Narciso, muerto nueve siglos antes, grandes moscas que consiguieron diezmar el número de enemigos y de sus caballos. El líder invasor, Philippe le Hardi que estaba bajo las órdenes de Felipe II de Borgoña, se vio obligado a retirar sus huestes y huir de la ciudad para evitar una masacre.
La fiesta conmemorando dicho suceso se celebra el 29 de octubre, pero para los locales, un día no es suficiente para los más de doscientos eventos que tienen preparados para llevar a cabo, haciendo que abarquen fechas de la semana anterior y posterior a dicha fecha, donde predominan los desfiles y bailes tradicionales y diferentes conciertos al aire libre.
En ocasiones es difícil decidirse por el evento al que asistir, pues muchos de ellos suceden al mismo tiempo en diferentes puntos de la ciudad. Son imprescindibles, para conocer mejor la cultura catalana, los desfiles del primer día protagonizado por los gegants (gigantes) y capgrossos (cabezudos), el pregón, los bailes de sardana, la diada castellera (formando torres humanas de 10 metros de altura y cuatro pisos), el canto de las habaneras en las escaleras de la catedral, el correfoc (parecido al toro de fuego), la pujada del Pilar de 4 en las escaleras de la catedral, los conciertos que se dan tanto en la Zona de la Copa como en la Basílica de Sant Feliu y los fuegos artificiales del último día.
También es imprescindible pasar por el Parque de la Devesa, donde están las atracciones y los diferentes puestos de mercado durante los diez días, siendo unas fiestas diferentes, pues en vez de ser celebradas con el buen tiempo, como ocurre en la mayoría de los casos, se realizan en época de tomar castañas asadas y entrar en calor mientras disfrutas de las mismas.
20. GRANADA: CRUCES DE MAYO, 3 DE MAYO
El origen de esta fiesta se remonta a la conquista española y en la idea de imponer su cultura y religión a los países que sumaban al Reino. Como los misioneros no sabían hablar la lengua nativa, no llevaban elementos cristianos de sus iglesias al Nuevo Mundo y no disponían de suficientes predicadores, usaron el simbolismo de la cruz hecha con elementos locales para difundir su mensaje.
Un elemento de fácil construcción que se colocaba en un lugar visible en los pueblos a evangelizar: colinas, intersecciones de caminos transitados o espacios concurridos, donde se solían administrar los oficios religiosos.
Cuando el misionero no estaba, solía mandar a un fiel local, llamado fiscal, para realizar los sacramentos, cuidar las cruces y rezar ante ellas los días festivos, procurando que el resto de la gente siguiera sus hábitos.
Por ello, para festejar esa forma diferente a la hora de evangelizar, los misioneros también fundaron diferentes hermandades que mantuviesen el culto al símbolo de la cruz y la homenajearan los meses de mayo. Mientras sus fiscales dirigían la procesión, buscando flores para el evento, limosnas y gente que acudiese a la misma, si bien se repartían alimentos en la misma para que acudiese más.
El 1 de mayo era el día elegido para "Vestir la cruz", haciendo lienzos con la señal cristiana en el centro rodeada de los elementos de la Pasión simbolizando el sacrificio de Jesús para salvar a la humanidad. A partir de esa fecha, todas las tardes los fieles se reunían para rendirle culto, además de tener su propia referencia en sus casas a la que debían rezarle un rosario y demás plegarias.
Esta celebración también se importó en España, por ejemplo en Granada, en el año 1625, se hizo una cruz de alabastro en el Barrio de San Lázaro un tres de mayo y todos los vecinos lo celebraron con cante y baile durante todo el día.
Con el paso de los años, el resto de barrios hicieron lo propio, sumando al hecho religioso, una sana competitividad entre los diferentes lugares de la ciudad, colocando diferentes altares en la ciudad donde es fácil ver tijeras abiertas clavadas en un objeto, para que no se pongan "peros" a la cruz.
Así es fácil ver a la imagen de la iglesia de cada barrio, adornada con cruces florales trabajadas y multitud de ofrendas y la gente, mayores y niños, con vestidos folclóricos para realizar sus típicos cantes y bailes.
Incluso hay un concurso del propio Ayuntamiento en el que compiten en diferentes modalidades: calles y plazas, escaparates, colegios y patios.
21. GUADALAJARA: CABALLADA DE ATIENZA, DOMINGO DE PENTECOSTÉS
Tenemos que tirar de historia de España para conocer esta tradición. En el año 1158 fallece el Rey Sancho III de Castilla, "El deseado", dejando su trono a su hijo Alfonso VIII. El Rey Fernando II de León, hermano de Sancho y tío de Alfonso, sabiendo esta circunstancia, quiso capturar a su sobrino que aún era un niño y así apoderarse también del reino de Castilla.
Dos de las más poderosas casas nobiliarias de Castilla, los Lara a favor de Alfonso y los Castro a favor de Fernando, se vieron enfrentadas en este evento real. Los Lara decidieron que la mejor manera de proteger a su rey era llevarlo a Atienza, bajo el resguardo de sus murallas.
Las tropas de Fernando consiguieron sitiar durante cuatro años a Alfonso en el pueblo protegido de los Lara, una localidad en la que actualmente residen unos quinientos habitantes situada en la Comarca de la Sierra, siendo conocida por pasar por dicho lugar la Ruta de la Lana.
Fue entonces, en fiestas de Pentecostés del año 1162 cuando la cofradía arriera de Atienza ideó una estratagema para sacar a su rey de allí. Pidieron permiso a las tropas enemigas para poder atravesar el asedio simulando una romería a la ermita de la Virgen de Estrella para celebrar las sagradas fechas, distrayendo con ello a las tropas leonesas, mientras que por otro lado, un grupo de los mejores caballos fueron preparados para salir velozmente de Atienza rumbo a Ávila con Fernando, conservando de esta forma su corona independiente de la de León.
En agradecimiento, el monarca les concedió un Fuero que rige las ordenes de la Hermandad de la Santísima Trinidad hasta la actualidad, siendo encargados de mantener y recordar los hechos.
Por ello, cada Domingo de Pentecostés a las diez de la mañana, comienza el evento con la reunión de los Hermanos en la casa del Prioste donde saldan las deudas anuales por no cumplir las treinta ordenanzas por las que se rige la Hermandad. Tras ello, recogen al Abad y recorren los dos kilómetros que separan el pueblo de la ermita de Nuestra Señora de la Estrella para posteriormente iniciar una romería con la Virgen de la Estrella hasta la Peña de la Bandera, subastando allí las Andas de la Virgen.
Se celebra la misa y luego una comida de hermandad, para volver a la casa del Prioste donde terminan la celebración con un trago de vino en porrón.
Un día antes, se celebra el Sábado de las 7 tortillas, cada una de ellas con ingredientes diferentes que recuerdan los días que tardaron los arrieros en llegar a Ávila.
22. GUIPÚZCOA: TAMBORRADA, 20 DE ENERO, DÍA DE SAN SEBASTIÁN.
Algunos historiadores creen que tiene origen directo con las Guerras Napoleónicas, ya que hasta que se derribaron las murallas de la ciudad en 1863, San Sebastián fue una plaza militar y todas las mañanas un pequeño desfile acompañado de tambores atravesaba la Parte Vieja desde el Cuartel de San Telmo hasta la Puerta de Tierra en las Murallas (ya desaparecida y donde se ubica el Boulevard) para dar el cambio de guardia.Otros datan la historia anteriormente, entre los años 1834 y 1836, ligando la tamborrada a una comparsa de Carnaval que despertaba de dicha forma a las cinco de la mañana a toda la ciudad, para anunciar la sokamuturra (toros ensogados) que se celebraban en esas fiestas. Tras dividirse en pequeños grupos para ir tocando en diferentes zonas de la ciudad, se reunían de forma conjunta en la Plaza de la Constitución donde tocaron los siguientes treinta años temas como Urra papito, Pastelero e Iriyarena (el primitivo) y la Marcha de San Sebastián original.
La Tamborrada de la Unión Artesana, que cierra la fiesta en nuestros días, está considerada como la heredera directa de la Tamborrada original, surgiendo en 1870 y tocando por primera vez un año después. Tomando esa base, ambos orígenes de la historia pueden cuadrar, sabiendo que heredaron la tradición de una sociedad más antigua conocida como "La Fraternal".
Raimundo Sarriegui en la segunda mitad del siglo XIX compuso para la Unión Artesana la mayoría de piezas que se tocan en el Día de San Sebastián, inclusive en 1861 la actual Marcha de San Sebastián, cuya letra es de Serafín Baroja, padre del gran escritor Pio Baroja. En pleno siglo XX, la fiesta se desligó de Carnaval.
En 1886, se añadieron a la comparsa los barriles y cubos de agua, para simbolizar aquellos habitantes que se animaban a replicar en sus días a los que tocaban en la Tamborrada.
En la actualidad hay 158 comparsas, teniendo alguna más de 5.000 participantes, y desde 1976 utilizan el uniforme, para diferenciar lo que hacían antes (disfrazarse para Carnaval), de lo que hacen ahora (engalanarse para su fiesta).
23. HUELVA: LAS COLOMBINAS, EN TORNO AL 3 DE AGOSTO CON DURACIÓN DE UNA SEMANA
"Celebramos estas fiestas en torno al 3 de agosto porque no conmemoran a ninguna Virgen ni a ningún patrón. Aquí se rememora la historia, la partida de las carabelas descubridoras de Colón." Pedro Rodríguez, antiguo alcalde de Huelva.
Una fecha clave de estas fiestas es el año 1833, aunque se sabe que se celebraban incluso antes. Guillermo Sundheim fue investido como presidente de la Sociedad Colombina de Huelva y quiso engrandecerlas con la colaboración ciudadana y los órganos gubernamentales tras años de escaso éxito de las mismas.
Poco a poco su trascendencia se fue incrementando teniendo un punto álgido en 1892 con el cuarto centenario del Descubrimiento de América, que recibió un gran apoyo tanto del Gobierno como de la Monarquía, participando en las mismas.
La duración de las celebraciones y actos conmemorativos ese año se extendieron desde agosto hasta octubre, al igual que la duración de la ruta colombina seguida por la expedición.
Para rellenar los actos festivos entre esos meses, se organizaron concursos de bandas musicales, veladas literarias con la presencia de ilustres escritores como José Zorrilla, fiestas temáticas como una veneciana, carreras de velocípedos (las primeras bicicletas) y ambientes aderezados con clarines y timbales evocando a la música del siglo XV. A su vez, se inauguró la obra del IV Centenario del Descubrimiento homenajeando a la Junta Magna encargada de organizar el evento, obra de Velázquez Bosco que se encuentra en el Monolito de La Rábida.
En la actualidad tienen un indudable estilo andaluz
(estilo que se ha ido afianzado sobre todo desde los primeros años del siglo
XXI), con sus casetas con música iberoamericana donde se bailan sevillanas con trajes
de flamenco, conciertos de diversos grupos
onubenses junto a la ría, la Semana Náutica Colombina (aportando la historia marinera
de la ciudad), concurso de pesca y regatas de piragüismo, el Trofeo Colombino de
futbol y de golf, competiciones de petanca, tiro con arco y frontón y las corridas
de toros. Todo ello, en unas fiestas donde se respira el ambiente lúdico
cargado de color, luces, musicalidad y un trasfondo histórico donde se puede disfrutar de la gastronomía onubense las veinticuatro horas del día ya sea en la feria, con unas portadas dignas de mención, o en cualquiera de los eventos.
24. HUESCA: SAN LORENZO, ENTRE EL 9 Y EL 15 DE AGOSTO
Según cuenta la historia, San Lorenzo (Laurentius di Roma) fue martirizado el 10 de agosto del 258.
Tras el reciente asesinato del Papa, el alcalde de Roma, pagano y con fama de querer hacerse con el dinero de la Iglesia, ordenó a los siete diáconos regionarios de Roma que entregaran dichas riquezas.
Lorenzo en vez de recolectar el dinero, fue recogiendo a personas pobres, lisiadas, mendigos, huérfanos y demás y los presentó al tercer el día, como le pidió el alcalde, como las verdaderas riquezas de la ciudad.
Éste se tomó la acción como una blasfemia hacia su poder y mandó quemar vivo a Lorenzo en un torno manual horizontal con brasas debajo. En un momento dado, el posteriormente conocido como Santo dijo mientras se estaba asando: "Assum est, inqüit, versa et manduca" (Asado está, parece, gíralo y cómelo).
Huesca tiene como patrón a San Lorenzo, siendo el día más grande de sus fiestas, con más de quinientos años de antigüedad, el 10 de agosto en honor a su martirio.
Durante siete días se celebran una de las mayores fiestas de todo Aragón que congrega a mucho público del territorio y del norte de España.
Entre las actividades destacan: el chupinazo (con el que dan comienzo las fiestas y donde la gente que amanece de blanco y verde, colores identificativos del Santo, llega con los ropajes empapados de vino tinto), el Rosario de la Aurora, las vaquillas, su feria taurina (una corrida cada día de fiesta), la procesión del Santo el día 10 (en la que actúan danzantes de Huesca bailando la ancestral tradición del ‘paloteao’, cintas, espadas y del degollau) y la ofrenda de flores y frutos (cierre festivo donde se pueden observar numerosos trajes regionales).
Durante la semana de fiestas, las charangas no dejan de sonar por las calles, comenzando tras el chupinazo al que sigue a continuación una cabalgata de peñas representadas por las miralesas (jóvenes elegidas en los diferentes barrios y peñas de la ciudad), yendo a la Plaza de San Lorenzo para ponerle el pañuelo blanquiverde y comenzar la celebración de las fiestas.
El día once tiene lugar la Tradicional Fiesta del Comercio Oscense, que consta de muchos puestos y ofrecen productos artesanales o gastronómicos y el día quince, cuando la fiesta llega a su fin, da lugar la Ofrenda de Flores y Frutos al patrón.
25. ISLAS BALEARES: SANT JOAN, 23 AL 24 DE JUNIO
San Juan es una fecha muy importante en el calendario de muchos lugares de las Islas Baleares, al igual que tantos otros de habla catalana o derivada.
Sin ir más lejos en Mallorca muchos pueblos celebran el día con la noche más corta del año, si bien en el anterior post hemos demostrado que eso puede variar según el calendario a un par de días antes o después. Lugares como Deià, Mancor de la Vall, Muro y Son Servera coinciden en tener su figura como patrón, en Menorca e Ibiza también hay bastantes lugares donde se celebra esta festividad: Sant Joan de Labirtja, Santa Eulalia des Riu y las propias de Ibiza ciudad.
También existe el territorio de San Juan, que estaba integrado en el distrito musulmán de Yiynau-Bitra antes de la reconquista de Jaime I de Aragón, posteriormente conseguirían la independencia en 1298 consiguiendo el nombre de villa. Pero curiosamente su fiesta patronal es el 29 de agosto, porque su San Juan no es Bautista, es Degollado. El 24 de junio celebran la fiesta del “Sol que balla” (Sol que baila), la cual acaba presenciando el amanecer en el pequeño santuario de Consolació.
En la vigilia del día de San Juan, los habitantes de Palma de Mallorca se aglutinan en el parque del Mar donde se encuentran las hogueras, los grupos de animación y los fuegos artificiales empiezan a cobrar protagonismo.
La fiesta se traslada a la playa, donde podremos ver de nuevo fogatas y velas acorde con los rituales que se celebran. Ya a medianoche se encuentran todos reunidos en torno a una de las hogueras y con la hora bruja se quema un papel donde se han escrito previamente sus deseos soñados, se dan el baño de rigor y se lanzan tres monedas al mar y, para la gente más osada otros tres saltos hay que dar cuando la hoguera va menguando hacia las ascuas. Después llegarán los actos tradicionales como los correfocs, la salida de demonios y la misa solemne.
A destacar también las fiestas San Juan en Ciutadella de Menorca, donde hay una gran influencia de visitantes de las otras islas y de muchos otros lugares, haciendo espectáculos de caballos que saltan sobre la gente y las de Sant Llorenç des Cardassar, donde celebran el baile de Sant Joan Pelós, una antigua tradición en la cual un hombre representando a San Juan baila llevando un cordero.
26. JAÉN: SAN
ANTÓN, EL 16 DE ENERO
San Antonio Abad o Antonio Magno fue un monje eremita cristiano católico que vivió en el Egipto del imperio Romano entre el año 251 y 356 (105 años).
Se cuenta que cuando tenía veinte años de edad, vendió todas sus posesiones para dárselas a los pobre y hacer vida de eremita pregonando la obra de San Atanasio y luego pasó muchos años en el desiertos ayudando a los ermitaños, siendo allí donde se le apareció el demonio para tentarle.
Tras su muerte, hubo una gran devoción hacia su vida y obra en Europa central llegando a convertirle en Santo. Seguramente alguna cultura repleta de seguidores de Antón llevó a Jaén ese fervor durante la Reconquista. Es desde el siglo XIII donde su figura empieza a ser importante pues, cuando debían defender la ciudad de los incesantes ataques árabes, disponían de una capilla dentro de la catedral dedicada al santo donde rezaban sus plegarias para no morir ni caer en manos del enemigo.
Al conseguir su propósito, acabaron haciéndole patrón de la ciudad y cada año por su onomástica se encendían en la catedral cuatro antorchas para homenajearle.
En el siglo XV, el alcaide de la ciudad Miguel Lucas de Iranzo, valido del rey Enrique IV de Castilla, impulsó la fiesta religiosa cuyo punto álgido llegaría en el siglo XIX cuando los agricultores y ganaderos tomaron por costumbre quemar los restos de las podas invernales de los campos de olivo el día de su patrón. Antiguamente los capachos de espartos quedaban inservibles tras la prensa de la aceituna, pero eran excelente combustible para las lumbres
Así nace la tradición que enciende decenas de lumbre en la ciudad, sobre las que se coloca un muñeco creado con ropa vieja, paja y serrín y petardos que explotan con el fuego, evocando connotaciones mágicas, ahuyentando enfermedades y plagas. Los lugareños se colocan alrededor de las mismas y cantan melenchones, mientras se alimentan con rosetas, calabaza asada, morcilla, chorizo y vino de la tierra.
También se celebra desde 1984 una carrera urbana que ha cogido importancia con los años y en la que suelen estar presentes atletas de primer nivel mundial y cuyo recorrido está marcado por el público que ilumina la ciudad con sus antorchas y las luces navideñas.
27. LEÓN: LAS CABEZADAS, EL SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA
En el año 1158 con Fernando II en el trono, hubo escasas lluvias, siendo uno de los años de peor cosecha en la historia y haciendo mucho daño económicamente a los agricultores y al pueblo en general al no haber abundante comida.La gente empezó a encomendarse al cielo con cientos de plegarias, pero desde arriba seguía sin caer una sola gota de agua. En un momento dado, el pueblo decidió sacar las reliquias de San Isidoro de procesión y hacer una romería hasta el monte que lleva su nombre. Todo el camino estuvo lleno de rezos y plegarias hacia Dios y una vez llegados al monte, el Señor les respondió regando abundantemente la ciudad de León.
La cosa no quedó ahí cuando se dispusieron a volver, las reliquias pesaban mucho más que en la ida y ni los hombres mas robustos pudieron moverlas de allí, parecía que aquel lugar eran el sitio correcto para ellas. Además justamente ese día, el propio rey que estaba en Benavente se acercó al pueblo junto a su tía Doña Sancha, que era muy devota de San Isidoro.
Fernando II, con tal de contentar a su tía dijo que las reliquias no se podían quedar en el monte y ordenó bajarlas de cualquier forma. Al final encontraron la solución más sorprendente de todas, los niños, las personas más inocentes de todos los presentes, pudieron llevar cómodamente las reliquias de su santo y bajarlas a León donde pertenecían, lo que se interpretó como una señal divina de que los restos del santo nunca más saliesen del templo y el monarca les hizo jurar: "Voto y promesa de la ciudad de no volver a sacar las reliquias del santo, de su templo San Isidoro... Y también en forma de ciudad, el voto o censo, de hacer cada año una ofrenda al santo".
De esta historia proviene la ceremonia de foro y oferta, también conocida como Las Cabezadas, celebrándolo el segundo domingo después de Pascua, por el mes de abril, una tradición que lleva más de 800 años.
La Corporación Municipal suele ir vestida de forma elegante con las varas de autoridad, portando tres hachones de cera, uno de ellos de mayor tamaño, saludan en la plaza de San Isidoro y se meten al claustro de la Colegiata, allí les recibe el Cabildo y comienzan Las Cabezadas.
En tono jocoso comienza un toma y daca cuya conversación se centra en la historia y ceremonias celebradas con anterioridad, este ritual suele terminar con un Oferta o Foro, foro u oferta, o ambas cosas a la vez. Tras tres Cabezadas de despedida el Alcalde, encargado de empezar y terminar, hace una reverencia al Cabildo, mientras el pueblo observa toda la escena repleta de reverencias, cortesía, ensayo y costumbre.
28. LÉRIDA: L'APLEC DEL CARAGOL, UN FIN DE SEMANA DE MAYO
La historia comienza en el año 1980 cuando el concejal Luis González, Antonio Costa y Manolo Calpe tienen la idea de crear en el choperal de Cappont, entre la ribera del rio Segre y los Camps Elisis de Lérida, una pequeña fiesta popular en el que se diesen a probar caracoles.
No era la primera vez que habían intentado llevarla a cabo, pero el gobernador civil de Lérida se la había rechazado a Manolo Calpe con anterioridad, lo que obligó a éste a crear el grupo L'Ordre del Caragol.
Ese año apenas hubo trescientos participantes y cuatro mil visitantes, pero para el inicio de éste festival culinario se aportaron 96.350 pesetas de subvención para comprar el material necesario para el concurso de cocina. La mayoría de los participantes eran del grupo de L'Odre del Caragol, que había reunido dieciocho grupos de personas para pasar el día junto al choperal del rio del barrio de Cappont.
Al año siguiente la cosa fue más estructurada: primero creando diferentes reuniones de los representantes de los grupos que desearan participar, después hicieron un nombramiento de una Comisión de gobierno para organizar la fiesta y finalmente dieron el primer aviso a los grupos donde se informaba de los principales acuerdos aprobados en la última reunión de representantes de grupos. En 1981 hubo treinta y cuatro grupos y unos 2.300 participantes, además de contar con nueve orquestas contratadas para la fiesta (la Fanfarria Vasca los Politos, la banda de Ramón, Oleria de Alicante, Boite de Benavarri, la Banda Militar, las Majorettes, la Maravilla y Lo Parrano, entre otros).
También en 1981 nació l'Aplequet o Aplec de Tardor que reunió el primer fin de semana del mes de octubre a sesenta grupos y tres mil participantes como homenaje al inicio de l'Aplec cuando era una celebración de un solo día.
Desde entonces esta fiesta ha ido creciendo en popularidad y se celebra durante un fin de semana de mayo. La variedad de caracol es la Helix aspersa, conocida en Cataluña como bover, y la celebración consta de música de diferentes grupos, charangas y un pasacalles por la ciudad. Suelen reunir más de doscientas mil personas y consumen aproximadamente doce toneladas de caracoles, siendo declarada desde 2002 Fiesta Tradicional de Interés Nacional y en 2004 Fiesta de Interés Turístico Nacional.
29. LUGO: ARDE LUCUS, SEGUNDO O TERCER FIN DE SEMANA DE JUNIO
En el año 2002, después de que la Muralla de Lugo fuese declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la ciudad decidió rememorar el origen romano y castreño de su historia.
Con gran acogida desde el inicio por asistentes y vecinos, la fiesta fue ganando con el paso de los años en afluencia y popularidad hasta ser declarada en el 2011 Fiesta de Interés Turístico en Galicia y en 2017 Fiesta de Interés Turístico Nacional, llegando en la actualidad a tener dimensión internacional y formar parte de la Federación Europea de Manifestaciones Históricas.
El casco histórico y su muralla romana son un sitio perfecto para una recreación de estas características, convirtiendo sus calles y plazas con la mayor exactitud posible en mercados, campamentos, circos, talleres y demás lugares que tuviese la ciudad de Lucus Augusti en aquellos siglos.
Durante tres días de fiesta, los espectáculos de danza y música se entremezclan con numerosos romanos, castreños, ninfas y faunos. En el Macellum (mercado romano) se pueden adquirir productos de la época del Imperio bajo, en el Castrum (campamento) ver como se desenvuelve el ejército y visitar el Arde Lucus, la llama sagrada que da nombre a las fiestas preservado por las sacerdotisas de la diosa protectora del hogar, las Vestais.
En el campamento también se pueden ver entrenar a los gladiadores, que darán su vida después en el Circus para divertir al pueblo. También se puede disfrutar de bodas y bautizos con el sello de la Antigua Roma y recreaciones históricas de batallas, tácticas militares y hechos importantes de aquella época, de un telar romano para ver la construcción de sus ropas, una armería y talleres de artesanía para crear sus enseres y joyas.
30. MADRID: SAN
ISIDRO, 15 DE MAYO
Isidro nace en Madrid en lo que en la actualidad es la Calle de las aguas, sobre el año 1080, siendo de familia muy humilde. De pequeño se ganaba la vida como pocero, aunque más tarde ocuparía su labor en la agricultura.
Contrajo matrimonio con Santa María de la Cabeza y su gran peculiaridad son los distintos milagros que se le atribuyen, un total de 438, muchos de ellos mientras realizaba sus labores en el campo.
El más famoso de todos ellos es que fue capaz de elevar el agua de un pozo, golpeando únicamente su vara contra una piedra para poder rescatar a su hijo que había caído en el interior, aunque otras versiones cuentan que fue para regar todos los campos colindantes al suyo al haber escasez de lluvias y entrar la tierra en sequía.
Esos milagros hicieron que se convirtiese en un santo campesino y, a la vez, en el patrón de Madrid capital.
Sus fiestas se celebran desde el 15 de mayo de 1622 y poco a poco fueron perdiendo sus aspectos religiosos, centrándose más en las romerías y verbenas como parte de la celebración.
En ellas son típicas las limonadas, los barquillos, las rosquillas del santo (las tontas, son las clásicas sin recubrimiento, las listas están bañadas con azúcar glas y limón, las francesas con almendras y canela y las de Santa Clara con merengue seco y vainilla) y el "chotis agarrao", que se hizo popular en el siglo XIX, organizándose en barrios obreros donde la gente ese día iba vestida con sus mejores galas para convertirse en "majos, chulapas o chulos".
Estas tradiciones hacen que sobreviva el Madrid castizo al menos una vez al año, acompañadas de otro tipo de costumbres como el multitudinario descenso hasta la ermita del santo, donde es casi obligatorio beber el agua de la milagrosa fuente, habiendo colas infinitas para ello.
Después se suele parar en la orilla del Manzanares para hacer hambre al plato de cocido, entresijos o gallinejas antes de correr por delante de los gigantes y cabezudos.
Todo ello antes de ir a la verbena, si bien los foráneos también pueden disfrutar del día entre sus calles y plazas mezcladas de tradición y modernidad para la ocasión, pudiendo ver el concierto del Consistorio, las diferentes obras de teatro o rememorar como eran los campos de San Isidro en el siglo XVIII a través de las pinturas de Goya en el Museo del Prado.
31. MÁLAGA: LA
FERIA DE LA VIRGEN DE SANTA MARÍA DE AGOSTO, 19 DE AGOSTO
El origen de esta feria proviene de la conquista de Málaga por los Reyes Católicos el 19 de agosto de 1487, siendo la ciudad incorporada a la Corona de Castilla.
Cuatro años más tarde, en abril de 1491, se celebran unas Actas Capitulares por Acuerdo del Cabildo Municipal en las que se establece la creación de una Feria anual el día de la Virgen Santa María de Agosto con motivo de celebración de la conquista de la ciudad. Ésta se celebró el 15 de agosto de ese mismo año con una procesión desde la Catedral hasta la iglesia de Santiago, siendo la primera referencia a estas fiestas.
Al año siguiente la fiesta se traslada al 19 de agosto, día de San Luis y "en el que la ciudad se ganó a los moros". Además de una procesión, también hubo una corrida con cuatro toros. En el siglo XVII la feria incorpora los fuegos artificiales; en 1887, con motivo del Cuarto Centenario se vuelve a trasladar definitivamente la fecha al 19 de agosto tras varios años en el que el Cabildo la celebraba el 15, se instaura la procesión de la Virgen de la Victoria, simulando la entrada de los Reyes Católicos y su ejército, además de potenciar los festejos tal y como los conocemos hoy en día.
A partir de ahí la conmemoración de la Conquista tiene dos vertientes diferenciadas: la ideológica (centrada en el movimiento histórico) y la económica (consiguiendo una proyección turística para la ciudad).
Las actividades se pueden introducir en tres grupos diferenciados: LA FERIA DE DÍA (con las calles del centro histórico repletas de farolillos y adornos florales, las casetas, los pasacalles con orquestas, carruajes de caballos engalanados, el flamenco, la copla y la música tradicional y las diferentes actividades para niños y mayores), LA FERIA DE NOCHE (concentrada en el Real del Cortijo de Torres, donde están las casetas, los puestos de feriantes y las atracciones mecánicas) y LOS TOROS (con la corrida tradicional en la Plaza de toros de La Malagueta).
En sus mejores años han conseguido que se pasen por la feria 2,1 millones de personas, siendo 340.000 extranjeros y el impacto económico supone a la ciudad unos beneficios de 35,5 millones de euros.
32. MELILLA: DÍA DE MELILLA, 17 DE SEPTIEMBRE
Un 17 de septiembre, así, con un artículo indefinido que explicaremos más adelante, la ciudad fue tomada por las tropas del duque de Medina-Sidonia incorporándose de esta forma a la Corona de Castilla.
Por aquel entonces pertenecía al Reino de Fez, pero Isabel I de Castilla quiso incorporar el territorio a su corona y encargó al duque hacerse con ella, que a su vez derivó en las tropas de Pedro Estopiñán. Apenas encontraron resistencia en la ciudad ya que se encontraba medio abandonada después de las diferentes disputas en esos tiempos entre Fez y Tremecén.
Oficialmente se conoce el día y el mes, pero hay cierta controversia con el año si bien se opta porque éste fuera el 1497, aunque bastante gente estudiosa de la historia de la ciudad cree que fueron 365 días antes. Al no estar documentado el año, siempre quedará esa duda.
Pese a los doscientos kilómetros que separan la ciudad de la península ibérica, los melillenses tienen ese sentimiento de pertenencia a España incluso en la actualidad, considerándose una comunidad autónoma más.
También hay otra controversia con el día de la celebración porque algunos son partidarios de que el Día de Melilla se celebre el 13 de marzo, pues en esa fecha del año 1995 fue cuando consiguió ser proclamada como la decimonovena comunidad autónoma de España.
Situada en la costa norte de África y compartiendo frontera con Marruecos, que por aquel entonces no existía como Estado consiguiendo su independencia en 1956, durante su antigüedad estuvo en manos de diferentes culturas principalmente por su puerto, un lugar clave para el mercado marítimo. Por allí pasaron los fenicios, los romanos, el Imperio Bizantino, los Vándalos y los Visigodos.
El 7 de junio de 1556, la Casa de Medina Sidonia cedió a la Corona de España la ciudad, que hasta ese entonces sólo era una ciudad ducal perteneciente a la Corona de Castilla.
Entre los actos oficiales que celebran en su día existe la ofrenda floral a la estatua del conquistador Pedro de Estopiñán, a la que seguidamente en la Plaza de Armas le sigue un discurso e izado de banderas.
También es el día en el que se entregan las Medallas de Oro de la ciudad a los ciudadanos o agrupaciones ilustres por su contribución al crecimiento, bienestar y desarrollo de la ciudad, en el salón dorado del Palacio de la Asamblea.
Tras los actos protocolarios llega la celebración en las Casas Regionales, con espectáculos de música y bailes populares, las diversas actividades infantiles, una exhibición aérea y para los forasteros las visitas guiadas a la ciudad.
33. MURCIA: EL BANDO DE LA HUERTA, ÚLTIMO DÍA DE CARNAVAL
El último día de carnaval de Murcia de 1851, unos jóvenes con poder adquisitivo decidieron burlarse de las gentes de la huerta. Así como el primer día de carnaval se celebraba con un desfile que tenía su punto de salida y recogida en la Plaza de Toros de San Agustín, el Bando hizo lo propio el último día de Carnaval, si bien dos majos iban montados a caballo, seguidos de otro caballo adornado con palmas, flores y hortalizas y de muchos impostores huertanos con sus trajes tradicionales. Una diversión de los acomodados que caricaturizaba a la gente humilde de la huerta, exagerando sus expresiones y su forma de hablar a la hora de vender sus productos.
Actualmente, lo que nació como una burla o mofa hacia aquellos, ha pasado a ser una celebración en honor a la huerta y a las tradiciones de la misma.
La festividad se ha celebrado desde entonces en más de 120 ocasiones pero con diferentes etapas intermitentes: De 1851 a 1865 (el desfile salía de la plaza de toros de San Agustín, se celebraba por la mañana y estaba ligado al carnaval. Al ser una mofa, perdió interés y desaparición durante un período de diez años), de 1876 a 1879 (los burgueses ceden algo de protagonismo a los huertanos y ellos aprovechan para ironizar las costumbres de la ciudad, pero el 14 de octubre de 1879, la terrible riada de Santa Teresa con pérdidas humana, ganado y destrucción de casas obliga a guardar luto en las siguientes fiestas siendo los huertanos lo más perjudicados por los estragos del agua) , de 1900 a 1936 (hasta la Guerra Civil, retomándose la tradición con el comienzo de siglo, la tradición no solo consigue reaparecer sino que alcanza renombre viniendo gente de localidades murcianas lejanas como Cieza, Lorca o Cartagena y en otros municipios empiezan a importar la tradición. También es la etapa en la que el Bando de la Huerta se desvincula del Entierro de la Sardina), 1939 a 1944 (breve etapa post guerra civil no se celebra ni en 1940 ni en 1941 en el que se erradican aquellos aspectos que avergüenzan y molestan a la huerta y la festividad se celebra en Domingo de Resurrección pasando a Lunes de Pascua en 1943), 1967 a la actualidad (nace la Semana de la Huerta en 1972 y la Federación de Peñas entre 1974 y 1975 y crece hasta ser la fiesta más popular de Murcia, renovándose un poco cada año).
También previamente a las Fiestas de Primavera, se elige a un grupo de muchachas murcianas para ser la Reina de la Huerta cuya función es representar a la ciudad de Murcia durante todo un año, semejante a la Fallera Mayor de la comunidad valenciana. Otra tradición que se ha adquirido estos años es el desfile del Bando de la Huerta infantil que se celebra al acabar la Semana Santa.
Ahora bien, el último día de carnaval en Murcia amanece con la misa huertana frente a la fachada barroa de la catedral, seguida de la procesión con la imagen de la Virgen de la Fuensanta, mientras la gente va llenando la ciudad haciendo espera en los bares y por las tardes hay barracas.
El desfile es el más grande después del Entierro de la Sardina, la cabalgata representa una alegoría de la historia de los campos murcianos siglos atrás a la que acompañan bandas de música, gigantes y cabezudos, animales de ganadería, danzantes y carrozas donde se muestran las labores y los elementos típicos de la Huerta murciana.
34. NAVARRA: SAN
FERMÍN, DEL 6 AL 14 DE JULIO
Vamos a empezar rompiendo un mito, San Fermín no es el patrón de Pamplona, sino de la Comunidad Foral, San Saturnino ostenta el título de patrón de la capital navarra.
Su culto en el norte de España ya estaba extendido de forma póstuma cuando todavía tenía el título de obispo y no de santo. O eso nos quieren hacer creer, porque hay otros historiadores, como Solano, que ponen en duda su existencia: “hay que poner[lo] en tela de juicio, no hay ningún dato documental que demuestre que San Fermín existió. Curiosamente, la veneración por San Fermín es relativamente tardía, hasta el siglo XIV no existía ningún rito respecto a este santo”.
Así es, el culto por San Fermín en Navarra, proviene del siglo XIV, cuando el obispo de Pamplona en aquella época, Pedro de París, llevó allí las reliquias del santo desde Francia y designó el 10 de octubre el día de la celebración de su conmemoración. Fue en el Siglo XVI cuando esta fecha fue trasladada a julio coincidiendo con las ferias de ganado y el buen tiempo, cosa que no suele hacer en Navarra a mediados de octubre.
Por otro lado los encierros pamplonicas eran una tradición anterior a la festividad del Santo que, coincidiendo con las nuevas fechas y las ferias de ganado, los introdujeron en las nuevas fiestas como un motivo más de celebración.
En dicha fiesta terminaron uniéndose tres vertiente muy diferenciadas, la religiosa que venía de la mano del santo, la feria ganadera que se realizaba en dichas fechas y la tauromaquia, hablando de los encierros y las posteriores corridas de toros, dando forma la unión a las fiestas que conocemos hoy en Pamplona celebradas entre el 6 y el 14 de julio.
Sin embargo, otras tradiciones son mucho más actuales como la del chupinazo del día 6 que cuenta con algunos años nada más, aunque parezca lo más típico del mundo en San Fermines. También el componente religioso ha pasado más a segundo plano, por ejemplo, la procesión a la iglesia de San Lorenzo celebrando allí la misa, hoy es conocida como el Riau-Riau, incorporado a principios del siglo XX e incluso el famoso atuendo de pantalón y camisa blanca con pañuelo rojo ( en honor a la bandera de la comunidad) es de la década de los cincuenta gracias a una cuadrilla que celebraba las fiestas así y la famosa canción a San Fermín, de la década de los setenta.
35. ORENSE: O
ENTROIDO / O ANTROIDO, EN FECHAS DE CARNAVAL
Dicen que ésta tradición es tan sumamente antigua que es imposible datarla en el tiempo, pudiendo trasladarnos hasta el Neolítico. Sin ir más lejos, hace 5.000 años en el Antiguo Egipto realizaban una festividad en honor a Apis, dios de la fertilidad, con el fin de bendecir las cosechas de primavera.
Los griegos y los romanos hacían lo propio conmemorándose a Dionisio y a Baco heredando la tradición egipcia, ofreciendo fiestas en su honor donde no paraban de comer y de beber hasta reventar ocultos detrás de una máscara permaneciendo en el anonimato.
Sin embargo, el Entroido orensano se puede explicar desde la unión de dos vertientes, la propiamente cristiana colocándolo en un periodo anterior a la cuaresma aprovechando esa época para excederse, previa a los ayunos (los gallegos consumen mucha carne y diferentes comidas típicas de la fechas carnavaleras: la androlla, el cocido, o el cabrito asado) y la pagana, conocidas como "mascaradas de invernía" y que eran una evolución de la tradición de la que ya hemos hablado pasando por las culturas egipcias, griega y romanas, venerando al dios de turno para que las cosechas posteriores saliesen bien.
Dos vertientes que se unen en la idiosincrasia del gallego, un fuerte arraigo a la religión cristiana y depender económicamente a lo largo de la historia de la agricultura como principal factor monetario.
Si os preguntáis a cual vertiente pertenece la etimología
de la palabra Entroido, decir que tiene más que ver con la cristiana, pues proviene
del latín "Introitum" : introducción (a la Cuaresma). Lo más curioso es
que en la antítesis del nombre, se trata de una fiesta pagana y no conmemora nada
relacionado con la religión cristiana representando completamente lo opuesto: despreocupación,
música, festines carnales destinados a disfrutar con los sentidos..., todo ello
desde un anonimato encubierto por una máscara, pues no olvidemos que coincide con
la festividad de Carnaval, con disfraces originales de la tierra incluyendo ropas tradicionales y cencerros.
Que interesante publicación, me encantan las fiestas de las comunidades sea cual sea, todas tienen un encanto especial. Enhorabuena por esta entretenida e interesante publicacion. Un saludo de ANTIGÜEDADES DEL MUNDO
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