John Emerich Edward Dalberg-Acton, conocido como Lord Acton, fue un historiador y político inglés del S.XIX que dejó una frase para los anales de la historia: "Power tends to corrupt, and absolute power corrupts absolutely" (El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente. "Dictum de Acton") .
Quien busque en este post algo directamente relacionado con la política actual de nuestro país, seguramente se llevará un chasco porque me niego a hablar de ese tipo de temas en mi blog, pero cada cual también puede sacar sus analogías y está en todo su derecho.
La idea del post proviene de un vídeo publicado en "El Rincón de Giorgio" hace escasamente una semana que me dio que pensar y de una circunstancia personal en la que creo se confundió el hecho de tener poder con el de actuar justamente, algo sumamente peligroso y muy presente en la sociedad actual y que tal como está el mundo hoy en día, en la mayoría de los casos queda impune saliendo malparado únicamente la/s persona/s de menor poder ante una decisión injustamente autoritaria.
Me diréis que siempre queda la justicia ordinaria para igualar este desaguisado, pero el dinero que puedes invertir en un juicio o en una demanda, en un alto porcentaje de los casos la persona perjudicada o es una cuantía que no se puede permitir o corres el riesgo que aun ganando pierdas más dinero que lo invertido y además no puedas revertir la situación, ergo, sólo te queda asumir las cosas como llegan e intentar levantarte lo más pronto posible intentando pasar página.
Y llegados a este punto quisiera saber si Acton tenía razón, si es el propio poder el que nos cambia, si son las consecuencias derivadas de tenerlo o si simplemente es que acentúa nuestra forma de ser, quizás reprimida cuando carecíamos de él y demasiado ególatra cuando nos viene. Todo se reduce a una cuestión: Si para conseguir un puesto más alto en tu empresa tanto económicamente como jerárquicamente, tuvieras que jugar con el pan del resto de tus compañeros si o si, ¿lo cogerías sin ni siquiera dudar?. ¿Vendemos nuestros principios tan fácilmente sólo por el hecho de subir escalones?. Ahí lo dejo...