En dicho libro el autor consigue unir diferentes cuentos tradicionales de la India en una aventura de un niño llamado Mowgli (rana), cuyos padres pierden en plena selva tras ser atacados por Shere Khan, un enorme tigre de bengala que en el futuro será el máximo enemigo de ese niño pequeño desaparecido. Mowgli es adoptado por una manda de lobos de Seeonee (un distrito del estado de Madhya Pradesh), los cuales lo intercambian por un toro muerto a la pantera Bagheera. Además de sus hermanos lobo, el pequeño niño de la selva es educado por un oso llamado Baloo, el cual lo protege de todos los peligros hasta que pueda valerse por si mismo.
Por
otro lado, Edgar Rice Burroughs en 1912 crea un relato parecido para la revista
"All Story Magazine". En este caso, una familia británica tiene un
accidente de avión cuando sobrevuelan África siendo el único superviviente un
pequeño bebé que es criado por una manada de simios parecidos a los gorilas y
termina convirtiéndose en Tarzán de los monos, moviéndose por la selva como uno
más, siendo respetado por todos los animales salvajes y teniendo con ellos un
enemigo común, el hombre.
En ambos relatos la cosa acaba de la misma manera, los niños salvajes terminan volviendo a la civilización y se van acostumbrando a ser humanos, aunque siempre queden las raíces y la nostalgia. En ambos relatos este cambio viene motivado por el amor hacia una mujer, porque quieran o no también sienten el deseo de tener pareja y vivir con ella, cosa que no les pueden dar sus selvas.
Pero
supongamos que esta clase de novelas ficticias, hubieran sido reales, ¿con qué
nos hubiéramos encontrado?, ¿puedes educar a un humano asilvestrado que no
tiene conciencia de convivir con otros?, ¿todos los caso que presento fueron
reales o algunos se aprovecharon para hacer puro marketing?. Sea como fuere,
aquí os presento casos reales de personas que crecieron viviendo como animales
salvajes.
1. VÍCTOR DE AVEYRON
RETRATO DE VÍCTOR |
El primero de estos casos lo encontramos relativamente cerca de España, más concretamente cerca de Los Pirineos. El 18 de enero de 1800, tres cazadores de la región de Languedoc, salieron a buscar comida para el frio invierno en los bosques de Caune.
No sabemos con certeza si encontraron la comida que buscaban, pero si una pieza que no esperaban, de la nada apareció un niño de 11-12 años de edad completamente desnudo con diferentes rasguños en la piel. El chaval ya había sido visto en anteriores ocasiones por otra gente comiendo bellotas o tubérculos, pero nadie pudo acercarse a él, pes enseguida se daba a la fuga. Los cazadores enseguida entendieron que la comunicación y el lenguaje eran algo extraño para él, ni tan siquiera se comportaba como otro ser humano, era esquivo y tendía a huir, por lo que decidieron capturarlo contra su voluntad con intención de llevarlo a una cabaña cercana donde vivía una viuda sin hijos y que ella lo criase.
No tardó una semana en fugarse de aquella cabaña y volver a sus bosques sólo y lejos de toda persona durante todo el invierno.
Pasado el mismo, empezó a acercarse a la civilización ocupando durante el día una casa deshabitada en busca de alimentos o alguna cosa que le fuera útil, pero cuando el sol se ocultaba volvía a las montañas. En uno de esos escarceos diurnos volvió a ser capturado por lugareños de St. Sernin, siendo atendido y posteriormente llevado al hospital de Saint-Affrique y a la comuna francesa de Rodez donde estuvo varios meses y empezó a hacerse famoso gracias a los rotativos franceses por su nula adaptación y aprendizaje, intentando en todo momento escapar de allí.
Mucha gente sabia fue preguntada por este caso y como hacer al chico más humano dejando atrás lo que hubiera vivido con anterioridad. De entre todas las opiniones vertida se tomó en cuenta la del joven doctor Jean Marc Gaspard Itard que se opuso a la eminencia en su puesto Philippe Pinel, doctor y director del manicomio de Bicêtre que lo dio como un caso perdido y auguró que el niño tenía un grave problema mental irreparable. Gaspard pidió meses y recursos para poder hacer un planning educativo y con él ir valorando la evolución del niño, al que para empezar le dotó de nombre Víctor de Aveyron (localidad donde fue hecho el estudio).
Itard se encontró con: "un niño desagradablemente sucio, afectado por movimientos espasmódicos e incluso convulsiones; que se balanceaba incesantemente como los animales del zoo; que mordía y arañaba a quienes se le acercaban; que no mostraba ningún afecto a quienes le cuidaban y que, en suma, se mostraba indiferente a todo y no prestaba atención a nada".
Pasaron los meses y el joven doctor se dio por vencido al ver cero evolución en Víctor, quedándose muy preocupado por lo que pudiera depararle el futuro, dejando todo lo ocurrido en el estudio en su libro "Sobre la educación de un hombre salvaje, o Los primeros progresos físicos y morales de un joven salvaje del Aveyron" (1801) y preocupándose por él de forma altruista hasta 1806.
El niño salvaje vivió hasta los 41 años y, con presencia humana o sin ella, siguió comportándose de la misma forma que aquel día cuando fue capturado por primera vez. Muchos psiquiatras de la actualidad piensan que Víctor debía ser autista, aunque los datos recogidos en su estudio demostraban lo contrario, pero también sabemos que el TEA no fue bien diagnosticado hasta principios de los ochenta cuando la enfermedad se conocía y se podía trabajar la mejora en algunos aspectos de ella.
En 1970, el reconocido director francés François Truffaut estrenaba su película "L'enfant sauvage" (El pequeño salvaje) que más que centrarse en la realidad del caso llevó al espectador a plantearse cuestiones morales de qué hacer en un caso así, llevando al extremo el límite entre la realidad y ficción. Serge Aroles, un famoso cirujano que investigó sobre el tema recopilando sus estudios en el libro "L'Enigme des Enfants-loups" (El enigma de los niños-lobo) lo quiso dejar claro: “No olvidemos que la película de Truffaut es… ¡una película!" y el libro desmiente la mayoría de estos casos de niños criados de forma salvaje, definiéndolos como timos con fin lucrativo o historias ficticias.
2. KAMALA Y AMALA
LAS HERMANAS DURMIENDO |
Corría el año 1926 cuando el reverendo Joseph Amrito Lal Singh, director de un orfanato de Medinapur (Calcuta) decidió publicar un artículo en el periódico local "The Statesman". En el contaba la historia de dos niñas Kamala কমলা (distrito de Medinapur 1912- Ciudad de Medinapur, 14 de noviembre de 1929) y su hermana Amala অমলা (distrito de Medinapur 1919- Ciudad de Medinapur, 21 de septiembre de 1921) que en un principio habían sido capturadas en la selva de Godamuri a 150 km de allí y se las entregaron cerca de una casa abandonada metidas en una jaula, posteriormente, en otro escrito se erige él como el superhéroe que las rescata de una guarida de lobos en un bosque cercano al orfanato: "La madre lobo, cuya naturaleza era tan feroz y afecto por lo sublime. Me llamó la atención. Simplemente me sorprende pensar que un animal tenía un noble sentimiento superando incluso que de la humanidad... de otorgar todo el amor y el afecto de una madre cariñosa y es ideal en estos seres peculiares".
Según este personaje las niñas dormían acurrucadas, siendo la mayor quien con su cuerpo protegía y daba calor a la pequeña, percibían olores a kilómetros de distancia, tenían hábitos nocturnos, e incluso su vista era mejor durante la noche y comían esencialmente carne cruda, siempre y cuando hubiera lobos con ellas, por ello las llevaba al bosque cuando debía alimentarlas. También habló que no querían ser aseadas y cuando las lavaban, se remolcaban por la naturaleza para recobrar pronto su olor y camuflar el de mano humana, no querían aprender ni siquiera a hablar o comunicarse y si eran vestidas, rompían la ropa a mordiscos y su caminar era a cuatro patas, nunca erguido.
Tras todas estas historias llenas de controversia y falsedad, Singh recurría mucho en decir cosas diferentes sobre ellas en cada artículo, también salieron los médicos del orfanato a desmentir todo lo que había publicado, creyendo que el director buscaba dar popularidad a su centro y que más gente donara dinero al mismo al ver su infinita bondad o sorprendidos por sus historias. Lo peor de todo es que los comportamientos reales de esas niñas, exagerados y modificados de forma extrema por el reverendo, se debían a que ambas padecían sendas enfermedades: el síndrome de Rett en Kamala (un trastorno genético neurológico que priva progresivamente de habilidades motoras y el habla) y un autismo severo en Amala cuyas carencias hicieron que no sobreviviese más allá de su segundo cumpleaños.
Muchos aseguran que en el poco tiempo que vivieron en el orfanato, Singh usaba a Kamala como atracción para los visitantes, y le provocaba conductas de forma agresiva para que actuara de la misma forma que años después recogió en sus escritos delante del público, haciéndola estar a cuatro patas y gruñir por los golpes recibidos. También hablan que Singh pagó a los padres de una niña tiempo después de sus publicaciones para que se dejase fotografiar junto a Kamala comiendo carne cruda o en diferentes actitudes o conductas salvajes y que esas instantáneas diesen veracidad a sus historias en unos libros que, ni el propio Rudyard Kipling pudo llegar a imaginar.
Kamala, que vivió hasta los 17 años, andaba de pie y se comportaba como un humano pese a su enfermedad, pudiendo balbucear algunas palabras y socializar con las hermanas del orfanato, muy lejos de lo que Singh quería vender y de lo que se lucró el resto de su vida.
3. MARCOS RODRÍGUEZ PANTOJA
MARCOS CON UN LOBO |
Su padre rehízo pronto su vida con otra mujer que maltrataba a los siete hermanos, asentándose en Fuencaliente (Ciudad Real). La mala situación económica y los continuos maltratos de su madrastra propiciaron que su padre le vendiese con siete años en 1953 a un terrateniente local que a su vez le dejó a cargo de un cabrero para que en el futuro aprendiese la profesión, que vivía en una cueva y moriría poco después dejando a Marcos a su suerte.
El niño empezó fraternizar con la naturaleza y pronto hizo buenas migas con una camada de lobos en la que fue aceptado, los lobos le daban de comer y él si tenía la suerte de cazar, hacía lo propio con ellos, así vivió durante doce años hasta que fue encontrado en 1965 por la Guardia Civil. Atado y amordazado pues atacaba con mordeduras al acercarse y aullaba como un lobo buscando ayuda de la manada, fue llevado a Fuencaliente sin presentar cargos contra su padre que aún vivía y que le echó la bronca por perder la chaqueta que llevaba cuando fue vendido.
"Lo primero que tenían que haber hecho cuando me sacaron de allí era haberme metido en un colegio, eso lo primero: enseñarme. Por lo menos enseñarme a hablar, enseñarme un poco a andar por el mundo, un poquito de letras ¿no?: Entonces, ¿por qué me hacen hacer la primera comunión y otro día llevarme al servicio militar en vez de meterme en un colegio?, ¿por qué me tienen que mandar allá?, ¿para que supiera pegar tiros?... Para matar gente si, pero para enseñarme a vivir en el mundo, no. Y eso se debería haber preocupado el estado, en meterme en un colegio y enseñarme por lo menos un par de años"
También estuvo un tiempo con las monjas, las cuales le pusieron un aparato ortopédico con el fin de enderezarle, y tras ello se topó de lleno con el mundo y su vida no fue la misma, los ruidos de la ciudad, la necesidad de dinero para poder vivir, los engaños y timos a una persona de buen corazón que no se ha criado en ese entorno. Muchas veces Marcos reconoce que su infierno empezó cuando volvió a la sociedad hasta que encontró un pueblecito gallego donde fue acogido y vive junto a pocas personas en un entorno rural lejos del bullicio, dejando atrás todos sus sufrimientos, allí juega con lobos y habla a los animales del entorno y la gente le quiere por su forma de ser.
Y es que en ocasiones la fauna urbana es mucho más peligrosa que la salvaje. En el 2008, el director Gerado Olivares llevó a la gran pantalla la vida de Marcos con la película "Entre lobos" protagonizada por Juanjo Ballesta "El bola", Carlos Bardem (el hermano de Javier) y Sancho Gracia.
LYOKHA |
4. MARINA CHAPMAN
MARINA CHAPMAN |
A la
edad de cinco años fue secuestrada por dos miembros de un cartel en su casa,
pero curiosamente en vez de pedir rescate, usarla para su provecho o matarla
poco después, la malvendieron y sus compradores la dejaron a su suerte
soltándola en medio de la selva. Marina sobrevivió gracias a un grupo de monos
capuchinos con los que hizo amistad y con los que aprendió a sobrevivir en un
medio tan hostil además de otorgarle comida y refugio. De hecho su primer
encuentro a corta distancia de ellos fue después de comer los frutos del
tamarindo al estar muerta de hambre, lo que provocó que enfermara y que estos
pequeños primates le salvaran la vida y le dieran una lección: "Comer
lo que comen los monos, si uno de ellos desecha la comida, es que no lo
es".
Una Marina adulta decía lo siguiente sobre su experiencia en la selva: "Es cierto que al principio solo me estaban tolerando. En realidad no te aman, solo te permiten estar allí porque no te consideran una amenaza. Un día, uno de los monos jóvenes aterrizó en mis hombros y me abrazó, para alguien que no recordaba los abrazos fue muy importante. Otros monos escalaron por mi cuerpo mas tarde y algunos pusieron sus manos en mi cara, otra expresión de cariño y todo un detalle".
Años después, la niña fue avistada en plena selva por unos cazadores que, en vez de devolverla a la sociedad, la volvieron a vender, esta vez a un prostíbulo de Cúcuta, del que terminó saliendo para vivir en las calles y acabar siendo esclava de una familia mafiosa.
Tuvo la suerte que una mujer del poblado llamada Maruja, viendo como se desarrollaba su vida, decidió echarla una mano cuando esta tenía 14 años, comprándola un billete a Bogotá para que viviese allí con su hija y se hicieran compañía mutuamente. La hija de Maruja tenía un trabajo textil con conexiones en Reino Unido, con lo que Marina pudo conocer la tierra de sus padres e investigar su pasado del cual apenas recordaba nada.
Se establecieron en Bradford en 1977, donde Marina terminó casándose con un científico de allí y teniendo dos hijos. Su hija Vanessa en el 2013 le ayudó a escribir su autobiografía titulada "The girl with no name" (La chica sin nombre), el cual hizo pública su retorcida vida. Muchos creyeron que este libro es sólo ficción y lo que buscaban es que los lectores hablaran de ellos consiguiendo ampliar las ventas. Incluso National Geographic se interesó por la situación y puso a prueba a Marina con un documental sobre los monos capuchinos, de los que sorprendentemente si sabía mucho, lo que deja la incógnita si su vida fue así o sólo buscaba dinero fácil con la venta del libro.
5. JOHN SSABUNNYA (SESEBUNYA/SSEBUNYA)
JOHN CON MONOS VERDES |
En plena selva se encontró con una colonia de monos verdes y desde el primer momento se acercaron al niño ofreciéndole diferentes piezas de fruta, lo que hizo que John creyera que eran sus amigos y les siguió haya donde fueran. Con el paso del tiempo empezó a copiar sus costumbres y a vivir con y como ellos, sintiendo todo este aprendizaje como un juego, durmiendo en hojas de plátano y no ingiriendo ningún liquido que no fuera el proveniente de los propios alimentos.
En 1991, tres años después aproximadamente, una joven de un poblado cercano, Milly Sebbavio se lo encontró en plena selva jugando y comiendo con monos y fue directa a contárselo a su padre. Un grupo del poblado fueron a rescatarlo, pero el niño huía y se escondía trepando por los árboles, por lo que tuvieron que capturarlo en contra de su voluntad. El médico del poblado piensa que le salvaron la vida justo a tiempo porque tenía signos de estar desnutrido y podría haber muerto en días o semanas si no hubiera recibido el auxilio adecuado.
John no toleraba las comidas cocinadas que le daban, estaba acostumbrado a comer cosas crudas encontradas por la selva y su cuerpo tendía a rechazar las sopas o cualquier producto que la tribu hubiera manipulado, eso provocó que enfermase y defecara una solitaria de más de medio metro, razón de su estado deteriorado al ser encontrado. Fue Molly , su mujer, la que con el paso del tiempo y con el cariño se enteró del pasado y quien era en realidad John
Su cuerpo estaba cubierto de llagas, costras y heridas y sufría hipertricosis (la enfermedad del lobo humano , aparición de excesivo vello en ciertas zonas corporales) que con su vuelta a la civilización fue desapareciendo.
Tras recuperarse su destino era un orfanato en Masaka, pero Paul Wasswa director del mismo, se sintió tan sorprendido y afectado con su caso que le propuso a su mujer adoptarlos ellos mismos como si fuera su propio hijo y criarlo desde cero con toda la atención que eso suponía. También estaba mucho tiempo con los 1.500 niños que vivían en el orfanato por lo que su adaptación fue muy buena y rápida sorprendiendo con su voz afinada a la hora de cantar uniéndose al coro "Pearl Of Africa Children's Choir" (Coro de Niños Perla de África) y aprendió poco a poco a hablar tanto en ugandés como en inglés, aunque los psicólogos apuntaban que "el niño seguía siendo tímido y con cierto retraso mental que no se sabe si era debido a un problema neuronal o a la influencia del medio (factor exógeno) que en un momento fundamental de su vida no le había otorgado los estímulos necesarios, marcando así su futura madurez introspectiva. La maduración personal no sólo depende de los genes, sino también de la interacción con más personas".
En 1998, Hillary Cook, una dentista británica que ofrecía sus servicios caritativos en sus vacaciones a orfanatos africanos conoció a Paul y después a John y su historia, lo que provocó que moviera cielo y tierra para llevar al coro de gira por Gran Bretaña, sirviendo de publicidad la historia del pequeño Ssabunnya para que la gente llenase los conciertos benéficos y llegar la noticia a la BBC que decidió hacer un gran reportaje sobre la vida de John, lo que supuso que todo el mundo conociera su caso que ha terminado siendo investigado en cientos de campos diferentes: psicología, antropología, biología...
Él sigue siendo capaz de comunicarse con los monos verdes y tiene unas cualidades innatas como atleta que ha aprovechado para competir internacionalmente ganando su dinero participando en las Olimpiadas especiales del 2003, además de seguir cantando, y es considerado el caso más investigado del mundo de los que se encuentran en el post, porque en muchos otros tienen dudas de lo reales que fueron o no se hicieron tan famosos como el del legítimo Tarzán.
6. OXSANA MALAYA
OXSANA LADRANDO Y DE PEQUEÑA |
La niña empezó a tener conductas insociables, alejándose de todas las personas de su edad, a los que pegaba o gruñía para que mantuviesen las distancias, esto produjo que fuese internada en la Clínica Baraboy de Odessa donde comprobaron que tenía comportamientos propios de los perros, con serios problemas del lenguaje ladraba o gruñía y empezó a coger hábitos caninos en vez de humanos. Desde entonces se han encargado de estimular sus capacidades intelectuales y sociales, al igual que trabajaron muy duro con su capacidad emocional.
De hecho, la psicóloga Lynn Fry, especializado en "niños salvajes" y que viajó a Odessa a investigar durante un tiempo el caso de Oxsana quedó muy sorprendida con las evoluciones y progresos en la clínica: "Esperaba encontrar a alguien mucho menos humana. Escuché historias de que era poco cooperativa e inepta socialmente. Pero hizo todo lo que le pedí. Su lenguaje es extraño, no tiene inflexiones en el tono de su voz, pero tiene sentido del humor. Le gusta ser el centro de atención y hacer reír a la gente. Es una gran sorpresa".
Pronto se dieron cuenta que esto venía por culpa de su padre que, por problemas económicos, vivían en donde pudieran acampar, muchas veces en bosques cercanos junto a una granja abandonada habitada por perros salvajes con los que la niña hizo amistad y empezó a imitarlos al ver que su familia le hacía menos caso que los propios animales. Incluso un vecino llamó a los autoridades cuando Oxana tenía 8 años al descubrir que estaba "peleándose" con perros salvajes por un hueso, las autoridades creen que desde los tres años hasta ese día su verdadera familia y los que pasaban el tiempo con ella eran esos perros y no su padre y su madrastra.
En la institución también descubrieron que la niña olía la comida antes de ingerirla, tenía gran sentido de oído, olfato y gusto y caminaba mucho más tiempo a cuatro patas en vez de hacerlo en posición erguida.
A día de hoy sigue internada en la institución donde realiza trabajos de granjera (principalmente cuidado de vacas) desde los 23 años y está en contacto con los animales, anda erguida y puede comunicarse con el lenguaje humano y socializar con ellos, no obstante arrastra desde su niñez ciertos problemas de discapacidad intelectual que seguramente perdurarán toda la vida por mucho que los trabaje y mientras tanto, en sus ratos libres ella misma afirma que lo que más le apetece hacer es "correr a cuatro patas, jugar, saltar por allí aullando y ladrando".
ANDREI TOLSTSYK |
Obviamente su caso es muy estudiado en diferentes ramas psicológicas y de la antropología, abriendo el debate de si "¿somos productos de nuestros genes o de nuestras experiencias?" y si los instintos humanos pueden ir desapareciendo y erradicando de nuestro ser si sufriéramos una experiencia similar a la de esta mujer ucraniana.
7. VANYA YUDIN
VANYA YUDIN |
A
ella le gustaban los animales y dividió los dos cuartos de la casa donde vivían
en un habitáculo para ella y otra para sus mascotas, lo malo es que equivocó a
su hijo de habitación. Vanya apenas salía de ese cuarto donde había dos loros,
peces y un conejo y su madre le alimentaba como si de un ave más se tratase,
dándole comida para pájaros y limpiando las necesidades que previamente
depositaba sobre papel de periódicos, así vivió hasta los ocho años.
Sin dinero para poder continuar adelante, la madre de Vanya pidió ayuda a los servicios sociales en el 2008 para poder sobrevivir, pero cuando estos inspeccionaron la casa donde residía, se encontraron a un niño extremadamente delgado que no se comportaba como un humano y que en vez de hablar piaba o trinaba: “Cuando empiezas a hablar con él, en vez de hablar emite un agudo sonido.”
Viendo el percal decidieron sacar al niño de aquella casa para humanizarle y alejarle a su vez de su madre, la cual montó en cólera: “Todo comenzó cuando solicite ayudas para el alquiler” dijo. “En aquel momento se negaron y dijeron que lo único que podían hacer era mandar a Vanya a una casa de acogida, por lo que vinieron a casa para ver nuestras condiciones de vida. Me culparon de no tener cortinas en las ventanas, de que Vanya estaba muy delgado por qué no me ocupaba de él, todas tonterías y cosas absurdas. Si quieren quitar a los niños de sus padres que lo hagan de los alcohólicos por ejemplo. Yo lo único que he pedido es una ayuda para poder salir adelante”.
Para Svetlana todo se trataba de una venganza de los servicios sociales contra ella, además de no entender la belleza de su hijo, que radica en ser capaz de mimetizarse con los pájaros siendo entendido por ellos, lo de comportarse como ellos, también es parte de ese juego que el niño iba perfeccionando con los años y no entendía que le acusaran de maltrato al menor, porque a éste nunca le faltó de comer, ni mascotas con las que jugar.
Otro detalle curioso de la madre en estos años es que se ha negado a reconocer que su hijo es discapacitado: “No quiero hacer oficial su discapacidad. No quiero que mi hijo viva toda su vida bajo la etiqueta de discapacitado. No necesito ni quiero el subsidio que pudiera recibir por ello”.
SASHA |
MARÍA |
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