La vida
generalmente nos pone muchos obstáculos entre nuestros objetivos, y algunas veces,
por culpa de estos, no conseguimos lo que en principio nos hemos propuesto.
Es difícil
continuar luchando cuando recibes un varapalo, levantarte y seguir adelante,
diciendo: bueno no ha salido como esperaba, pero hay que seguir intentándolo y
a la próxima quizás tendré más suerte. Más complicado es cuando esa suerte no
te acompaña en las siguientes tentativas y ves tú objetivo bastante alejado
y con un grado de dificultad que de
alguna forma te supera.
Acorde con
estas condiciones, te da por pensar si todo el tiempo que has utilizado para
conseguir lo que te proponías se ha convertido en tiempo perdido o si de algún
modo ha servido para acercarte a tu objetivo, y aunque no se haya alcanzado,
debes seguir persistiendo en el. También se da el hecho que si no lo has
conseguido a tu modo, quizás hay que tomar otro camino que no has utilizado y
no es lo mismo ir sobre seguro que a tientas y sin rumbo fijo. Después de
probar varios métodos y ver que no evolucionas acercándote a tu meta, es cuando
te entran las ganas de decir: ¿qué puedo hacer, si todo lo que intento no sirve
para nada? Y con esa pregunta te planteas rendirte y buscar otros motivos que
merezcan mas la pena y no planteen tanto esfuerzo.
En este punto, por un lado te da miedo a perder algo que quieres ganar y por otro
lado, ya lo ves perdido y tienes miedo de no haber hecho lo suficiente o no
haber atinado con la manera correcta
desde los diferentes caminos que has utilizado. De ambos modos no consigues
sacar una forma coherente de tratar con el problema.
Llegada la
duda, nos quedamos en ¿hay que seguir siendo persistente? Aunque sea sin
cabeza, utilizando hasta el último cartucho que se nos ocurra, atinemos o no o
¿hay que dejarlo caer en el olvido y buscar otras motivaciones? Ambas direcciones
son erróneas y además incongruentes, porque lo que buscas en la persistencia es
encontrar los frutos que da la susodicha y a su vez, si no hay frutos que
conseguir… ¿para qué vas a persistir?.
La tercera
vía, lo único que se me ocurre, aunque suene utópico, es esperar, sentarte y
sin estar pendiente del tiempo fijarte en si tu objetivo evoluciona y con ello
tu con él puedas hacerlo a la hora de persistir y si no lo hace y todo el
trabajo que y empeño que has puesto, no sirven de nada, pasar a otros
distintos. Al final, en esta vida no todo depende de lo que tu pongas de tu
parte, también depende de todo lo demás y porque la perseverancia simplemente
es terminar con lo que has empezado, en ningún momento indica de que manera
debes hacerlo.
No hay comentarios :
Publicar un comentario