En 1995, John E. Douglas, un agente retirado del FBI decide publicar el libro autobiográfico Mind Hunter: Inside FBI's Elite Serial Crime Unit (Cazador de Mentes: dentro de la Unidad de Élite de delitos Seriales del FBI), en el que nos mostraba el cómo se gestó a finales de los setenta el "perfil de personalidad criminal" y a partir de ello la Unidad de Élite.
Veintidós años después, el prolífico director David Fincher (Alien 3, Seven, El club de la lucha, Zodiac, La chica del dragón tatuado...) decidió adaptar el libro en forma de serie, haciendo que los personajes principales Holden Ford, Bill Tench y Wendy Carr se basen en lo ocurrido realmente al propio John E. Douglas a su compañero Robert K. Ressler y a la psicóloga Ann Wolbert Burguess a partir de los que se creó la Unidad de Élite de delitos seriales del F.B.I.
Fincher nos dejó colgados tras dos temporadas muy interesantes en los que el FBI se dedica perseguir a asesinos en serie en busca y captura ayudados con los conocimientos previos que han adquirido al entrevistar a quienes están encerrados: "Para atraparlos hay que pensar primero como ellos". Este modus operandi provocó un antes y un después a la hora de interactuar con asesinos e investigar sus casos, algo que no estaba bien visto por la sociedad, interrelacionarse con aquellos maníacos que habían hecho daño a tantas familias para poder saber el porqué y cómo actúan los que siguen libres. Sólo los resultados en forma de captura de varios de ellos propiciaron que el FBI en cuántico se pusiera a evaluar, catalogar y estudiar a los diferentes asesinos múltiples.
Este post va a contar con dos partes que publicaré en semanas consecutivas con el fin de conocer un poco mejor a los mayores psicópatas de Estados Unidos desde de los sesenta hasta los noventa, centrándose en la etapa de finales de los setenta y principios de los ochenta: 6 en la primera temporada y 8 en la segunda.
De paso recomendar una serie que no se centra en el aspecto visual de los crímenes sino en la forma de ser y actuar de los causantes, siendo muy interesantes las entrevistas que tuvo que hacer Douglas (Holden Ford en la ficción) con personas que en un primer momento nos pueden parecer de un corte similar por sus actos pero que en realidad tienen personalidades muy dispares.
Una serie con la que aprender, que a veces resulta lineal porque es fiel a lo que ocurrió en la realidad y que, a diferencia con otras basadas en los thriller policiales, carece de espectacularidad y morbo, eso de por si lo generan las palabras de cada uno de los protagonistas.
1. ED KEMPER, EL ASESINO DE COLEGIALAS
Edmund Emil Kemper III nacido el 18 de diciembre de 1948 en Burbank, California, hijo mediano del matrimonio entre Edmund Emil Kemper II y Clarnell, siendo Susan su hermana mayor (le saca 6 años) y Ally (dos años y medio menos) la pequeña de los tres.
Ed desde muy pequeño sentía una gran admiración por su padre, mientras iba recogiendo miedo y castigos por parte de su madre, a la cual los psicólogos culpan también de los trastornos que tendrá en el futuro. Ambos se separaron y los tres hermanos se quedaron con Clarnell que anteriormente se había casado dos veces más y era una católica extrema que no tenía medidas a la hora de llevar los problemas de su hijo, mientras su padre se mudó a Nueva York.
Los trastornos de Kemper se vieron desde muy temprana edad cuando mató al gato siamés de la familia y, aunque previamente lo enterró en el porche, lo sacó de allí para decapitarle y clavar su cabeza en el cabecero de su cama hacia el cual dirigía todas las oraciones nocturnas que su madre obligaba antes de dormir. También le gustaba jugar de forma macabra con sus hermanas, cortando las diferentes extremidades de sus muñecas (de aquí sacó la idea de hacer de sus víctimas una especie de títeres) o jugando a que las freía en una silla eléctrica. En la pubertad le confesó a Susan que estaba enamorado de su profesora, pero la única forma para besarla era matarla previamente.
Su madre al ver sus actitudes decidió encerrarle en el sótano de la casa por miedo a que violara a sus hermanas y era frecuente verla burlarse de su aspecto, pues siendo niño ya estaba cerca de los 2,05 y cerca de 140 kilos de peso de su etapa adulta, y por ello también sufría bullying en el colegio y no podía acercarse a las chicas por miedo al rechazo.
No pudiendo con él tras hacerle la vida imposible y destrozándolo más si cabe psicológicamente, ya que descubrió como había mutilado a otro gato, de una forma mucho más salvaje que al primero, lo mandó a Nueva York con su padre que no pudo mantenerlo más que unos meses pues no se adaptaba a la ciudad y terminó llevándoselo a sus abuelos maternos. A los quince años, el 27 de agosto de 1964, mató a su abuela tras una discusión, cogió el rifle de la casa y la disparó, la confrontación fue lo de menos, quería saber cómo se sentía si la mataba... Posteriormente mató de otro tiro a su abuelo, por miedo a cómo reaccionaría al ver a su esposa muerta, llamó a su madre y le dijo que hablase con la policía y que se iba a entregar. Fue internado en el Hospital Estatal de Atascadero y tras hacerse amigo del psicólogo se convirtió en su asistente, avaluando a otros internos como él, pese al doble asesinato salió de allí en 1969 cuando cumplió los 21 años de edad, la mayoría en ese momento estando bajo custodia de su madre, los psiquiatras se opusieron, pero Ed con su inteligencia convenció a todos.
Entre 1972 y 1973 se producen los asesinatos en serie, todos con un estereotipo común chicas jóvenes con las cuales practicar actos sexuales antes o después de matarlas que previamente recogía en la autopista. Así mató a Mary Ann Pesce y Anita Luchessa, ambas de 18 años el 7 de mayo de 1972, las siguió la adolescente Aiko Koo de 15 años cuya cabeza enterró en el patio de la casa de sus padres porque la niña le dijo previamente que quería ser admirada el 14 de septiembre, el 8 de enero del 1973 fue el turno de Cindy Schall de 19 años, el 5 de febrero Rosalind Thorpe de 23 y Alice Liu de 21 y finalmente sus dos últimos asesinatos reconocidos el 21 de abril.
Sus últimas víctimas fueron su madre Clarnell que en ese momento tenía 52, matándola a martillazos mientras dormía, la decapitó y violó su cabeza, la usó como diana después y tiró sus cuerdas vocales por el triturador de la cocina: "Me parecía apropiado, tanto como ella me maldijo, gritó y chilló por muchos años". No contento con el espectáculo en su propia casa, se presentó en la de una vecina, Sally Hallett de 59 años, íntima amiga de su madre y la invitó a su hogar para que viese el espectáculo y posteriormente la estranguló. Tras toda esa masacre durmió con el cuerpo putrefacto de su madre durante cuatro noches, alimentándose de algunos de sus órganos internos y al quinto día se marchó con su coche hacia el este, pero al poner la radio y observar que nadie hablaba de sus asesinatos, decidió volver, entregarse y dar a conocer todos sus homicidios, pidiendo la pena de muerte por sus actos, pero en California estaba prohibida y recibió de condena 8 cadenas perpetuas en la Prisión estatal de Vacaville, a las que tiene opción de apelar en el 2024.
Pese a su sociopatía y de nuevo dejarse pillar por la policía, Ed es una persona extremadamente inteligente (136 de cociente), metódica y calculadora, que principalmente mataba porque pensaba que era la única forma de poder tener sexo con mujeres por su aspecto y que, si quisiera, podría haber seguido matando siendo muy difícil su captura por hacerlo todo de una forma muy meditada. También contraposición a sus actos, se le tiene como un tipo muy culto, diplomático y altamente social que se lleva bien con sus compañeros de prisión, los guardas y John Douglas con el que tuvo múltiples entrevistas.
2. MONTIE "MONTE" RISELL
En la serie no todos los asesinos en serie son tan reconocidos, existen figuras reconocidas a nivel mundial, casos muy reconocidos en Estados Unidos y otros cuyos nombre van pasando desapercibidos o cayendo en el casi anonimato con los años. Esto no significa que sus actos y su historia dejen de ser interesantes, como en el caso de Montie Ralph Rissell, con un perfil con bastantes puntos en común con Kemper, vida desestructurada, madre que paga con ellos sus frustraciones, depredadores sexuales que acaban matando a sus víctimas y con un cociente intelectual bastante amplio, en este caso cualificado con 120... pero Rissell destaca en otro punto nada común entre estos dos posts... la precocidad a la hora de asesinar.Se sabe de él que nació en 1959 en Wellington, Kansas, donde vivió los primeros siete años hasta que su madre Roberta se quedó sola, ya que su padre William L. Rissell les abandonó a ellos y a sus dos hermanos mayores. Hasta los doce vivieron en Sacramento (California), donde su madre se volvió a casar y divorciar de Milbert (Hank) Hindery en 1970, moviendo a la familia a Washington.
Cuatro años después, Roberta abandonaría a Montie a su suerte achacándole el no poder hacer vida con ningún hombre y que tanto su padre biológico como su padrastro la dejaron porque no aguantaban sus conductas, según informes policiales posteriores: "(Rissell) no ha tenido el beneficio de una supervisión masculina constante e informa que no tuvo buenas relaciones ni con su padre ni con su padrastro", dijo que "su padre tenía 'altas expectativas' en él y que se 'rebeló' contra esto". A eso se le sumaba que era un chico problemático cuando estaba fuera de la escuela, le gustaba grafitear obscenidades, vender droga, encarase a la policía y apedrear una casa con una multa de 100 dólares de la época y nueve días en el reformatorio con sólo doce años.
Así con quince años se tuvo que buscar la vida por su cuenta, y al no querer trabajar se dedicó a hacer pequeños hurtos para poder subsistir y por consiguiente fue sumando cargos judiciales. La cosa empeoró el 16 de abril de 1973, cuando entró a casa de una mujer a robar y terminó violándola, lo que le llevó al Departamento de Bienestar e instituciones del Estado (un reformatorio) primero y a ser internado en el Variety Children´s Hospital con constantes evaluaciones psiquiátricas y psicológicas después, saliendo el 29 de agosto de 1975.
Su madre aprovechó otra ruptura sentimental para reagrupar a la familia e ir a vivir a Virginia a empezar de cero, tanto ella como el menor de sus hijos.
Montie se echó novia en Virginia y el primer año parecía ir bien, hasta que la pilló besándose con otro chico y el chip le cambió, empezando a denigrar a todas las mujeres porque ellas no le tenían respeto. Así el 4 de agosto de 1976, estranguló con su propio sostén a la prostituta Aura Marina Gabor, al enfadarse por dejarle tener relaciones sexuales con ella sin conocerse previamente. A principios de marzo de 1977, violó y acuchilló a Úrsula Miltenberger de 22 años de edad y gerente de un McDonalds, a ellas les siguió Gladys Ross Bradley empleada de correos de 27 años a la que esperó en su casa con un cuchillo, la violó dos veces y se la llevó a un rio cercano para ahogarla el 29 de abril. Con Jeanette McClelland hizo el mismo modus operandi, la esperó en su casa, la violó y en este caso la asesinó con 24 puñaladas para dejarla cerca de una alcantarilla el 5 de mayo y a su quinta víctima, por orden de encontrar el cuerpo pero presumiblemente fuese la tercera al desaparecer el 10 de abril, Aletha Byrd de 34 años fue vista en una zona boscosa el 17 de mayo presentando múltiples puñaladas.
En esos
tiempos la policía sospechaba de Risell por unas huellas dactilares suyas
encontrados en el coche de la segunda víctima y con una orden registraron el
suyo encontrando enseres de Aletha. Pese a ser acusado de secuestro, violación
y asesinato de las cinco mujeres al declararse culpable de lo último, no se le
juzgaron por las dos cosas anteriores, teniendo una pena de cinco cadenas
perpetuas por delitos cometidos entre los dieciséis y dieciocho años de edad. En
la cárcel sigue después de escribir un libro de más de 400 páginas detallando
sus crímenes que no pudo ser publicado por las leyes estadounidenses y diciendo
que si se hubiera marchado de pequeño con su padre: "sería abogado, pero me quedé
con mi madre..." En su caso la psicóloga Ann Wolbert cataloga que Montie
se convirtió en un asesino por elementos estresores a lo largo de su corta vida.
3. JERRY BRUDOS, EL ASESINO PERVERTIDO O EL FETICHE DE LOS ZAPATOS
Nacido el 31 de enero de 1939 en Webster, Dakota del Sur, siendo el menor de cuatro hermanos cuando su madre no contaba con ello y para colmo estaba obsesionada con traer una niña al mundo. Esto marcó la infancia de Jerome Henry Brudos ya que a su madre le provocó un trastorno disociativo, había días que le maltrataba porque no le quería haber tenido y otros que le vestía como una niña y lo trataba como tal.
A los cinco años el pequeño Jerry encontró unos zapatos de tacón en la basura de una casa vecina y se los llevó a casa, siendo sorprendido con ellos por su progenitora, muy chapada a la antigua, pareciéndole que esa clase de ropa o enseñar algo más que la cara y las manos a quien no fuera tu marido, era obra del demonio. La mujer destrozó los zapatos y castigó severamente al niño que salió marcado de por vida por una conducta que nunca había visto en su madre y por el deseo de conseguir más zapatos con tacón y robar la ropa interior a sus vecinas.
Así a los doce años, tras marcharse de la escuela por robar unos zapatos de una compañera, la familia se marcha a Oregón y los problemas crecen en ese sentido, sustrayéndoles más zapatos y prendas interiores a sus compañeras adolescentes en su nuevo centro escolar. Pese a ello en la infancia, más allá de ser un fetichista extremo nunca dio síntomas claros de poderse convertir en un asesino en serie.
Ya en 1955 empezó a evolucionar su conducta, masturbándose con las prendas adquiridas y comenzando a pensar que si debía hacer daño a algunas mujeres para conseguir sus trofeos, era un daño colateral, pasó de ser un fetichista que le gustaba jugar con la ropa interior y ponerse tacones de mujer a un depravado sexual.
Un año después con 17, dio muestras del monstruo que se convertiría posteriormente, secuestrando y golpeando a una mujer de su misma edad y amenazándola con la muerte si no cumplía sus pervertidas exigencias. Fue por ello detenido e internado en el hospital psiquiátrico de Oregón, donde sólo estuvo nueve meses porque los psiquiatras pensaron que ya había sanado de sus perversiones sexuales. Se graduó en secundaria y para 1961 ya estaba casado con Darcie, una mujer de 17 años con la que tuvo dos hijos que mantenía en una pequeña casa de los suburbios de la ciudad.
Habría que esperar hasta 1968 y 1969, un Brudos de 29-30 años, todo lo que había reprimido saliese a la luz. En esas fechas cuatro mujeres habían sido apaleadas y posteriormente estranguladas y la única pista sobre el caso era un hombre con un vestido de mujer que había atacado a Sharon Wood de 24 años el 21 de abril de 1969. La víctima luchó con su agresor aunque éste le encañonara con un arma, provocando alboroto en el forcejeo y el hombre la golpeó con la junta de la culata y huyó porque creyó ser visto.
En enero del 68 había matado a Linda Slawson de 19 años, su primera víctima, de ella conservaba en el garaje sus senos y su pie izquierdo. Ella se dedicaba a la venta ambulante y tuvo la mala suerte de llamar a la casa de Jerry que la invitó a bajar al sótano donde cometió el crimen cuando su mujer e hijos se encontraban en la casa sin sospechar absolutamente nada, tras ello se probó unos zapatos de tacón hechos a su medida y se masturbó, además de penetrar a los cadáveres con sus dedos o con los tacones. Lo mismo haría con las otras tres víctimas, acabaron todas en su sótano... Cuando la policía bajó al lugar del crimen en 1969, ya que la actitud de Brudos era sospechosa, encontraron múltiples fotografías de las víctimas, así como los zapatos y la ropa interior de cada una de ellas.
En su juicio fue declarado culpable de tres de esos cuatro asesinatos porque el cuerpo de Linda nunca encontraron coincidencia, si se encontraron otros pares de senos (los de Jan Susana Whitney de 23 años) usados como pisapapeles y evidencias del asesinato de Linda Salee, la cual habían encontrado su cuerpo en el rio el 10 de mayo.
Dos días después dos
buceadores de la policía encontraran hundido el cuerpo en ese mismo lugar de Karen Spinker. Gracias a ella supieron
que el individuo que estaban buscando tenía entre 20 y 30 años, trabajaba como
electricista por el cable utilizado alrededor del cuerpo y la forma de hacer
los nudos típica de los de ese gremio. Al interrogar a los familiares y amigos
de Karen supieron que había hablado poco antes de su muerte con un
"veterano de guerra", así se ganó su confianza y tuvieron una charla
en la Universidad, rehusando ser acompañada por él ese día pero si verse a la
semana siguiente. Los datos de un hombre pecoso y regordete llevo a las
autoridades a investigar y con lo ya sabido anteriormente, salieron dos
coincidencias, uno estaba limpio de antecedentes y el otro había pisado un
hospital psiquiátrico por agredir e intentar violar a una jovencita...
Jerry se defendió con una enajenación mental transitoria, pero el hecho de experimentar con sus víctimas como introducirles dos clavos en la tripa y soltar una descarga al cadáver haber si botaba como una rana, guardar partes de sus cuerpos como trofeos y estar horas con ellas antes y después de muertas, rompían su coartada. La declaración de su propia mujer no ayudó ya que dijo que le obligaba a hacer las labores de casa desnuda y con tacones y una jovencita de 15 años le había reconocido en una rueda de reconocimiento previa al juicio por haber intentado acercarse a ella de forma extraña.
Fue condenado a tres cadenas perpetuas en la Penitenciaría Estatal de Oregón, siendo un preso ejemplar para los guardias y un asqueado por los prisioneros que siempre han condenado a violadores y depravados sexuales, por tanto su vida en prisión no fue nada fácil hasta su muerte el 28 de marzo del 2006 por cáncer hepático, siempre acompañado de revistas y almanaques de zapatos femeninos.
4. DARRELL GENE DEVIER
Su caso tiene que ver más por ser John E. Douglas el causante de su confesión, apoyándose en la experiencia que había adquirido al entrevistar a los asesinos en serie. En Mindhunter tratan esto como un interrogatorio de Holden Ford con Devier, y con una entrevista llena de lenguaje soez y políticamente incorrecto, consigue ponerse en la onda del asesino para que éste terminase confesando. No sabemos expresamente si eso ocurrió así en la realidad o si fue Douglas siquiera el causante de su confesión, pero sí que fue para él sumamente importante la entrevista con Darrell como para hacerla patente en su libro, frente a muchos asesinos top de la época, el no fue considerado como alguien a obviar: “usé el caso Stoner como laboratorio para mis teorías, fue mi primer interrogatorio a un sospechoso y no a un asesino convicto”. A diferencia del resto de los que están en estas dos entradas dedicadas a los asesinos de la serie de Netflix, el únicamente cuenta con una muerte en su haber.
En esta historia vamos a centrarnos más en los hechos que en la biografía del protagonista del que apenas sabemos que había nacido en 1955 y que a finales de 1979 estaba contratado por una empresa para podar árboles cerca de la residencia de los Stoner en el condado rural de Bartow en Georgia.
Mary Frances Stoner era una niña de 12 años algo desarrollada físicamente con respecto a sus compañeras de clase que había llamado poderosamente la atención a Devier, hasta tal punto de contar algunas obscenidades a sus compañeros de trabajo, tales como que le gustaría tener sexo con ella o diciendo frases como: "Es la hora de la chica guapa, ahora va a llegar a casa de la escuela", en referencia al momento en el que el autobús del colegio la dejaba cerca de donde podaban árboles y él la seguía visualmente desde las alturas hasta que llegaba andando a su hogar a 100 metros de la parada.
El viernes 30 de noviembre de 1979 la empresa dio la tarde libre a sus trabajadores porque habían completado el trabajo semanal. Darrell estuvo buscando un lugar donde alojarse mientras durará el trabajo de poda en ese condado y posteriormente condujo su Ford Pinto al lugar donde paraba el autobús escolar alrededor de las cuatro de la tarde. Dos compañeros de Mary vieron como la niña se subía al automóvil después de una charla con el conductor y no volvieron a saber de ella.
Devier declaró posteriormente que la niña le preguntó dentro del coche si la iba a tener relaciones con ella y él con total la naturalidad le dijo que sí, sorprendiéndose al saber que ella no estaba de acuerdo y terminándola por forzar. Tras mantener relaciones sexuales con ella dentro del Ford, su idea era atarla a un árbol en el bosque y largarse de allí dejando el trabajo, estando muy lejos cuando la encontrasen y la niña dijera que había ocurrido, pero la cosa salió mal. Mary por miedo a que la matase o presa del sufrimiento de lo que acababa de suceder, se defendió e intentó huir de él y su agresor temeroso de ser descubierto por los gritos de la niña, corrió tras ella que terminó cayéndose y golpeando la cabeza contra una roca. En ese momento Devier pensó que el tema se le había ido de las manos y la remató asfixiándola, fue capturado cinco días después y tras unos largos interrogatorios confesó todo.
En 1983 el estado votó a favor de la pena de muerte, por lo que fue condenado y ejecutado por la silla eléctrica el 18 de mayo de 1995.
5. RICHARD SPECK, EL TERROR DE LAS ENFERMERAS
Al conocer el caso de Richard Speck te surge la duda de si los asesinos en serie nacen o se hacen. Si, muchos me diréis que a estas alturas del post esa duda es razonable en los tres primeros casos: Kemper, Risell y Brudos y que seguramente no fueran así si no hubieran tenido una infancia tan dura y unas madres que les educaron como nunca debes hacerlo con tus hijos, pero este tema va más allá.
Richard Franklin Speck es el séptimo de los ocho hijos de Benjamin y Mary Margaret que nació el 6 de diciembre de 1941 en Kirkwood (Chicago). Su madre se quedó viuda cuando Richard tenía sólo seis años y se vio obligada a casarse tres años después con otro hombre para poder sacar adelante a sus ocho hijos, pero eligió mal, Richard Lindbergh, un vendedor de seguros era alcohólico y violento y no dejó de darle soberanas palizas a ella y a sus hijos, siendo los pequeños los peores parados hasta que siete años después decidió separarse de él.
Además de las palizas de su padrastro, Richard sufrió una neumonía con tres años que le cortó brevemente el riego sanguíneo al cerebro, a los cinco se golpeó el cráneo con un martillo de carpintero mientras jugaba, con diez se cayó de un árbol permaneciendo inconsciente noventa minutos y se dio contra la barra de hierro del toldo de una tienda también en la cabeza y a los catorce tuvo un serio accidente con su bicicleta y se volvió a caer de otro árbol. Su historial clínico de lesiones cerebrales era bastante extenso con esa edad y además según la psicóloga Ann Wolbert tenía de nacimiento una enfermedad genética muy rara conocida como "síndrome XYY" o "enfermedad del superhombre" (un cromosoma masculino de más), lo que hace que la persona tienda a la violencia y manifiesten tendencias agresivas fuera de lo normal. No me puedo imaginar el cóctel que puede haber salido de multitud de golpes en la cabeza y una actitud violenta fuera de lo común que suele surgir espontáneamente... Cualquiera que haya visto la serie, se da cuenta enseguida que en la entrevista a Speck se nos muestra a un individuo fuera de lo común incluso comparándolo con el resto de asesinos en serie, dándonos una escena que ni los protagonistas ni los espectadores podemos olvidar.
Con 15 años dejó los estudios y ya era alcohólico, uno de sus profesores le definió de la siguiente manera a esa edad: “Parecía como perdido y daba la impresión de que no se enteraba bien de lo que ocurría. Jamás lo vi sonreír. Nadie podía llegar hasta él. Era un solitario. Parecía estar siempre en la niebla, resentido y triste. No tenía amigos en clase”.
A esa edad ya se había prácticamente independizado y su vida estaba en las calles, bien delinquiendo con pequeños hurtos cuando no tenía dinero, bien pegándose con la gente para encontrarse bien anímicamente (pensaba que todo el mundo iba en su contra) o bien realizando trabajos como basurero, granjero, carpintero o camionero por su cuenta y por horas, dejándole pocos dividendos.
Hubo una pequeña esperanza cuando tenía 20 años, se casó con Shirley que en ese momento tenía quince y tuvieron una hija Robbie Lynn, pero empezó a tener tanta animadversión a las mujeres (con los años se convirtió en una misoginia extrema) que pidió el divorcio poco después de tenerla y tras pegar a su mujer en repetidas ocasiones, llegando a decir que: "mataría a Shirley aunque supiese que es lo último que hago en esta vida".
Fue con 24 años, el 14 de julio de 1966, cuando en una noche de alcohol y frenesí, la cosa se le fue muchísimo de las manos. Se acababa de divorciar y se había mudado a Chicago, sobre las once de la noche tras recorrer bastantes bares e inyectarse algo de color claro, paso por delante de una residencia de enfermeras y decidió entrar sin ser invitado. Llamó al timbre y una de las nueve chicas que vivían allí abrió la puerta pensando que era una de sus compañeras, Speck la empujó y la amenazó con un arma, en un principio sólo quería el dinero de todas ellas para marcharse a Nueva Orleans pero sólo había 100 dólares.
Entonces las ató a las nueve con sábanas y nudos de marinero y tras un buen rato muy nervioso sin saber qué hacer, empezó a violarlas y a acuchillar una por una, para posteriormente estrangularlas. Sólo pudo hacerlo con seis, tal era su estado de drogas y alcohol que ya no sabía ni contar... Corazón Amurao, la misma que le había abierto la puerta, fue la única capaz de salir de allí con vida sin que se diese cuenta y dar parte a la policía, encontrándose a ocho enfermeras muertas. La superviviente dio muchos detalles sobre el aspecto de Speck que ya se había ido hace horas, pero el más preciso fue un tatuaje en el antebrazo en el que se podía leer “Born to Raise Hell” (nacido para desatar el infierno), así le atraparon cinco días después, se había intentado suicidar pero no pudo hacerlo.
En el juicio fue inculpado de tres asesinatos más sucedidos otro día, pero fue exculpado de ellos y condenado a pena de muerte, ocho psiquiatras dictaminaron que estaba bien de la cabeza, aunque muchos estudios posteriores demuestran que eso no era verdad. En teoría iba a morir en la silla eléctrica el 22 de noviembre de 1968, pero por tema burocráticos no se produjo, e incluso errores informáticos decían que optaba a salir de prisión en 1976. Es por estos errores que le condonaron la pena de muerte a cambio de una cadena perpetua, muriendo el 5 de diciembre de 1991 por un infarto de miocardio. Tres años antes de su muerte, otro escándalo, salió a la luz un vídeo grabado en la cárcel donde Speck "se declaraba homosexual, aparecía hormonado y únicamente vestido con unas bragas azules, jactándose de sus crímenes y de lo bien que se lo pasaba en la cárcel esnifando cocaína y practicándole sexo oral a un recluso afroamericano".
6. DENNIS RADER, BTK
Curiosamente el asesino central de la serie, si bien sabemos que no fue arrestado hasta el 2005 y prácticamente porque él quiso. Uno de los asesinos en serie más temidos en Estados Unidos que mantuvo en vilo a la nación por más de tres décadas.
El hijo mayor de cuatro hermanos de la pareja formada por William Elvin Rader y Dorotea Mae Cock, Dennis Lynn Rader, nació el 9 de marzo de 1945, en Pittsburg, Kansas.
El único síntoma reconocido en su infancia típico de un psicópata era la crueldad con los animales, si bien fue un estudiante ejemplar que acabó en las Fuerzas Aéreas de los EE.UU. como su padre (1966-1970) y posteriormente se sacó un graduado de Electrónica y un título de Funcionario de Justicia en la Universidad de Wichita, acabando sus estudios a la edad de 34 años. Para entonces ya se había casado con Paula Dietz en 1971 con la que tendría dos hijos Brian Howard (1975) y Kerri Lynn (1978).
Sus primeros asesinatos (fue un caso múltiple), fue en 1974, un par de meses de empezar a trabajar para una empresa de seguridad. La mañana del 15 de enero llamaba a la puerta de una casa y tras abrir el padre de familia Joseph Otero, fue encañonado por una pistola por Rader. En un principio pensaba que se trataba de un simple robo e intentó tranquilizarles incluso cuando le ató junto a su mujer Julie Otero y sus hijos Joseph II y Josephine de 9 y 11 años respectivamente... La cosa se volvió turbia cuando hizo gestos de violar a la hija o puso una bolsa al padre en la cabeza que ató con una cuerda al cuello para ver como se asfixiaba, seguidamente se masturbó encima de la madre bajo la atenta mirada de los pequeños y posteriormente la estranguló y para acabar empeló el mismo procedimiento de Joseph con sus hijos, pero la niña no murió asfixiada por la bolsa y la bajó al sótano donde terminó el trabajo estrangulándola y corriéndose de nuevo en su muslo.
El 4 de abril, los hermanos Kevin y Kathryn Bright de 20 y 21 años respectivamente, entraron al apartamento de ésta última y allí les esperaba Dennis apuntándoles con una pistola. Obligó a Kevin a atar a su hermana y posteriormente se lo llevó a otro cuarto, allí el joven luchó por su vida y en un momento se hizo hasta con el arma, la cual intentó disparar al estomago de Rader, pero algo falló y el asesino recuperó el control y el arma, le quitó el seguro y disparó dos veces a la cabeza de Kevin, que increíblemente consiguió sobrevivir, no así su hermana, ya que Dennis volvió a la primera habitación donde se encontraba atada y la apuñaló tres veces en el estomago y se marchó de allí. El hermano con una fuerza de voluntad máxima salió arrastrándose a la calle y se llevaron a ambos al hospital, sin embargo Kathryn murió horas después a causa del desangramiento propiciado por las cuchilladas. Tras este suceso la policía ató cabos y pensaron que era la misma persona que hizó meses atrás la masacre a los Otero, e incluso creyeron detener al asesino en octubre, cosa que le fastidió a Dennis e hizo una llamada anónima a un periodista para informarle del error de los agente de la ley y para demostrar que él era el verdadero asesino le mandó ir a la biblioteca de Wichita y que buscara un libro en concreto "Ingeniería de la Mecánica Aplicada". El periodista encontró unas notas donde Rader explicaba con todo lujo de detalles el asesinato de la familia Otero y se lo entregó a la policía, estas estaban firmadas por B.T.K. (Bind, Torture and Kill: Atar, Torturar y Matar) y allí empezó su leyenda, copiando el juego de las notas, burlas y las pistas a quienes le investigaban como antes había hecho Zodiac, al que Dennis Rader amaba como si fuese su propio maestro: "Me cuesta controlarme. Cuando este monstruo entra en mi cerebro, no sé. Quizá ustedes puedan pararle. Yo no puedo. Él ya ha escogido a su próxima víctima".
Sus siguientes asesinatos se produjeron en 1977, tres años después, quizás el nacimiento de Brian le hizo tomarse un descanso. En marzo de ese año llamaba a la puerta de su siguiente víctima Shirley Vian de 26 años, ella se encontraba con sus tres hijos pequeños en casa en ese momento. Mismo procedimiento a punta de pistola, mandó encerrar a los tres pequeños en el baño mientras estrangulaba y colocaba una bolsa en la cabeza a su madre y se masturbara encima de su cuerpo inerte, los niños salvaron la vida porque hubo una llamada telefónica en ese momento y BTK se asustó y se largó antes de continuar la matanza. Con Nancy Fox de 25 años, siguió su modus operandi, entró en su casa de noche sin que ella se diera cuenta y al estranguló con sus propias medias para después correrse encima de ella y poco después ese mismo 8 de diciembre llamaba desde esa casa a la policía para informarles de lo sucedido.
Hasta 1985 no volvió a matar, recordar que su hija Kerri nacía en 1978, pero el resto de su vida era igual. El 27 de abril estranguló a Marine Hedge de 53 años de madrugada, esta vez la sacó de casa desnuda y la mató con sus propias manos al aire libre dejando su cadáver a plena vista. El 16 de septiembre de 1986 entraría en la casa de Vicky Wegerle de 28 años, madre de un niños de 2 años, la estranguló en su habitación y fue su marido quien la encontró al venir del trabajo, contratando a un detective privado que nunca consiguió seguir la pista de BTK.
El último crimen lo perpetró en enero de 1991, Dolores Davis de 62 años que pese a ser estrangulada en su casa, su cuerpo apareció debajo de un puente.
La policía en el 2005 prácticamente habían archivado el caso, habían pasado 14 años desde la última víctima de BTK y nunca se acercaron a él. De hecho en un último intento hicieron entrevistas un grupo amplio de personas que podían ser sospechosas, pero entre ellas no estaba Dennis Rader y de nuevo a sabiendas que estaba limpio de sospecha, no dudó en demostrarles a los investigadores que no tenían ni idea y en vez de sus cartas irrastreables tras cada asesinato, decidió mandarles el 16 de febrero un disquete con un solo archivo en el que ponía BTK, quizás por orgullo de que fueran otros quienes se llevaran los vítores de su obra o por la arrogancia de burlarse de nuevo de la ley. Pero por la información del documento le delató, un documento de word borrado previamente en el disquete fue recuperado por los informáticos de la jefatura y les dio un nombre de la última persona que lo había modificado: Dennis y la licencia de una iglesia luterana, a la cual iba yendo desde más de 30 años. Pusieron en Google "Dennis iglesia luterana y Wichita" y salió como resultado "Dennis Rader, presidente del consejo local".
Fue condenado a 10 cadenas perpetuas, pudiendo optar a la libertad después de cumplir 175 años (en el 2180) y su mujer pidió el divorcio ipso facto, llevaba treinta años viniendo a casa de trabajar con el terror de ser atacada por BTK, cuando éste resultó ser su marido.
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