▲ Cerrar ▲

14 agosto 2013

MICROCUENTOS…



PESADILLAS

Era su día libre, pero por la noche no conseguía dormir, en su subconsciente todo eran horrendas visiones. Se levantó sudando, horas antes de lo normal, y encendió la tele con el fin de relajarse. Había debate sobre la nación, apenas estuvo veinte minutos frente al aparato y decidió volver a la cama, allí sus horribles pesadillas solo eran un sueño, no la realidad.

IMPACIENCIA

Siempre fue un hombre muy impaciente, para lo bueno y lo malo. No conseguía que nada se quedara a medias, ni sus cosas, ni las de los demás… todo tenía que estar acabado “ipso facto”. Un día fue al médico y le detectaron una grave enfermedad con consecuencias mortales y no lo pudo resistir, decidió suicidarse. Al día siguiente investigadores encontraron una cura para esa enfermedad, pero llegaron tarde… quizás no tuvo valor para luchar o miedo a padecer dolor, pero lo que es seguro es que el que acaba siempre el primero, no tiene porqué haberlo hecho mejor.

LA VIRTUD

Maestro, ¿Qué es para usted la virtud?
Respóndeme tu primero ¿qué adjetivos emplearías para definir a los niños pequeños y cuales utilizarías para los adultos?
No se, los niños pequeños son extrovertidos, joviales, dicharacheros, todo lo malo lo olvidan pronto… y los adultos son serios, introvertidos, demasiado dependientes de planificar su vida, sin disfrutarla, sólo pensando en ganar hoy para vivir mañana…
Pues en todo eso está la virtud, querido alumno, en dormir ocho horas, ser adulto otras ocho y tener la mentalidad de un niño pequeño el tercio de día restante.

ESTRELLA FUGAZ

Rápido, una estrella fugaz… ¡piensa un deseo! 
Uhmmm… ¡Ya está!
¿Qué has elegido… “Cambiar el mundo”?
No, cambiarme a mí…
Eso suena muy egoísta…
Quizás, pero si aspiro algún día a cambiar el mundo, primero debo cambiarme a mí mismo, empezando por mí mentalidad, así podré enseñar a los demás a no pensar en sí mismos.

NANA

Durante toda su gestación y el año siguiente de vida, dormía al son de una nana tarareada por una anciana. Solo recuerda que un día, horas antes que llegase la noche, toda su familia estaba triste y su madre había llorado. No sonó la nana a la hora de dormir y, aunque no comprendía el porqué, intuyó que jamás la volvería a escuchar, ni ver a quien se la cantaba y  también se sintió triste y comenzó a sollozar…
Pasaron los años y no lograba recordar a esa persona mayor físicamente, pero sin duda jamás se olvido de ella y todos los días, antes de dormir, tarareaba esa nana para recordarla.

No hay comentarios :

Publicar un comentario