SOBRE EL TIEMPO COMO MEDIDA QUE TODO LO ARREGLA…

Siempre he pensado que si crees que una cosa puede salir y luchas por ello termina saliendo, o por lo menos termina dejándote buen sabor de boca, sólo que no contamos con un factor clave para que esto ocurra, la paciencia.
A veces el tiempo nos juega malas pasadas y hace que nuestros objetivos pierdan esperanzas o termines por perder las ilusiones por el camino, alegando que si las cosas no ocurren como uno desea pues es por culpa tuya.

Quizás nos apresuramos demasiado a sacar conclusiones y no nos damos cuenta que lo que no cuadra es el tiempo, que todo puede suceder, pero no cuando te apetezca, sino cuando el tiempo así lo estime, mientras tanto sólo te queda esperar y seguir con entusiasmo luchando hacia tus metas.

Puedo ser persona de muchísima paciencia o tener más bien poca para según qué metas, así que uno de los objetivos que me he propuesto este año es saber esperar a que las cosas vuelvan adonde deben e intentar no desistir si no salen como uno quiere que sean.

A veces la vida es tan sumamente surrealista que lo que hoy es inalcanzable, mañana te despiertas con ello en la palma de tu mano y aún sin saber muy bien porque, no haces preguntas, sólo disfrutas del momento; no piensas que todo el esfuerzo ha sido en balde porque ha llegado inesperadamente, sólo piensas en que está ahí y no recuerdas el sufrimiento, solo te acuerdas lo feliz que te hace… Mientras eso ocurre, porque sabes que va a ocurrir, hay que seguir intentando ponerle tantas ganas o mas y no desistir en el camino, ya que es tu única arma para aumentar las probabilidades de que ocurra y a su vez que el tiempo se acorte.

Así que el consejo de hoy es que si tenéis sueños o metas por alcanzar, lo importante es luchar por ellas y no marcarnos una fecha exacta para que se cumplan y ver en el tiempo una razón por la cual luchar, en vez de verlo como una razón por la cual rendirse.

Al fin y al cabo dicen que el tiempo pone a cada cosa y a cada persona en su sitio.