La entrada 999 quería que fuese innovadora y a su vez respirase ese toque tradicional del blog. Es la penúltima y tenía que ser algo distinto y a su vez interesante relacionado con uno de los pilares que han sustentado el mismo de sus inicios: La música.
Ok, ¿y qué tiene de innovador? pues que es la primera y única ocasión en la que voy a recurrir como herramienta de estructuración de la misma al Chat GPT, uno de los motivos principales por los que blogs como el mío han caído en desuso si vas buscando información, ya que una máquina es capaz de darte todo el trabajo en minutos, mientras a un servidor, le cuesta una semana entera hacer lo propio.
Por otro lado, me encanta el paralelismo, pues la música ha pasado de ser dominada por corrientes tradicionales y académicas a convertirse en una industria masiva y diversificada.
El siglo XX fue testigo de grandes revoluciones musicales, como el jazz, el pop, el rock, el punk, el heavy, el grunge o la música electrónica, mientras que el siglo XXI ha visto una mayor artificialidad debido a la digitalización y la fusión de géneros. La música urbana y el pop global marcan la pauta actual, reflejando una mayor interconexión cultural y tecnológica.
Para verlo más claro hemos dividido esa evolución en tres etapas, dividiendo el siglo XX por la mitad y siendo la última lo que llevamos de siglo XXI, dejando claro de dónde venimos y hacia donde vamos. Y aunque éste post tenga la trampa declarada, o al menos la curiosidad del autor de ver las cosas desde el otro lado... ¿no os parece más bonito algo natural y hecho con cariño, dedicación y tiempo que algo meramente artificial creado en unos pocos minutos? (tranquilos que una cosa es probar el Chat GPT y otra muy distinta es no dotarlo de mi toque personal, podrían hacer lo mismo en el plano musical)