Ya estamos en épocas navideñas y, aunque los adornos
se pongan en las ciudades en noviembre o los villancicos empiecen a sonar
alguna semana antes, el mejor pistoletazo de salida de este tipo de fiestas
viene el 22 de diciembre con el sorteo de la lotería.
Una tradición que en España veremos a qué tiempos se
remontan y porque se ha convertido en algo tan arraigado. La gente compra en
demasía esos cupones con la intención que a sus familiares, amigos y a ellos
mismos les toque un pellizco que les solucione algún que otro problema
financiero o puedan darse algún capricho, más si cabe tras dos años de pandemia
donde han hecho estragos a nuestra economía.
Los vendedores de este juego lo saben, es la ocasión
de vender a destajo, hacer un dinero impensable en cualquier otro momento del
año, la época de la ilusión, la de hacer feliz a mucha gente, pero al final
sólo un grupo de afortunados son los que salen a celebrarlo con cava, si bien
antes ese dinero era capaz de solucionarte la vida y hoy en día, sin despreciar
ni la cantidad neta, pues un buen pedazo de las ganancias se las lleva
hacienda, la verdadera ganadora, sigue haciendo ilusión pero no te retira del
trabajo y menos si te quedan décadas para jubilarte.
Es por ello, coincidiendo la fecha de este post con el
día marcado en rojo para el comienzo de la ilusión navideña, que menos que
hacer un recorrido por su historia y hablar un poco de curiosidades que todos
debemos tener presentes.