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09 abril 2012

SOBRE LA VIDA ES UNA PARTIDA DE CARTAS…


Sigue siendo uno de mi amplio repertorio de metáforas el ver la vida como una partida de cartas. En algunas ocasiones los naipes suelen ser personas, en otras elecciones y algunas veces simplemente pensamientos sobre lo que ocurre.
Lo mires como lo mires, he pasado de un buen jugador a ser de lo peorcito en cuestión de años y he dado por perdidas muchas de las que me repartieron, pensando que con las que quedaran en mi mano al final se podría ganar una partida que pintaba muy mal, ya sea por las decisiones que he tomado en el transcurso de la misma, o por causa del azar.
Y he aquí la cuestión, nos encontramos con los mínimos naipes para salir adelante mientras nuestros adversarios se frotan las manos porque piensan que ya has perdido la partida, mientras ellos apenas pueden sostenerlas con las dos manos sin que se les caigan, las mías se pueden contar con los dedos de la mano, con gesto serio y sin decir ni mu.
Si hay que hablar, debería hacerlo con mis naipes, al fin y al cabo aposte por ellos dejándolos en mi mano y no soltándolos sabiendo de antemano que esa decisión es como el titulo de mi blog de “No hay vuelta atrás”. Un buen jugador nunca se arrepiente de sus decisiones y de apostar por lo que le queda, pero como dije al principio, ya no soy un buen jugador y pienso que algunos de los naipes que tengo en la mano están ahí porque yo quise, sin darles elección les di una importancia para la cual no sé si estaban preparados o querían estarlo y eso me duele aún más.
Dar el valor necesario a unas cartas, pensando en un “no me importa lo que he perdido, me importa lo que tengo y  con eso saldré adelante”. Pero, ¿alguien pensó que cualquiera de esos naipes querían estar en tu mano y creerse cartas ganadoras porque tu les diste ese valor?. No digo que alguno de los naipes se ofendería ante tal pregunta, solo por dudarlo, pero ves en otros una tibiez provocada por la presión que estas ejerciendo sobre ellos y no sabes si cuando apuestes por ellos se perderá todo porque tu apostaste tu confianza en él sin pedir opiniones, sin saber si pudiera llegar al nivel deseado e imponiéndole una decisión marcada por el corazón y no por la razón con la que se gana o pierde un juego.
Llegados a este punto te niegas a perder esa carta, pero tampoco ves razonable la presión que ejerces sobre ella porque la consideras una de las más importantes de tu partida. Te matan las dudas por dentro, porque no estás capacitado para perder ni esa, ni cualquier otra carta, pero si cuando este sobre la mesa, la pierdes, no la podrás echar la culpa de que tu mundo se vaya al carajo y por otro lado no sabes bien si apostar por otra jugada diferente cuando la partida ha llegado hasta aquí y esa carta también te ha demostrado que tiene su valor, importante claro está, pero con sus dudas y las tuyas… ¿cuándo la echas a la mesa, la primera o la última?
Si piensas que lo importante es no perder tu partida, ¿apostarías por lo que te dicta la razón o por lo que te dice el corazón a pesar de las dudas?.
P.d. Yo no sirvo para ser frio y calculador, las personas que quiero lo saben, si tengo que dar consejos los hare ver desde la razón, si tengo que pensar en mi y sobre algo que me importa usaré el corazón, para bien o para mal.

04 abril 2012

SOBRE LA NAVAJA DE OCKHAM…


Desde que lo aprendí en el instituto se me quedo grabado, el principio de “la navaja de Ockham” el cual relata “la explicación más simple y suficiente es la más probable, mas no necesariamente la verdadera”.
Nos movemos en un mundo en el que nada es lo que parece y menos la vida de cada uno, algunas veces vemos las cosas tan claras que nos da por montar teorías pensando que probablemente acertaremos, pero la verdad no se encuentra en nuestras manos.
Últimamente me ha dado por pensar mucho en cómo actúa una persona en concreto y veo que algunas veces soy un mal pensado, y que en esta vida de ciertas personas debes confiar, pero se me hace difícil.
Se me hace difícil porque en el pasado reciente creer en esa persona, ha tenido como resultado disgustos y pérdida de confianza y eso hace que ahora, aunque haya habido perdón de por medio, no te acabes de fiar.
Cada día que pasa, soy más receloso de hablar sobre mí, sobre las cosas que me pasan o me cuesta más comunicarme a modo general con personas que no debería ocurrirme eso, pero llegó un momento que recibí tanto daño moral y psíquico, que termine en refugiarme en mi caparazón y no querer salir. Eso tiene su parte buena y su parte mala, si tú no das, no puedes esperar tampoco a que te den, y si tú no das señales de vida es normal que esas personas terminen haciendo lo mismo.
Hay gente que se merece segundas oportunidades, no sé si yo las merezco, pero en este caso yo la he dado, partiendo de cero, pero sin duda, con reservas por el dolor que te pueden causar las personas que mas quieres. Tomando dos principios básicos el de “todo las personas que te quieran en algún momento de su vida te defraudaran y deberás saber si mereces perdonarlas” y el de “quien bien te quiere te hará llorar”, me escudo en que ciertas personas son necesarias en mi vida y que el dolor se pasa, pero la tristeza de perder a gente que quieres no.
Dando cuenta de todo esto y habiéndoos puesto en situación, debo admitir que si bien esta persona está haciendo progresos en mi confianza y en un acercamiento, aun tengo recelos que su forma de ser vuelva a hacerme pensar que lo que ocurrió pueda volver a suceder y hacerme nuevamente daño y me tengo que ceñir a la “navaja de Ockham” para creer y no dudar. Y a veces no sé si hacer las cosas con el corazón o por el instinto que te produce la razón. Si las hago con el corazón y vuelve a pasar lo del pasado, me dolerá tanto o más, si sigo mi instinto racional y fallo, me dolerá por no haber sido sincero del todo con la segunda oportunidad y no saber cómo pedir disculpas a una persona que realmente está poniendo sus ganas en ello. Sea como fuere, estoy intentando no ver la solución a un problema que lo mires por donde lo mires puede acabar mal si se sigue  tensando la cuerda y pensar, como siempre,  que hay que tener cuidado cuando nos ponemos a juzgar a las personas que nos importan malintencionadamente por prejuicios del pasado. Honi soit qui mal y pense

19 marzo 2012

SOBRE EL HARO RIOJA VOLEY...


FICHA TÉCNICA.
HARO VOLEY RIOJA, 3 - NUCHAR EUROCHAMP MURILLO, 1.
HARO RIOJA VOLEY: Woods (10), Garrido (8), Martín (14), Alonso (12), Sánchez (18), Curatola (5), García (Líbero). También jugaron: Araco (1), Traspaderne (-)
NUCHAR EUROCHAMP MURILLO: Pessoa (1), Pejkovic (4), Arranz (12), Da Silva (15), García (10), Bell (15). Esteban (Líbero). Tambien jugaron: Basurto (-), Fraile (-), Gómez (-).

Ok, llego tarde con la entrada pero no lo hice con las celebraciones, el 11 de marzo del 2012, en Salou, se jugó la final de la Copa de la Reina de Voleybol , equivalente a la Copa del Rey masculina, curiosamente entre dos equipos riojanos, el de Haro y el Murillo de rio Leza, siendo ganada por las nuestras.
Una vez más han dado un paso de gigante, las hemos visto ascender hasta primera división, consolidarse en la misma, e incluso clasificarse para puestos europeos, pero esto ya de ganar titulos, me parece si cabe más, de otra dimensión. Gracias a todas por hacernos soñar despiertos y llevar el nombre de Haro a lo más alto a nivel nacional, no hay quien os tosa chicas, seguid así y seguiré hablando de vosotras en este blog.
 http://www.marca.com/2012/03/11/mas_deportes/otros_deportes/1331483259.html

SOBRE PHURBA TASHI…

Hace poco he descubierto el Discovery Channel en mi televisión, quizás lleve ahí meses pero la verdad es que yo soy de ver poca televisión. Es una cadena en la que emiten documentales muy interesantes y un día haciendo zapping encontré “Everest: Beyond the limit”. Se trata de un documental de varios capítulos que cuenta las hazañas de unas cuantas personas que pretenden alcanzar la cima de la montaña más alta y complicada del mundo. Guiados por un hombre y un grupo de sherpas especializados, nos intentan hacer ver las heroicidades de este grupo de gente. Si bien el grupo es sumamente curioso, pues lo forman entre otros un escalador asmático que pretende llegar a la cúspide sin oxigeno (sólo 3 de cada cien lo consiguen), un motorista estadounidense que tras dos severas operaciones por sendos accidentes con su moto, tiene el cuerpo lleno de huesos metálicos y tornillos, un señor francés de cierta edad recién operado de un cáncer de hígado que se presenta a la subida dos semanas después de la operación, un bombero, un médico, otro motero, un libanés y un escalador que en el 82 perdió sus dos piernas a la altura de la rodilla a consecuencia de una congelación de una escalada. En esta temporada sólo lo consiguen cuatro personas, solo desvelo que el que se quedó sin piernas es uno de ellos y por supuesto es el único que ha conseguido hacerlo en esas circunstancias a día de hoy. Nos lo presentan como lo que es, un héroe en toda regla, porque no es nada fácil llegar hasta allí arriba y aunque muchos lo intentan, también muchos perecen.
A mí lo que me llama realmente la atención no son los clientes que han pagado por subir hasta allí arriba, sino el grupo de sherpas que les acompañan. Dentro de este grupo encontramos a Phurba Tashi, líder del grupo de sherpas del que ya era leyenda en el 2006 cuando se grabo este documental por haber ascendido 10 veces el Everest. Los sherpas, además de acompañar a los clientes y protegerlos en todo momento durante su ascensión y el posterior descenso, también son los encargados de cocinar y de subir anteriormente hasta la cima para poner los campamentos, anclar las cuerdas por las cuales van a subir los clientes y volver para que escasos días después deban hacer lo mismo pero al ritmo de esta gente. Viendo que para subir 100 metros pueden tardar hora y media, ni imaginar lo que deben hacer estos sherpas para tener todo bien colocadito en los 4 puestos donde pueden refugiarse o encontrar avituallamiento, bajar, descansar y a los dos días volver a subir con ellos, más si cabe que el último de los puestos se encuentra en la zona de la muerte, en la cual no puedes estar más de 5 horas en el mismo punto, porque tu cuerpo no soportaría la falta de oxigeno y te congelarías por otro lado.
Phurba, además de todo ese trabajo, y de estar cuidando de dos clientes el día anterior que intentaron hacer cúspide, que son unas quince horas allí arriba entre subir y bajar, coge al señor que no tiene piernas y que se ha quitado las artificiales porque no puede andar, se lo echa en la espalda y lo baja tras haber descansado solo tres horas.
Al año siguiente, para el mismo programa hace una subida doble a la cumbre, ascendiendo por un lado de la montaña, y al bajar ascendiendo por el otro, el cliente tras el primer descenso, ya intentando ascender de nuevo, lo deja, pero anima a Phurba a hacerlo y éste que ha subido en bastantes ocasiones por el Everest, pero siempre por la misma cara, tiene miedo al descenso, pero lo consigue.
A día de hoy Phurba Tashi, tiene las mismas ascensiones que el gran Juanito Oiarzabal, 28, pero aunque no ha hecho todos los 8.000, cosa que si ha hecho Juanito, hay algo que me llama poderosamente la atención. Juanito solo ha intentado subir dos veces el Everest, consiguiéndolo a la segunda y por sus propias palabras fue la ascensión más difícil, porque en otras montañas puedes bajar andando y ésta, además de ser la más alta y más dura, su descenso es muy largo y peligroso, sin duda lo consiguió gracias a los sherpas que le acompañan. Phurba de las 28 ascensiones a los 8.000, 19 han sido al Everest, lo cual me hace verle como un semidios de la montaña, más si cabe pensando que gracias a gente como él y a su labor, Juanito y los demás montañeros consiguen hacer sus proezas, ya que les preparan la ascensión, los sitios de descanso, les cocinan, suben y bajan con ellos y se les paga para proteger a los montañeros y que estos se crean seguros.
Así que si ves la vida a veces como un Everest, piensa en Phurba Tashi.