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04 junio 2012

SOBRE EL QUE DECIR Y CUANDO DECIRLO…


Tradicionalmente, la comunicación se ha definido como "el intercambio de sentimientos, opiniones, o cualquier otro tipo de información mediante habla, escritura u otro tipo de señales”.
Ok, partiendo de esa definición, ¿Por qué a veces nos cuesta comunicarnos con gente con la que hemos tenido confianza?. Ahí está la cuestión, estoy atravesando un problema generalizado a todos los ámbitos por este tema. Una serie de reacciones negativas en las comunicaciones, hacen que el individuo se coarte a la hora de hablar, expresarse e incluso hacer una entrada de blog para quienes lo leen.
Me considero una persona muy directa cuando tengo confianza con la otra persona, soy muy de decir tanto las cosas buenas como las malas y eso pues a veces me hacer ser muy seco o que se me malinterprete y lo que debiera acabar de forma positiva, termina haciéndote pensar que es mejor callar a seguir hablando con cierta gente. También deriva a muchas malas interpretaciones de lo que digo y  te hace especular no el cómo eres sino el cómo te ven.
Llega a abrumar que se junte todo y te veas en una especie de saco sin fondo y te plantees cortar de raíz ese pequeño trauma que con los años se ha gangrenado ostensiblemente.
Y curiosamente se me ha dado la oportunidad sin buscarlo, teniendo una pequeña conversación con la persona con la que se empezó todo y con la cual, desde hace 7 años debo medir mis palabras y saber cuándo hablar y cuándo callar. Es malo cuando esta forma de pensar se te instala en la cabeza, porque cuando alguien tiene una reacción similar ante mis palabras, me sale de dentro un ¿te estoy molestando? Que queda muy incomodo en una conversación con un/a amigo/a, y generalmente la gente me pregunta ¿por qué dices eso?.
Pues eso, tiendo a ser una persona que se come demasiado la cabeza en estas cosas con gente a la que me importa, con lo cual, o consigo quitarme esa sensación de mi cabeza con esa persona o termino preguntándome cuándo debo hablar y pensar cómo lo debo decir.
Yo cuando me preguntan contesto, cuando quiero hablar con alguien lo hago y cuando tengo que decir lo que pienso, pues no me lo callo, porque veo mas productivo saber la verdad sobre mis dudas, que sacar de ellas conclusiones en mi propia cabeza por temor a preguntarlo. Cuando esas cosas no suceden por la otra parte, pues me hacen suponer que algo falla en la comunicación.
Llegados al origen y retomando lo anteriormente dicho, se produce otra sensación de incoherencia con la persona con la que empezó todo y me quise quitar una espina clavada y se lo he contado. Mira desde tal día por esto, esto y esto otro, decidí que era mejor, para no decir algo que me hiciera perder tu amistad, tratarte desde la lejanía, haciéndote ver que me importas, pero midiendo mucho mis actuaciones y mis palabras para no molestarte. Y creo que por la respuesta que ha habido, a partir de ahora puedo ser un poco mas yo mismo con esa persona, que hacer un papelón que no se corresponde con mi personalidad.
En este último año y medio me he dado cuenta de muchas cosas, quizás sean tópicos, pero también verdades como puños:
-        Dos no se comunican si uno de ellos no quiere, por lo tanto valora que las personas te respondan aunque igual no te gustan lo que digan, porque si quisieran hacerte daño, tienen la indiferencia.
-        Dos no arreglan las cosas, si uno de ellos no quiere, para solucionar los problemas se debe dar comunicación entre ambos y querer arreglarlos de corazón y no en plan, que dé el otro el primer paso porque yo jamás lo voy a dar.
-        El mayor enemigo de la comunicación es el silencio, porque siembra dudas en la otra persona de lo que piensas. Otro gran enemigo de ésta, es quedarte con esas dudas, también es mejor hablarlas.
-        Si una persona importante para ti, termina pasando de ti y tú has puesto esfuerzo para que esto no suceda, no te eches la culpa por ello.
-        La gente te quiere por quien eres y eso incluye tus virtudes y defectos. Si alguien decide achacarte que eres de tal forma y no le gusta, debe tener en cuenta que la otra persona ve también tus defectos y se los tiene que aguantar, porque el orgullo nunca debe quedar por encima de la amistad.
-        Esta la he aprendido hoy, que nadie te calle simplemente por no estar de acuerdo con lo que dices, todo el mundo tiene libertad de expresión y toda opinión debería ser válida aunque no estés de acuerdo con ella. Por lo tanto si uno tiene derecho a decir lo que siente y piensa, el otro también, pues lo ha tenido que escuchar.
Si nos tropezamos y caemos, ¿dejamos de caminar al levantarnos por miedo a volvernos a caer?.  Si en el trabajo cometemos un error, ¿dejamos de trabajar por qué la hemos pifiado?. Si la comida nos ha sentado mal ¿dejamos de comer?, y tantos otros ejemplos me hacen pensar que quien te quiere como persona, no debería hacerte cambiar tu manera de pensar o de ser y aun menos, te hará callar.

Mientras una persona, sólo una, te quiera escuchar y responder con sus opiniones, ya tienes una razón para seguir hablando, eso es para mi la comunicación.

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