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22 mayo 2024

FINALES DE PELÍCULAS ICÓNICAS QUE NUNCA HUBIESES IMAGINADO

Vamos a hablar esta vez de películas que todos han visto o al menos oído, aquellas que por alguna razón han pasado a los anales de la historia y conocemos como clásicos.

Poniéndonos ya en tesitura, seguramente recordaremos los finales de todas ellas de mejor o peor manera, pero en este post vamos a dar un giro tremebundo a la mente para deciros que los que vimos no fueron en su día los originales que, por alguna razón, fueron cambiados por esos que todo el mundo conocemos.

Considero que una conclusión diferente en una trama puede darse de tres formas diferentes:

1) Leve: Que el sentido de la película siga siendo el mismo y no la trastoque ni un ápice, simplemente se le haya añadido y quitado algo que pueda dar más o menos sentido al guion pero cuya conclusión sea similar a la que todos conocemos.

2) Moderado: El sentido final del largometraje sigue siendo el mismo, pero ya estamos modificando de manera significativa su final y ya no es el que todos recordamos, sino uno diferente.

3) Grave: La conclusión no solo es totalmente diferente, sino que cambia el sentido total de la película pudiendo convertir hasta el género, por ejemplo de una comedia a un drama o viceversa, o el hecho que la percibiésemos de una manera cambie radicalmente y que de odiarla nos encante o que pase de ser una de nuestros films favoritos a no quererla ver más.

Desde esos diferentes puntos nos damos cuenta lo esencial que es acabar bien una buena película, es como rematar bien la faena y puede que difiera mucho entre una del montón y una obra maestra, lo que me crea la duda... ¿estos films hubieran pasado a la historia si tuvieran estos finales alternativos?.

1. LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ (1939)

Comenzamos con un clásico entre los clásicos, un largometraje que logró cambiar posiblemente la industria del cine sonoro en Norteamérica, mezclando los géneros épico, histórico y romántico.

Es una adaptación de la novela homónima "Gone with the wild" (1936) de Margaret Mitchell que tardó dos años en rodarse porque el productor de la misma, David O. Selznick, quiso asegurarse a Clark Gable para el papel de Rhett Butler y que terminó siendo galardonada con diez de las trece estatuillas de los Oscars al año siguiente.

Ambientada en vísperas a la Guerra de Secesión de 1861, nos presenta las idas y venidas en el amor entre la protagonista, Scarlett O’Hara, una mujer adelantada a su tiempo que lucha por superar las adversidades provocadas por el litigio nacional y Rhett Butler, un hombre que parece siempre haberla amado pero que, aun llegándola a conseguir como pareja, termina dándose cuenta que en realidad no es recíproco y que ella siempre ha velado por sus intereses. 

La escena final queda para el recuerdo de diferentes generaciones con Butler marchándose del domicilio conyugal porque se da cuenta que no tiene futuro con ella y Scarlett pidiéndole que se quede y preguntándole que será de su futuro como pareja, a lo que él, cansado de todo, responde la frase: "Frankly, my dear, I don't give a damn" (Francamente, querida, me importa un bledo) y ella viéndole marchar y dándose cuenta de su error termina con otra frase icónica: "mañana será otro día" , abierta a un futuro con o sin él, sin tomar una decisión en caliente, y empoderándola más si cabe en unos tiempos en los que la última palabra la solía tener el hombre.

Sin embargo la última frase de la actriz Vivien Leigh no iba a ser esa, si no un: "¡Rhett! Volverás. ¡Volverás! ¡Sé que lo harás!", con lo que asumiría sus errores, postrándola como una mujer insegura y cortando la evolución del personaje durante todo el transcurso del film. Un cambio mínimo, el de la última frase antes del The end, que cambia toda la perspectiva porque daría la razón a Butler, que en realidad debería tenerla por lo sucedido, pero le quitaría poder a la Scarlett O’Hara protagonista y sentido a todo lo que ha hecho a lo largo de sus vida, enseñando a las mujeres a ser fuertes y pudiendo haber dejado indiferente al público y con un final menos abierto.

ÉL BUSCABA LA PAZ, PERO... ¿Y ELLA?

2. LOS PÁJAROS (1963)

¿Qué harías tú si en el lugar donde vives comienza a plagarse de pájaros y a estos les da por atacar a la humanidad?. Esta pregunta rondaría por la cabeza de Daphne du Maurier para escribir una novela corta en el año 1952 que años más tarde cayó en manos del maestro del suspenso, Alfred Hitchcock, convirtiéndola en uno de sus inquietantes grandes éxitos.

Recordemos, para aliviar al lector, que nunca en la historia hemos sufrido la humanidad un ataque aviar masivo, por lo que el director se valió para crear miedo a partir de unos animales a los cuales nunca se les ha visto como una posible amenaza. Un juego psicológico que, bien llevado, provocaba más terror si cabe en el espectador por no haberlos visto nunca desde esa perspectiva.

Si bien Hitchcock juega con ese miedo desde principio a fin, sin tan siquiera tener un leit motiv explicado, al final la humanidad sobrevive a este ataque masivo, al menos los protagonistas lo hacen, y los pájaros sucumben inmolándose en extrañas circunstancias. 

Aunque esa no era la primera idea del director, el final original contemplaba a los protagonistas realizando un viaje en coche de vuelta a San Francisco contemplando todos los destrozos provocados y con el puente Golden Gate cubierto de aves, esperándoles para, dado el momento, atacar y acabar con ellos, aunque previamente hubiéramos visto un fundido a negro. Nuestra civilización destruida por las aves iba a ser real, creando un miedo irreal entre los espectadores del largometraje, sin embargo, los altos costos que implicaba de por si el mismo, hizo que se desechara la idea, dando un final feliz y más barato.

IMAGINAD ALGO ASÍ EN EL GOLDEN GATE

3. ALIEN (1979)

Una película que bebe de escenas míticas de clásicos de ciencia ficción a las que añadieron dosis de terror: el entorno claustrofóbico en el que la bestia persigue a los protagonistas aparece en 
"The thing from another world!" (1951), la idea de no aterrizar en un planeta inhóspito sabiendo que algo mal puede ocurrir la vimos en "Forbidden planet" (1956), el descubrimiento de un esqueleto de un extraterrestre gigante en "Terror en el espacio" (1965) y la cámara repleta de huevos del alienígena en "Junkyard" (1953). 

El guión tampoco ofrecía mucho más, una tripulación espacial de siete pasajeros que aterrizan en un planeta que no debían y que llevan en el interior de uno de ellos un invitado muy peligroso que irá acabando con todos ellos...

La clave está en la criatura, obra del artista gráfico H. R. Giger, creando un ser que infunde terror y no aparece hasta bien avanzada la trama en todo su esplendor consiguiendo con él una de las franquicias más importantes de la historia del cine que aún sigue viva, pero pudo no ser así...

Si ya de por si el final era muy deprimente con una única superviviente, la idea que tenía en mente Ridley Scott, era incluso peor. El director reveló a Entertainment Weekly que Ellen Ripley, el personaje principal interpretado por Sigourney Weaver, acababa muriendo a manos del alienígena, que la golpeaba contra una pared, le reventaba el casco, la mordía la cabeza y posteriormente se la arrancaba.

Gracias a dios los productores del film desecharon la idea al considerarla demasiado oscura y un coste adicional de efectos especiales que podían ahorrarse. Si se hubiera dado difícilmente tendríamos todas las secuelas posteriores y, aunque es verdad que Ripley acaba muriendo en ellas y regresando en  La resurrección (1997) como un clon, la protagonista en la saga principal es tan importante como las incursiones del xenomorfo.

EL MORDISCO PREVIO A LA DECAPITACIÓN

4. EL RESPLANDOR (1980)

Aunque está basada en la novela homónima de Stephen King de 1977, ambas versiones distan mucho una de la otra. El gran maestro de las novelas de terror, se basó en un cuento de otra leyenda "La máscara de la Muerte Roja" (1842) de Edgar Allan Poe y en su propia estancia en un hotel de localización parecida a la que se narra en la historia que le hizo estar retenido casi una semana en el mismo sin poder salir, ya que quedaron aislados por la nieve.

El hecho de que Kubrick cambiase el final de la novela y se concediese el derecho de varias interpretaciones diferentes durante el film, ofendieron de manera deliberada al propio Stephen King que no estuvo de acuerdo en cómo terminaron planteando la obra y dio su aprobación en 1997 al rodaje de una mini serie que se centraba más en sus hojas que en el icónico largometraje, tocando más de cerca los temas del alcoholismo y de las relaciones padre e hijo, de hecho King dedicó el libro a su vástago y escribió una segunda parte en el 2013 titulada "Doctor Sueño" que también ha sido llevada al cine. De ambos modos, la novela es un top cinco del escritor y la película una de las mejores de la cinematografía de Stanley.

A Kubrick se le presentó la idea de dirigir el film en 1977, poco antes que el escritor publicase su novela, siendo la Warner Bros quien le pasó las pruebas de imprenta. El director estaba obsesionado con hacer una película de terror porque era un tema que todavía no había tocado en su filmografía y quería intentarlo con esta novela, siempre y cuando le dejaran cambiarla a su antojo, algo que permitió la famosa productora al tener los derechos cinematográficos de la misma.

Aunque hay muchas diferencias que simplemente son detalles y podrían ser imperceptibles a simple vista (como el cambio de habitación de 217 de la novela a la 237, porque esa habitación no existe en los hoteles para que ninguno tras el visionado desechara alojarse en ese número, o el cambio del jardín con animales a hacer un laberinto, mucho más sencillo de plasmar), lo que menos gustó al escritor es que se cargasen su final donde Jack se sacrifica haciendo explotar la caldera del hotel y existe un epílogo donde madre e hijo están a salvo contando lo ocurrido a la policía que no da crédito a su versión al no encontrar el cuerpo de Jack y no encajar ciertas cosas con las evidencias, lo que nos hace pensar que toda la historia puede ser una tapadera y que Wendy se ha cargado a su marido que se ha convertido en un monstruo por el alcohol y los malos tratos, mirando por su futuro y el de su hijo. 

Kubrick también hace explotar la caldera, de otro modo y con Jack vivo y coleando, que persigue a su familia por las afueras del hotel hasta que desiste de sus ansias de muerte al acabar con los espíritus y muere por una especie de colapso cerebral.

Pese a ello, como pueden ver, los críticos de hoy en día la catalogan como la mejor película de miedo de todos los tiempos, siendo un icono en este género. 

LA MUERTE EN EL FILM REALMENTE PRODUCE RISA

5. ACORRALADO (1982)

David Morrell es un escritor canadiense que saltó a la fama diez años después de escribir su mejor obra "First Blood" (1972). En ella se nos contaba la vida de un veterano de guerra a su vuelta a Estados Unidos donde, en vez de ser tratado como un héroe se va dando cuenta que es un inadaptado y que nadie le quiere allí donde vaya.

Pronto nos damos cuenta que en el lugar donde se encuentra actualmente de paso, las cosas solo pueden ir a peor y después de unos altercados no buscados con la policía, que ya le tiene fichado desde su llegada acusándole de vagabundo, reacciona al no querer pisar la cárcel, ya que ésta le trae malos recuerdos de cuando fue prisionero de guerra.

Por ello escapa y se va a las montañas con el fin de alejarse de allí, pero los agentes de la ley no van a permitir tal infamia y montan un dispositivo especial para capturarle, haciendo sacar los instintos más primitivos de supervivencia de nuestro protagonista.

La novela fue presentada a varias productoras de cine, adaptándola debidamente para que éstas la llevasen a la gran pantalla, pero nadie se interesó por ella hasta que cayó en manos de un Sylvester Stallone que para entonces ya había triunfado con la trilogía de Rocky y quiso que el proyecto saliese adelante.

Morrell parece que se inspiró en el personaje de John Rambo en James Gordon, más conocido como "Bo Gritz" un miembro de las fuerzas especiales que sirvió en Vietnam con altas condecoraciones y con más de 400 muertes a sus espaldas. Como Bo no estaba muy cuerdo a su vuelta a Estados Unidos, al escritor le pareció bien que en el libro tras perpetrar toda su venganza, se suicidara al no poder llevar ese tipo de vida, de hecho el director rodó dicha escena. Sin embargo a Stallone no le pareció un digno final porque, si el film funcionaba, podía hacer de aquello una franquicia, como así fue posteriormente, así que en la película se entrega a la policía tras una charla con el Coronel Trautman, hombre al que sirvió y al que respeta.

Por entonces Bo hizo algo muy loco, pidió a Ronald Reagan gente para rescatar a viejos patriotas capturados por comunistas en misiones secretas. Cuando el presidente se negó, Clint Eastwood y William Shatner pusieron dinero para la causa, y aunque Gritz no encontró a nadie que salvar en su aventura, les regaló la historia para Rambo II en 1985.

Ahí no acabó la cosa, pese al fracaso del rescate de viejos patriotas, su obsesión le hizo participar en una lucha en la mina abandonada de Sandy Valley (Nevada) contra topas del ejército ruso, con muyahidines afganos en 1986... dando otra trama para Rambo III en el 88. 

Bo posteriormente lideró un partido de extrema derecha junto a gente poderosa del Ku klux kan, que se presentó a las elecciones generales de EE.UU. bajo el eslogan de God, Guns and Gritz (Dios, pistolas y Gritz), para después retirarse a vivir tranquilamente a un rancho y dejar de tocar las narices.... gracias a dios... y ¡hasta en eso le copió Rambo!

6. STAR WARS: EL RETORNO DEL JEDI (1983)

George Lucas tuvo un verdadero quebradero de cabeza para finalizar su ansiada trilogía y eso que no estuvo en la dirección ni de la segunda ni de la tercera película. Hubo muchas dudas de como cerrar el círculo, porque en ese momento no pensaba que la idea diera para mucho más y lo importante era seguir facturando.

Las primeras ideas fueron mucho más sombrías, comenzando con el título del film que en un principio iba a ser "La venganza de los Jedi", si bien, después se dio cuenta que la palabra venganza nunca debía de estar en el código idílico de los Jedi y decidió cambiarlo.

Otra idea era matar a mitad de la película a alguno de los personajes principales, siendo el más factible para este hecho Han Solo, el antihéroe por excelencia se sacrificaría para que sus amigos posteriormente pudieran tener un final feliz. Esta idea se desechó cuando la trama fue encaminada a los Ewoks, una tribu de diminutos seres peludos creados exclusivamente para facturar en el merchandising.

¿Y quiénes comprarían este tipo de merchandising? los niños, por ende, sería contraproducente matar a uno de los héroes a mitad de la película porque supondría un trauma para ellos y mucho dinero perdido no sólo en el largometraje, sino también en las posteriores ventas de productos. Y gracias a esa decisión pudimos ver la tercera trilogía protagonizada por Ren Solo, hijo de Han y Leia.

Y para rematar, el final iba a ser parecido al que nos vendieron, pero con sutiles diferencias, en el fragor de la batalla entre Luke y Darth Vader, el primero le cortaba una mano, produciéndose de nuevo una venganza de un Jedi y se suprimió del guion y luego, tras vencerle en combate, sería sometido por Palpatine a negarse a acabar con él y sería Darth Vader el que se arrojaría a un pozo de lava llevándose consigo al malvado emperador, pero nos hubieran quitado con ella la emotiva escena de despedida entre padre e hijo.

La última fumada que se le pasó por la cabeza a George Lucas fue revivir gracias al poder de la fuerza a Obi-Wan, Yoda y Anakin, dando un final super happy a la trilogía y más infantil si cabe en consonancia a las dos anteriores, gracias a dios, lo dejaron con esa sencilla imagen de los tres en forma de espectros apoyando al protagonista.

¿ADIÓS A ESTE MOMENTO TAN EMOTIVO?

7. PRETTY WOMAN (1990)

Julia Roberts declinó en principio rodar este largometraje porque no le gustaba para nada el final que le daban a su protagonista al que llegó a definir como: "una historia realmente oscura, deprimente, horrible, terrible sobre dos personas espantosas". De hecho, éste no fue cambiado hasta que Disney se hizo con los derechos del film y convinieron que éste no era apto para su público, convirtiéndose en algo más idílico.

La trama es de todos conocida, Edward Lewis, un atractivo multimillonario que suele viajar por negocios a Los Angeles que acaba de romper con su pareja, pero sus socios le piden encarecidamente que vaya a la próxima reunión con una mujer porque ayudaría mucho para cerrar el negocio.

Es por ello que alquila a una prostituta de allí, Vivian Ward, sacándola de las calles y haciéndola un contrato bien remunerado para que en las negociaciones figure como su pareja. Ella se siente agasajada por la vida de lujo, pero con lo que no contaban ambos es que finalmente se iban a enamorar uno del otro.

En la película parece que todo va a acabar de mala manera, pero al final el multimillonario se da cuenta que ella es la mujer de su vida y lleva la limusina a su modesto aparcamiento, pidiéndole con un ramo de flores consolidar realmente su relación.

Como podéis imaginar, el guion original acababa tirando a Vivian de un coche en un callejón abandonado, arrojándola el dinero prometido encima. Ella se da cuenta que toda esa historia simplemente ha sido un cuento de hadas y tiene que volver a su antiguo trabajo, dejándola un trauma de por vida y dejando claro que la diferencia de clases sigue siendo un hándicap casi insalvable en Estados Unidos.

8. TERMINATOR 2: EL JUICIO FINAL (1991)

Para James Cameron, la idea de hacer una segunda película de Terminator le parecía bien, pero dejando un final conclusivo y evitando el resto de largometrajes con los que proseguía la saga, lo cual, para muchos hubiera sido una gran idea viendo todo lo que ha sucedido después.

El director grabó los dos finales, el que todos conocemos y su contraparte, que en su cabeza era la idea original. En el primero vemos como el propio T-800 interpretado por Schwarzenegger metiéndose de motu propio en una cuba de acero fundido en la que ha terminado previamente el enemigo T-1000. 

Lo hace porque tiene un chip implantado de Skynet y no quiere ser él quien propicie la hecatombe del futuro donde las máquinas se impone al hombre. Luego vemos a Sarah Connor con su hijo, conduciendo y preguntándose qué pasará en el futuro.

En el final alternativo que proponía Cameron veíamos un futuro con una Sarah Connor envejecida, viendo como John, que es senador norteamericano de 2029, juega en el parque con sus nietos, haciendo ver que el futuro ha cambiado y no hay rastro de ese apocalipsis, cerrando por fin el círculo.

En ambos finales está la idea de: "si una máquina, un Terminator, puede aprender el valor de la vida humana, tal vez nosotros podamos también". Sin embargo en el final original la llevaba a cabo y en el que vimos deja abierta la duda de si será así o no.

Lo que si pudimos comprobar es que desde que Cameron se alejó de la franquicia de Terminator, salvo la tercera parte que tiene un pase, es todo un sinsentido y una destrucción total donde las máquinas (esta vez refiriéndome a las de contar billetes en el Hollywood cinematográfico), han podido con los humanos (en este caso los espectadores) que han tenido que sufrir el deterioro de un par de icónicas películas convertidas en una mala saga.

9. JURASSIC PARK (1993)

Basada en la novela del escritor Michael Crichton en el que en un parque de diversiones con dinosaurios reales creados a partir de la ciencia, ocurre una catástrofe provocada intencionadamente y muchos de ellos quedan en libertad sembrando el caos por donde pisan.

En esta vuelta a los orígenes primigenios de la Tierra, metiendo en la ecuación al ser humano presente, se encuentran involucrados el paleontólogo Alan Grant, su pareja, la paleobotánica Ellie Sattler, el matemático Ian Malcolm y los nietos del dueño del parque, Tim y su hermana mayor Lex.

En el momento del clímax, luchan por salir con vida de una isla infestada de dinosaurios depredadores que se han hecho con el control del parque. El último escollo son unos velocirraptores con hambre que se lo hacen pasar mal a parte de los protagonistas antes de reunirse de nuevo y salvar sus vidas. Esto no hubiera sido posible si un Tyrannosaurus Rex ataca a estos animales cazadores, lo que permite al grupo escapar. Un final parecido, que no igual, al del libro...

Sin embargo, la idea inicial que pudimos ver gracias a que salieron a la luz unos storyboards de la película es que al final no iban a ser perseguidos por los velocirraptores, si no directamente por el Tyrannosaurus Rex en una persecución frenética por buena parte de la isla. Finalmente serían rescatados en el último instante por un helicóptero. 

Ambos finales ponen los pelos de punta y enaltecen el largometraje, pero viendo las secuelas posteriores de la saga, el hecho de ser el enemigo final el más poderoso o temido de los dinosaurios, se termina volviendo un cliché  y me gustó que unos depredadores de menor tamaños, no exentos de inteligencia, letalidad y rapidez sean los que pongan en verdaderos problemas a los protagonistas.

Quizás sin este final, en la segunda trilogía de Jurassic World, estos dinosaurios no fueran tan icónicos e importantes si no fueran por su presencia en la primera película de la saga.

10. EL REY LEÓN (1994)

Algo bien tuvo que hacer Disney para que las películas de dibujos animados figurasen entre las más taquilleras de la historia en los años noventa. En el primer escalafón de todos estuvo "El rey león" que en su día recaudó las escalofriante cifra mundial de 770 millones de dólares (ahora el top 10 de esta lista superan los mil millones, pero por aquel entonces ninguna había llegado cerca de esos números).

En su día ya hablamos que Disney se apropio indebidamente de unos dibujos de baja calidad asiáticos inspirados en un joven león blanco del que copiaron la historia e incluso muchas tomas, pero les salió muy bien la jugada.

En esta ocasión el tema principal no va de Simba, ni de la trágica muerte de Mufasa que provocó más de un trauma a muchos niños, si no del malvado Scar, cuyo dibujo se inspiró en los gestos y cara del actor Jeremy Irons.

La idea original del largometraje es que el malvado tío del protagonista muriese en las llamas que consumen su reino, acabando de golpe con todo lo que representaba su maldad. ¿Muerte cruel? seguramente, pero quizás menos terrible que ser devorado por sus propios secuaces, las hienas, que aprovechan su momento más débil para acabar con él después de despreciarlos durante todo el film.

Obviamente, algo tan explícito no se lo iban a mostrar a los más jóvenes, aunque previamente viéramos la brutal muerte del padre del protagonista a manos de su malvado hermano, por ello, se decantaron por mostrar las sombras en ese momento tan bestial, siendo aún así uno de los momentos más oscuros de la productora (recordar también que en la misma película hay otra, insinuando violaciones de Scar a Nala). Por ello pienso que, haber insinuado que perece en las llamas, igual era menos cruel que imaginar realmente lo que le estaban haciendo las malévolas hienas.

11. SE7EN: LOS SIETE PECADOS CAPITALES (1995)

Para no dar lugar a equívocos ya os adelanto que el final que vemos en la gran pantalla es en realidad el que aparecía en el borrador original, aunque Andrew Kevin Walker había escrito hasta diez finales diferentes, y el que firmaron tanto los actores como el director a la hora de rodar la película.Pero el productor Arnold Copelson tuvo que reescribirlo porque los ejecutivos de la productora creyeron que era un final demasiado crudo para que los espectadores pudieran asimilarlo. En su guión, John Doe secuestraba a Tracy y Somerset y Mills corrían detrás de él para intentar salvarla la vida dejando un final abierto a la imaginación de los televidentes. 

Tras leerlo tanto el propio David Fincher como Brad Pitt encabezando la opinión de varios actores se negaron a filmarlo e incluso a continuar la película si éste no se cambiaba por el original.

Al final New Line Cinema aceptó la petición de los trabajadores, pero impuso un breve epílogo interpretado por Somerset después de lo ocurrido para bajar un poco la tensión del espectador tras ver por primera vez esa escena final tan impactante.

Este no fue el único final que barajaron para la película y, del que vamos a hablar, al final si se grabó y está entre los extras del Blu-Ray. 

En él Somerset sabiendo lo que va a ocurrir, se adelanta a su compañero Mills y mata con su pistola a Doe. Mills pregunta a su compañero porqué lo ha hecho y William responde: "Total, hoy era mi último día de servicio...". Una forma de sacrificarse por su compañero que después de todo lo sufrido cree que no es necesario sumarle a ello toda una vida en la cárcel y decide ser él el encargado de llevar esa penitencia.

De este final se incluye en el Dvd una storyboard con los dibujos de la escena.

12. TITANIC (1997)

En otras ocasiones el cambio en el final es mínimo, ni tan siquiera modifica un ápice la trama, ocurriendo todo según lo previsto, pero obviamente en este caso se debía hacer y mejora el film.

Situémonos en el final de Titanic, después de conocer toda la historia de Jack y Rose y su breve romance (porque ella no le dejó subir a ese pedazo de tablón donde cabía ambos perfectamente... y lo sabes). La Rose anciana y narradora del largometraje, se encuentra en el barco y decide tirar el collar del Corazón del Mar al fondo del océano.

En esa escena se encuentran Brock Lovett, cazador de tesoros que está en el barco buscando pistas sobre dicha joya y desea que Rose le cuente lo que pasó con ella y Lizzy Calvert, la nieta de Rose y la que ha llevado a la misma a un barco 74 años después.

Rose desvela por fin que la joya está en su posesión y está decidida a lanzarla por la borda y que se pierda con los restos del naufragio para siempre y Brock estupefacto le intenta convencer para que no lo haga y se la dé a él. Finalmente la anciana lo arroja y se producía una escena que no pretendía ser cómica donde Lovett reacciona a dicha situación con una extraña y sorprendente risa o alarido que hubiera dejado estupefacto al espectador.

El propio actor, Bill Paxton, agradece que finalmente se suprimiese dicha escena ya que reconoció en cierta entrevista que la misma parecía algo que realmente no era: "debí inyectarme heroína para que la escena funcionara mejor". Seguramente hubiera quedado como un simple gag recordado por todos, que no hubiera trastocado el gran éxito consolidado con once Oscars.

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