Una muesca más tras lo sucedido el 25 de mayo en Minnesota en una irregular detención por parte de cuatro agentes de policía a George Floyd que derivo en una muerte por asfixia de este último tras pedirle varias veces a uno de los agentes que apartase su rodilla del cuello porque no podía respirar.
Uno de los tantos arrestos llenos de negligencias entre policías "blancos" y ciudadanos norteamericanos de color que no hubiera tenido tanto calado de no ser que George Floyd era muy amigo de jugadores de la NBA (especialmente Stephen Jackson) y se sintieron muy ofendidos tras ver el vídeo de su detención tras ser grabada la escena por una persona que estaba en aquel lugar y posteriormente fuera subido a Facebook Live.
Es verdad que en mi blog suelo evadirme de temas polémicos y, si alguna vez me he metido de lleno en ellos, es porque se han convertido en algo personal en lo que he estado implicado de forma directa y no he podido con la injusticia de "juntaletras" cuyos artículos son meramente una basura de mentiras y están escritos de forma sensacionalista o buscando algún fin, sino son ambas, olvidándose del principio del periodismo que es informar verazmente.
Quiero entonces hacer un repaso histórico en el racismo y cómo hemos desembocado en esto, en pleno S.XXI donde el origen, el color de piel, su físico, sus enfermedades o el género de las personas se valora más que sus principios. Y ya, si nos ponemos a juzgar, deberíamos empezar por estos que delimitan en verdad "quién eres", ya que el resto simplemente es un "cómo eres" y que no se sepa la diferencia entre ambas cosas en el presente es preocupante...