Hace ya 37 años que se estrenó la primera película de esa bonita bola de peluche con grandes orejas cuyo merchandising se vendió como churros para niños, pero a los que los padres nunca dejarían ver el largometraje hasta tener cierta edad y consciencia.
Y es que junto a los toques cómicos de humor negro,
había cierta dosis de terror para ser un estreno dedicado al sector juvenil (
ya explicaremos porque tuvieron problemas con el sistema de calificaciones por
edades) quizás no tan marcadas como lo que puedan soportar las generaciones de
hoy en día, pero si macabras para la época. Seis años más tarde publicarían la
segunda y última película hasta la fecha, que es más bien una especie de
parodia de la primera, con tintes menos oscuros y con muchos gags humorísticos
de por medio que, aunque muchos piensen que es mejor que la primera, terminó
siendo un desastre en taquilla y quizás por ello a día de hoy no se han
atrevido a sacar más secuelas para la gran pantalla.
Pero Gizmo todavía vende, quizás muchos no le conozcan
por su nombre, pero identifican su figura en cuanto la ven, sigue teniendo ese
mismo calado que tuvo en su estreno y muchas compañías de juguetes se han
inspirado en él para hacer algo que
llame la atención a los más pequeños. Zach Galligan que interpretó a Billy, su
mejor amigo en las dos entregas, lo tiene claro: "Gizmo es más adorable que Baby Yoda, mi amigo es más mono. Es más mullido, y creo que lo mullido es
adorable. Baby Grogu parece como si le hubieran afeitado, o quizá no tiene
pelo." Y es que de alguna forma
Grogu ocupa ese sitio en la actualidad de lo que llegó a ser el Mogway. Se
espera pronto su serie animada y, si sigue siendo un éxito, que nadie dude que
alguien terminará la trilogía.
¿Queréis que repasemos su historia?, pues os dejo leyendo...