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08 marzo 2023

LAS FIESTAS MÁS IMPORTANTES DE CADA PROVINCIA (PARTE 1)

Tenía apuntada en mi lista de ideas para entradas de blog desde hace tiempo un artículo que salió en La Razón en el 2021 con las fiestas más importantes de cada provincia española.

Me gusta de vez en cuando hablar de cosas típicas de aquí y descubrir un pedacito de historia de cada una de las partes que componen el país y todavía no había hablado  de las fiestas más importantes de cada región.

Si lo había hecho sobre otro tipo de cuestiones como: LA HISTORIA DE LAS BANDERAS DE LAS COMUNIDADES (PARTE 1 Y PARTE 2) , LA ETIMOLOGÍA DE LAS COMUNIDADES Y PROVINCIAS , LOCALIDADES DE ESPAÑA CON NOMBRES CURIOSOS (PARTE 1, PARTE 2 Y PARTE 3) , LOS LUGARES MÁS VISITADOS DE CADA PROVINCIA (PARTE 1, PARTE 2, PARTE 3 Y PARTE 4) , LOS ESPAÑOLES MAS IMPORTANTES DE CADA PROVINCIA (PARTE 1, PARTE 2, PARTE 3 Y PARTE 4) Y LOS PLATOS TÍPICOS DE CADA COMUNIDAD (PARTE 1 Y PARTE 2).

Así que si queréis saber el origen de cada una de las fiestas más representativas de cada lugar, este es el post adecuado y por supuesto, los dos que le siguen: PARTE 2 Y PARTE 3. 

Espero que lo disfrutéis...

1. ÁLAVA: FIESTAS DE  LA VIRGEN BLANCA DEL 4 AL 9 DE AGOSTO

Nuestra Señora de las Nieves, conocida también como Virgen Blanca, es en la actualidad una talla realizada en 1854 por el escultor Alejandro Valdivieso y se encuentra en la Iglesia de San Miguel de Vitoria.

El culto a esta Virgen comienza con la fundación de la ciudad por el rey Sancho VI en 1181, pero no es hasta el siglo XVII cuando surge la Cofradía de Nuestra Señora la Virgen Blanca y con ella las actividades relacionadas con la susodicha.

Hay que esperara al siglo XX, para que tenga especial relevancia para todos los vitorianos: en 1921 es declarada patrona de la ciudad y en octubre de 1954, coronada canónicamente como Reina de la misma.

Sin embargo, su relevancia con las fiestas grandes en Vitoria viene de más lejos. Hasta 1883 estas fiestas se celebraban la primera semana de septiembre, pero al año siguiente tras un acuerdo municipal, se pasaron a celebrar en Agosto y a empezar a ser conocidas como  fiestas en honor a la Virgen Blanca, que acorde al calendario litúrgico su día es el 5 de agosto y como tal se celebran en esas fechas desde el año 1953.

El inicio de las fiestas se celebra con la tradicional bajada del Celedón, un simbólico aldeano alavés que se llamaba Juan Celedonio de Anzola natural de Zaluondo que siempre iba a las fiestas de Álava vestido con la blusa típica a cuadros, la boina y un paraguas. Esta tradición consta de 1957 cuando un grupo de vitorianos decidieron dar un sello particular a sus fiestas grandes, haciendo descender por un cable al personaje en forma de muñeco hasta la Plaza de la Virgen Blanca en una analogía del acercamiento de las personas de los pueblos cercanos que iban a la ciudad a celebrar las fiestas.

2. ALBACETE: LA FERIA DEL 7 AL 17 DE SEPTIEMBRE

El origen de la Feria de Albacete data de 1375 cuando la ciudad se separa de Chinchilla convirtiéndose en villa y con ello adquiriendo el derecho a celebrar una feria anual con el beneplácito del Marqués de Villena, si bien algunos creen que en 1200 ya existía esta feria en la ciudad.

En el siglo XV la feria o mercado se ubicó definitivamente en la calle de la Feria, donde  se encuentra actualmente, conectando la iglesia de San Juan con las eras de Santa Catalina (el Recinto Ferial) vendiendo principalmente ganado durante 10 días. Al principio lo hicieron el 30 de noviembre pero pocos años después la fecha cambió al 28 de agosto.

En 1683 la hicieron coincidir con la romería del 8 de septiembre y le pidieron al rey Carlos II una declaración de feria franca que durase del siete al nueve de septiembre, aunque tuvieron que esperar a la concesión hasta 1710 gracias a Felipe V y la duración fue al final del siete al once.

La feria que, sólo se ha dejado de celebrar los años 1937 y 1938 a causa de la Guerra Civil y en el 2020 por el Coronavirus, está ubicada en un área de más de 180 000 m² en los que se incluyen el Recinto Ferial de Albacete, el Paseo Ferial, los Ejidos de la Feria y la Plaza de toros de Albacete situada en el castizo barrio Feria. Hay cientos de actividades durante las 24 horas del día y en 2019 batió su récord de asistencia con dos millones y medio de personas cuadriplicando la población. 

3. ALICANTE: MOROS Y CRISTIANOS EN DIFERENTES FECHAS Y BARRIOS

No se conoce con exactitud el inicio de estas fiestas, algunos piensan que llegaron a celebrarse incluso antes de conseguir la Reconquista plena de la península ibérica, dando orígenes diferentes como Murcia en 1426 o Jaén en 1463.

Sus inicios, aunque diferentes, compartían una festividad militar y religiosa conmemorando la victoria del ejército local contra las tropas moras, con escenificaciones de la batalla y el uso de pólvora en las celebraciones.

Las primeras de ellas documentadas fueron en diferentes localidades a lo largo de los siglos XVI y XVII: Valverde de Júcar en 1496, Orihuela en 1579, Valencia en 1586, Caudete en 1588, Alicante en 1599, Calasparra en 1600, Jumilla y Petrel en 1614, Villena en 1638, Alcoy  en 1668 y Elda en 1754, sumándose muchas otras posteriormente.

Hay que esperar a la segunda mitad del S.XIX para encontrar la oficialidad de la fiesta y vivirla tal y como se conoce hoy en día, si bien su gran auge de popularidad a nivel nacional se consiguió en pleno siglo XX, en las zonas del Levante y la mitad sur de la Comunidad Valenciana.

Con el paso de los siglos, cada una de las poblaciones han ido recreando los hechos más importantes acaecidos en sus territorios, aunque dejando de lado la historia, todas tienen un componente común en estructura:  Entradas (o Desfiles), Embajadas y la Procesión (dedicada al patrón de la ciudad).

En Alicante se celebran en cuatro barrios diferentes de la ciudad y tienen distintas fechas: Villafranqueza en Marzo, San Blas y el Rebolledo en julio y Altozano en agosto. Antes también se celebraban en el barrio José Antonio.

La propia Federación Alicantina de Moros y Cristianos (órgano que une a los cinco barrios alicantinos) organiza una serie de actos cercanos al día 6 de diciembre en honor al patrón de la ciudad, San Nicolás, por las céntricas calles de Alicante. 

4. ALMERÍA: LA FERIA EN LA TERCERA SEMANA DE AGOSTO Y DURANTE 9 DÍAS

La celebración tiene lugar durante la semana anterior a la festividad de la Virgen del Mar, la patrona de Almería, cuya consagración se celebra el sábado anterior al último domingo de agosto, lo cual hace que las fechas de la fiesta varíen levemente cada año.

La imagen, situada en el Santuario de la Virgen del Mar (Plaza de la Virgen del Mar, 4), fue encontrada el 21 de diciembre de 1502 en la playa de Torregarcía por el vigía de la misma Andrés de Jaén, a unos quince kilómetros de la ciudad levantándose una ermita allí mismo en su honor.

Se trata de una talla de nogal de estilo gótico con las manos de la Virgen sosteniendo al Niño Jesús, quien no pierde de vista a su madre. Si bien, los brazos de la Virgen, el Niño, la corona de metal, los ropajes y las alhajas se fueron añadiendo a la imagen a partir del siglo XVII.

La celebración de la Virgen del Mar durante la Feria de Almería incluye misas cada uno de los nueve días, ofrenda floral en el santuario la víspera del santo de la Virgen, una misa rociera especial en el sábado de su onomástica y una procesión de la imagen hasta el mar. Otros eventos realizados durante las fiestas son las diferentes atracciones para niños y mayores,  la apertura de bares y tabernas en el centro histórico entre las doce de la mañana y la seis de la tarde, actuaciones de flamenco, música en vivo y autobuses interurbanos hasta las seis de la mañana.

5. ASTURIAS: EL DESCENSO DEL SELLA EN EL PRIMER SÁBADO DE AGOSTO POSTERIOR AL DÍA DOS

El origen del Descenso Internacional del Sella comienza en el año 1929 con Dionisio de la Huerta como protagonista. Este señor decidió hacer una excursión en piragua por el rio Piloña desde Coya hasta Infiesto cuando pasaba sus vacaciones de verano en la casa familiar que tenía en Coya.

En ese recorrido de cinco kilómetros y dos horas de duración, le acompañaron varios amigos, y la experiencia fue tan gratificante que trató de convencer a otros dos de ellos (Alfonso Argüelles y Manés Fernández) para descender el rio Sella desde Arriondas.

Así, estos tres bajaron por primera vez el rio, no sin parar en varias ocasiones para desaguar las piraguas y comer algún que otro bocadillo, mientras que otro grupo de amigos seguían sus evoluciones haciendo el trayecto por carretera y ayudarles en caso de algún imprevisto acuático. Al final, la noche se les echó encima y salieron del rio en Soto de Dueñas tras siete horas en el rio y catorce kilómetros descendidos, pero no sin disfrutar del día, tanto del paraje como de la aventura.

En 1930, Dionisio hizo la bajada desde Coya a Arriondas y en el verano de 1931 decidió acabar la aventura comenzada dos años antes y consiguió llegar hasta Ribadesella.

En 1932 fue la primera edición oficial del descenso desde Arriondas a Ribadesella en la que compitieron trece palistas que provenían de Oviedo, Gijón, Ribadesella e Infiesto. Tres años más tarde se apuntó gente por primera vez de fuera de la comunidad, pero en 1936, la Guerra Civil hizo que este evento se cancelara hasta el año 1944.

En 1951 ya había cogido tanta relevancia que el Descenso del Sella era de carácter internacional constando gente de Italia, Francia y Portugal y en 1955 tenían la primera inscripción de otro continente, con palistas llegados de Cuba.

En 1960 se crea en España la Federación Española de Piragüismo, escuchando las palabras de Dionisio hacía años, queriendo desmarcar este tipo de competiciones de las de remo y dando más prestigio a su Fiesta de las Piraguas.

En la actualidad esta competición se supera cada día y ya hay miles de palistas, siendo una de las pruebas más importantes del mundo en el panorama internacional de descenso de ríos, siendo también una Fiesta de Interés Turístico Internacional.

6. ÁVILA: CARNAVAL DE CEBREROS EN LOS DÍAS DE LA FESTIVIDAD

Declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2021 y Fiesta de Interés Turístico Regional desde 2009, el Carnaval de Cebreros cogió especial relevancia en la década de los cincuenta cuando el régimen franquista intentó suprimir todos los carnavales en España.

La localidad de Cebreros se negó rotundamente a este veto y los vecinos fueron a protestar a la casa de su Alcalde. Al ver que no tenían nada que hacer y que quien se disfrazase podía tener serios problemas con los grises y la justicia, decidieron vestir todo el pueblo de luto en las fiestas de Carnaval con ropa negra y brazaletes, reuniéndose en las casa para bailar y celebrarlo con vino mientras los niños vigilaban en las calles por si aparecía la Guardia Civil.

Fue entonces cuando el Gobernador de Ávila, llamado Vaca de Osma, entendió que en Cebreros el Carnaval nunca se iba a suspender y decidió eximirles de multas y enmascarar la celebración con el nombre de Festivales de Invierno mientras durase la época de prohibición.

El origen de esta fiesta tenía por aquel entonces más de doscientos años de antigüedad, aunque los primeros disfraces simplemente eran unos sacos de esparto que cubrían la cara y un traje hecho con las ropas más viejas de cada casa aderezados de cencerros y esquillas, mientras que las mujeres, engalanadas iban con manteos y mantones de manila sobre pantalón y chaqueta negra, fajín rojo y sombrero pirolo.

En la actualidad, sus disfraces son verdaderas joyas de costura, con tejidos caros y unos preparados al detalle en los campos de diseño y maquillaje y se celebra tradicionalmente en grupos formados por amigos y familiares que disfrutan en el tradicional pasacalles a ritmo de jota cerebreña, siendo más de dos mil participantes anualmente acompañados de sus carrozas.

7. BADAJOZ: CARNAVAL, EN LOS DÍAS DE LA FESTIVIDAD

La primera reseña que tenemos de dicho Carnaval es del S. XVIII en el "Libro de Noticias de don Leonardo Hernández de Tolosa".

Su popularidad creció durante los siglos XIX y XX consistiendo en un baile de máscaras de las distintas sociedades como el Casino de Badajoz, el Liceo de Artesanos, el Círculo Obrero y lugares públicos como el López de Ayala o el Paseo de San Francisco.

En otro área se celebraban las "estudiantinas", grupos de chavales jóvenes que recitaban coplas picantes y con cierta ironía, pero todos estas formas de celebrar el Carnaval se cancelaron con la Guerra Civil y la prohibición de los años cincuenta.

La festividad no se recupera hasta 1980 cuando por iniciativa del propio ayuntamiento se organizan diferentes concursos y desfiles, el evento fue recibido con tal satisfacción que toda la ciudad salió disfrazada a las calles a grito de "¡Eo Badajoz, Badajoz, Badajoz!".

En esa década se establece el Martes de Carnaval como fiesta local y las corporaciones municipales no han dudado en invertir en dicho evento y se ha popularizado tanto que hay un Museo de Carnaval desde 2007 y es Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2011.

8. BARCELONA: LA PATUM, COINCIDE CON EL CORPUS CHRISTI

Para conocer los orígenes de la Patum debemos centrarnos en la festividad del Corpus Christi, nacida en el S. XIII y extendida a todo el cristianismo en 1316 gracias al papa Juan XXII.

La más conocida y antigua se celebra en la ciudad de Berga desde el 20 de mayo de 1454, aunque se inspira en una fiesta que se celebraba en Valencia desde 1355. 

La procesión del Corpus tenía una serie de escenificaciones conocidas hoy en día como entremeses con el fin de enseñar a los presentes hechos puntuales de educación y moralidad que acabaron siendo readaptados a diferentes pasajes de la Biblia.

Con el paso del tiempo, estos entremeses fueron teniendo su propia entidad dependiendo del pueblo, haciendo un enfoque especial en la vertiente lúdica derivando en lo que se conoce como "Bulla o bullicio del Santísimo Sacramento", o lo que es lo mismo, el actual Patum.

Así derivó en dos clases de procesiones dentro del Corpus, la propiamente religiosa y que se hace en toda España y la Bulla o Patum que se suele usar para honrar y homenajear a las autoridades civiles de la región donde la celebran.  

Dentro de la misma destacan diferentes elementos como : el tamal (una persona que toca un gran timbal y hace de pregonero de fiestas), los turcos y caballeros (dos comparsas que simulan una batalla similar a la de Moros y Cristianos), bailes de gente con mazas, las guitas (una especie de dragón con largo cuello de cuya boca explotan petardos), el águila (una danza donde este animal que sale en el escudo de Berga es la figura principal), los gigantes, cabezudos antiguos y cabezudos nuevos que amenizan las fiestas,  Els plens (100 diablos protegidos con hierba fresca que juegan con fuego)  y el Tirabol (un baile donde danzan las diferentes comparsas).

Joan Amades, un prestigioso folclorista la define como: "el conjunto de La Patum constituye un espectáculo de teatro popular verdaderamente notable y, con toda probabilidad, único. Nosotros no conocemos ningún otro lugar donde se conserven en estado tan activo episodios y elementos de los entremeses antiguos, que formen un conjunto tan armónico, ni que resulten tan espectaculares, siempre, naturalmente, en el plano de simplicidad que comporta el teatro de plaza. El conjunto de La Patum es un notable documento de valor arqueológico, dentro de las representaciones que habían contribuido al esplendor de la fiesta eucarística".

9. BURGOS: EL CURPILLOS, EL VIERNES SIGUIENTE AL JUEVES DEL CORPUS CHRISTI

El origen de la festividad del Curpillos proviene de la victoria de las tropas cristianas sobre las musulmanas en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, si bien su primera celebración contrastada es la del 22 de mayo de 1331 tras la celebración del Corpus Christi bajo el reinado de Alfonso XI. 

Desde esa fecha la celebración se ha festejado en el barrio de Las Huelgas de Burgos, siendo interrumpida dos años consecutivos por culpa del Coronavirus. Se trata de una de las fiestas más populares de la capital burgalesa junto a las fiestas de San Pedro y San Pablo que duran del 24 de junio al 3 de julio. 

El Real Monasterio de las Huelgas es el principal eje sobre el que se sustentan todos los eventos, a las once de la mañana se celebra una misa donde acuden las autoridades militares, civiles y religiosas. 

Posteriormente se realiza una procesión a la que suceden diferentes eventos tanto para adultos como niños (Gigantones, Gigantillos, Danzantes y Tetines) y se finaliza con la tradicional "jira" del Parral donde todos los asistentes puede degustar comida tradicional como la morcilla, chorizo o morro a la brasa y donde suelen estar acompañados por bailes con la indumentaria típica de Burgos. 

“Esta fiesta es muy emotiva porque conjuga dos aspectos muy importantes: la tradicional visita a Las Huelgas y la participación ciudadana y popular en El Parral”, recuerda el presidente de la Diputación invitando a la misma no sólo a los habitantes de la provincia, sino también a todos los foráneos.

10. CÁCERES: SEMANA SANTA, DESDE EL VIERNES DE DOLORES HASTA EL DOMINGO DE RESURRECCIÓN

La Semana Santa en Cáceres empezó a ser popular durante el régimen franquista tras acabar la Guerra Civil, surgiendo nuevas cofradías paulatinamente que iban ocupando las diferentes fechas disponibles como el Domingo de Ramos, La Burrina (Entrada de Jesús en Jerusalém, el Miércoles Santo con el Cristo de la Buena Muerte o del Pardo, la Virgen de la Esperanza o la liberación de un preso en el Martes Santo.

Así nacen la Cofradía de los Ramos, la del Cristo de las Batallas (compuesta por veteranos de la Guerra Civil), la Cofradía de los Estudiantes o la del Espíritu Santo, aunque en la llegada de la transición y los cambios sociopolíticos, la Semana Santa tiene un gran receso al desaparecer las mencionadas.

Pese a un intento de popularizar de nuevo la tradición en 1982 con un impulso desde el Ayuntamiento, hay que esperar cuatro años más para que la festividad comience a resurgir. 

En enero de 1986 se reúne un grupo de cofrades que posteriormente serían la Unión de Cofradías Penitenciales para rescatar el pregón de Semana Santa. En el año anterior se había refundado la Cofradía del Cristo de las Batallas y la antigua del Santo Crucifijo de Santa María, la primera en crear un uso obligatorio de verdugillo. 

En los años siguientes comienzan a fundarse nuevas cofradías: Cristo del Amparo, Cristo del Amor, Expiración y Sagrada Cena (en la actualidad una cofradía sacramental) antes de acabar el siglo y la Salud, Dulce Nombre y la del Cristo de la Victoria entre 2006 y 2009. También se recupera la tradición del Santo Entierro Magno, celebrada cada cinco años. 

En 2011, la Secretaría General de Turismo y Comercio Interior del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio declaran la Semana Santa de Cáceres como fiesta de Interés Turístico Internacional por el atractivo de sus procesiones y el desarrollo por el casco antiguo de la ciudad. Siete años más tarde nace la última cofradía hasta el momento la Hermandad de Jesús de la Lealtad Despojado.

11. CÁDIZ: CARNAVAL, EN LAS FECHAS DE DICHA CELEBRACIÓN

Aunque muchos de los carnavales que conocemos hoy en día tienen su origen en las bacanales, saturnales y lupercales romanas, el de Cádiz es un hijo pródigo del cristianismo. Éste establece un orden pasional del tiempo en el que hay momentos de alegría y tristeza acordes con el calendario y ajustados a los ciclos vitales y las cosechas, autorizando todos los apetitos de la moral cristiana durante la Cuaresma.

El Carnaval gaditano bebe mucho en sus orígenes del italiano con una influencia genovesa del Cádiz del siglo XV, donde los comerciantes solían trasladarse a dicha ciudad cuyo puerto era clave para realizar su trabajo. Así recogieron los gaditanos la tradición de antifaces, caretas, serpentinas y confeti. 

Aunque hay que esperar a finales del siglo XVI para ver la celebración tal y como la conocemos, con sus bromas, estaba permitido en esas fechas lanzar macetas a los viandantes desde las casas en esas fechas y con su legitimidad, conseguida con las Constituciones Sinodales de 1591 y los Estatutos del Seminario de Cádiz de 1596.

En el siglos XVII, se atisban hechos de la importancia de la festividad en la Tacita de Plata al negarse muchos de los trabajadores del puerto a arreglar un barco al encontrarse en fechas de Carnestolendas.

Durante muchas ocasiones del S.XVIII intentaron desterrar el carnaval en el territorio español, prohibiendo el baile de las máscaras por orden de la corona en 1716, pero los gaditanos desacataron dicha ley. En 1776, durante otra prohibición se celebró el mismo en los conventos de Santa María y de Nuestra Señora de la Candelaria, armándose grandes escándalos en la ciudad.  

En el siglo XIX no dejaron de festejarse pese al asedio francés y el reinado de Fernando VII que intentó de nuevo prohibir todas las celebraciones de las fiestas de carnaval, pero Cádiz de nuevo no paró de hacerlas.

En 1821 nace la primera agrupación llamada la Cuadrilla de gallegos y el gobernador de Cádiz no tuvo reparos en dejar seis bailes públicos de disfraces y máscaras pero sin excesos, pese a la prohibición a nivel nacional. A mediados de este siglo comienza la costumbre gaditana de pedir algo o monedas a cambio de cantar coplas, empieza a haber partidas de dinero para la celebración de los mismos y erradicar las malas costumbres y la mala imagen de los gaditanos, también empiezan a pedir licencias a las agrupaciones, además de coger costumbres de otro carnaval andaluz el de Isla Cristina.

A finales del siglo XIX y principio del siglo XX comienzan los concursos de coros, del que sale casualmente en uno de ellos el himno oficioso del Carnaval. 

Solo el Covid ha podido frenar dicho Carnaval estos años, pues incluso durante la Guerra Civil y su posterior recesión entre 1937 y 1948, se celebró a escondidas.

12. CANTABRIA: DÍA DE LA MONTAÑA, SEGUNDO DOMINGO DE AGOSTO

Aunque la fecha del origen no está clara, se sabe que la tradición empezó hace muchos años en la villa de Cabezón de la Sal, una población con más de dos mil años de historia que destaca por mantener las tradiciones con el máximo respeto a través del tiempo.

Ambrosio Calzada, que fue en su día alcalde de la villa, tuvo la idea de organizar un evento que enalteciese todas esas tradiciones culturales típicas de Cantabria en un solo día al que llamaría el Día de la Montaña. 

Después, con la declaración de la provincia de Santander como Comunidad Autónoma de Cantabria el 30 de enero de 1982, el Día de la Montaña pasó a ser conocido como el Día de Cantabria.  

Durante los días previos al segundo domingo de agosto, se organizan diferentes actividades para todas las edades, todas de carácter regional como danzas tradicionales, desfiles de carrozas y carretas o música proporcionada por gaiteros, trovadores y rabelistas.

A parte de eso, el presidente de la Comunidad Autónoma inaugura la fiesta con un discurso que realza los valores identitarios de Cantabria. Durante el día se celebra la popular procesión de Nuestra Señora la Virgen del Campo, con los Picagayos (grupos de danza del oeste cantábrico) amenizando con sus bailes el trayecto.

Es tradición llevar ropa regional, donde los hombres van vestidos habitualmente de blanco portando unas castañuelas y las mujeres  con faldas amplias, tocan la pandereta mientras recitan versos dedicados a la patrona.

En 1972 esta tradición fue declarada fiesta de interés turístico nacional y en 1983 como de interés regional y tiene ciertas afinidades con otras celebraciones locales como el Día Infantil de Cantabria de los primeros fecha de junio o el Día de las Instituciones de Cantabria del 28 de julio, que también pretenden divulgar las costumbres tradicionales que marcan la identidad de la región.

13. CASTELLÓN: LA MAGDALENA, TERCER SÁBADO DE CUARESMA

Dice la leyenda popular que los habitantes del Castillo de Fadrell, situado en la colina de la Magdalena decidieron trasladarse a la llanura que actualmente es Castellón de la Plana un tercer sábado de Cuaresma por la tarde.  Dicho día en los siguientes años fue tomado de carácter festivo en el nuevo asentamiento y posterior ciudad, portando faroles sobre palos (gaiatos) para iluminarse por la noche y se alimentaron principalmente de rotllos (panes redondos con un agujero en el centro para meter la cabeza en ellos y transportarlos con más facilidad).

También se dice que en ese día hubo una gran tormenta y tuvieron que recoger cañas para poder sortear los torrentes de agua que encontraron en el camino. Al amanecer denominaron al terreno "Castelló de la Plana", haciendo referencia al lugar de donde habían venido y a la llanura donde se habían asentado para vivir su nueva vida.

Con el paso de los años el Castillo fue abandonado y quedó en ruinas hasta que un fraile eremita de un cercano monasterio carmelitano del Desierto de las Palmas, decidió crear una ermita a Santa María Magdalena, iniciando un culto religioso y viniendo a él en los días de romería desde Castellón de la Plana.

La fiesta se trasladó a la llanura en 1251, comenzándola con la Cabalgata del Pregó (un desfile que cruza la mitología y la historia popular de la ciudad) y siguiendo los festejos con la popular Romería a la ermita de la Magdalena el tercer domingo de Cuaresma, portando los lugareños una caña rematada con una cinta de seda verde, por ello también es conocida como la Romería de les Canyes. 

Por la noche les Gaiates iluminan la ciudad sin necesidad de fuego ni humo. Aunque éstas ya desfilan por la tarde con carrozas usadas como templetes, uniéndose las diecinueve comisiones fiesteras de la ciudad formando una serpiente de luz que recorre las calles cuando oscurece.  

Otro acto importante de estas fiestas se celebra el segundo sábado con una Ofrenda de Flores a la Mare de Deú del Lledo, patrona de la ciudad.

14. CEUTA: SAN ANTONIO, 13 DE JUNIO

Fernando de Padua, nacido de nobles portugueses en Lisboa en el año 1195, cambió su nombre por Antonio al ingresar en la orden de los Frailes Menores a los quince años. Se pasó la vida entre Marruecos, donde predicó el Evangelio y donde enfermó gravemente, e Italia donde se encargó de la ermita de San Paolo en Padua donde convirtió a muchos herejes. Murió a los treinta y cinco años y a su figura se le atribuyen diferentes milagros.

La Ermita de San Antonio del Monte Hacho de Ceuta se edificó en los primeros años de la conquista de la ciudad por Portugal en 1415. Los lusos tenían especial devoción por el monje franciscano aunque un siglo después ésta quedó abandonada haciendo uso de la misma unos capellanes que vivían en una casa anexa. Cuenta la leyenda que hay un escalón rebajado en la misma porque las chicas se sentaban allí en busca de un pequeño milagro para encontrar novio o marido.

En el interior de la ermita abandonada el obispo Diego Correa encontró en 1588 una imagen de San Antonio y decidió llevarla a la Catedral de Ceuta en víspera de su festividad, haciéndola diversos arreglos con el paso de los siglos y siendo reemplazada por la actual en el siglo XIX. 

Desde entonces, cada 13 de Junio Ceuta celebra la festividad de San Antonio,  organizándose una romería tras la misa de las doce a la que asisten masivamente los ceutíes. Para la vuelta de la romería se compran bizcochos, dulces, chocolate y vino. Aunque es fiesta local en la ciudad, no es el Patrón de Ceuta, lo que da una idea del arraigo que ha tenido dicha figura desde siempre. 

15. CIUDAD REAL: LA PANDORGA, 31 DE JULIO

No se sabe a ciencia cierta quién fue el artista que en el tercer cuarto del siglo XVI creó la imagen barroca de la escuela valenciana de la Virgen del Prado, patrona de Ciudad Real. 

Pero si existe la historia en la que el rey Alfonso VI dirigió sus tropas hacia Andalucía para vengar la muerte de su suegro, el rey de Sevilla, por parte de los moros y sufre una grave derrota al ser acorralado en Badajoz donde Alfonso fue malherido por una lanza y entre la vida y la muerte se encomendó a esta Virgen que siglos después aparecería en Ciudad Real en forma de imagen barroca.

Los habitantes de Ciudad Real se encomiendan a su patrona casi desde entonces, sus haciendas, cosechas y finalmente recolectas, son ofrecidas por los agricultores a su protectora con las mejores galas repletos de elegantes bordados y encajes postrándose ante ella.

El 31 de julio, los campesinos eligen a su Pandorgo y Dulcinea, representantes de su gremio para agradecer los buenos frutos recogidos durante el año a la par de adornarlos con flores frente a su Señora, que bendice la música en forma de copla o seguidilla y castañuela acompañada de cuerda, los bailes y las ofrendas de los suyos en la Basílica, en el tablao del Camarín de la Virgen que les espera con una vestimenta de mate puro y piedra preciosa.

Una celebración que se remonta al siglo XVII  y que difiere muy poco de la actual, aunque en la centuria anterior ya era costumbre saludar a la Virgen con canciones populares en la noche del 31 de julio, a la par de renovar alguna de las siete banderas en el templo catedralicio ya fuera por una gesta o una proclamación real dicho año que estaba a cargo de los organizadores de la Pandorga también. 

Los Pandorgos son los encargados de dar los discursos de proclamación en los que ensalzan siempre la ofrenda, la plegaria, la danza, la música, la convivencia manchega y "la limoná y los torraos", en una fiesta que desde el 3 de diciembre de 1985, está declara como de Interés Turístico Regional.

16. CÓRDOBA: BATALLA DE FLORES, 30 DE ABRIL

La batalla de flores es una cabalgata de carrozas organizada por la Federación de Peñas Cordobesas desde las cuales se arrojan normalmente claveles al público que a su vez los recogen y se los devuelven. 

Este evento tiene lugar en Avenida República Argentina donde se instalan para la ocasión tribunas dobles para que la mayoría de las miles de personas que acuden puedan disfrutarla sentados. En ella, hacen acto de presencia las autoridades municipales, políticos, componentes de las peñas y asociaciones de vecinos.

La primera celebración de la que se tiene constancia dicha Batalla fue en 1915, si bien, se duda de su continuidad hasta 1931, donde ya empieza a celebrarse de forma anual, con premios a la mejor carroza y adornos de los coches.

La fiesta se reanuda tras la Guerra Civil en 1945, aunque se vuelve a suspender en 1952 por motivos de seguridad, ya que había habido accidentes ocasionales entre los participantes en años previos. En estos años los participantes no eran peñistas, si no gente que procedía de cargos militares, siendo representados los regimientos de Artillería 42, Infantería Lepanto y Parque y Talleres de Automovilismo, es a principios de los cincuenta cuando vuelve a ser un evento del pueblo participando diferentes peñas como Los Alegres o Los Marineros.

En 1964 y 1965 vuelve promovida por la Federación de peñas Cordobesas (Peña Córdoba Soberana, Los chiquitos, Córdoba Fez, Los Incas, El Cucharón, Los Sultanes del Viso, Califas Cordobeses, La Lira y Los jardineros) pero su retorno definitivo se posterga hasta 1985, con el mandato de la presidencia de la Federación de Francisco de Blas Muñoz y se consolida con su sucesor, Juan Pablo Serrano Álamo en 1988.

17. LA CORUÑA: SAN XOAN, NOCHE DEL 23 AL 24 DE JUNIO

La víspera de San Juan o Noche de San Juan, es una festividad cristiana con origen pagano que en el calendario celta coincide con Litha, celebración del solsticio de verano. Una celebración con la que da el comienzo el verano y el acortamiento de las noches y, aunque se ha establecido que la Noche de San Juan es del 23 al 24 de junio, estableciendo ese día como la más corta de todo el calendario, la verdad debería depender de un calendario lunisolar y los solsticios, por ende, no siempre coincide con esa fecha pudiendo caer el 23, 24 ó 25.

Las hogueras (llamadas en Galicia cacharelas, cachadas, cachelas o lumeiradas), se encienden en la tarde-noche de ese día después de que los vecinos hayan recogido días antes material para encender las mismas y colocarlas en las plazas, encrucijadas o las playas. Primero asan la comida en ella, generalmente sardinas y beben vino y cuando están prácticamente consumidas es cuando terminan saltando por encima de ellas tres (por la Santísima Trinidad), siete (representa la totalidad, Dios creó el mundo en siete días) o nueve (representando la perfección al ser tres veces tres), recomendando saltar desnudo o con la menor ropa posible para tener el efecto deseado y espantar a las meigas (brujas y malos espíritus).

También se le atribuyen propiedades curativas a las hogueras, haciéndose pasar una pareja por Xoan y María, pasando a su hijo/a enfermo/a alrededor de las mismas para buscar su sanación y protección contra las enfermedades, la sábana en la que está envuelto el bebé enfermo nunca debe ser lavada y existía un rito similar para el ganado para que este no enfermase y muriese dicho año.

La noche la suelen acabar con diferentes sortilegios con referencias al agua, a las siete hierbas sanadoras  y demás buscando pareja, buena suerte o diferentes deseos que alejen infortunios. Mientras esperan al amanecer y rendirle los últimos bailes, suelen beber la queimada, con el mítico Conxuro, inventado en Vigo en el año 1967 por Mariano Marcos Abalo y que ha quedado de generación en generación para la posteridad.

18. CUENCA: SAN MATEO

El rey Alfonso VIII, tras la conquista de Cuenca en 1177, recompensó a sus tropas y celebró un gran convite, además de decretar  que se celebraran estas fiestas de la victoria todos los años  "por siempre y jamás".

En el año 1581, el corregimiento de la ciudad establece que las fiestas en honor a la Conquista se celebre el 21 de septiembre, coincidiendo con la festividad de San Mateo, patrón de la ciudad.

Unas fiestas donde no pudieran faltar la suelta de vaquillas enmaromadas, el pregón de San Mateo,  música de atabales (el timbal o tambor típico de procesiones) y danzas.

Con el paso del tiempo la festividad ha tenido cambios importantes. Por ejemplo a principios del siglo XX, una normativa de Ricardo de la Cierva que ejercía como Ministro de la Gobernación, anula los festejos taurinos en toda España, que obviamente repercutió en la forma de celebrar dicho día de San Mateo.

En los años setenta, la llegada de las Peñas Mateas, dio un giro a las fiestas subiendo a la plaza para dar el pregón y llevar el pendón, además de celebrar diferentes eventos que enriquecieron la festividad: añadiendo desfiles, concursos, actividades culturales y las verbenas. 

En 1976 se da un paso más en la tradición consolidando los pasodobles tocados por la banda municipal como un paso previo a la suelta de las vaquillas.

Tanto el día de San Mateo, 21 de septiembre, como los dos días previos, se corren los astados enmaromados por las calles del recinto histórico.

Desde la década de los sesenta hasta la actualidad, la festividad no ha dejado de celebrarse salvo por dos años debido a la pandemia.

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