"La felicidad es un estado subjetivo, cada persona la experimenta de una manera distinta, puede estar provocada por diferentes cosas o situaciones, dependiendo del significado que cada persona le confiera a estas y puede ser un estado duradero, pero también puede caducar."
Siempre he pensado cómo lo hacen esa clase de personas que tienen siempre una sonrisa en la cara pase lo que les pase. Por una lado me dan cierta envidia sana y por otro algo de mal rollo, porque soy de los que piensan que hay momentos a lo largo de nuestra existencia que hay que vivirlos aunque sean negativos, sanarlos y cerrar las heridas para poder de nuevo volver a esa felicidad.
Nadie puede estar bien por siempre y estar agradecido por lo que le sucede desde su nacimiento al último día, como todo en esta vida, existe una montaña rusa de sensaciones que algunas veces harán que muestres una gran alegría y haya otros momentos en que la tristeza, el enfado o simplemente los problemas que surgen no te hagan estar de buen humor.
De hecho, el que escribe estas líneas se siente un ser negativo por naturaleza frente a los problemas, eso no quiere decir que no haga todo lo posible por solucionarlos, sino que tiende a ponerse en el peor de los casos ante el porcentaje que no depende de él, como mecanismo de defensa por si sale mal ya estar preparado psicológicamente y si sale bien, sentirme feliz. También ese es un camino hacia la felicidad, ya que nunca he creído eso que dicen que "lo que siembras, recoges" y si vas sonriéndola a la vida, esta te devolverá la sonrisa, pues generalmente a todos nos pondrá en menor o mayor medida piedras en el camino.
De ahí surge la idea de este post averiguar que es en sí la felicidad y que hace al ser humano sentirse en esa condición y, a su vez saber si existe una fórmula mágica para que nada la afecte y te sientas así lo máximo posible.