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22 diciembre 2021

HISTORIA DE LA LOTERÍA DE LA NAVIDAD

Ya estamos en épocas navideñas y, aunque los adornos se pongan en las ciudades en noviembre o los villancicos empiecen a sonar alguna semana antes, el mejor pistoletazo de salida de este tipo de fiestas viene el 22 de diciembre con el sorteo de la lotería.

Una tradición que en España veremos a qué tiempos se remontan y porque se ha convertido en algo tan arraigado. La gente compra en demasía esos cupones con la intención que a sus familiares, amigos y a ellos mismos les toque un pellizco que les solucione algún que otro problema financiero o puedan darse algún capricho, más si cabe tras dos años de pandemia donde han hecho estragos a nuestra economía.

Los vendedores de este juego lo saben, es la ocasión de vender a destajo, hacer un dinero impensable en cualquier otro momento del año, la época de la ilusión, la de hacer feliz a mucha gente, pero al final sólo un grupo de afortunados son los que salen a celebrarlo con cava, si bien antes ese dinero era capaz de solucionarte la vida y hoy en día, sin despreciar ni la cantidad neta, pues un buen pedazo de las ganancias se las lleva hacienda, la verdadera ganadora, sigue haciendo ilusión pero no te retira del trabajo y menos si te quedan décadas para jubilarte.

Es por ello, coincidiendo la fecha de este post con el día marcado en rojo para el comienzo de la ilusión navideña, que menos que hacer un recorrido por su historia y hablar un poco de curiosidades que todos debemos tener presentes. 

1. EL NACIMIENTO DE LA LOTERÍA

PARTE SE PAGÓ CON LOTERÍA
Se comenta que el indicio más antiguo sobre un sorteo de lotería fue entre el año 205 y 187 a. C., siendo los billetes Keno (un tipo de lotería que hoy en día se sigue jugando en Asia dentro de los casinos) de la dinastía Han los primeros en distribuirse para poder financiar parte de la Gran Muralla China.

Lo siguiente que conocemos de ella es en la época romana como un juego que se celebraba en los Saturnales. Los inventores de este juego escribían predicciones de suerte (Apophanetas) en diferentes billetes que iban repartiendo entre la gente los emperadores. Se sabe que Augusto era muy tacaño con los regalos de los billetes agraciados, mientras que Nerón con su afán de ganarse al pueblo llano repartía exquisitas dadivas entre los premiados, pudiendo vivir alguna familia varias generaciones del premio obtenido.

Posteriormente llegó Vario Avito Basiano, más conocido como Heliogábalo, un noble y sacerdote romano emperador de la dinastía Severa que reino entre el 188 y el 192 d. C. y que inventó un sistema de lotería muy especial donde los regalos tenían su contrapartida, por cada uno de valor había otro de igual número pero de poco (doce esclavos y doce garbanzos, seis vasos de plata y seis de barro o una libra de oro y una libra de fruta)

Lo bueno de esta época romana es que era un juego para divertir y cambiar la suerte de la gente del pueblo y no un negocio encubierto donde ganar dinero a cambio de un premio suculento pero de mucho menos valor de lo ingresado, pero con el suficiente para que los ganadores cambiaran su suerte en la vida.

El juego como tal no tuvo mayor relevancia hasta el siglo XVIII cuando el monje Celestino Galiano lo popularizó de nuevo con el nombre de Lotto, siendo muy parecido al que conocemos hoy en día pero con un curioso origen: En la República de Génova había 90 senadores de los cuales debían salir 5 plazas para que ocupasen otros tantos esos puestos. Así que se metían en una bolsa 90 bolas, cinco de ellas marcadas y quien las escogiese del saco dejaba su puesto para los nuevos, mientras en la calle el populacho apostaba a los cinco posibles senadores que escogerían las bolas de la mala suerte. Ya en 1629 los banqueros habían autorizado las apuestas con dinero en distintos juegos de azar y rápidamente ésta loto fue incluida en la lista.

Pronto se hizo popular en Europa y los españoles a final del siglo la llevaron a México donde se extendió a todo el continente. Francia fue de los últimos países de este lado del charco en recoger el guante de este popular juego naciendo la lotería real en 1776, aunque se abolió sesenta años más tarde.

2. LA LOTERÍA LLEGA A ESPAÑA

CARLOS III
El rey Carlos III fue quien importó la Lotto de Nápoles en 1763 siendo el primer sorteo el 10 de diciembre de dicho año, destinando los beneficios a estamentos piadosos. Si queremos remontarnos a la lotería que todos conocemos y no a su predecesora, debemos esperar hasta el año 1811 a una iniciativa de Ciriaco González Carvajal, jurista y político español conocido por sus pioneras ideas referentes a la economía, intentando recaudar fondos públicos para la Hacienda Pública de Cádiz encontrando en ella “un medio de aumentar los ingresos del erario público sin quebranto de los contribuyentes”

Este nuevo juego gaditano terminó popularizándose en Andalucía y en las ciudades de Ceuta y Melilla, hasta que tres años más tarde, el 28 de febrero de 1814, llegó a Madrid convirtiéndose desde entonces en la sede de la Lotería Nacional de Billetes.

Tras la vuelta de Fernando VII en su nueva faceta de soberano absolutista (1814-1820) se instauró unos nuevos estándares en este juego y se pasó a llamar “Lotería moderna”  hasta la llegada del trienio liberal que volvió a sus orígenes y pasó a denominarse como todos la conocemos hoy en día “Lotería Nacional”.

El sistema de juego de este juego que propuso Carvajal consta de los siguientes medios:

El décimo o documento mínimo necesario para participar en los sorteos de la Lotería Nacional de billetes.

El billete que son diez décimos de un mismo número y serie.

La serie es cada una de las sucesiones de billetes numerados del 00000 al último.

La fracción identifica a cada uno de los diez décimos de un mismo billete, de manera que cualquier décimo es distinguible de cualquier otro, incluso aunque sea del mismo número y de la misma serie.

Aunque tengamos claro cada uno de esos términos el lio viene después… El sorteo de Navidad consta de 100.000 números (del 00000 hasta el 99.999) con 170 series por número (de cada número hay 170 billetes),  y a su vez estos constan de 10 décimos lo equivalente a 1700 décimos que multiplicados por los 100.000 números nos dan 170 millones de décimos emitidos para el sorteo… 

3. EL SORTEO TRADICIONAL Y EL DE HOY EN DÍA

LOS BOMBOS TRADICIONALES
Y si ya más de uno se ha perdido en el número total de décimos, la locura llega a la hora de hacer el sorteo…

Para empezar hay que explicar la función de los claveros, un trabajo importado de las elecciones, donde eran los encargados de custodiar los documentos electorales hasta el arca triclave (una caja o recinto de tres cerraduras donde se depositan los votos). Su cometido es: llevar un registro con los datos personales de la persona que emite su voto, cerrar y sellar las arcas y escribir la hora de apertura y cierre y escrutar uno a uno los votos.   Hay tres claveros uno asignado a cada urna y que dispone de la única llave capaz de abrirlas, estas tres personas no deben tener lazos cercanos de consanguineidad  y preferiblemente tampoco de amistad aunque suelen ser elegido al azar.

Como podemos ver la figura de un clavero es de suma importancia en unas elecciones siendo de alguna forma los encargados de la legalidad de los votos emitidos, pero… ¿qué papel juegan dentro de la lotería?.

Prácticamente el mismo, hay tres, cada uno dispone de una llave y son cargados de verificar en todo momento que todo el sorteo es legítimo y serio.

Las bolas tanto de los números como de los premios eran de madera de boj y median 18,8 mm de diámetro y 3 gramos de peso, estás medidas y pesos deben ser exactos para el funcionamiento del juego porque la variación del tamaño o peso sería un hándicap en el sorteo, pudiendo anular el mismo. Los números eran antiguamente tallados por ebanistas de alto nivel, ya que debían eliminar, independientemente del número, la misma cantidad de madera de cada uno de ellos para seguir conservando el mismo peso, hoy en día esto se hace con un láser.

Por si esto fueran pocas medidas, todas las bolas antes del sorteo son expuestas en liras y comprobadas una a una para comprobar que marcan los estándares preestablecidos. Una vez comprobado todo, estas liras se cuelgan en paraguas que son volcadas sobre una tolva transparente de metacrilato, para poder en todo momento ver lo que sucede y al final la tolva envía todas las bolas a sus respectivos bombos para dar comienzo el juego.

Los bombos, cajas esféricas de tamaño enorme donde van dando vuelta todas las bolas hasta que se mezclan, pudiéndose ver en todo momento lo que ocurre en su interior, expulsan las bolas a una trompeta de metacrilato cayendo finalmente la bola en una copa, no pudiendo haber en esta más de una bola a la vez y, dado el caso, dejando claro que la primera que cayó en la misma es la que se acaba cantando en primer lugar.

Las bolas cantadas se van insertando en las tablas por orden de premios y de números.

Este sistema que quedó obsoleto en 1965 con la llegada de los bombos múltiples con los que se hacen la mayoría de sorteos de lotería, se sigue usando de forma extraordinaria para el de Navidad y sorteos especiales que Loterías y Apuestas del Estado (LAE) decide.

El suelo de la sala está forrado de moqueta para que en caso de caer una bola, esta no ruede.

¿Qué son los bombos múltiples?  Son cinco bombos automáticos que contienen 10 bolas del 0 al 9 cada uno, el primero de la izquierda corresponde a las decenas de millar, el siguiente a las unidades de millar, centenas, decenas y en el último  de la derecha las unidades. Cada uno de ellos van con un pulsador automático que se reparte al azar entre los asistentes, de manera que cuando ellos lo tocan el bombo deja de girar y cae automáticamente una de las bolas… mucho más fácil y menos tedioso que la manera tradicional con la que se hace el sorteo navideño.

4. LOS NIÑOS DE SAN ILDEFONSO

NIÑAS CANTANDO EN EL SORTEO
Hemos hablado de todo lo indispensable para el sorteo de Navidad menos de los protagonistas principales del mismo: los alumnos del Colegio San Ildefonso de Madrid.

Esta escuela nació en el Siglo XV gracias al Ayuntamiento de la ciudad como centro de beneficencia para los niños abandonados, otorgándoles una educación que sería imposible que tuvieran debido a su situación, fue en el reinado de Carlos V durante se declaró una Real Cedula para este fin.

Todavía bajo el reinado de Carlos III, pero ya con varios años de la Lotto instalada en nuestro país, uno de estos niños Diego López fue el primero de este colegio que cantó los números en una lotería en 1751, cumpliendo este año dos siglos y medio de tradición. Desde San Ildefonso lo recuerdan de la siguiente manera: “La Dirección de Loterías realizó entonces una donación de 500 reales al colegio por esta colaboración. Desde aquella fecha los escolares del colegio son parte de la historia de nuestra Lotería Nacional”.

Desde aquella fecha se empezó a convertir en una tradición contar con los escolares de esta peculiar institución. Saber cantar estos números tiene su técnica, seleccionando previamente a los que mejor timbre de voz y pronunciación tienen, ejercitándoles durante meses para la fácil y rápida lectura de los números con unos materiales idénticos a los que usarán durante la Navidad. Hasta 1965 se utilizaban a 24 niños el día del sorteo, estando cuatro en activo y el resto de compañeros esperando su turno, en la actualidad solo forman parte 20 niños, pasando de seis turnos a cinco, coordinando uno de ellos los movimientos y los tiempos del resto de sus compañeros tanto en la extracción de las bolas, el tiempo de exhibición de las placas e incluso la forma coordinada de andar en el trayecto entre ambas tareas.

Otra curiosidad es que cuando los niños acaban sus estudios dentro del Colegio, el Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado, se hacen cargo económicamente de la carrera o estudios que quieran hacer mediante becas, sin importar el costo de las mismas, gracias a un convenio con el Ayuntamiento de Madrid firmado el 27 de mayo de 1992.

5. ANECDOTARIO HISTÓRICO DE LA LOTERIA DE NAVIDAD

1812: Los orígenes de la Lotería Nacional datan del 18 de diciembre de ese año y es el inicio de una tradición que ya se extiende hasta la actualidad, ni siquiera la Guerra Civil Española paró dicho sorteo. Desde entonces es considerado como el inicio de las Navidades en España, el precio del billete era de 40 reales y 'El Gordo' de 8.000 pesos fuertes. 

1832: La emisión fue de 12.000 números.

1837: Hubo dos premios gordos de igual cuantía

1892: Se empieza a denominar "Sorteo de Navidad"

1897: Primer año que se incluye impreso en los décimos el título “Sorteo de Navidad”.

1938: Durante la Guerra Civil, se celebraron dos sorteos simultáneos en Barcelona y otro en Burgos.

1957: Se retransmite el sorteo por primera vez en televisión

1959: Había sólo 8 series, actualmente hay 170, pero en el 2009 llegó a haber 195 y hasta hace poco 180.

1990: Fue Gordo más rezagado de la historia saliendo a ocho minutos del final del sorteo.

2002: Se produce el primer sorteo en euros. Al tratarse de cifras más cortas, el primer sorteo en euros duró 10 minutos menos, ya que no es lo mismo cantar mil euros que ciento cincuenta mil pesetas.

2004: Se produce el Gordo más madrugador de la historia a las 9:15 de la mañana, trece minutos después del comienzo, cuando tan sólo se llevaban 39 bolas del segundo alambre de la primera tabla.

2010: El sorteo pasa a celebrarse en el Palacio de Congresos de Madrid después de 47 ediciones consecutivas en la anterior sede de Loterías y Apuestas del Estado, situada en la calle Guzmán el Bueno. 

5B. DATOS CURIOSOS

- Este año se celebrará el 210º sorteo, y los décimos para el mismo comienzan a venderse en el mes de julio.

- Las cuatro administraciones que más dinero han repartido son La Bruixa d'Or en Sort (Lleida), Doña Manolita (Madrid), Valdés (Barcelona) y Ormaechea (Bilbao).

- Fuera de España el sorteo es conocido como el 'Gordo español'. El primer premio ha caído varias veces fuera de nuestras fronteras, concretamente en ciudades como Melbourne, Buenos Aires o Ámsterdam.

- En la historia del sorteo el Gordo ha repetido dos números: el 15.640, que salió en los años 1956 y 1978, y el 20.297, en 1903 y 2006.

- Sólo han salido dos números correlativos del primer premio durante toda su historia: el 13.093 y 13.094 y el 53.452 y 53.453.

- Los números comprendidos entre 30.001 y 85.000 han salido 65 veces (32,8%). Los comprendidos entre 10.001 y 30.000 62 veces (31,3%), igual que los comprendidos entre 0 y 10.000.

- La terminación más repetida en el primer premio ha sido el 5, que ha tocado en 32 ocasiones, le siguen el 4 y el 6, con 27 ocasiones cada uno.

- La terminación menos agraciada es el 1, tan sólo ha salido en 8 ocasiones, seguido del 2 y el 9.

- Las tres últimas cifras del Gordo han sido iguales en cuatro ocasiones: 25.444, 25.888, 35.999 y 55.666.

- En terminaciones de centenas 297, 457 y 515 han salido tres veces y se han repetido en dos ocasiones: 094, 098, 400, 452, 640, 704, 758 y 892

- En terminaciones de decenas 85 se ha repetido siete veces, la 57 seis, la 75 y la 64 cinco y la 94 cuatro. Y nunca han obtenido el premio los acabados en: 27, 37, 39, 41, 44, 51, 64, 67 a 70, 72 a 75 y del 80 al 99.

- Para los supersticiosos decir que si, el 13 ha sido una de las terminaciones del primer premio.

- Zamora y Ávila son las únicas provincias en las que nunca se ha vendido el Gordo de Navidad.

6. SUPERSTICIONES

EL DISFRAZ HORTERA ¿DA SUERTE?
Como en todo juego de azar la gente tiene pequeñas costumbres para “llamar a la suerte”, cada uno con su método particular, algunos de los cuales vamos a analizar a continuación:

1. Durante el sorteo llevar una especie de amuleto: una moneda de oro, un alfiler en la chaqueta, una llave antigua de hierro en el bolso, una rama de perejil, una vela amarilla, monedas, una cinta blanca o azul o incluso una maceta.

2. Quemar con una vela naranja los billetes de años anteriores mientras se repite tres veces mentalmente: "¡Que tus cenizas vuelvan a mí en forma de premio!".

3. Los gallegos suelen colgar el décimo de una herradura para que la suerte llegue al hogar mientras que en otras partes de España se coloca cerca de una virgen o un santo que se tenga en casa.

4. Elegir un número que sea especial relacionado con fechas importantes: cumpleaños, aniversarios, el nacimiento de un hijo, fecha de boda, una victoria deportiva de su equipo, una visita del Papa o la muerte de un personaje famoso.

5. Apostar al mismo número cada año, ya que tocará tarde o temprano o tienen miedo que al cambiar a otro toque al año siguiente con el que ya habían participado.

6. Un 11,2% de los españoles que participa en el sorteo cree que la Lotería de Navidad no debe regalarse "porque entonces no toca".

7. Pasar el billete por el lomo de un gato negro que, aunque suele ser sinónimo de mala suerte su presencia, en el caso de la lotería navideña aumenta las posibilidades de tocar. Esto de frotar el número contra algo no es nuevo, ahí están de ejemplos la tripa de una embarazada, la espalda de un jorobado, o la figura de una bruja.

8. Existe el consuelo de si no estás entre los premiados tras la celebración del sorteo, significa que al menos durante ese año tendrás buena salud, por eso la lotería de Navidad algunos la conocen también como la "lotería de la salud".

9. A la hora de entrar a la administración para comprar los billetes debes entrar con el pie izquierdo primero y que el lotero y tú manipuléis el papel con la mano derecha.

10. Las administraciones de lotería que entregan el Gordo, crecen exponencialmente en beneficios pues en los años sucesivos la gente cree que volverán a tener buena suerte.

11. Las colas de la lotería de Navidad tienen que ir hacia la izquierda en los días impares y a la derecha en los días pares.

12. Es frecuente comprar lotería en pueblos o ciudades que han tenido un suceso grave o un desastre durante ese año, pensando que el karma les recompensará por su desgracia.

7. PARA HACIENDA UN NEGOCIO PERFECTO

HACIENDA SOMOS TODOS
Hasta el año 2012 los premios de la lotería de la Navidad estaban exentos de tributar independientemente de la cantidad ganada, pero les pareció poca la tajada fija que comentamos en el párrafo siguiente e idearon una nueva modalidad para llevarse más dinero del trozo del pastel.

Hacienda recauda tras el Sorteo de la Lotería de Navidad  en torno al 30% de lo que ingresa cada año por las retenciones que efectúa en los premios de los sorteos de Loterías y Apuestas del Estado, desde donde se realiza directamente la retención en el momento del cobro, por lo que los afortunados recibirán el importe con el impuesto ya descontado.

De ahí que, por otra parte, los premios de la Lotería de Navidad no tengan ningún impacto en el IRPF de los agraciados, quienes solo tendrán que añadir en su Declaración de la Renta los posibles rendimientos que el dinero conseguido les pudiera generar, como por ejemplo los intereses bancarios.

A los premiados no les afectará a la hora de pedir becas, prestaciones de asistencia u otras ayudas públicas que dependan de los ingresos y no del patrimonio, ya que la cuantía del premio no se incluye en la base general del IRPF, ni en la del ahorro. Sin embargo, sí hay que tenerlo en cuenta a efectos del Impuesto sobre Patrimonio.

Sólo actúa en los tres primeros premios, ya que por debajo de 40.000 € no existe retención directa y los cuartos reciben 20.000 €.

Este año, al igual que en el 2020 las cifras de estos boletos con suerte son la siguientes:

- El primer premio se embolsa 400.000 € brutos cada décimo, al estar los primeros 40.000 exentos de retención, Hacienda actúa sobre los 360.000 restantes de los cuales se queda con un 20%, o lo que es lo mismo 72.000 €, no subiendo la base imponible de la declaración al año siguiente pero si debiendo declarar los rendimientos que puedan generar los 328.000 € que son los que realmente cobran de forma neta.

- El segundo premio se embolsa 125.000 € brutos cada décimo, de los cuales nuevamente los 40.000 primeros están exentos de retención, actuando Hacienda sobre los 85.000 restantes de los que se lleva de nuevo el 20% (17.000 €), teniendo los ganadores los mismos términos fiscales que el gordo sobre los 108.000 € que realmente cobran.  

-El tercer premio se embolsa 50.000 € brutos cada décimo, quedando los primeros 40.000 sin tocar, Hacienda se lleva 2.000 € o lo que es lo mismo el 20% de los 10.000 restantes, así que realmente se llevan 48.000 €.

Dicho esto, también hacemos un recordatorio a los agraciados de una parte de los 2.408 millones en premios de la lotería en este año. Si el premio no supera los 2.500 € podrán cobrarlo en cualquier administración de lotería y si es mayor, deberán hacerlo en entidades bancarias concertadas para los cobros llevando de ambos modos el décimo premiado y el DNI correspondiente del titular. El pago de las cantidades premiadas se puede reclamar durante los tres meses siguientes tras el sorteo y, si no es así, de nuevo Hacienda es el beneficiado con esas cantidades que no han sido reclamadas.

8. LOS ANUNCIOS DE LA LOTERÍA DE LA NAVIDAD

CLIVE ARRINDELL
Llegado noviembre en cada pausa publicitaria no pueden faltar dos anuncios referentes a la Navidad, uno de una conocida marca de cava y sus burbujas y el otro el de la Lotería.

Estos últimos spots comenzaron a emitirse en 1958 con la intención de meter el gusanillo a más gente el hecho de venderles una oportunidad que les puede cambiar la vida y que no pueden desaprovechar por un módico precio, sin embargo, pese a ser conocidos tardarían 40 años en ser un icono para los televidentes.

La culpa de todo la tiene un actor londinense llamado Clive Arrindell (1950). ¿Qué no sabéis quién es? Pues es super famoso, incluso hoy en día, aunque todos le conocemos como “El Calvo de la Lotería”

En teoría sólo estaba contratado para hacer el anuncio de 1998, ambientado en blanco y negro en la década de los 20-30, Clive hace un personaje que representa a la suerte de todos los que a su alrededor han comprado un cupón. Finalizado el anuncio el narrador lo cerraba con la frase: “Cada Navidad, tus sueños juegan a lalotería… Que la suerte te acompañe”, todo aderezado con la pieza “Interior Student Café” reconocida por ser la de la película Doctor Zhivago.

El boom de este anuncio fue de tal repercusión que Clive protagonizó hasta el 2006 de manera ininterrumpida dichos spots.

En el 2007, ya nos abandonó de nuestras rutinas navideñas para dar paso a un anuncio con un mensaje claro, la globalidad y la lucha contra el racismo y la xenofobia bajo el lema: “la suerte es de todos”.

Los años posteriores ha habido anuncios muy recordados, pero míticos como tal están: el del 2013 protagonizado por Marta Sánchez, Raphael, David Bustamante y Montserrat Caballé cantando “el villancico” aquel de: “Una luz meilumina, mil campanas suenan ya…” que fue carne de muchos memes, sobre todo por el lado de los gestos de nuestra mítica cantante de ópera;  el del 2014, con el eslogan “el mayor premio es compartirlo”, con ese señor que entraba a la cafetería de toda la vida en la que había caído el gordo pero él no había comprado y al final el café le costaba 21€; el del 2015, siendo un corto de animación en el que protagonista Justino era un guardia de seguridad de una tienda de ropa que termina dando mucho juego a unos maniquíes; el del 2016 con aquella mujer mayor llamada Carmina a laque todo el pueblo le hacía creer que le había tocado el Gordo.

Quieras o no éste tipo de anuncios han hecho que los espectadores estemos pendientes del mismo y queramos ver la historia con moraleja que nos trae año tras año y eso supondrá más ventas de cupones.

 

 


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