Hoy he vuelto a ver a un buen amigo desanimado, negativo y con dudas para seguir luchando por uno de sus sueños. No sé qué puede estar pasando ahora por su cabeza, porque cuanto más avanza y se expande su proyecto, en vez de estar con más ilusión, se siente con menos ganas de seguir y lo entiendo en parte…
Es difícil cuando todo depende no solo de ti, sino también de los demás para que las cosas salgan adelante, una ilusión llena de muchas ilusiones, es algo muy bonito, pero a su vez demasiado vertiginoso. Más complicado si cabe debe ser el centro de atención, el que pone el aceite al engranaje, el que debe ajustar las tuercas o “vender” el acabado a cientos de personas, esperando que con el paso del tiempo sean miles y posteriormente cientos de miles. Demasiado trabajo para una sola persona a la que no le da miedo trabajar, es más le apasiona hacerlo, pero no a cualquier precio.
Yo soy de los que me cuesta comprometerme con los demás aunque generalmente cuando lo hago me considero una persona fiable, si no he podido hacerlo da por hecho que no ha sido porque no lo he intentado con ganas. Es una tontería pero desde muy pequeño siempre he pensado que si das a alguien tu palabra y la cumples, terminas ganándote un poco a esa persona, y quizás en el futuro, si ocurre al revés ellos también estarán ahí y de eso trata el tema, nada más… Soy una persona con muchísimos defectos, pero me gustaría ser recordado como alguien de quien fiarse, una persona legal y si consigues eso, de algún modo ya has hecho una buena base para pulir todo lo demás.
Vivimos en una sociedad muy poco seria, donde no prima el interés mutuo, más bien el personal, donde solo vemos nuestra parte y no nos fijamos en la de los demás, y en la que si nos comprometemos a algo, posteriormente si finalmente lo cumplimos, muchas veces nos olvidamos de lo prometido, lo hacemos con muchos peros por medio y buscando una flexibilidad tipo: “ya sé que era para hoy, pero para mañana o pasado, lo tienes sin falta”, que en la mayoría de los casos nos sirve…
La putada es cuando la otra parte nos hace algo así, ahí es cuando en verdad nos duele, cuando esperamos algo y no llega y nos aferramos en que esa persona nos dio su palabra y no la ha cumplido, diferentes reflejos para un mismo espejo, dos caras de la moneda que elegimos según nos conviene… Y no nos damos cuenta que si eso nos duele, afecta o compromete porque lo necesitábamos, cuando lo hacemos nosotros, a la otra persona le puede ocurrir lo mismo. Queremos tener un valor que no percibimos si así nos viene de otros...
Ahora pensemos que ese sueño inicial que se compone de cientos de pequeños sueños de diferentes personas, tuviera un engranaje basado en la palabra, en los tiempos adecuados y en el ser consecuentes con lo que nos hemos comprometido, y si bien queremos hacerlo porque nos recompensa de cualquier manera los frutos del mismo, empezamos a poner nuestros “peros” y toda esa estructura automatizada por una única persona que necesita del compromiso de muchas otras para poder seguir siendo cada vez más grande, se llena de esos “peros”, de excusas y de una parsimonia impropia con lo comprometido…
¿Cuál puede ser el resultado de todo ello? Un desánimo, una negatividad y unas dudas para seguir luchando por un sueño precioso, que a veces terminas viéndolo como tu peor pesadilla, lo cual te augura pensar que todo está más cerca de eclosionar, que de un final feliz que todos esperan, pero que no cumplen con su cometido como hubieran debido…Sólo espero que esto no ocurra, y que el globo se pueda seguir hinchando sin necesidad de explotar cuando aún le queda mucho aire... Quizás la gente debe poner un poquito de su parte para que esto no termine ocurriendo...
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