SOBRE UROBOROS…

Hoy he leído una expresión sobre Uroboros, un animal que representa mi vida bastante bien. Por desgracia en el artículo donde lo he visto, la utiliza como el final de un ciclo. No hay cosa que mas pena me da, que uno de los cantantes hispanos que mas me gustan, José Andrea, la invoca para despedirse del ciclo Mago de Oz, puede que el grupo vuelva tras un descanso de un par de años, pero no será con su mítica voz al frente. Como seguidor de este grupo, gracias por los 16 años que has dado, y lo siento por Txus, pero el grupo sin su voz, no será el mismo.

Uroboros (Ouróboros), para quien no lo sepa, es una serpiente de la mitología griega, aunque a veces salga con patas, que se representa comiendo su propia cola e identifica que una misma etapa que ha acabado vuelve a empezar en el mismo punto donde la comenzaste. Un ciclo cerrado, donde hagas lo que hagas se reiterara una y otra vez sin poder salir de él. En España tenemos a la prima hermana de esta serpiente griega: “la pescadilla que se muerde la cola” que viene a decir lo mismo, pero quizás no la usemos tanto en primera persona.

Hace poco una buena amiga, sin quererlo, me hizo un Uroboros sobre una parte de mi vida en particular, con más datos lo mejoró, pero le seguía saliendo la misma filosofía del animal mitológico. Cuando lea esto solo decir, pues quizás me hizo gracia su representación gráfica porque pienso que en particular, todas las partes por separado o en conjunto de mi vida o incluso interactuando con las personas, son serpientes griegas, con las que tranquilamente sabes que van a pasar, porque lo has vivido montones de veces, la única duda es el cuando.

Lo curioso del caso que hacía mucho tiempo que no mentaba a esta serpiente, cuya historia  y filosofía en su día se me quedo tan grabada, que la he usado como ejemplo muchísimas veces. La vida son ciclos, y como tal debes aprender a llevarlos y estar preparado tanto paras las buenas como para las malas, ya que al final, todo se repite y a base de repeticiones, el ser humano aprende y termina dando más importancia a las noticias agradables y termina sabiendo llevar a buen puerto las desfavorables. Lo malo es cuando piensas que esa filosofía es muy buena, pero sigue siendo un camino sin salida…