LAS BRUJAS A TRAVÉS DE LA HISTORIA

Ya hablé de ellas en el post de EL ORIGEN DE LOS MONSTRUOS CLÁSICOS, de manera breve y concisa para conocer como aparecieron los diferentes monstruos que todos hemos conocido a través de películas, libros e incluso cuentos, mucho antes que el género de terror en el cine colapsará y creara tantos otros que dan el callo en la gran pantalla pero nunca serán tan icónicos como los de siempre.

En este caso quiero dedicar a esta figura una entrada nueva de Mitos: Destripando a... y centrarnos como siempre en los puntos que hoy en día te hacen creer que este tipo de personajes han existido o existen y en la lista contraria los que dejan dudas de su existencia y simplemente fueron creadas por lo hombres bien como criaturas mágicas o como salvoconducto de la Inquisición y las religiones para poder acabar con diferentes mujeres que no solían seguir el camino preestablecido.

Esta vez, no quiero ser tan escéptico como suele ocurrir con este tipo de entradas y también os invito a pensar con una mente abierta, porque hay muchas mujeres que por su estilo de vida, trabajo o vivencias pueden entrar dentro de la descripción de la palabra bruja, que generalmente confundimos con un ser femenino maligno con cuerpo horrendo o muy deteriorado que utiliza su magia basada en hechizos y pócimas para causas generalmente malas... No, de este tipo de brujas, no trata la lectura de esta semana.

1. EL ORIGEN DE LA PALABRA BRUJA 

Aunque a partir de la Edad Media ambos términos acabaran significando lo mismo, debemos diferenciar entre hechiceras y brujas. Las hechicera actuaban generalmente en las ciudades y eran veneradas por los señores de las mismas, dándoles consejos tras visionar el futuro gracias a los dioses, ayudándoles a superar las enfermedades y heridas o ayudándoles a ponerse en contacto con sus ancestros. La magia "buena" provenía de los sacerdotes, chamanes, magos , curanderos y médicos, de alguna forma las hechiceras eran todos esos oficios en uno.

Las brujas sin embargo eran las que usaban esos conocimientos para hacer el mal y por tanto estaban desterradas de la ciudad, viviendo en bosques a kilómetros del pueblo más cercano, eran repudiadas y la gente no se quería acercar a ellas porque sus poderes provenían de los demonios. Ya en los primeros escritos referentes a leyes y justicia se determinaban las diferencias entre ambas y decidieron castigar de forma más dura a estas últimas con el fin de acabar con sus perversidades. 

Primeramente a estas se les conoció con el término Maleficae (maléfica), modo que usaron para llamarlas en Europa durante toda la Edad Media y gran parte de la Edad Moderna, aunque cada país tenía su término propio: Witch en Gran Bretaña, Strega en Italia, Hexe en Alemania, Sorcière en Francia y Bruxa (Galicia y Portugal), Bruixa (localidades de habla catalana), Sorgin (País Vasco y Navarra) o Bruja en la Península Ibérica.

Algunos creen que el término Brujas proviene etimológicamente de la ciudad belga, también conocida como la Venecia del norte, pero dicho nombre no tiene nada que ver con lo que estas representan. En neerlandés Brugge significa puente, los cuales ya abundaban en la ciudad y por ello la conocieron así,  puede que el arte de los Países Bajos o un pintor holandés muy reconocido, como veremos después tengan que ver en la unión de ambos conceptos, pero la teoría se desmonta cuando existen libros del Siglo XIII con esa palabra en España, dos siglos antes de establecerse esa conexión pictórica. 

Con esa dudosa etimología, la opción por la cual mas historiadores apuestan es por la derivada de la lengua celta "VROIK-SA", en referencia a los druidas paganos situados en la Bruguera.

2. LA MITOLOGÍA GRIEGA 

HARPÍAS GRIEGAS

He encontrado alguna documentación que centra el origen de las brujas en la mitología griega poniendo como ejemplo la figura de LAS HARPÍAS (O ARPÍAS), hijas de Electra y Taumante que tenían figura de mujeres hermosas aladas y a quienes Helios usó para castigar a Fineo, un antiguo rey de Tracia.

El monarca tenía dotes de adivino y llegó a sacrificar su vista a cambio de tener una larga vida. A Helios, el dios del sol, le pareció mal que Fineo hiciese eso y decidió mandar a las Harpía para que le  robaran la comida o la ensuciaran para que el hombre ciego  pero de salud prospera pagase su acto por el resto de sus días.

También hay  historiadores que piensan en la mitología helena como origen de las primeras brujas pero apuntan hacia otros personajes:

DIBUJO DE HÉCATE

HÉCATE:  Una titánide (palabra usada para definir a las titanes femeninas) de cuya madre Asteria, Zeus se enamoró perdidamente, aunque ella no estuviera por la labor, por ello se arrojó al mar convirtiéndose en isla errante. Fruto de su relación con el titán Perses nació Hécate, a la que el dios de dioses la llegó a tratar como si fuera suya, según palabras de Hesíodo:"Hécate, a la que Zeus Crónida (hijo de Cronos) honró sobre todos y le procuró espléndidos regalos, la suerte de participar en la tierra y el mar estéril. Ella también obtuvo en lote la dignidad que confiere el estrellado cielo y es especialmente respetada por los dioses inmortales. En nada la maltrató el Crónida ni tampoco le quitó nada de lo que recibió en suerte entre los primeros dioses, los Titanes; sino que sus atribuciones son las mismas que tuvo desde el principio".

Su popularidad se fue extendiendo por Grecia hasta alcanzar un rango casi equiparable con el de Artemisa y comenzaron a crear historias para que la gente la loase. La más conocida es la que la relaciona con Ifigenia (Ifimedia), la hija de rey Agamenón que fue pedida en sacrificio para que éste pudiera navegar hasta Troya. Por ello maldijo a Hécate a la cual había adorado toda su vida pero no la iba a ayudar en una muerte segura, por lo que termina suicidándose para no tener que sacrificarse. Hécate se introduce en su cuerpo y la revive y desde entonces es considerada como reina de los fantasmas y como protectora de mujeres.

Desde el siglo V a.C. su imagen es vista como la de una diosa triple (joven, adulta y anciana) que usan una corona de flores y una antorcha, una llave y una serpiente.  Posteriormente los textos de Sófocles y Eurípides la convertirían en la señora de la brujería y de las Keres (espíritus femeninos de la muerte). Es por ello que los griegos creyeron ver en ella a la reina de todas las brujas, atribuyéndola conocimientos en magia, brujería, hierbas y plantas venenosas, fantasmas, nigromancia y hechicería.

CIRCE Y SU VARITA

CIRCE:  Hija de Helios, el mismo para el que trabajaban las harpías y la oceánide (ninfa hija de Océano) Perseis y hermana de Pasifae, Eetes y Perses (era tía de Hécate).

Los poderes de Circe tienen mucho que ver con los que hoy atribuimos a las brujas, utilizaba pociones mágicas haciendo que sus enemigos olvidaran su hogar y poseía una varita mágica con la cual transformaba en animales a todo a quien que la ofendiese. Tenía conocimientos de herboristería y medicina y su palacio estaba custodiado por una gran cantidad de lobos y leones que jugaban de forma cariñosa con todo foráneo que se quisiese acercar (en realidad eran hombres convertidos por su varita).

Según la Odisea, ella vivía en la isla de Eea y al desembarcar allí el protagonista con su tripulación,  mandó a la mitad de sus hombres a hablar con ella en palacio mientras el resto de la tropa con él incluido se quedaron descansando en el barco. Circe acogió a la expedición mandada por Ulises (Odiseo), preparándoles una cena hechizada y posteriormente los convirtió en cerdos con su varita. Sólo uno pudo escapar y avisó a los que se encontraban en el barco de lo ocurrido. Ulises fue a rescatar a su tripulación, encontrándose en el camino con Hermes el cuál le regaló una planta que debía de tomar para no caer en sus hechizos, la cual resultó y obligó a Circe a transformar de nuevo a sus hombres. Sin embargo la bruja, consiguió cautivar los encantos del héroe y terminaron quedándose un año entero viviendo en Eea antes de partir a Ítaca y le dotó de dos caminos para que pudiera volver a su hogar. 

MEDEA

MEDEA: Hija de Eetes (hermano de Circe) y sacerdotisa de Hécate, fue considerada una gran hechicera que ayudó a Jasón y los argonautas a conseguir el vellocino de oro.

Al reclamar Jasón la lana aurea del carnero al padre de Medea, éste le puso una prueba como condición del trato, debía uncir dos bueyes que expulsaban fuego por la boca y arar un campo con ellos en los cuales sembraría dientes de dragón. Una misión suicida que consiguió solventar gracias a unos ungüentos para domar a los bueyes una poción mágica para despistar a los soldados esqueleto nacidos de la siembra de los dientes de dragón. Pese a ello Eetes se negó a darle el vellocino al ser ayudado por la magia de su hija y Jasón tuvo que robarlo por la noche mientras la mayoría de la guardia dormía, ayudado de nuevo por la hechicera y una gran serpiente que hipnotizó a los que custodiaban el tesoro. Posteriormente Medea se casó con el héroe y le siguió ayudando en sus aventuras, pero Jasón la terminó abandonando en un pacto con el rey Creonte que quería expulsarla de Corinto, para rematar la historia en el mismo pacto Jasón se casaría con la princesa Creúsa... Le dedicó muchos años de su vida, le salvo de una muerte segura en bastantes ocasiones, se casó con él por amor y así se lo paga... Tampoco ella fue una santa, se casó en segundas nupcias con el rey Egeo del que se quedó embarazada e intento envenenar al primogénito de su marido al verle como una amenaza de cara al trono para su futuro hijo. Tras eso fue desterrada  y terminó sus días viviendo en los Campos Elíseos, donde según algunos libros se casó por tercera vez con otro viejo conocido de la mitología griega, Aquiles.

SÍBILA DÉLFICA

LAS SIBILAS: Una especie de profetisas basadas en la figura del dios Ápolo y con capacidades para ver el futuro. La primera mujer con dotes adivinatorias era hija del troyano Dárdano y Neso, su nombre era Sibila y por tanto todas sus sucesoras eras conocidas de esa forma.

También se comenta que este tipo de figura dentro de la mitología fue importada por los griegos y posteriormente por los romanos desde Asia menor. La más conocida por los helenos era Herófila que profetizó la guerra de Troya y como los primeros escritos (Heráclito y Platón) sólo hablaban de una se piensa que se referían a ella.

Posteriormente la fama de mujeres adivinas fue creciendo, cada una se situaba en un país diferentes, y era normal encontrar bastantes Sibilas en los escritos e incluso que se juntaran para profetizar lo que iba a ocurrir, se cree que el máximo de ellas en un momento concreto fue de 12. Tanto la mitología griega como en la romana también es frecuente la figura del Oráculo, momento en el que una figura importante se dirigía al adivino o adivinos de turno para preguntar sobre su futuro, si éste estaba formado por mujeres, obviamente eran Sibilas.

3. LA HISTORIA CELTA 

BRUJA CELTA

Probablemente una cultura donde las brujas tienen una tradición anterior a las encontradas en la mitología griega. Lo que sí está claro es que el concepto que se tiene de ellas es totalmente diferente al  heredado por los helenos y romanos. 

El concepto celta de la wicca esta datado en la Edad del Hierro (entre los siglos XII y VI a. C) y tiene que ver con la unión del hombre y la naturaleza. Tanto los hombres como las mujeres (eran tratados como iguales) aprendían su magia a través de las hierbas, plantas, piedras y gemas de la naturaleza y su poder estaba centrado en los cinco elementos básicos: aire, fuego, tierra, agua y espíritu.

Cada uno de estos elementos estaba relacionado con el ser humano: aire = noscere (saber), agua = audere (atrever), fuego = velle (querer), tierra = tacere (callar) y el espíritu = ire (progresar). 

Para esta cultura las brujas eran sanadoras y por ello estaban consideradas como hechiceras o magas, pero no disponían de esas habilidades mágicas que hemos podido ver en la mitología griega, además estas eran de carne y hueso y no solamente aparecían en los libros. También su modus vivendi estaba muy ligado a respetar la naturaleza y vivir en paz con ella, porque era la fuente de sus energías.

Gracias a esta cultura se originó la tradición que evolucionó en lo que hoy conocemos como Halloween, el Samhain. 

El calendario celta se dividía en dos partes, la mitad oscura o Samonios que se guiaba por los ciclos de la luna entre octubre y noviembre y la mitad clara o Giamonios, centrados en los ciclos de la luna de abril y mayo. En las tres primeras noches de Samonios (entre el 31 de octubre y el 7de noviembre) se celebraba el año nuevo con una reunión en la que todos los druidas y brujos durante una semana entera se preparaban para celebración de los distintos actos de la fiesta de los espíritus.

Galicia adquirió esa simbiosis que tienen con las brujas de la conquista celta, dejando varias tradiciones a la comunidad española que hoy en día son símbolos de identidad, no sólo por la gaita y algunos de sus pueblos, también alguno astur celebran dicha tradición a día de hoy. 

4. LA EDAD MEDIA

CLODOVEO I, REY DE FRANCIA

Aunque nos venga a la cabeza que la persecución de las brujas está relacionada con la Inquisición cristiana, los orígenes de esta provienen de varios siglos antes.

Plinio el Viejo en su "Ley de las XII tablas" del 450 a. C, ya usa la palabra brujería por primera vez haciendo distinciones: Los adivinadores, los hechiceros, y los que hacen uso de la brujería con malos fines, los que evocan a los demonios, los que intentan confundir con insistencia y violencia, los que, para perjudicar, emplean imágenes de cera, serán castigados con la muerte.

El primer rey de los francos Clodoveo I (481-511 d.C) impuso la conocida rey sálica que regulaba los castigos por crímenes como los asesinatos, torturas y demás estaban penados económicamente (por ejemplo matar a un obispo costaba 900 reales de la época que al cambio a la moneda actual serían unos 18 €). Quería que vieseis el ejemplo para después compararlos con los crímenes derivados de la hechicería que eran penado con la horca o la hoguera, de aquí salió la posterior tradición inquisitorial a la hora de acabar con ellas.

Carlomagno en su "Código de Leyes" (780-782) condenaba la brujería con prisión en su forma más leve y la muerte. La Carolina, nombre como se conocía comunmente este libro especificaba que los culpables de causar un daño a través de la brujería deberían ser ejecutados en la hoguera, sentando las bases para los juicios de brujas masivos producidos entre 1580 y 1680. También constituyó el fundamento legal de la tortura para la obtención de confesiones.

El papa Juan XXII en el año 1326 propuso una bula pontificia que fue el punto de partida de estas persecuciones por parte de la Inquisición: "Tomamos conocimiento con dolor respecto de la manifiesta inequidad de muchos hombres, que son cristianos solamente de nombre, ya que tratan con la muerte, pactan con el infierno, y hacen sacrificios a los demonios".

La doctora  en Filosofía del centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, Norma Blázquez Graf ahonda más en el tema:  "Sus conocimientos eran valorados, respetados y considerados importantes y necesarios, pero se les fue desprestigiando y asociando con la idea de que no poseían sabiduría de mujer, sino que un ser maligno les otorgaba poderes, y todo lo que sabían y practicaban era debido a un pacto con el Diablo".

La premisa eclesiástica sobre este cambio de opinión fue sencilla: "Sólo Dios es capaz de curar cuerpo y alma, no así los seres humanos". Las sanadoras de las aldeas que tantas vidas habían salvado y ayudado, fueron vistas como pecadoras, más si cabe si en su trabajo no habían tenido demasiada suerte y algunos de sus pacientes fallecía. La ira de las personas que antes creyeron en ellas y pusieron en sus manos las vidas de sus más allegados enfermos, se convirtieron en sus verdugos al no poder salvarlos, acusándolas ante la Inquisición de brujería. De sanar a ser novias del diablo, malditas, envenenadoras...

La cosa fue a mayores en el siglo siguiente, siendo la persecución una simple norma a un completo exterminio que empezó con otra bula pontificia de Inocencio VII, la "Summis desiderantes affectibus" (Mayor anhelo afectivo) en 1484: "Cualquier persona de cualquier sexo, desconocedora de su propia salvación y extraviada de la fe católica, que se haya abandonado a sí misma a demonios, íncubos y súcubos, y por sus embrujos, encantamientos, conjuros, hechizos malditos y otras artes, enormidades y ofensas horrendas, que haya asesinado infantes incluso en el vientre materno, así como la prole del ganado, que haya arruinado los productos de la tierra, las uvas de la viña, la fruta de los árboles, más aún hombres y mujeres, bestias de carga, rebaños, así como animales de otros tipos, viñedos, huertos, arroyos, pastos, maíz, trigo, y otros cereales; estos miserables que afligen y atormentan a hombres y mujeres, bestias de carga, rebaños y animales de otros tipos, con sufrimientos terribles y lastimosos y enfermedades dolorosas, tanto internas como externas, impidiendo a los hombres realizar el acto sexual y a las mujeres concebir,... estas personas, de una manera blasfema renuncian a la fe que es suya por el sacramento del bautismo, y a la instigación del enemigo de la humanidad, no se resguardan de cometer y perpetrar las más espantosas abominaciones y los excesos más nauseabundos, excesos para peligro mortal de sus propias almas, las abominaciones y enormidades en cuestión continúan sin pena, no sin peligro para las almas de muchos y el riesgo de maldición eterna" 

Que dio poder a la Inquisición para ir acabando con estas  a modo de "corregir, encarcelar, castigar y purificar" según fuera la gravedad del delito de brujería.

Tres años después se escribió el manual demonológico "Malleus malificarum" (Martillo de las brujas) escrito por dos inquisidores domínicos: Heinrich Kramer y Jacob Sprenger. Aunque hay poco material del libro, se sabe que estaba dividido en tres partes en las que responden preguntas y dan argumentos de cómo actuar contra la brujería.

La inquisición francesa es de largo quien quemó a más brujas y, en contra de lo que se piensa, fueron muchas más muertes a manos de iglesias protestantes que de las católicas.

El hecho que esa época fuera tiempo de constantes guerras, como la de los Cien años, la llegada de la Peste Negra y la hambruna, fueron detonantes suficientes para que el caos detonase y perseguir la brujería se saliese de control. La iglesia por su parte, también aliñó estas persecuciones ya que la mujer era menos que el hombre y estaba en el mundo para servirle y darle descendencia, por lo cual su valor de vida estaba mucho más depreciado. Pasaron de matar de una en una, a quemarlas en hogueras de varios grupos... una auténtica escabechina.

Otro ingrediente en esta matanza fue "el perfil de bruja" que creó el dominico Hans Nider, entre 1340 y 1348, presentándola como una mezcla de antiguos brujos de tribus, una engañadora de pactos, un ser capaz de comer humanos y de volar encima de cualquier artefacto que después en obras pictóricas representarían en la forma de escoba que todos conocemos. También gracias a él conocemos la figura del súcubo, dotando a las brujas capacidad de controlar el nivel sexual de los hombres, bien dejándolos sin apetito o retroalimentándose de toda su energía en la cama.

5. LOS CASOS MÁS FAMOSOS

ALICE KYTELER: La primera persona acusada de brujería de la que se tiene constancia y a la que condenaron a muerte en 1324. De la casa de Kyteler en el Condado de Kilkenny (Irlanda), era hija de familia acomodada y se casó con nobles hasta en cuatro ocasiones, simplemente quería ser una mantenida.

En 1302 salió airosa junto a su segundo marido de haber asesinado al primero, el comerciante William Outlaw, pero el resto de la aristocracia se distanció de ella pensando que era capaz de matar sólo para ser aún más rica. En el mismo año de su muerte se casó con su cuarto marido, John Le Poer, que murió muy poco después en extrañas circunstancias y a eso le sumaron cargos de hechicería porque su primer hijo, llamado igual que su primer cónyuge, consiguió contra todo pronóstico ser alcalde de Kilkenny. La cosa empeoró cuando la iglesia la acusó de negar a Cristo y el conjunto de todo fue una condena de arresto domiciliario hasta el fin de sus días.

Una de sus criadas meses después la acuso de torturas y viendo que podía acabar aquello en pena de muerte decidió huir a Inglaterra junto con la hija de su acusadora. Al no poder encontrar a una sentenciada la pena de muerte por brujería, decidieron quemar en la hoguera a la pobre criada para purificar los actos de Alice.

BLANCA II DE NAVARRA: Vivió entre 1424 y 1464, llegando a ser Reina de Navarra e Infanta de Castilla entre 1440 y 1453, gracias a su matrimonio con Enrique IV. Se dice que este rey era homosexual o inapetente, el caso que en 13 años no había tenido hijos con su esposa Blanca.

Decía que él era impotente y uno de los más allegados a su majestad la acuso de brujería envenenando a Enrique IV para que no pudiera yacer. Esto la condenó a estar recluida en un castillo para no ser condenada como bruja y posteriormente la nulidad del matrimonio ya que el monarca no se había acostado con ella.

Posteriormente el rey se casaría de nuevo con Juana de Portugal, con la cual tuvo a Juana la Beltraneja, apodada así porque todo el mundo pensó que era hija de Beltrán de la Cueva y no de Enrique IV, que se excusaba diciendo que la tuvieron por fecundación in vitro, a través de una cánula. Sea como fuere siguió sin tener sexo con su mujer, pero si descendencia.

DOMINICA LA COJA: Dominga Ferrer, natural de Pozán de Vero (Huesca), fue un ejemplo claro en España de como una sanadora terminó convirtiéndose en una adoradora del diablo. En una época donde la peste negra se llevó a 1/3 de la población y los médicos estaban exclusivamente para señores de alta alcurnia, los pueblos tenían que echar mano de la sanadoras y sus hierbas medicinales para tener una posibilidad de salir adelante.

Los mismos vecinos a los que alivió de reumas, problemas estomacales y en la curación de multitud de heridas y enfermedades con sus conocimientos, fueron los que la acusaron de sacar veneno de serpientes y sacos y meterlo en sus mejunjes. En esas fechas, con la simple palabra de un hombre se podía condenar a una mujer por bruja y eso es lo que ocurrió, solo faltaba que ella lo reconociese, y después de la tortura de la Santa Inquisición, fue capaz de decir cualquier cosa para dejar de sufrir. Terminó siendo ejecutada en la horca en 1535.

MADRE SHIPTON: Úrsula Southeil, nacida en Yorkshire en una cueva, se dedicó a hacer predicciones de las personas durante toda la vida y gestionando el poco dinero que le dejó su difunto marido que era carpintero.

Es considerada una profeta casi a la altura de Nostradamus, y a ella se le atribuyen ver en sus escritos como iban a ser los coches o la llegada de una Segunda Guerra Mundial. Su aspecto era similar a la bruja que siempre nos han presentado los cuentos de nariz larga. con ojos saltones, mujer longeva y cuerpo cheposo. Una polilla lleva su nombre porque el dibujo de sus alas parece ser el perfil de esta mujer.

Algunos piensan que verdaderamente existió y otros que es un seudónimo de algún escritor de profecías al que se le ha rodeado una gran leyenda.

LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI: O como un simple sueño se convirtió en una enorme pesadilla. Corría el año 1610 cuando a una vecina de Zugarramurdi le dio por contar a la mayoría de personas que se encontraba por la calle lo que había soñado hace unos días: había visto a un grupo de vecinos formar un aquelarre dentro de una conocida cueva de allí.

Y lo que debió ser un simple sueño, se convirtió en realidad por culpa del boca a boca, llegando por fin a los oídos de la Inquisición de Logroño. Estos dieron veracidad a la información, también por culpa de las malas traducciones de entonces entre el euskera y el castellano y terminaron inculpando a un total de 53 parroquianos que terminaron librando con cargos,  y a 11 mujeres cuyo final fue la hoguera.  

Tuvieron que pasar cuatro años para que el Tribunal de la Inquisición de la capital riojana: "Se excusase de su mala información y de graves errores en toda aquella persecución, y adquiera el compromiso de nunca más ajusticiar a nadie por brujería tras haber concedido amnistía completa a los penados en el Auto de Logroño de 1610" .

También sabemos que por este suceso acuñamos el término aquelarre como "reunión nocturna de brujos o brujas", cuando en realidad era un lugar cercano a la famosa cueva donde aquella mujer soñó que se reunían sus vecinos.

ELIZABETH SAWYER: La bruja de Edmonton, se dice que mató a su marido Agnes Radcliffe porque golpeó a uno de sus cerdos ya que se había comido su jabón, esa misma noche murió poco después de cenar. 

Pero el verdadero motivo de su condena es mucho más trivial, la gente del pueblo alegó que había hechizado al ganado y a los niños porque ellos se negaban a comprar sus escobas.

En la cárcel, a base de tortura, confesó ser una seguidora del diablo, el cual se le aparecía en forma de perro negro con ojos rojos, cambiando su alma por la protección del mismo en un pacto sellado con una ingesta de sangre. Fue ejecutada el 19 de abril de 1621 en Edmonton.

MARGARET JONES: En el año 1648, en la Colonia Inglesa de Massachusets, una mujer con conocimientos médicos fue acusada por brujería. Quizás por el recelo de sus colegas masculinos o puede ser por sus diferentes técnicas un poco alejadas de la medicina tradicional, consideraron que insertar un palo a uno de sus pacientes era sinónimo de brujería.

En ese momento ya daba igual todas las vidas que consiguió salvar, fue directamente a juicio y para probar que no era bruja se le obligo a mirar durante 24 horas a una persona mientras permanecía sentada. El juez creyó ver que una sombre diabólica contorneaba el cuerpo de Margaret y ésta fue declarada culpable siendo colgada en Boston. Posiblemente fue la primera ejecución por brujería en Estados Unidos.

LAS BRUJAS DE SALEM: Una de las masacres más irracionales de la historia sucedió en la aldea de Salem, también curiosamente ubicado en Massachusets como en el caso de Margaret Jones.

En enero de 1692 comenzó el juicio, la hija de un reverendo y su prima acusaban de hacer brujería a tres mujeres: Tituba (sirviente de la casa del reverendo), Sarah Osburne (cuyo delito era ser atea y opinar sobre ello en el pueblo) y Sarah Good (una sintecho embarazada que intentaba ganar un mendrugo de pan cada día pidiendo ayuda por su estado). 

Las tres fueron condenadas a la muerte por unas palabras malinterpretadas de Tituba, dando inicio a la caza de brujas estadounidense que en menos de un año llegaron a 141 detenciones (muriendo 5 en prisión antes de declarar), 29 enjuiciados y 20 muertos más (15 mujeres y 5 hombres). 

Todo por culpa de numerosos ataques epilépticos en la aldea, por aquel entonces esta enfermedad estaba relacionada con la brujería y el reverendo Parris, obsesionado con acercarse a Dios y tener el respeto de los habitantes de Salem, se volvió loco culpando a diestro y siniestro de hechizar a la gente.

En realidad lo ocurrido es que los ataques provenían de comer pan de centeno fermentado, que producía un dolor agudo en el cerebro, movimientos espasmódicos y echar espuma por la boca con su ingesta. Tras la muerte de las brujas se dieron cuenta que lo ocurrido era culpa del pan y no de los hechizos de algún ser humano y los jueces firmaron una confesión del error y pidieron clemencia. después de haber castigado a tanta gente de la aldea y matar a esas mujeres.

LA BRUJA DE BLAIR: Según cuentan Elly Kedward era una irlandesa que acabó buscándose la vida con avanzada edad en Estados Unidos, llegando primero a Baltimore y aséntandose en el pueblo de Blair (Maryland).

Ella vivía adentrado el bosque, algo alejado del pueblo como tal. Un día decidió dar a unos niños unos caramelos a cambio de seguirla entre la naturaleza y ya, cuando no estaba cerca ningún adulto decidió hacerles cortes en brazos y piernas para sacarles un poco de sangre, dejándolos partir a sus casas tras ello.

Al contarlo en el pueblo, decidieron juzgarla en 1785 por brujería, catolicismo (eran protestantes) y prostitución. La pena ante eso era alejarla del pueblo y dejarla a su suerte a muchos kilómetros a los pies del frio invierno. Cuando el pueblo decidió llevar a cabo dicho castigo, se lo pensaron mejor y ataron a Elly a un carromato con paja, teniendo lo que viene a continuación diferentes versiones: fue violada y sufrió cortes que le producirían la muerte, la quemaron con la paja del carromato o soltaron a perros hambrientos, sea como fuere la dejaron allí dándola por muerta.

Un año después de aquello, el magistrado del pueblo y su hija desaparecieron misteriosamente en el bosque, cerca de donde vivía la bruja y todos pensaron que se trataba de una venganza y ella seguía viva.

6. BRUEGHEL EL VIEJO, EL CULPABLE DE LOS ESTEREOTIPOS DE BRUJAS

BRUEGHEL EL VIEJO

Mujeres viejas muy feas, calderos tan grandes como ellas acompañado de pócimas y brebajes, escobas voladoras, lugares lúgubres y oscuros, alusiones al diablo... Todos esos motivos se pueden ver en los cuadros de artistas holandeses del siglo XVI, como si de un movimiento pictórico se tratase.

El máximo exponente de todos esos autores fue Pieter Brueghel el viejo (1526-1569). Una serie de grabados que comenzaron en 1565 por encargo de Hyeronimous Cock.

“Numerosos pintores aprovecharon al máximo las innovadoras imágenes de Brueghel y las pinturas y dibujos sobre la misma temática crecieron explosivamente. La imaginería de Brueghel fue tan influyente que todavía hoy se hacen eco de ella las recreaciones de la brujería en el arte contemporáneo”

Esta frase pertenece a Renilde Vervoort una historiadora de arte que basó su tesis doctoral del 2011 para la Universidad de Radboud (Nijmegen, Holanda) en ese tema: "Mujeres y escobas y otro tipo de brujería. Pieter Brueghel y la tradición de representar la brujería en los Países Bajos entre 1450 y 1700". La consecución de dicho trabajo vino un lustro después cuando crearon un museo itinerante en la ciudad de Brujas con los cuadros del pintor como tema central de la misma.

 “Gracias a Brueghel, que brindó a los artistas de los Países Bajos los códigos visuales para representar a las brujas, hoy contamos con más de 160 cuadros y grabados de pintores holandeses sobre esos temas, la mayoría de entre 1565 y 1700. Antes de las dos obras de Brueghel se dieron muy pocas representaciones visuales de esas mujeres”.

"SANTIAGO Y LA CUEVA DEL BRUJO"(1564), UNO DE LOS DOS GRABADOS QUE ORIGINARON LA ICONOGRAFÍA DE LA BRUJERÍA: BRUJAS VOLANDO SOBRE ESCOBAS O ANIMALES (CIRCULOS ROJOS), CALDEROS MÁGICOS (CÍRCULOS VERDES), EL GATO COMO ANIMAL DE COMPAÑÍA (CÍRCULO AMARILLO), PERSONAS HECHIZADAS (CÍRCULO AZUL),CIUDADES DESTRUIDAS (CÍRCULO MORADO) Y LA AYUDA DEL DIABLO REPRESENTADA CON UNA FIGURA CORNUDA EN EL AGUJERO DEL SUELO

Mientras en Italia se buscaba la pureza en el arte pictórico en los Países Bajos buscaban la crudeza y lo demoníaco del ser humano, Brueghel se centró en esa parte de la obra de su ídolo Jheronimus van Aken "El Bosco" y le fue bien. Goya, nacido dos siglos después en España es lo más parecido a su estilo artístico llegando al culmen con sus Pinturas negras de los últimos años.

La pena de Pieter es que cuando vio que estaba cercano a la muerte mandó a su esposa quemar cientos de lienzos relacionados con sátiras mordaces y sarcásticas. Muchas de esas obras, seguramente tenían entre sus temas la brujería.

Todos estos dibujos dieron paso a los cuentos con fines morales que se han convertido en clásicos en nuestros días. Las dos obras más celebres las conocen hasta los niños más pequeños de la casa "Hansel y Gretel" y "Schneewittchen" (Blancanieves) cuentos populares que fueron recogidos en los libros de los hermanos Grimm en 1812. Siendo Disney quien metió a este tipo de personaje en la gran pantalla con "Blancanieves y los 7 enanitos" (1937), "La bella durmiente" (1959) o "La espada y la piedra" (1963) con la reina Grimhilde, Maléfica y la Gobernanta (a.k.a Morgana). Sin dejar de lado la obra de L. Frank Braum que después se convirtió en una de las películas más icónicas de la historia "El Mago de Oz" (1939).

Por la culpa de la religión y las obras pictóricas se transformó a las protectoras, curanderas y sabias de los pueblos en monstruos que comían a los niños o eran las villanas a las que enfrentarían las protagonistas. Un simple hecho de querer acabar con toda una cultura cuyo legado sigue estando latente.