Seguramente, si sois asiduos al blog o habéis leído los dos anteriores posts sabréis que si hay algo que odio profundamente en esta vida son a las personas egoístas y, más si cabe, los actos que han provocado sus conductas provocando una desigualdad que nunca se debería producir.
No sé si esta forma de ser se está acrecentando a nivel mundial con el paso de los años, pero si es verdad que cada día está más vigente en ese te país y en vez de condenarlo, lo permitimos e incluso implementamos en el día a día en plan "si esta persona actúa así y nadie se queja, ¿por qué yo no?" o miramos para otro lado porque no nos concierne o lo que es peor, no queremos que nos concierna pese a estar al tanto de esas cosas que no deberían haber ocurrido.
Vivimos en una sociedad donde de cara a la galería representamos una serie de valores y a la espalda nos pasamos por el forro la mayoría de ellos, que criticamos a las personas por causas que nosotros seguramente cometemos y de peores maneras sin quererlas ver y donde lo tuyo vale, pero mío mucho más aunque después digamos que "somos iguales".
Tampoco voy a ahondar en esa hipocresía porque simplemente es una consecuencia del tema que nos compete y que, por desgracia, a la hora de escribir esta entrada (que no tiene que ver con el día de su publicación o que la puedas leer), ha vuelto a sumergir y a crear problemas y por ende, al menos yo, me voy a permitir el lujo de querer comprenderla.
Pero no sin antes citar una frase del libro "La conquista de la felicidad" de Bertrand Russell que me parece muy interesante a la hora de darle una vuelta: “el interés por uno mismo no conduce a ninguna actividad de progreso”, que al a postre voy a rematar con un popular refrán "cada cual recoge lo que previamente ha sembrado". Así pensando que el karma existe y el aprovechado termina tarde o temprano pagando por ello, comenzamos...
1. ¿EL EGOISMO ES UN RASGO BIOLÓGICO QUE SE TRANSPORTA GENÉTICAMENTE?
Como animales que somos, poniendo en duda en ocasiones
si nos merecemos acompañar con lo de racionales, tenemos en nuestro interior
unos instintos primitivos que nos ayuda o protegen en situaciones extremas.
Poniendo por ejemplo que un individuo no haya comido en varios días porque no
tiene método de hacerlo de forma legal, sus propios instintos le pueden llevar
a entrar a un supermercado y robar algo de comida, obviamente se trata de un
acto egoísta pero a su vez comprensible y no por ello lícito, simplemente
entenderíamos que por las circunstancias extremas ha hecho eso simplemente para
sobrevivir.RICHARD DAWKINS
Este ejemplo, pero mucho más radical sería lo que ocurrió en los Andes el 13 de octubre de 1972 y que quedó reflejado en el libro y la película "¡Viven!", donde tras un accidente de avión en la montaña los supervivientes debieron decidir si morir de hambre o alimentarse de los cadáveres del accidente, algo que de normal no te hubieras planteado, pero debido a las circunstancias se fragua la doble moral de no hacer algo que va en contra de tus principios o hacerlo para tener una oportunidad de seguir vivos cuando llegue el rescate. ¿Podemos condenar a los que eligieron la segunda opción? en mi opinión no, porque esos instintos primitivos en los que está en juego la propia supervivencia o una causa extrema, hacen que lo hagas por necesidad y no como ánimo de lucro, que es de lo que trata esto. Es algo natural que todo ser vivo suele hacer, es como si tienes varios perros y no los has adiestrado en la convivencia todavía y pones un plato de comida para cada uno y realmente tienen hambre, el más fuerte si no se ha saciado con su plato, apartará de los suyos al resto, importándoles poco o nada que estos no coman, puro instinto... y no olvidemos que en la naturaleza siempre prevalecerá la ley del más fuerte.
Dando por hecho que el egoísmo es algo que está implícito en nuestro interior, la siguiente pregunta es si se transporta genéticamente, es decir, ¿de padres egoístas nacen hijos egoístas o es simplemente algo inculcado porque lo ha tenido siempre en casa?.
Richard Dawkins, profesor de Etología y de Biología Evolutiva de la Universidad de Oxford (Reino Unido), se hizo esta misma pregunta y por ello publicó sus estudios en el libro "El gen egoísta: las bases biológicas de nuestra conducta" (The Selfish Gene, 1976).
En el mismo nos habla de una idea atípica, interpretando la evolución de las especies desde el punto de vista de los genes en lugar del individuo, a la vez que critica los argumentos de la selección de grupos. El gen como una unidad evolutiva fundamental, donde va escrita toda la información heredable que el nuevo cuerpo terminará absorbiendo y llevándola a la práctica.
A su vez, con esta idea, atribuye el egoísmo como una herramienta para que el gen prospere y termine adaptándose al medio que le ha tocado vivir y por ende los organismos, e inclusive el ser humano, son meras máquinas de supervivencia para genes que terminan haciendo lo que ellos dictan: el instinto de alimentarse, de reproducirse, de desarrollarse, son llamados por Dawkins "alelos", una serie de órdenes que todo el ser humano, sin necesidad de aprender de otro, experimentará durante su proceso de vida porque las lleva implícitas en la genética.
Lo malo de la forma de pensar de este profesor de Oxford son las consecuencias de ello, donde prevalecen los seres más fuertes dentro de las relaciones sociales, por eso existen las agresiones, el racismo, la guerra entre sexos o los conflictos generacionales. Llevando esta idea al extremo de forma muy polémica porque de alguna forma entiende que los genes más preparados unidos a los organismos (humanos) más fuertes, es normal que prevalezcan en estas áreas: "La teoría de la selección natural, en su formulación más general, se refiere a la competencia entre las entidades de replicación biológica; es decir los genes. Se extrapola que los replicadores eficientes aumentan en número a expensas de sus competidores menos eficientes. Después de un tiempo suficiente, solo los replicadores más eficientes sobreviven en el acervo génico".
Una polémica que ha defendido durante décadas que tuvo como consecuencias que le retiraran, entre otras cosas, su premio de Humanista del año en 1996, siendo el propio grupo que se lo otorgó la Asociación Humanística Americana (AHA) tras escuchar reiteradamente declaraciones degradando a los grupos sociales más marginados (siendo tachado de homofóbico y racista) en base a los estudios científicos, que decidieran que lo mejor era retirárselo.
En parte, hechos como este que sufrió el propio Dawkins, derrumban su teoría donde el gen está por encima del individuo y por su capacidad de sobrevivir hace que éste sea egoísta entre otras cosas, quizás los humanos no seamos tan limitados y tengamos nuestras propias decisiones sin dejarnos controlar por nuestros genes y quizás centrándonos en esa lógica todavía haya HUMANIDAD.
2. EL ESTUDIO DE SOMMERSVILLE Y SCHMIDT
SEGUNDA PRUEBA DEL ESTUDIO |
Ambos realizaron un experimento financiado por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano que tenía como sujetos de pruebas a bebés de 15 meses sentados sobre los regazos de sus padres. A los niños se les mostraron dos vídeos, en el primero una persona distribuía galletas a dos sujetos de manera equitativa y luego repetía la operación dando más galletas a uno de ellos. En el segundo vídeo, se repetía la misma operación, pero con leche en lugar de galletas.
Los 47 bebés a los que fueron mostrados ambos vídeos mostraron en su mayoría una reacción de sorpresa y en parte de desaprobación al ver como en la segunda parte de los vídeos una de las dos personas tenía mucha más cantidad de alimento que la otra: "Los bebés esperaban una distribución equitativa y justa de los alimentos, y se sorprendieron al ver a una persona con más galletas o leche que la otra", decía Sommersville.
Pero la experimentación no acaba allí, posteriormente les dieron a elegir a los bebés entre una simple pieza de Lego y un juguete elaborado con estas piezas y todos, independientemente de su elección, escogieron su preferido. Un nuevo investigador entraba a la sala con el bebé y le preguntaba si podía coger uno de esos dos juguetes, mostrando unos divertidos resultados: un tercio compartió su juguete preferido, otro tercio le dejó coger el que no había elegido y el último tercio no dejó que el investigador cogiese ninguno de ellos.
Esta segunda prueba, comparada con la primera reflejo que: el 92% de los bebés que compartieron su juguete preferido pasaron más tiempo mirando la distribución desigual de los alimentos, mientras que el 86% de los bebés que compartieron su otro juguete se sorprendieron más y prestaron más atención cuando se produjo una división justa de los alimentos.
En otra tercera prueba un adulto tiraría conscientemente pinzas de ropa al lado del bebé y posteriormente con lenguaje no verbal, intentaba hacerle entender que no podían recogerlas pidiendo de forma implícita su ayuda. "El 84% de los niños recogieron la pinza en los 10 primeros segundos e hicieron ademán de dársela al adulto". Hicieron lo propio con distintos objetos que se le caían al adulto, por unos les hacían ver predisposición y por otros no y los niños sólo iban a coger las cosas que necesitaba el adulto, pasando del resto de objetos que se le habían caído. Esto demostró que son capaces de saber elegir entre lo que es importante y lo que no y obviamente tienen una predisposición para ayudar si lo fuese.
Sommersville y Schmidt también concluyeron con los resultados de las pruebas que "es probable que los bebés capten estas normas a través del lenguaje no verbal mediante la observación de cómo las personas se tratan entre sí”.
Los resultados de este experimento también sirven para romper con la lógica establecida por Dawkins en la que el gen está por encima del ser humano, en este caso al menos el 33 por ciento de los bebés demostraron que su altruismo es innato al sorprenderse para mal cuando se reparte de forma injusta la comida y demostrando que son capaces de compartir su juguete favorito con alguien a quien acaban de conocer. Otra cosa que destruye la teoría del gen egoísta es que tanto la profesora como el estudiante de doctorado demostraron con creces que los bebés además de razonar por sí mismos y distinguir las desigualdades, aprenden este tipo de cosas de lo que ven en su día y no por ser coaccionados por un gen que se esfuerza por sobrevivir recurriendo a la ley del más fuerte. Y dejando para el final lo más importante, no podemos indicar con el experimento que el egoísmo no sea hereditario, pero al igual que éste, la generosidad también...
3. THOMAS HOBBES: EL EGOÍSMO PSICOLÓGICO
UN MANUAL SOBRE EGOÍSMO |
Su obra más reconocida es Leviatán (1651) en la que propone el contractualismo (corriente basada en la política y el derecho que está centrada en el origen de la sociedad y el Estado como un contrato igual entre humanos, por el cual se acepta una limitación de las libertades a cambio de leyes que garanticen la perpetuación y ciertas ventajas del cuerpo social) y nos teoriza el porqué es la mejor forma de llevar el mundo.
El libro está dividido en cuatro partes
- EL HOMBRE: el libro comienza con el estudio del ser humano para posteriormente comprender la sociedad. En él va a explorar la experiencia, los recuerdos, la palabra, la razón, la voluntad o los impulsos y como deriva en problemas cuando debe poner todas estas cosas acordes a la opinión de otras personas: "Lo que de algún modo es objeto de cualquier apetito o deseo humano es lo que con respecto a él se llama bueno; y el objeto de su odio y aversión, malo; y de su desprecio, vil e inconsiderable o indigno. Pero estas palabras de bueno, malo y despreciable siempre se usan en relación con la persona que las utiliza. No son siempre y absolutamente tales, ni ninguna regla de bien y de mal puede tomarse de la naturaleza de los objetos mismos, sino del individuo (donde no existe Estado) o (en un Estado) de la persona que lo representa, o de un árbitro o juez a quien los hombres permiten establecer e imponer como sentencia su regla del bien y del mal".
- EL ESTADO: concebido como una idea de contrato o pacto social, desarrollado por los hombres como garantía de la seguridad individual , una manera de poner fin a los conflictos que, por naturaleza, generan estos intereses individuales. Este estado está concebido como una "Res Publica", un poder organizado de forma común y cuya labor es poner una serie de leyes públicas fundadas a partir de las voluntades de cada uno pero con un fin de adquirir ventajas comunes, Es por ello, que muchas veces las personas deben perder o acatar sus pensamientos propios en ciertos momentos para el bien común. Para llegar a este fin, Hobbes propone tres clases de estado
diferentes: monarquía, aristocracia y democracia, siendo para él el más eficaz el primero de ellos pues, cuanta menos gente gobierne, mejor acatará el pueblo y será más fácil saber a quién seguir.
- EL ESTADO CRISTIANO: aquí es donde la cosa se complica, ¿qué pasa cuando el propio hombre no tiene potestad ante ciertas cosas?, pues que tiene que actuar el poder divino. Es por ello que Hobbes propone una total sumisión al poder soberano de la iglesia ya que ellos hablan en nombre de Dios, si bien pone en dudas ciertas partes bíblicas.
- EL REINO DE LA OSCURIDAD: aunque le cueste discernir entre lo correcto y no, Hobbes quiere separar lo meramente cristiano de lo que la religión ha ido absorbiendo de otras culturas ateas, ya que la mano del hombre no debe confundirse con los deseos divinos.
En el Leviatán también podremos comprobar lo que opina sobre el ser humano si éste no estuviese supeditado a la leyes, dibujándolo como un ser temeroso y perseguido que mira mal a sus semejantes pensando que ellos harán lo posible por arrebatarle sus bienes más preciados y a su vez ansioso por ir consiguiendo más sin límites, porque su naturaleza le indica que sus metas son conseguir riquezas y poder, es por ello que las personas son reservados y proclives a las guerras o enfrentamientos. La vida del hombre es descrita como solitaria, pobre, espantosa, brutal y breve, ya que: Homo homini lupus: "El hombre es un lobo para el hombre".
Sin leyes que imperasen el hombre se convertiría en un ser egoísta, directamente sin principios. Incluso para Hobbes el altruismo es egoísmo en estado puro: "Un hombre caritativo solo demuestra que es capaz de valerse por sí mismo y que es superior a otros. La compasión tiende a ser una acción egoísta porque las desgracias de los demás nos afectan y preocupan debido a la posibilidad de que nosotros pasemos por una situación igualmente desafortunada. La compasión es la imaginación o la ficción de una calamidad futura para nosotros, y que surge de sentir las calamidades de otro hombre".
4. TIPOS DE EGOÍSMO
Los psicólogos también nos quieren hacer ver que asociar la palabra egoísmo directamente con algo malo, es caer en un error. Hay que entenderlo como un mecanismo de defensa implícito en nuestra naturaleza, incluso un recién nacido es egoísta pues cuando tenga hambre llorará o buscará la leche materna sin importarle nada más.
Es por ello que tienden a calificar el egoísmo en diferentes escalas:
1. EGOÍSMO NEGATIVO E INSANO
Es el ejemplo perfecto al que asociamos este tipo de palabra e involucra que es malo tanto para la persona egoísta como para la victima explotada. Se trata de una transacción unilateral en la que la persona egoísta pretende conseguir algo que quiere de otra persona.
Algunos obviamente no estarán de acuerdo con la definición, o al menos en parte, obviamente es algo malo para la víctima, pero ¿por qué lo es también para el egoísta si sale beneficiado?. Porque tarde o temprano esa forma de actuar traerá sus consecuencias y el resto verá como se le cae la careta mostrando el tipo de persona que es, pensando exclusivamente en sí mismo sin importarle las consecuencias de sus actos puedan dañar a los demás, y por tanto se terminará convirtiendo en un indeseable para el resto.
Ej: robos, fraudes, uso de violencia o manipulación emocional.
2. EGOÍSMO POSITIVO Y SANO
¿Es esto posible?, según la psicología si, definiéndolo como aquel que beneficia tanto a la persona egoísta como a otras personas. En este caso, el egoísmo es una transacción de dos caras, un intercambio en el que dos personas voluntariamente se separan de algo para obtener otra cosa que valoran. Como ambas personas ganan algo que desean, se le puede llamar transacción ganar-ganar.
Es decir tanto el egoísta como la persona están de acuerdo que pensando exclusivamente en su beneficio a cambio de perder algo, se benefician o, al revés, cada vez que hacen algo con otra persona u otras personas porque disfrutan más haciéndolo de forma conjunta y no en solitario, seguirá considerándose un ejemplo de este punto.
Ej: intercambios o intereses grupales.
3. EGOÍSMO NEUTRAL: LOS AUTOCUIDADOS
Aquí no intervienes otras personas, o al menos directamente, consiste en "Si no nos preocupamos primero por nosotros mismos, no estaremos lo suficientemente bien como para ayudar y cuidar a los demás". O mirado desde otro prisma, "si no nos queremos a nosotros mismos, raramente nos podrán querer los demás"
La autoayuda, tan importante cuando tenemos baches en nuestra vida y pensamos que no podemos superarlos. De ahí nace ese instinto de autoprotección innato que nos ayuda a sanar y conseguir revertir dicha situación, aunque cualquier actividad, por simple que sea que nos haga sentir mejor con nosotros mismos, puede entrar en esta escala.
Ej: peinarse, lavarse los dientes, darte un baño, salir a correr, hacer ejercicio, el yoga...
5. ¿POR QUÉ NOS VOLVEMOS EGOÍSTAS INSANOS?
Está claro que aunque el egoísmo pueda ser hereditario, no quiere decir que toda persona desde su nacimiento lo sea, es más algo que se suele ir adquiriendo con el paso de los años. Pedro de Torres, psicólogo clínico del Centro Vallejo-Nágera de Madrid, dice lo siguiente al respecto: "si un niño ve censuradas constantemente sus muestras naturales de vivacidad y no se siente apoyado en sus sentimientos, llegará a la lógica conclusión de que todo cuanto desee ha de conseguirlo por sí mismo, sin poder esperar nada de nadie. Progresivamente, irá integrando en su conciencia la idea de que las personas que lo rodean son sólo medios para conseguir sus fines y preferirá utilizar a los demás antes de que ellos tengan la oportunidad de hacerlo con él”.
Al final, nos volvemos egoístas por un compendio de cosas, ya hemos visto que lo podemos adquirir biológicamente y tanto el experimento de Sommersville y Schmidt como el testimonio de Pedro se nos suma un nuevo elemento la conducta aprendida. Los niños en su edad prematura son esponjas y absorben lo que ven, si sus padres y seres cercanos se comportan de forma egoísta, el terminará adquiriendo estos hábitos, pero si el niño no recibe el cariño y la comprensión propias de su edad, terminará buscándolo de otra forma.
También hay que tener en cuenta que los niños entre 2 y siete años se creen el centro del mundo y eso les genera una etapa de egocentrismo intelectual. Es verdad que desde los tres años el niño empieza a madurar dentro de esta etapa y empieza a entender por si sólo que está bien y que está mal, cogiendo cada vez más conciencia hasta que llega a los siete y empieza a comprender sus obligaciones y poco a poco su independencia paternal a la hora de hacer las cosas, saliendo de esa etapa egocéntrica a menos que hayan sido rechazados por sus figuras protectoras, hayan estado faltos de afecto, o por el contrario sean sobreprotegidos y por culpa de los padres esta etapa se alargue indebidamente lo cual perjudica al desarrollo de la misma.
Otro punto a añadir a la lista es el sentimiento de inferioridad, al menos los psicólogos mencionan esta característica propia de la gente egoísta, suelen tener una mentalidad infantil, grandes dosis de debilidad y ese sentirse inferiores al comparase al resto de la gente y por ello tienden a ser así para contrarrestar ese pesar que tienen. El egoísmo asociado a la inferioridad no tiene que ser permanente, puede darse en casos puntuales en la vida de un individuo y luego al superarlos desaparecer. Hablamos de casos como perder a la pareja o sufrir un estrés o ser altamente competitivo en el plano laboral, lo cual puede obnubilar su forma de pensar en un determinado espacio temporal y con ello volverse momentáneamente más egoístas a la hora de superar el bache o afrontar los acontecimientos.
Para completar la suma añadiremos el peso de la sociedad a la lista que nos obliga a llevar un estilo de vida acorde con los años (estudios, trabajo, pareja, niños...) y nos exige cada día ser mejores para poder ir ascendiendo en nuestras metas, algunos lo hacen a partir del esfuerzo diario y otros usan el egoísmo para llegar antes y de manera más sencilla.
6. RASGOS QUE DELATAN A UNA PERSONA EGOÍSTA INSANA
A veces no es fácil detectar a una persona egoísta, más si cabe si tenemos puesta nuestra fe en ella, si bien seguramente sea poseedor de estas seis características en mayor o menor medida y que tarde o temprano le delatará descubriéndose a través de sus actos.
1. APROVECHAN LAS SITUACIONES PARA SALIR BENEFICIADOS
Generalmente la persona egoísta tiende a sacar provecho de las demás intentando que estas no se enteren, de la forma más sutil posible dentro de situaciones diarias donde puedan salir beneficiadas de una manera ilegítima y a su vez discreta. Pequeños detalles como el de copiar en un examen sin estudiar previamente, no pagar la ronda cuando le toca o pagar menos en una comida entre amigos, no poner nunca su coche a disposición de los demás y aprovechar los del resto... Todos en alguna ocasión puede que hayamos hecho alguna de estas cosas y tampoco hay que ir de benditos en esta entrada, pero una cosa es hacerlo de manera puntual y otro muy distinto mostrando continuamente que dicho comportamiento no ha sido algo fortuito o casual.
2. POCO PROPENSOS A COMPARTIR
No solo se aprovechan de los demás, son las típicas que cuando les pides un favor, son reacios a hacerlo, aunque tú le hayas hecho miles de antemano y sea de los primeros que le pidas.
Ya no digamos si ese favor es monetario o implica un objeto material que probablemente no usen pero que si se lo pides durante un periodo de tiempo, de repente se convierta en el objeto más preciado en su vida y del que no se despega nunca. Da mucha importancia a lo que es suyo, tratándolo con una exclusividad que no se ve igualmente reflejada cuando es el/la quien pide dicho favor, cierta cantidad o determinado objeto. Una especie de lo mío vale más que lo de los demás, eso sí, cuando necesite algo de ti, será el primero en pedírtelo.
3. EXTREMISTAS EN EL PRINCIPIO DE RECIPROCIDAD
Y cuando comparten, date por seguro que te van a pedir lo mismo o más a lo equivalente prestado, ya que esas acciones no son de carácter altruista.
Y si sale de ellos compartir algo, sin haberles pedido nada de antemano es que seguramente en un corto periodo de tiempo te pedirán algo a ti mucho más beneficioso para ellos recordando el favor previo, ya que nunca hacen algo de manera desinteresada. Lo cual termina por marcar unas reglas no escritas diferentes a las que podemos acompañar en la definición de amistad.
4. LA TEORÍA DEL ÚLTIMO TROZO
Típica situación que en una comida queda una porción de algo sobre la mesa y el resto de comensales, aunque les apetezca deciden no cogerlo dejándolo de forma altruista para que lo coma otra persona. El egoísta ni siquiera va a preguntar si alguien lo quiere, directamente se lo va a echar en su plato sin preguntar porque le apetece comerlo y le da igual si él ha comido más de su parte proporcional que otros comensales, no va a esperar a dárselo.
Por el contrario, si le pedimos por ejemplo un chicle, o un kleenex y sólo le queda el último, el último trago de una botella de agua o algo similar, ni se pensará el hecho de ofrecerlo, nos enseñará o dirá que es el último y se lo quedará para él.
5. TEMEN PRESTAR SUS COSAS
Quizás piensan que los demás pueden actuar como ellos y nunca ser devueltas, o que las dañen, por ello no son muy propensos a la hora de desprenderse temporalmente de algo que les pertenece y, si al final acceden, además de preguntar cada cierto por su estado o vuelta, suelen exigir una contraprestación de igual o mayor valor que lo prestado, para sentirse de alguna manera seguros que no han perdido con el préstamo.
6. SON DE PUÑO CERRADO
A la hora de hacer favores suelen ser muy rácanos o tacaños, no vaya a ser que el favor les salga caro y cuando terminan por acceder una condición fija es que los términos del favor no varíen porque las improvisaciones y los imprevistos suelen salir más caros que la idea original.
Esta forma de actuar a veces choca de manera directa con las personas que le rodean pudiendo pensar de ellos que son desagradables, demasiado fríos, calculadores y poco amistosos.
7. NO MUESTRAN SUS DEBILIDADES O VULNERABILIDADES
Cuando pueden ayudar a alguien tienden a no hacerlo porque piensan que eso es un signo de debilidad e inseguridad interior, ya que sienten que la persona que tiene que ser ayudada no merece ese esfuerzo por su parte y que debe solucionar sus problemas por si solo sin recurrir a los demás.
8. NO A LAS CRÍTICAS CONSTRUCTIVAS
Aunque con ellas intentes de corazón ayudarles a mejorar, no toman bien las críticas porque las ven como un intento de menospreciar su trabajo, potencial o valía. generalmente responderán con ironía a estas críticas o mostrarán signos de enfado, siendo casi imposible que reconozcan sus errores.
9. SIENTEN QUE SE MERECEN TODO
Y por ello suelen ser personas que no ponen empeño o esfuerzo, porque sus metas deben llegar solas por quienes son ellos, además sus ideas o propuestas conjuntas suelen ser "las mejores" aunque no tengan experiencia en el tema, infravalorando las opiniones de gente más cualificada para resolver ese tipo de problemas. El éxito siempre está de su lado porque se lo merecen y no les importa quitarse del medio los obstáculos o personas que se encuentren en medio de la forma que sea menos compitiendo con esfuerzo.
10. DIRECTAMENTE NO ESCUCHAS A LOS QUE ESTÁN EN DESACUERDO CON SUS OPINIONES
No hay cosa que más les desagrade que el hecho de una persona inteligente y cualificada les haga ver que sus opiniones no son las mejores a través de hechos, a partir de ese momento, tienden a ignorar y desoír a esas personas aunque sepan que en el fondo tienen razón, simplemente porque son un obstáculo para sus fines.
11. DE CRÍTICA FÁCIL Y POR LA ESPALDA
Lo de siempre, tienden a ocultar sus movimientos, intentan que no se les vea venir y si eres alguien que les está molestando a la hora de cumplir sus metas, no dudan en ponerle a parir a sus espaldas delante de sus allegados, intentando demostrar que son lo peor para engrandecer posteriormente sus propias cualidades.
12. AGRANDAN SUS LOGROS
El problema ya no es que consigan salirse con la suya de manera desleal, sino que son las típicas personas que les gusta hacer gala de ello como si hubieran conseguido el mayor de los trofeos.
13. LES DA MIEDO ARRIESGARSE
Porque el egoísmo al fin y al cabo lleva una cultura de poco esfuerzo y nulo riesgo, consiguiendo las cosas a través de lo ajeno como si se trataran de auténticos parásitos. Es por ello que cuando tienen que hacer algo comprometido o que se sale del guión lo ven como si se asomasen a un precipicio y tienen miedo de fracasar, ya que ese paso depende de ellos y no del aprovechamiento ajeno.
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