Ya hablé de ellas en el post de EL ORIGEN DE LOS MONSTRUOS CLÁSICOS, de manera breve y concisa para conocer como aparecieron los diferentes monstruos que todos hemos conocido a través de películas, libros e incluso cuentos, mucho antes que el género de terror en el cine colapsará y creara tantos otros que dan el callo en la gran pantalla pero nunca serán tan icónicos como los de siempre.
En este caso quiero dedicar a esta figura una entrada nueva de Mitos: Destripando a... y centrarnos como siempre en los puntos que hoy en día te hacen creer que este tipo de personajes han existido o existen y en la lista contraria los que dejan dudas de su existencia y simplemente fueron creadas por lo hombres bien como criaturas mágicas o como salvoconducto de la Inquisición y las religiones para poder acabar con diferentes mujeres que no solían seguir el camino preestablecido.
Esta vez, no quiero ser tan escéptico como suele ocurrir con este tipo de entradas y también os invito a pensar con una mente abierta, porque hay muchas mujeres que por su estilo de vida, trabajo o vivencias pueden entrar dentro de la descripción de la palabra bruja, que generalmente confundimos con un ser femenino maligno con cuerpo horrendo o muy deteriorado que utiliza su magia basada en hechizos y pócimas para causas generalmente malas... No, de este tipo de brujas, no trata la lectura de esta semana.