“Soy el mejor en lo que hago, aunque mi trabajo no sea agradable”
James Howlett, Logan, Arma X, Lobezno, Wolverine… De todos los superhéroes que pude elegir en mi infancia, me marcó el mayor antihéroe de la historia de Marvel.
El chico malo por naturaleza, la mayor parte de su vida dedicada a matar, aniquilar, destrozar… sus comics muchas veces no se limitan a unos simples mamporros, son duros y crudos. Con una moralidad que pocos pueden comprender y muchas veces, dependiendo del autor, clasificados para adultos.
A simple vista, un ser sin escrúpulos, borde, autodidacta, asocial, solitario en su trabajo, se abstiene de reglas, no razona, se mueve por instintos y generalmente odia o pasa de la mayoría de la gente que le rodea. Antítesis de los “Superhéroes” Spiderman, Capitán América o Superman y Batman de la Dc, basados en el arquetipo de la moralidad y la justicia ante todo.
Sin embargo, si seguimos su vida, vemos que siempre ha sido, perdonadme la expresión, una putada… le han borrado cientos de veces la memoria, le han tratado como un monstruo, una máquina de matar perfecta, han experimentado con su cuerpo, el cual tiene un factor regenerativo que a base de dolor vuelve a su ser y han acabado con todo ser que ha amado, para recordarle que en este mundo no está precisamente para ser feliz.
Quizás por ello no suele demostrar sentimientos hacia las personas que quiere, pues teme perderlas y muchas veces las abandona para más tarde retornar, de ahí su carácter solitario y asocial, aunque si alguno de los suyos está en problemas siempre es el primero en aparecer y tiene ganado el respeto y admiración de los que le rodean.
¿Quién no ha querido ser en su vida un ácrata, no tener jefe? ¿Y escaparse a un lugar tranquilo donde nadie le moleste, acompañado solo de las personas que necesita? ¿Quién nunca ha luchado, a pesar de todos los topes en contra que pone la vida, por su felicidad? ¿Quién no se ha mirado al espejo y se ha dicho no me gusta lo que veo, pero lo voy a cambiar?
Por mucho que nos lo muestren como una bestia, es el ser más humano que ha creado la Marvel, porque no lucha por el mundo, lucha por él y por los suyos y le da igual lo que tenga que hacer, este de un lado u otro de lo que consideremos justo o moral.
No es un prototipo de persona querida por la gente de a pie, ni tan siquiera de superhéroe, palabra de la cual huye y quizás por la complejidad que abarca su personaje, hace que sea ahora mismo el más rentable en comics de su marca. El lector ve en el simplemente, cosas que les faltan a los demás, llamémosle… ¿empatía?.
Así que por eso... La verdad es que yo tan sólo vi algún capítulo de la animación cuando era pequeña, así que ni de lejos lo veía así, tan sólo era uno más.
ResponderEliminarEsta la perdono porque para comprender que es Lobezno, hay que leer sus comics y no ver las series de dibujos animados o su peliculas, donde fomentan sus virtudes para que los crios se identifiquen con el.
ResponderEliminarDe todas formas, sigo pensando que tu no has tenido infancia... ;P
¿Me marginas por haber vivido más en los 90 que en los 80, verdad? Eres cruel.
ResponderEliminarPues yo no me quejo para nada de las películas... Con el Hugh Jackman... ñam!
No, te margino porque habia muchas mas series en los 90 e incluso os volvían a poner las que veíamos nosotros en los 80 y a ti parece ser que te apagaban la tele ;P.
ResponderEliminarHugh Jackman encaja perfectamente en el papel de Lobezno, la malo es que los guionistas de la trilogía de los X-men y Lobezno: Origenes, no.
Yo es que iba a jugar al parque por la tarde y pasaba el tiempo libre en el pueblo (la tele no se veía casi), pero aún así siempre consideré que vi mucha tele, la verdad. Lo que pasa es que tú me superas de largo.
ResponderEliminarUhm, creo que te cuelas, yo era mas de salir con los de la calle o leer comics. Además, en mis tiempos sólo había 4 canales: La 1, la 2 y las dos Etb, siendo la Etb1 en euskera y obviamente no la veía porque no la entendía. Y la 2 era de documentales o de programas infantiles tan culturales, que no me gustaban...
ResponderEliminarClaro, pero el tiempo para la tele o los cómics yo los empleaba en repasar matemáticas y caligrafía (es lo que tiene que tu padre sea profesor).
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