Aquí me anda la cuestión en lo que llevo de semana, demasiado centrado en si soy o estoy haciendo el tonto o si merece o no seguir mis propios principios.
Soy consciente que mi forma de ser me juega muchas veces malas pasadas en forma de líos, perdidas de confianza o incluso defraudarme a mí mismo. Tan obstinada es mi manera de ser, que caigo cien mil veces en el mismo error y en vez de pensar en que cien mil una son excesivas, pienso que no me volveré a tropezar.
Poneos en mi posición, cíclicamente se produce una situación que creo que a base de esfuerzo puedo ir cambiando, pero no es así. Cada vez que la situación puede conmigo, desfallezco, caigo en una espiral sin sentido en la que solo consigo dañarme, me digo, esto no volverá a ocurrir y quizás está en mi mano no formar parte de ello, pero cuando se repita, estaré y me volverá a ocurrir lo mismo.
¿Y por qué lo haces? Os preguntareis… Pues bien, simplemente porque creo que aunque odie y me disguste lo que ocurre, creo que merece la pena seguir intentándolo. Desde siempre mi forma de ser me ha enseñado en que hay que aprovechar tus posibilidades e intentar potenciarlas, y si de verdad algo quieres, luchar por ello y aferrarte a tus principios como un clavo ardiendo.
Si os contará lo que pasa…, me siento idiota por ello, y a veces creo que no sirvo para nada, las personas que saben de qué va el tema, me han aconsejado que busque otras metas u otros principios por los que luchar que después de tantas ostias, no merece la pena seguir haciéndome daño. Quizás tienen razón, de hecho si fuera al revés, yo aconsejaría eso viendo mi situación, pero necesito creer en mí mismo y este es un problema de los que si salgo ahora, sentiré que habré fracasado porque no lo di todo de mi parte. A veces a base de muchas ostias, he conseguido lo que necesitaba, y no creo, aunque lo haga, tener derecho a quejarme si por el camino me tropiezo.
¿Buscas un fin? Curratelo. Toda la vida me he puesto la intensidad necesaria para sacar mis problemas adelante y los últimos dos años solo me he quejado porque no salían las cosas, ¿lo he dado todo? No. Ese es el problema, lo he intentado pero no lo he luchado lo suficiente y me he venido abajo sin dar lo mejor de mí, y si muchas veces lo peor.
Quizás me equivoque, lo sé, nunca pintan las cosas como uno las sueña, pero aunque pierda la partida, que sea poniendo todo de mi parte, así si pierdo, no tendré el plus de no haber hecho todo lo que he podido o debía. Hay que seguir dando caña, las guerras no se ganan sin perder batallas y puedes haber ganado todas y perder la última que era lo importante, es tiempo de recuperarme y seguir a la carga. Siento ser fiel a mis principios, pero el sufrir también es parte de ellos y parte de mi forma de ser.
P.d. Me seguiré quejando que la gente cercana a mi, no mueven un solo dedo cuando estoy mal, sin embargo los que geográficamente distais más y muchos posiblemente me conozcais menos, siempre estais. Esto es de agradecer y por otro lado de preocupar.