SOBRE EL ASCO…

A veces la vida da tantas vueltas que se para en el punto donde no te apetece seguir y mientras empiece a rodar de nuevo, te sientes en una etapa por la que has pasado en multitud de ocasiones. Diferentes personas y sucesos, pero al fin y al cabo los mismos sentimientos, la misma ralladura de cabeza y el mismo dolor, y la misma espera… La espera de que alguien venga y haga rodar de nuevo a la vida, o te cambie de pensamiento para que la hagas rodar tú. ¿Es tan utópico pensar que la gente que verdaderamente necesitas va a estar ahí? Mas que utópico suena a imposible, pues obviamente los de tu alrededor piensan en su ombligo y su propio bienestar, careciendo de importancia lo que tu digas o pienses, pues no tienes voz ni voto en esta historia. Y así se define mi vida en este punto, pese a que más pronto que tarde volverá a girar, pero cuando se pare, obviamente caerá en la rutina de hacerlo en este mismo punto, con otros sucesos, quizás con otras personas, pero con el mismo daño. A veces me da miedo pensar en que si algún día me mato, cuantas de esas personas asistirían a mi funeral, esa gente que dice ser tu amigo y solo te sonríe o habla por interés y que si estas en una mala etapa, obviamente te dan su espalda.

Y no me refiero a la gente que lee este blog, que le da por decir algo que siempre me alimenta el ánimo, lo digo más bien por aquella gente que dicen ser tus amigos o cuadrilla y nunca se han comportado como tal, tal vez no merecen mi respeto, si el mío termina pisado cuando los vientos me son desfavorables, es algo que está ahí hace tiempo, pero nunca te acostumbraras a ello, quizás es cierto que conocidos hay muchísimos pero los amigos no los cuentas ni con la palma de una mano.

A quien lea esto que no se piense que estoy de bajón o algo por el estilo, solo me da asco la actitud de la gente cuando necesitas ayuda y la jeta y cuento que le echan cuando son ellos los que la tienen que recibir, tal vez escuché demasiadas veces mi nombre en esos momentos, cuando al revés mis gritos son sordos para sus delicados oídos.

Cualquiera que me conozca sabrá de mi que soy cabezota, testarudo y voy de frente tanto para decirte lo bueno como lo malo, y estoy rodeado de gente que calla como señoritas de bolso posadas en una esquina a las que solo les interesa recibir una cantidad de dinero, eso no es amistad, eso es un prostíbulo y a veces, sin conocer ese mundillo, me siento como si perteneciese a él. Prefiero decir que no tengo apenas gente en la que poder confiar, que decir que tengo montones de amigos, pues mentiría, porque cuando mas rodeado de gente estas, mas solo te sientes, a menos que saques un incentivo que los atraiga. ¡Que les den, yo valgo mucho mas que eso!