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24 agosto 2022

ENTRESIJOS DE LA PELÍCULA "SEVEN"

Hace unos meses os hable del ORIGEN DE LOS PECADOS CAPITALES y puse como ilustración el momento del clímax de este largometraje con David Mills interpretado por Brad Pitt apunta John Doe (Kevin Spacey) con la pistola, momentos antes de ser el encargado de cerrar la obra de dicho psicópata.

Os voy a ser sincero, rehúso ver películas oscuras o de miedo simplemente porque no me encuentro cómo al hacerlo y esquivé este film hasta que nos la empezaron a poner a cachos en el autobús de vuelta a casa de la Universidad. Ya viendo la escena del primer crimen, seguía pensando lo mismo ¿en verdad quiero ver esto? aunque siendo sinceros no tenía más remedio, era eso o leer y es lo que menos te apetecía después de una jornada de clases.

Cuando la terminamos, me obsesioné con ella de tal forma que incluso hoy en días es una de las historias más impactantes que he visto en la gran pantalla y de mis favoritas muy por delante de muchas clásicas o de grandes éxitos del cine. Quería devorar más películas policiacas, ese género de thriller psicológico que no ves venir con sus giros insospechados, e inconsciente de mí, hasta me encantó en su día "Resurrección" (1999) protagonizada por Christopher Lambert porque, aunque está a años luz, tenía un fuerte tufillo a Seven que tiraba para atrás, como tantas otras que incluso en España han sabido plasmar perfectamente  con títulos como "La isla mínima" (2014) o "Que Dios nos perdone" (2016), que en mayor o menor medida, tiene ese tufillo de thriller de investigación en una trama que va a más y que no huele bien, de alguna manera sabes que puedes esperar un final para el que no estés preparado y en el que te sigas haciendo ciertas preguntas, muy de David Fincher.

Así que, si ya me quedé con ganas o al menos con dudas hace unos meses de realizar este post, permitidme que me pegue un capricho y ahonde en una película de autor que marcó un antes y un después en ese tipo de género.

1. ¿CÓMO SE GESTÓ LA PELÍCULA?

UNA MALA ÉPOCA DE ANDREW...
Si os digo que entre la filmografía de este director se encuentran títulos como "The Game" (1997), "El club de la lucha" (1999), "La habitación del pánico" (2002), "Zodiac" (2007), "Millenium: los hombre que no amaban a las mujeres" (remake EE.UU. 2011), "Perdida" (2014) o series como "House of Cards" (2013-2018) o "Mindhunter" (2017), damos por hecho que gran parte de la historia se hizo bajo su supervisión...

Pero no, David Fincher solo fue el encargado de trasladar el guión de Andrew Kevin Walker, un entonces hombre frustrado que escribió este relato para combatir una profunda depresión, a este largometraje. En realidad no tenía todas consigo de poder venderla a cualquier productora, aunque al menos fue un clavo a donde agarrarse en momentos malos y una manera de evadir los males o enfrentar sus problemas según se mire.

New line Cinema compró finalmente los derechos para realizar una película y pensaron al menos en dos directores antes de Fincher que en esos momentos sólo había dirigido para la gran pantalla "Alien 3" (1992). Guillermo del Toro que rechazó la propuesta porque estaba metido de lleno en el proyecto de "Mimic" (1997), tras hacerse famoso con "Cronos" en 1993 y "no le gusta involucrarse en guiones que muestran el lado oscuro del mundo". David Cronenberg con una dilatada carrera como director en ese momento pero sin ningún gran éxito, quizás por culpa de su ojo ya que rechazó la película al no llamarle la atención el guión. Sinceramente, creo que los dos en ese momento hubieran estropeado el largometraje algo que supo guiar Fincher, que en ese momento pensaba en dejar su profesión como director tras el varapalo del film del xenomorfo y aquel guión le hizo cambiar de opinión.

A David le sorprendió el tono tan oscuro que adquiere la trama y Walker siempre dice que eso es debido a lo mal que veía su vida en ese momento, cuando le tocó vivir en Nueva York: "No me gustó mi estancia en esa ciudad , pero es verdad que si no hubiese vivido allí probablemente no habría escrito Seven". Quizás por ello, es curioso que el guionista hiciera un cameo en el film siendo la primera víctima que aparece que sirve de introducción al personaje de Somerset antes de enfrentarse al asesino en serie John Doe.

Walker apenas ha tenido repercusión tras Seven, si bien ha dejado un par de películas palomiteras que la gente de los noventa recordará , ambas rodadas en 1999: "Sleepy Hollow" y "8mm" que junto a "Tesis" de Amenábar, nos hizo preguntar a más de uno si de verdad existían las "snuff movies" (películas reales donde matan a una persona en directo) en la vida real moviéndose por el mercado negro y que existe el rumor que ayudó a rematar el guión de "El club de la lucha", aunque no quiso aparecer en los créditos. 

2. ¿Y SI LOS ACTORES HUBIESEN SIDO OTROS?

¿SOMERSET BLANCO Y MILLS NEGRO?
Morgan Freeman y Brad Pitt no fueron las primeras opciones para interpretar a William R. Somerset y David Mills respectivamente y curiosamente estos papeles no estaban encasillados a un color de piel o a una edad determinada, más bien a una forma de ser:

Somerset representa una idiosincrasia parecida a la del asesino John Doe, ambos son metódicos, cultos e incomprendidos por sus compañeros o en general por la sociedad, la diferencia es que uno abraza el caos en el que vive cogiendo el camino criminal y el otro intenta poner orden dentro de dicho caos. Es el que mejor comprende al asesino por ello, el que se da cuenta que el modus operandi del asesino está basado en los pecados capitales, que le gusta recoger detalles de libros basados con esa temática y que, incluso en la escena final entiende que pretende hacer Doe y previene a su compañero. De algún modo representa la lógica, la pausa, el ver las cosas desde otro punto de vista que nadie consigue ver y la veteranía.

Mills es justo lo contrario que su compañero, le gusta la acción, es muy impulsivo, no quiere esperar y piensa que  su forma de hacer las cosas es la correcta y por eso ha ascendido tan rápido. No es de los que se pare a pensar o meditar y pudiendo ir recto ni se plantea coger curvas, por eso en un primer instante choca directamente con su compañero hasta que una cena preparada por su mujer en casa los termina uniendo y comprendiendo que uno necesita al otro para resolver el caso.

En un principio Somerset estaba pensado para Al Pacino (productores) o William Hurt (Fincher), el primero declinó la propuesta porque ya estaba en el proyecto de "City Hall" (La sombra de la corrupción, 1996) y el segundo porque pensó que eran más interesantes otros proyectos. Al final Fincher pensó en Morgan Freeman aunque creía que directamente lo rechazaría amablemente al no ser comercial ni poder darle un sueldo acorde a otros papeles que había interpretado, sin embargo el actor fue el primero tras leer el guión en querer unirse para la causa. Como curiosidad, el hijo de Morgan, Alfonso Freeman vuelve a hacer un cameo en una película de su padre tras aparecer el año anterior en "Cadena perpetua", en esta ocasión hace el rol de técnico de huellas digitales que ayuda a la pareja protagonista.

Para encarnar a Mills se consideró a Denzell Washington que rechazó el papel al considerar que "la película era demasiado oscura", al igual que Sylvester Stallone que no  se veía capacitado para meterse en un papel de ese tipo que podría, si saliese mal, arruinar su carrera, sin embargo Brad Pitt vio una oportunidad para salir de papeles encasillados de guaperas que adquirió desde "Leyendas de pasión", había otros dos actores en la recamara para este papel Kevin Costner y  Nicolas Cage. A posteriori los cuatro actores se sintieron idiotas al no haber dado prioridad a dichos papeles.

El de John Doe fue mucho más curioso y complejo de elegir, durante tres cuartas partes de la película lo importante es su obra, no su rostro (haciendo honor a su nombre "Juan Nadie", que en EE.UU. recibían los huérfanos sin nombre o sirve para hacer una alusión a personajes irrelevantes).

Los nombres elegidos para dicho papel eran Val Kilmer que enseguida se descartó y el cantante de R.E.M, Michael Stipe que finalmente cuando era el favorito para interpretarlo tuvo que rehusarlo porque su discográfica le obligó a hacer la gira completa con el grupo y eso le impedía tener día para poder grabar. Kevin Spacey aceptó el personaje dos días antes de empezar la grabación del film y quedó con el director en no aparecer en los créditos o en el trailer, haciendo mucho más inquietante, inesperada y sorpresiva su aparición en la gran pantallas. También hizo una apuesta  con Fincher: "¿Y si me rapo la cabeza para parecer más rudo?", a lo que el director respondió: "Me parece muy bien, si lo haces, yo haré lo mismo" y ambos se afeitaron durante el resto del largometraje.

Para el papel de Tracy, la mujer de Mills, audicionaron interpretes de la talla de Robin Wright o Christina Applegate, pero el director quería que ese papel fuese interpretado por Gwyneth Paltrow después de verla en la serie "Flesh and Bone". Ella no estaba interesada en el proyecto pero David tiró de Brad Pitt, su pareja también en aquel entonces, para que la convenciese. 

3. LA PERFECCIÓN POR LOS DETALLES DEL DIRECTOR

SUS PELIS, CUIDADAS AL DETALLE
David Fincher es un enfermo de los detalles, esos que ningún espectador de las películas percibe en un primer visionado o si lo hace, por muy ojo avizor que sea, sólo encuentra en una décima parte de todos los que hay incrustados en el largometraje.

La película ya llama la atención desde la introducción, calificada  por la prestigiosa revista "New York Times Magazine" como una de las innovaciones más importantes en el diseño de presentar los créditos iniciales de una película. Kyle Cooper creador de esta parte y reconocido hoy en día por este tipo de trabajos (la primera trilogía de Spiderman, las películas de Sherlock Holmes de Guy Ritchie o la intro de Marvel en sus películas y series) lo hizo totalmente por medio técnicas artesanales y editoriales representar el ambiente que nos íbamos a encontrar durante el largometraje, una alegoría del trabajo de John Doe: desagradable, tétrico, muy meticuloso, capaz de planear todo durante años y con las letras de los créditos poco elaboradas y carentes de armonía produciéndonos visualmente tensión al no percibir el orden natural de las mismas (el cerebro del asesino, pese a ser extremadamente inteligente, es el de una persona que ha perdido completamente el juicio). Muy visual y, sin saberlo, nos está describiendo al asesino que conoceremos en la última parte de la película.

El contrapunto de los dos protagonistas y su manera de ser nos lo resume con objetos: Somerset tiene en su casa un ajedrez empezado (ya sabemos que es una persona inteligente), tiene ordenadas peculiarmente sus cosas policiacas (es meticuloso), pero no se ve como coge la pistola (luego nos dicen que nunca ha tenido que disparar pese a estar a una semana de la jubilación) y aunque usa una navaja, tanto este objeto como un metrónomo le sirven para concentrarse o tranquilizarse (vive en un caso del que necesita salir de vez en cuando). A Mills se nos presenta como una persona informal por la manera de vestir su traje (una persona impulsiva), lleva corbatas deportivas (con un punto infantil) y la manera de pedir cafés o contestar a Somerset nos hace ver que le gusta sentirse una persona importante (odia ser ninguneado o que se sienta el de al lado superior a él).

Arthur Max, el decorador del largometraje tuvo trabajo extra por parte del director, ya que tenía claro que el ambiente del largometraje tenía que recordar a los que se presentan en films como "Mi pasado mi condena" (1971) o "Malicia" (1973), así que tuvo que ver esa clase de películas varias veces y convencer al director que la decoración elegida evocaba a las que aparecían en esa lista. Según Max se pretendía "crear un escenario que refleja el decaimiento moral de sus habitantes. Todo se está cayendo a pedazos y nada está funcionando adecuadamente".

Los encargados de la iluminación también tuvieron muchísimo más trabajo que en cualquier otro film. El juego de las luces durante todo el largometraje nos sirve para darnos cuenta en dónde estamos y qué está pasando. Cada crimen tiene un punto más de luz que el anterior, siendo el primero en una solemne oscuridad y el último en una luz cegadora en pleno desierto (cuanta más luz haya, más cerca se está de la conclusión), pese a ello el final no deja de ser agobiante para el espectador en un desierto con múltiples tendidos de luz verticales que hace que nuestra mirada se siga sintiendo incómoda. Otro de los juegos de luces tienen que ver con los sitios seguros y los que no lo son, la policía o la casa de los Mills tienen buena iluminación independientemente que sea de noche, los lugares de los crímenes donde el asesino ha pasado más tiempo o su propio hogar, son mucho más oscuros. Y, por supuesto, también sirve para dotar al film de una estética neo-noir típica de las películas de novelas negras en las décadas de los cuarenta y cincuenta donde todavía no imperaba el color.

El apartamento de los Mills tiene ciertas peculiaridades, en el largometraje el joven detective nos explica que le timaron porque quien le vendió la casa lo hizo en un momento breve donde no pasaba el metro y, que cada vez que pasa alguno, la casa comienza a temblar. Fincher ideó un sistema para que el habitáculo temblase sin avisar a los protagonistas que, si bien sabían lo que iba a pasar, desconocían el momento exacto lo que hace más real sus gestos. El número del apartamento es el 5A, siendo el quinto pecado mortal la ira que será el final de la obra y el que cometa el propio Mills y, como es un sitio seguro, se muestra muy iluminado a diferencia del apartamento de John Doe oscuro y poco iluminado con bombillas rojas (sensación de tenebroso e inquietante).

El actor Bob Mack fue el encargado de dar vida al damnificado por el pecado de la gula. David quería demostrar al espectador lo asqueroso que era el ambiente en la escena del crimen y no dudó en verter siete cajas de cucarachas sobre su cuerpo, tapándole previamente los orificios de los oídos y de la nariz para que no introdujeran en su cuerpo. Lo que no pensaron, o no quisieron hacer para darle más realismo es que la víctima está en paños menores y los animalitos no dudaron en meterse entre sus calzoncillos y camiseta interior, mientras el interprete debió permanecer completamente inmóvil al estar muerto. En el guión se mostraba una autopsia completa del primer crimen pero tras grabarla comprobaron que en la vida real habrían cometido varios fallos en el procedimiento y no dudaron en extraerla del film aunque visualmente fuese espectacular para el público.

Gene Borkan hace el papel del abogado Eli Gould, víctima de la avaricia, estaba atado en ropa interior y vertieron sobre el siete litros y medio de sangre falsa, ya que es obligado por John Doe a cercenar su cuerpo como se puede leer en "El mercader de Venecia" de William Shakespeare. La sangre falsa era tan espesa y el actor estuvo tanto rato atado inmóvil y de rodillas que éstas se pegaron a la sangre y a la alfombra, teniendo que hacer maravillas para poderle despegar después de rodar.

Michael Reid MacKay fue el elegido para interpretar a Víctor, la víctima de la pereza. Fincher quería a un hombre extremadamente delgado que diera hasta grima de ver y MacKay se presentó a la audición con solamente 96 libras (43,5 kilos de peso, para sus 1,65 metros), medio en broma el director le vaciló si podía perder más peso a sabiendas que estaba extremadamente delgado y el actor bajo hasta las 90 libras (40 kilos) para el rodaje, tras ello le tuvieron que maquillar durante 14 horas  simplemente para aparecer en la escena de su crimen.

En la escena donde los protagonistas descubren a Víctor, podemos ver como el propio Kevin Spacey se hace pasar por un fotógrafo de prensa que le hace una instantánea a Mills, motivo por el cual se enfurece y le echa de la escena del crimen. Cuando investigan la casa del asesino, tienen un encontronazo con él que acaba en una persecución de Mills y con el asesino perdonándole la vida pero en ningún momento podemos saber con exactitud quien es el verdugo. Momentos antes, al registrar el apartamento Somerset se queda anonadado con la cantidad de diarios que ha escrito para llevar a cabo su obra, llegando a decir que necesitaría a cincuenta hombres leyendo durante seis meses para leer todo aquello... En el film se nos muestran páginas escritas de esos diarios e incluso Freeman tiene que leer algún pasaje de ellos. El director del departamento de arte y una persona de una empresa especializada fueron sus dos únicos creadores de seis de todos los libros que se muestran y en ellos introdujeron manualmente a petición del director: fotografías reales inquietantes de ver, detalles oscuros, notas reales de suicidio y textos encontrados tras un profundo método de investigación escritos por personas perturbadas que podían de alguna forma relacionarse con  la manera de ser de John Doe, sólo este detalle costó 15.000 dólares al largometraje.

Leland Orser, que hace el papel de la persona obligada a destruir sexualmente con un artefacto dotado de cuchillas a la prostituta víctima del crimen de la lujuria, es interrogado en el cuartel de policía, teniendo que mostrar estar sobrepasado por lo que acaba de ocurrir. El actor no durmió durante varios días y antes de rodar hiperventiló para tener su cuerpo saturado de oxígeno y aparecer en pantalla como una persona desorientada, empavorecida y con un evidente ataque de ansiedad. Para el crimen de la lujuria mandaron a los encargados de sonido componer un tema que dura poco menos de sesenta segundos que evocase a este pecado.

La escena del coche en la que los tres protagonistas van hacia el desierto, también nos demuestra la forma de ser de cada uno: Somerset conduce y mira por el espejo retrovisor a John Doe cada vez que habla (lo que nos demuestra una vez más que el agente y el asesino son las dos caras de una misma moneda, misma forma de ser pero han elegido diferentes caminos; incluso si ambos aparecen en el mismo plano se le ve siempre cara a cara como elementos opuestos), a Mills que va de copiloto se le enfoca siempre desde el otro lado de la reja que separa el coche de los asientos traseros donde va el detenido (ese Mills enrejado nos simboliza que él es la próxima víctima pero no la va a ver venir y por ello su futuro pasará por prisión) y Doe en todo momento intenta enfurecer a Mills mientras muestra miradas cómplices con Somerset (como haciéndole ver que ya que le entiende también se dé cuenta que uno de los dos pecados que faltan en ese momento es la ira y su compañero la está mostrando)

Uno de los falsos mitos que lleva consigo la película es que se puede ver la cabeza de Tracy dentro de la caja de cartón que abre Somerset, esto es falso por abarca dos razones: la primera es que David pensó que los espectadores tendrían más tensión y miedo por algo que imaginan pero que no ven que por una imagen explícita enseñándola y la segunda es que si que meten una imagen subliminal de Gwyneth Paltrow que dura dos frames de los veinticuatro que se ven por segundo cuando Mills se da cuenta de la situación e "instintivamente" piensa en su esposa, pero obviamente no en su cabeza cercenada.

4. JOHN DOE Y SU OBRA

"VIENE LA VENGANZA DAVID, LLEGA LA IRA"
“Vemos pecados en todas partes, vemos pecados en las calles y en las casa, y los toleramos. Pues yo digo: ¡ya no más!. Si quieres que la gente te escuche, no puedes limitarte a darles una palmadita en el hombro, hay que usar un mazo de hierro, sólo entonces se consigue una atención absoluta".

Así resume el propio John Doe el motivo de su obra, castigando de por si a siete personas culpables a las que no se les puede perdonar porque quebrantar los pecados capitales.

Para entender mejor debemos remontarnos al punto uno de este post. El guionista Andrew Kevin Walker sufría una depresión en un momento en el que vivía durante un corto periodo de tiempo en Nueva York. Esta ciudad es el arquetipo de lugar donde las personas sólo tienen ojos para sí mismas y en ocasiones nos han mostrado que pese haber superpoblación en las calles, si una persona muriese en pleno día a vista de todos, la gente ni se inmutaría o percibiría el cadáver, lo esquivaría y seguiría andando a lo suyo. Quizás Walker sintió el mal de la ciudad en su autoestima y por ello lo refleja, sin que se nombre en ningún momento la misma, tanto en Somerset , John Doe e incluso en Tracy Mills que no se siente a gusto viviendo allí, por contra alguien como David Mills, seguro de sí mismo, con ganas de crecer en su profesión y algo alejado de la sociedad no lo nota, porque es parte del mal de esa ciudad.

Doe quiere erradicar esos males sociales que todos ven y aunque les perjudiquen tragan con ello y por ello decide traer los castigos empleados en la Edad Media (se basa en libros como la Divina comedia o El mercader de Venecia) a esos pecadores impunes, porque de hecho, sus siete víctimas no son precisamente almas de la caridad.

El primer caso que se encuentran es el de la GULA, pero no por ello la primera víctima. Por ello un obeso mordido es obligado a comer sin parar durante doce horas la misma comida hasta que su estomago se harta y termina matándolo al explotar.

La víctima de la AVARICIA es un abogado defensor de criminales, al que no le importa que su riqueza esté manchada dejando en libertad a personas que han cometido delitos y no los están cumpliendo gracias a su trabajo. Para hacer frente a sus pagos y no tener dinero, en el Mercader de Venecia se le obliga al penitente a cortarse una libra de su propio cuerpo y dársela al perjudicado con sus actos, el abogado muere desangrado tras extraerse a sí mismo de su tripa el equivalente a esa libra de carne.

La PEREZA, es un traficante de drogas y abusador de menores que se gana la vida de manera fácil haciéndosela imposible al resto que tienen la desdicha de conocerle, además no ha pisado la cárcel gracias al abogado de la avaricia. Su pena es ser mantenido vivo con el mínimo de medios posible y sin dejarle levantarse en ningún momento de la cama durante más de un año.

La LUJURIA está representada por una prostituta de lujo que no duda en vender su cuerpo sin límites para seguir adelante con su vida. Su condena es obligar a un pobre hombre a penetrarla con un artefacto con cuchillas que irán destripándola desde su interior.

La SOBERBIA se refleja en una top model que mira por encima del hombro al resto de la sociedad al no ser tan guapa como ella ni poseer su standing. Su penitencia, tras desfigurarla de por vida la cara, es darle a elegir o vivir con ese aspecto haciendo una llamada que le salvará la vida o tomar unas pastillas para acabar con ella. Incapaz de vivir en esas condiciones decide la segunda opción.

La ENVIDIA es el pecado del propio John Doe, ya que siente que debería haber tenido la misma suerte en la vida que el propio David Mills, estar integrado en la sociedad, vivir al lado de una hermosa mujer con la que ser feliz envejeciendo y poder tener descendencia. Al no poder tener eso mata a la mujer de Mills y con ello al hijo que estaban esperando, cosa que desconocía el propio agente y su pecado se paga con un disparo en la cabeza por parte de éste

La IRA es el pecado del propio Mills que dándose cuenta que ha perdido a su mujer y a su futuro hijo a manos de Doe se tiene que debatir entre meterle entre rejas como dicta su profesión o pegarle un tiro producto de la ira y la frustración de lo que le acaba de arrebatar y, al elegir esta segunda opción, todos damos por hecho que el resto de su vida la pasará entre rejas al haber matado a un sospechoso indefenso y encadenado.

Doe pensaba que al concluir la obra y morir él como producto de la misma, se convertiría en un mártir y sus seguidores continuarían de la misma forma que lo hizo él, erradicando a los pecadores impunes de esta sociedad haciendo con ello un mundo mejor. De hecho en sus últimas tomas con un contrapicado de cámara da la sensación que Fincher quiere que el espectador sienta eso.

5. LOS DOS FINALES ALTERNATIVOS

EL MOMENTO DEL CLÍMAX
Para no dar lugar a equívocos ya os adelanto que el final que vemos en la gran pantalla es en realidad el que aparecía en el borrador original, aunque Andrew Kevin Walker había escrito hasta diez finales diferentes, y el que firmaron tanto los actores como el director a la hora de rodar la película.

Pero el productor Arnold Copelson tuvo que reescribirlo porque los ejecutivos de la productora creyeron que era un final demasiado crudo para que los espectadores pudieran asimilarlo. En su guión, John Doe secuestraba a Tracy y Somerset y Mills corrían detrás de él para intentar salvarla la vida dejando un final abierto a la imaginación de los televidentes. Tras leerlo tanto el propio David Fincher como Brad Pitt encabezando la opinión de varios actores se negaron a filmarlo e incluso a continuar la película si éste no se cambiaba por el original.

Al final New Line Cinema aceptó la petición de los trabajadores, pero impuso un breve epílogo interpretado por Somerset después de lo ocurrido para bajar un poco la tensión del espectador tras ver por primera vez esa escena final tan impactante.

Este no fue el único final que barajaron para la película y, del que vamos a hablar, al final si se grabó y está entre los extras del Blu-Ray. En él Somerset sabiendo lo que va a ocurrir, se adelanta a su compañero Mills y mata con su pistola a Doe. Mills pregunta a su compañero porqué lo ha hecho y William responde: "Total, hoy era mi último día de servicio...". Una forma de sacrificarse por su compañero que después de todo lo sufrido cree que no es necesario sumarle a ello toda una vida en la cárcel y decide ser él el encargado de llevar esa penitencia.

De este final se incluye en el Dvd una storyboard con los dibujos de la escena.

¿Con cuál os quedaríais? Si soy sincero y aunque es muy cruel, dejaría el verdadero final porque es con el que todas las piezas encajan. El de Copelson haría que Doe no pudiera completar su obra quedándose en cinco de los siete pecados capitales y el alternativo, tampoco terminaría de encajar porque el que debería sufrir la ira y cargar su penitencia es Mills y no él.

Además al principio de la historia el joven detective ya advierte que todo aquello tiene visos de acabar mal, adelantando de algún modo lo que le fuera ocurrir.

Me hubiese encantado que Seven contase con un final feliz, ¿a quién no le gustan las películas de final feliz? pero en este caso para que todas las piezas adquieran sentido, no queda otra que cuadrarlas de esa manera.

6. MÁS CURIOSIDADES DE LA PELÍCULA

DETALLE DIARIOS DE JOHN DOE
- En la versión norteamericana, en la española es medio minuto antes, Brad Pitt recibe la llamada del caso que da título al film justamente en el minuto siete y también justo a siete minutos del final Somerset pronuncia la frase de: "Si le matas el habrá ganado". Los dos protagonistas tras encontrarse por primera vez, caminan por una calle en donde todos los portales que se ven empiezan por el número siete, Somerset se va a jubilar en una semana (7 días), el caso dura justamente eso de principio a fin, de lunes a domingo y el paquete lo reciben a las 19:00 (las siete de la tarde)... El número está muy ligado al film apareciendo sibilinamente muchas veces aunque casi siempre pase desapercibido.

- En "El club de la lucha" (1999), el siguiente título de David Fincher, se decidió llamar a los detectives Andrew, Kevin y Walker, en honor al guionista que le había hecho cambiar de opinión sobre: "prefiero padecer cáncer que volver a dirigir una película"

- El presupuesto inicial estaba muy por debajo de lo que realmente costó (33 millones, incluso muy por debajo de las grandes películas de mediados de los noventa), pero los productores tras comprobar los avances  y visionar diferentes escenas, no dudaron en ampliarlo para que algo tan bueno no se estropease por no invertir más. Gracias a ese aumento pudieron entre otras cosas alquilar el helicóptero de la parte final.

- El aspecto oscuro y melancólico de la película no sólo se consiguió con el efecto de las luces en el rodaje, la propia cinta fue tratada con un proceso químico especial llamado "bleach bypass", atenuando o desgastando los colores del film y produciéndonos también esa sensación visual.

- David Fincher tuvo un constipado crónico durante la grabación porque  para que los escenarios tuvieran ese aspecto de oscuro y poco saludable, tenían que ser rociados con una mezcla de agua y aceite que visualmente parecía humedad. Este producto fue el que afectó al director, que no paró de estornudar y sonarse la nariz durante todo el rodaje.

- En la escena de la víctima de la pereza, los actores pensaban que Michael Reid MacKay se estaría quieto ya que estaba muerto. Fincher quiso grabar realmente las reacciones de las personas que se encontraban en la habitación de Víctor al comprobar que éste seguía respirando y les daba con ello un verdadero susto de muerte.

- El propio Brad Pitt pidió un sueldo de siete millones para realizar el film, quizás por seguir la coña, pero por entonces era uno de los cachés más altos que había cobrado y se lo concedieron.

- Con parte de ese sueldo se compró las distintas corbatas que usa su personaje, esas con las que Fincher nos hace ver que Mills todavía tiene una parte de su forma de ser infantil.

- Brad Pitt en la persecución en la que corre tras John Doe sufrió una caída por culpa del techo resbaladizo de un coche producto del agua (está lloviendo en la escena) en el que reventó el parabrisas, en ella se parte realmente el brazo teniéndole que operar y por ello debe llevar escayola el resto del largometraje. En el guión ocurría lo mismo Mills sufría una pequeña lesión en la muñeca que le persigue el resto de la historia, por lo que no tuvieron problema alguno en camuflar la fractura del brazo a simple vista.

- En ningún momento se ve a John Doe en la piel de Kevin Spacey acabar con ninguna de sus víctimas, ya que encontramos sus cinco primeros trabajos ya realizados y el sexto y séptimo (envidia a ira) que completan la obra el encargado de ejecutar los castigos es Mills, matando a Doe y recibiendo su penitencia por ello.

- Mills, tras darse cuenta de lo que ha hecho Doe, pasa en cuestión de segundos por las cinco etapas de un duelo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. 

- Kevin Spacey años después, fue detenido por agentes de tráfico por conducir su coche con una velocidad más elevada de lo permitido. Tras ver  su cara, los agentes recordaron a John Doe y le dejaron marchar, más por el miedo que les dio que por ser un actor famoso.

- Los 15.000 euros pagados por los seis libros de los apuntes de John Doe y todo el trabajo que implicó recrear esas obras de arte visuales, terminan siendo incinerados en los títulos de crédito.

- New Line Cinema, al ver el éxito quiso que tuviera una segunda parte titulada "Eight", en la cual no participaría Brad Pitt pero si Morgan Freeman y David Fincher. En la trama tanto Somerset como el asesino estarían interconectados psiquicamente, pero el actor y director pensaron que todo aquello no sonaba bien y desecharon la idea. La productora guardó el guión y en 2015 salió a la luz "Solace" (Premonición) con Anthony Hopkins haciendo de viejo detective y Collin Farrell como asesino. Gracias a dios no la llegaron a vincular con Seven.

7. UNA PELÍCULA HISTÓRICA QUE SE QUEDÓ SIN ÓSCARS.

PORTADA OFICIAL DE SEVEN
Como hemos dicho apenas costó 33 millones de dólares después de ampliar el presupuesto consiguiendo recaudar 318 millones, casi 10 veces más y hoy en día con la inflación ese número sería casi el doble. En Estados Unidos estuvo cuatro semanas en lo más alto de la lista de las más vistas y viendo el tirón, los productores de New Line pensaron que para  tener alguna posibilidad de cosechar grandes premios, sería bueno volverla a reestrenar en Navidad.

Pese a ser una excelente idea, no hizo cambiar la decisión de los críticos de los Óscar y solamente tuvo una nominación a "Mejor Montaje" (Richard Francis-Bruce) y ni siquiera pudo levantar la estatuilla llevándosela "Apolo XIII". Tampoco le fue mejor en otras entregas de premios, recibiendo una sola nominación para los premios BAFTA , ganando un Saturn al mejor guión original y un MTV Movie Award como mejor película.

Aunque no fuese apreciada en forma de galardones se encuentra en el puesto 22 de las 250 películas elegidas por los espectadores en IMDB y en el 134 de las 500 "Mejores películas de todos los tiempos" de la revista Empire.

Las críticas de los principales medios apoyaban al film:

CHICAGO SUN-TIMES (Roger Ebert): "Un thriller oscuro, macabro, terrible e inteligente". (4,5/5 estrellas)

THE GLOBE AND MAIL (Rick Groen): "Es intrigante, terrible, inteligente, desagradable, extremadamente inquietante; probablemente no le guste lo que ve, pero sin duda le va a impactar". (4,5/5 estrellas)

VARIETY (Redacción Variety): "Este extraño thriller va más allá de la habitual película policíaca o del subgénero "asesinos psicópatas" gracias a un excelente guion, a un cuidado tratamiento artesanal y a la magistral actuación de Morgan Freeman". (4,5/5 estrellas)

ROLLING STONE (Peter Travers): "No es la identidad del asesino la que basa la trama de 'Seven', es la forma en que Fincher plantea el misterio hasta el nivel de la provocación moral". (3,5/5 estrellas)

SAN FRANCISCO CHRONICLE (Edward Guthmann ): "Seven se desarrolla en una ciudad sin nombre que se está pudriendo rápidamente, y coloca a los detectives en un estilizado mundo subterráneo". (3,5/5 estrellas).

Y también consiguió abrir un camino diferente a este tipo de género de thriller policiaco del que han bebido desde entonces multitud de largometrajes.

 

 

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