A finales del S. I o principios del II, cuando las persecuciones de los romanos contra los cristianos estaban en su máximo apogeo y el césar de turno (Domiciano) tenía que ser adorado como si de un dios se tratase, se escribió el "Libro de las Revelaciones" también conocido como el "Apocalipsis de San Juan".
De autoría difusa, pero firmada la obra por un tal Juan, el cristianismo se encargó con el paso del tiempo que dicha obra pasará a formar parte del Nuevo Testamento de la biblia y ese Juan pasase a ser Juan de Patmos, el Apóstol, el Evangelista, el Presbítero, el discípulo que Jesús amaba, hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el Mayor.
Resumiendo, alguien escribe un libro imaginario llamado "Revelaciones", ese alguien es cristiano y está perseguido por los romanos y parece llamarse Juan y el cristianismo convierte ese libro en algo sagrado juntos otros escritos de la época que va recogiendo por ahí, convierten a ese Juan en uno de los doce apóstoles de Jesús y por ende su obra en un legado que fue mandado por el propio señor, es decir, un texto sagrado. ¿Os va molando la historia? Pues todavía no nos hemos metido a analizar el libro...