Y como de un cuento se tratase, las ferias comenzaron en tiempos de la Edad Media cuando los mercaderes se ponían de acuerdo en acudir a diferentes puntos estratégicos de Europa para vender sus productos a un continente donde la gran mayoría de gente se dedicaba al sector agrícola.
Tan grandes e importantes eran esas reuniones que se alargaban días y ante tanto público existente, a algunos visionarios se les ocurrió negocios para entretenerlos y a su vez llenarse los bolsillos.
Y así, entre los siglos XIII y XIV, nacieron las ferias que hoy conocemos y podemos decir que con ellas el circo porque había sesiones acrobáticas, mágicas, frikis y malabarismos dedicados a entretener y crear juegos donde la gente probaba suerte y se dejaban los cuartos o se divertían jugando a algo.
De las ferias donde nacieron pasaron a reunirse en los llamados parques de atracciones, siendo el primero Bakken (La colina), situado al norte de Copenhague (Dinamarca) en el año 1583.
Obviamente nada tiene que ver con las diferentes máquinas que nos llaman la atención hoy en día y en las que se divierten los chavales, cada una de ellas con su historia, que aquí también os voy a contar, os aseguro alguna sorpresa, pero sobre todo curiosidades...