No, no he hecho nada del otro mundo, solo he estado disfrutando del mar y de mi familia, en completa tranquilidad, sin trasnochar, ni levantarse muy pronto, viendo diferentes lugares, hablando o simplemente descansando, pero a gusto… ¿sabéis lo fácil que es eso y lo complicado que lo parece a veces?
Pienso que, como todo el mundo, necesito que me hagan caso, que se cuente conmigo y sentirme uno más y últimamente no encuentro mucho de eso en mi vida.
Me siento excluido por la gente que quizás necesito y tiendo a excluirme más cuando lo que veo no es de mi agrado. Tiendo a cabrearme con los demás e inclusive con mi mismo porque pienso que a estas alturas de la vida no debiera ser difícil que en tu entorno te sientas a gusto, pero por lo que me cuentan debe ser lo más normal del mundo.
Seguiré en contra de ese estilo de vida y reivindicaré siempre una buena conversación, unas risas y un decir vale a todo lo que se planee porque obviamente te sentirás bien con el plan.
Toda la vida social la he conceptuado en eso y por desgracia con el paso del tiempo, me doy cuenta que la gente solo mira para sí, sin importar el que tenga al lado; que en vez de reír con él, sea criticado a sus espaldas y cuando hago planes algunos entran y otros no. Pues si, necesitaba desconectar de ello, tantas veces como sea posible, porque obviamente, me cansa, me enfurece y me termina por desquiciar.
El que esperase que aquí pusiera un amplio y detallado resumen de lo acontecido en los últimos 4 días, solo decir que se va a encontrar con: el rollo ha sido estupendo, me he reído como nunca, he debatido sobre mil ideas impensables, nos hemos ido de bares, he estado donde he querido y con quien he querido y ojalá siendo este mi segundo año con la experiencia, se promueva a los sucesivos. He vuelto con las pilas recargadas, que parece que las tuviera que llevar con poca batería, ahora a esperar cuanto me dura el buen rollo, pues a veces recargarlas es tan sencillo… pero descargarlas mucho mas.
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