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12 mayo 2012

SOBRE LA PACIENCIA…


Del latín patientĭa, la palabra paciencia hace referencia a la capacidad que tiene una persona soportar o tolerar algo sin ponerse nerviosa. De esta forma, un sujeto con paciencia es aquel que no suele alterarse.
Según esa definición soy una persona muy contradictoria, puesto que posiblemente sea una de las personas más nerviosas que conozco y para ciertas cosas tengo más paciencia que el Santo Job.  Si bien me caracterizo por tener paciencia en las cosas que verdaderamente me importan, esas que ya sean de carácter social, laboral, sentimental o personal. Cuando las cosas no salen como quiero y cuando deberían tiendo a respirar hondo y decir, con tranquilidad, el momento adecuado no se ha dado, pero estoy seguro que se dará.
Particularmente esta forma de ser ha dado sus frutos muchas veces, pero no es una ciencia cierta y por supuesto no es una virtud. El ser humano por naturaleza tiende a rodearse de las personas, cosas y situaciones necesarias para sentirse cómodo con su vida, pudiendo dejar de lado muchas otras superfluas que va perdiendo por muchas razones por el camino.
Ahora bien, cuando nos tocan ese estrecho círculo necesario de comodidad, ¿cómo reaccionamos?. Pues si empezamos a simplificar, sólo podemos hacerlo de dos formas, una luchar contra viento y marea para no perderlo y otra asumir que el tiempo volverá a poner las cosas en su sitio y que quizás luchando perderemos aún más de lo que ahora nos falta.
Yo soy muy de la primera opción, luchar por lo que nos hace falta, pero a veces las batallas no se ganan con lo que se desea y siendo el más voluntarioso en conseguirlo. En otras ocasiones lo mejor es calmarse, contar hasta diez, cien o la cifra que veamos conveniente y pensar que mañana será otro día totalmente diferente y si se presenta la opción adecuada para la solución, pues aprovecharla. A eso se le llama sensatez, pensar con la razón y no con el corazón y muchos más blablablás que quedan muy bien y dan categoría a tu persona por solucionar un problema de manera paciente.
Pues bien, este método cuando sale es para estar orgulloso, pero no es para nada infalible y en ocasiones el día que en teoría vendría marcado para tu oportunidad, nunca llega , y con ello la solución a tu problema se ha marchado y te has quedado en anden esperando una oportunidad que no llega. En esas ocasiones, ya no quedas de sensato, sino de torpe, de no saber racionalizar el problema y saber solucionarlo, de haber dejado escapar algo que realmente te importa y lo peor, en vez de estar mal por ello, sigues pensando en que mañana será otro día y quizás haya oportunidades donde no las hubo, que no impusiste tu criterio por intentar hacerlo bien y que has perdido más que de no haber hablado las cosas a su debido tiempo, en el que quizás tampoco se hubiera solucionado nada, pero ya habías dejado impronta de que pensabas en el tema y de cómo querías solucionarlo y tu conciencia por lo menos estaría en paz que guardando silencio esperando a que las piezas terminen de encajar.
Por ello pienso que los que creen de verdad que “la paciencia es una virtud”, debería responder con ¡los coj…!.   

2 comentarios :

  1. Sobre paciencia hay un chiste que dice: "Dios mio dame paciencia por favor!!!... pero dámela ya joder!!!

    Gran artículo crack!!!

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  2. Jajajaja, pues si mas o menos lo mismo que el chiste, muchas gracias ;P

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