Recuerdo que le dediqué una entrada en este blog hace siete años tras ver "Django desencadenado" de Quentin Tarantino, un western que contó como todas sus películas con una gran B.S.O. No podía ser de otra forma un melómano como el director estadounidense no podía hacer una película de este género sin contar con el mítico compositor cuya gran fama nació en este tipo de películas.
La entrada, años después y viendo la evolución de mi blog, me pareció un truño y no estaba a la altura de hacer justicia a tal leyenda. Solamente recopilé la música que más me gustaba de él y apenas hable de un par de epígrafes biográficos. Ese post fue porque me enamoré del tema "Ancora Qui" que desde entonces escucho cada cierto tiempo porque me encanta.
Intentaré ser más justo en esta entrada despidiéndome de un director de orquesta que supo captar e incluso potenciar maravillosas películas a través de su música consiguiendo que ciertas escenas se volvieran inolvidables, como el duelo final de "El bueno, el feo y el malo", las discrepancias entre una monja y un pistolero en "Dos mulas y una mujer", el sentir de un poblado indígena ante el sonido de un oboe en "La Misión", ver a los hombres de Eliott Ness acabar con la mafia italiana con ese tema compuesto mano a mano con Henry Mancini en "Los Intocables", la entrañable música de "Cinema Paradiso" o como he recordado, la forma de preparar una mesa antes de una cena sangrienta en "Django desencadenado". Esas escenas serían mucho más olvidables sin su mítica música e incluso muchas de ellas, grabadas con cuatro perras y pocos días para pasar a la siguiente, no hubieran tenido la gran fama que adquirieron sin los temas del gran maestro.
NOTA: Si cliqueas sobre las películas que se nombran (y no tienen vídeo), escucharás el tema más representativo en otra ventana
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