En la serie explicaban que antiguamente los fabricantes de sombreros utilizaban mercurio para alisar la tela que recubre el interior de los mismos, pero que dejaron de hacerlo, pues este elemento de la tabla periódica es nocivo para el ser humano. Los clientes se ponían diariamente su adquisición sobre la cabeza y al estar en contacto directamente con el mercurio, terminaban majaretas y esta situación sirvió de inspiración al escritor para meterlo en su novela.
He de decir que de pequeño no solo vi la película de Disney, sino que también leí el libro en versión infantil de la misma y al igual que me pasó con “El Principito” a esas edades no entiendes nada, quizás porque un niño tiene su propio surrealismo y cuando choca directamente con el de un adulto, las frecuencias no terminan sintonizándose.
Vamos, que como experimento social igual tiene sus conclusiones, pero siendo sensatos esta clase de lecturas, pese a estar indicadas para infantes, en realidad, los escritores quedaron dejar la impronta sobre otros aspectos que solo en la etapa adulta se pueden llegar a comprender, así que me pareció una buena idea dedicarle una entrada al post y explicar algunas cosas de esta novela que no se ven a simple vista e indagar en curiosidades como la que da lugar a esta introducción.
1. ¿QUIÉN FUE LEWIS CARROLL?
Charles Lutwidge Dogson (Daresbury, Cheshire, 27 de enero de 1832 – Guildford, Surrey, 14 de enero de 1898) fue un diácono anglicano, lógico, matemático, fotógrafo y escritor británico al que se le conoció por el seudónimo de Lewis Carroll.
Sus antepasados provenían de clase media alta del norte de Inglaterra e Irlanda, siendo conservadores y miembros eclesiásticos de la High Church de Oxford. Por ello, todos los hombres de la familia Dogson, para mantener el status de la saga, estaban destinados desde su nacimiento a hacer carrera en nobles artes ya fuera por rama militar o eclesiástica.
Su padre era un párroco rural que se casó con su prima y tuvieron once descendientes siendo Charles el tercero de ellos y el primer varón. Como muchos de sus hermanos nació en la parroquia de Dareso en Cheshire (no os olvidéis de esta localidad), aunque cuando tenía once años su padre fue ascendido fue ascendido a párroco de Croft-on-Tees, en North Yorkshire donde la familia viviría los siguientes veinticinco años.
Charles desde pequeño a demostraba una capacidad intelectual impropia a un niño de su edad, aunque pecaba de ser muy introvertido al tener tartamudez lo que le hizo tener durante toda su vida cierta exclusión social, seguramente en la infancia por burlas y de mayor por haber adquirido ese trauma y alejarse el mismo de la gente. Otro motivo de este trauma adquirido fue que, a los quince años, al ser transferido desde la escuela privada de Richmond donde era feliz y estaba integrado a la Rugby School donde pasó tres años muy complicados.
Con dieciocho ingresó en la Universidad de Oxford y, pese a la muerte de su madre a los dos días de ingresar en ella, demostró estar muy centrado en su carrera, no en si en las horas de estudios, sino en la facilidad con los que los absorbía debido a su gran inteligencia. Así le tachan de perezoso, hecho que le valió perder una beca y a su vez brillante consiguiendo en 1857 el puesto de profesor de matemáticas en la Christ Church donde estuvo 26 años dando clase y fue nombrado diácono a los cuatro años de su ingreso. Como matemático destacó sobre todo en geometría, álgebra y lógica.
Uno de sus mayores hobbies fue la fotografía, ya que a través de ella conseguía retratar, según sus propias palabras, la belleza ya fuera a través de la perfección moral, la estética o la física. Esta afición le acarreó serios problemas por un asunto turbio de querer fotografiar a niñas pequeñas desnudas, pese a ello está considerado como un gran fotógrafo de sus tiempos y en 2002 fue publicado un libro con diferentes instantáneas hechas por él que todavía se conservan, obra de Roger Taylor.
Era asiduo a las drogas de la época, se tienen dudas si frecuentaba las psicoactivas, pero los historiadores informan que si era consumidor de láudano con fines curativos, si bien este procede del opio y coloca de la misma manera.
2. ALGUNOS CREEN QUE FUE JACK EL DESTRIPADOR
Y hablando de la palabra destripar que aparece en el título del post, existe una teoría, que roza la leyenda urbana, indicando que el escritor de "Alicia en el país de las maravillas" y su secuela fue también el asesino en serie más conocido de la historia en Europa.
En 1888 cuando Lewis Carroll estaba a punto de cumplir 56 años, en el barrio de Whitechapel de Londres sucedieron cinco crímenes cuyas víctimas fueron prostitutas. Nunca se descubrió la verdadera identidad del asesino, pero si dejo cartas en las que se identificaba como Jack el destripador, nombre con el que pasó a los anales de la historia.
Si bien la investigación de la policía y Scotland Yard fue bastante chapucera, posiblemente por el trabajo y status social de las fallecidas, existieron diferentes teorías de quién estaba detrás de semejante atrocidad. Una de las teorías más distendidas es que el asesino formaba parte de la realeza de Inglaterra, siendo el principal sospechoso Alberto Víctor de Clarence, príncipe del Reino Unido.
Pero otro de los sospechosos habituales de esta trama fue Charles Dogson (Lewis Carroll), principalmente por su tendencia a la pedofilia, aunque en época victoriana los infantes en paños menores simbolizaban la inocencia y era más común de lo que se pensaba hacerles fotos de ese tipo.
En un siglo nadie volvió a unir a Lewis Carroll con el asesino de Whitechapel pero, en 1996, el escritor Richard Wallace publicaba el libro "Jack el destripador: amigo alegre", en el que se aventuró a plantear dicha hipótesis.
En dicha obra simplemente enumera los factores que le podían unir a los rasgos conocidos del criminal: en su infancia tuvo una experiencia traumática (ya hemos visto que era tartamudo y tenía gran rechazo social de sus compañeros), lo cual, según Wallace despertó la psicosis en él como se podía leer en las cartas que envió a sus padres desde el internado.
De todos era sabido su consumo de estupefacientes para sentirse más inspirado en lo que hacía, aludiendo el autor del libro que casi todas las obras de Carroll están basadas en los efectos de las drogas psicotrópicas o quiere que los lectores las tomen para entenderlas, aunque simplemente su género está catalogado en el sin sentido.
Los anagramas de sus libros, y concretamente de sus poemas, también le señalan porque comparte el mismo modus operandi que las cartas que dejaba Jack el destripador a la policía. Sobre todo en este punto incidía Richard Wallace al encontrar, según él estos textos entre los escritos de Carroll: "¡Si encuentro una puta callejera, ya sabes lo que pasará! ¡Le cortarán la cabeza!". "Oh, nosotros, Thomas Bayne, Charles Dodgson, coqueteamos con el cuerpo desnudo y asesinado, esperábamos saborear, devorar, disfrutar de una buena comida del útero de una puta muerta. Nos las arreglamos, lo encontramos horrible, pálido y duro como una cabra desgastada y sucia. Ambos lo tiramos. - Jack el Destripador". "¡Se retorcía tanto! Pero al final Dodgson y Bayne encontraron la forma de sujetar a la pequeña puta gorda. La sujeté con fuerza y le corté la garganta, de la oreja izquierda a la derecha. Fue duro, húmedo y asqueroso, también. Tan cansados estaban que vomitaron - Jack el Destripador".
Aunque es uno de los escritores más reconocidos en la historia bajo su seudónimo de Lewis Carroll que proviene de la latinización de su nombre Charles = Carolus = Carroll y el apellido de su madre Lutwidge = Ludovicus = Lewis. La primera de las obras que firmó con ese nombre fue un pequeño poema romántico "Solitude" (1856) para el magazine The Train a la edad de 24 años.
Ese mismo año ingresa en la Christ Church un nuevo decano, Henry Lidell, acompañado de su esposa e hijas. Esta familia se convierten en personas muy importantes para nuestro autor, ya que tiene una gran relación con su jefe y su esposa y se hace amigo de las tres hijas del matrimonio: Lorina de 13 años, Alice de 10 y Edith de 8.
A ellas se las lleva a dar un paseo en barca por el Támesis junto al reverendo Robinson Duckworth también de la Christ Church, y para entretener más el viaje Carroll se inventa una historia fantástica que titula "Las aventuras subterráneas de Alicia" que al a postre se convertiría en su primera novela "Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas" (1865).
Su segunda novela tardó en publicarse otros siete años, siendo la segunda parte de la primera y teniendo a la misma protagonista "Alicia a través del espejo" (1872), dirigida también a un público infantil.
En 1876 publica un poema del género sinsentido titulado "La caza del Snark", muy del estilo del aclamado "Jabberwocky" que incluyó en la segunda parte de las aventuras de Alicia. En él se cuenta en tono de humor las aventuras de los tripulantes de una embarcación muy singulares que van en busca de una criatura inconcebible, una especie de parodia de Moby Dyck publicada en 1851.
Un año más tarde publica "El juego de la lógica", un libro que, como en sus anteriores escritos, está presente el sinsentido, pero en esta ocasión entremezclado con muchas cuestiones sacadas de libros de lógica. En la obra se adentra en casos como la neurosis del victoriano conformista (que nos adentra en el mundo de las construcciones mentales y como en el rigor de la inferencia se puede llegar a la locura) o paradojas como las de los tres peluqueros y la de Aquiles y la tortuga, demostrando como dicen sus propios bibliógrafos, lo avanzado que era en las matemáticas respecto a sus tiempos.
Tarda un total de nueve años en publicar su siguiente obra, "Un cuento enmarañado" (1885), relacionada de alguna manera con su anterior publicación y adentrándonos de nuevo en el mundo de las matemáticas a lo largo de diez historias sinsentido. Como curiosidad al final del libro se encuentran las soluciones de cada una de las historias por si el lector no ha sabido en algún caso resolver los diferentes problemas que plantean.
En 1889, vuelve a su idea original novelística con "Silvia y Bruno", un trabajo dividido en dos tomos (la segunda parte se publicó en 1893) y que cuenta la historia desde dos mundos totalmente diferentes, el real de la época victoriana y el de fantasía desde el país de las hadas. A los personajes del título Carroll no los tuvo que inventar, simplemente rescatar de sendos poemas donde son nombrados escritos en 1867: "El hada Silvia" y "La venganza de Bruno". Posteriormente, en 1873 creyó que era buena idea desarrollar ambos poemas a modo de novela, e inició la misma pero la conclusión y publicación fue dieciséis años más tarde.
Su obra literaria se completaría con obras menores como "Diario de un viaje a Rusia", en la que relata lo ocurrido en la única salida que tuvo el autor del Reino Unido en vida, describiendo lo sorprendente que le pareció la antigua Unión Soviética, "Matemática demente", del mismo corte de "Un cuento enmarañado", juntando historias que se resuelven con problemas y diferente correspondencia publicado todo treinta años después de su muerte.
4. ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
Como hemos explicado, su obra más conocida nace de un pequeño cuento contado a las tres hijas de su decano, Henry Lidell, mientras navegaban junto a otro sacerdote en barca por el rio Támesis a modo de ocio. La mediana de las niñas de Lidell se llamaba Alice (Alicia) y por entonces tenía diez años; Carroll tenía predilección por ella siendo su musa fotográfica y haciéndola protagonista de ese cuento improvisado para matar el rato en una tarde tranquila y divertida.
Años más tarde de ese paseo en rio publicaría la novela, quedando sólo 22 ejemplares originales de 1865 en la actualidad. La obra está dividida en doce capítulos:
I. EL DESCENSO POR LA MADRIGUERA. Donde se nos presenta a una niña llamada Alicia que esta pasando una tarde aburrida en el campo junto a su hermana mayor que mata el tiempo leyendo un libro sin hacerla mucho caso. Entonces descubre una apresurada liebre vestida con chaqueta y chaleco que no deja de mirar un reloj de bolsillo y advierte llegar tarde a algún lugar. La niña emabaucada por lo que está viendo le persigue y termina cayendo por una madriguera vertical que le transporta a un nuevo mundo. Con lo primero que se topa es con una botella que dice "Bébeme", la cual ingiere y la convierte en un ser diminuto y tras pasar por una puerta acorde a su tamaño encuentra un pastel que pone "Cómeme" haciéndola, en teoría, volver a su estatura original.
II. EN UN MAR DE LÁGRIMAS. La comida no hace el efecto deseado y la niña se convierte en una gigante y, aunque había cogido una llave para salir de esa especie de casa donde se encontraba, el no parar de crecer le imposibilita salir de la misma pues ocupa todo el espacio del habitáculo. Por ello, empieza a llorar e inunda la habitación, de nuevo la liebre blanca se le aparece apresurada y deja caer un abanico sin querer, que al ser tocado por Alicia le hace volver a su estatura normal. Esto hace que se encuentre en un mar de lágrimas que ella misma provocó anteriormente con su llanto y nadando se encuentra a un ratón que la guía para sacarla de dicho atolladero, encontrándose por el camino con un pato, un dodo, un aguilucho y un loro.
III. UNA CARRERA EN COMITÉ Y UN CUENTO LARGO. Los animales, a petición del Dodo, al pisar tierra firme deciden organizar una carrera para secarse en círculos y pide a la niña que entregue al finalizar la misma premios para todos. Ella hurga en sus bolsillos y encuentra caramelos que reparte entre sus compañeros, pero ella aunque haya ganado también se queda sin premio y el dodo le entrega un dedal que también tenía en el bolsillo. Pese a ello se enemista con sus compañeros de viaje porque el ratón odia a los gatos y Alicia adora al que tiene en casa y dice que caza muy bien.
IV. LA HABITACIÓN DEL CONEJO BLANCO. Quedándose de nuevo sola, se encuentra a la liebre blanca que busca su abanico y confunde a Alicia con su criada Mary Ann, pidiéndole que busque su objeto personal. Asi llega a la casa del conejo y encuentra el objeto y otra botella sin inscripciones que por curiosidad bebe, haciéndola crecer de nuevo y atorarla dentro de la habitación de la casa del conejo, que vuelve a su casa un brazo gigante que sale por la ventana junto a su abanico, se asusta y busca ayuda. Multitud de gente se acerca a la casa del conejo y arrojan panecillos mágicos, la niña los come, vuelve a su tamaño real y asustada por la muchedumbre decide huir.
V. EL CONSEJO DE UNA ORUGA. En su huida, se adentra en un bosque y se pierde, encontrándose con unos mellizos que se llevan la contraria y hacen dudar a Alicia el camino a elegir. Cuando lo hace, termina deteniéndose ante una seta gigante donde aparece una oruga de acorde tamaño fumando shisha. El animal pregunta a Alicia sobre su identidad y ésta no la sabe debido a los continuos cambios de tamaño. Al final termina ofendiendo a la oruga porque le dice que cuando se transformó en pequeña llegó a medir siete centímetros, lo cual califica de una birria, siendo éste el tamaño real de su compañera. Antes de ello le advierte que la seta cambia los tamaños, si come de un lado disminuirá y el opuesto le hará crecer, como Alicia no se acuerda que lado era cada cual, decide cortar trozos pequeños de ambos e ingerirlos fluctuando su tamaño de forma constante hasta que consigue tener un tamaño normal y siguiendo por el bosque se topa con una casita. Esta mide metro veinte y decide enconger su cuerpo a 25 cm.
VI. CERDO Y PIMIENTA. Antes de entrar en la casa se encuentra que hacia ella van dos lacayos, uno con cabeza de pez y otro de rana. En ese momento se entera que la casa pertenece a la Duquesa y que se necesita invitación para entrar en ella. Dentro de la casa se encuentra con la dueña, con su gato Cheshire y con su bebé al cual está meciendo intentándose que deje de llorar, mientras prepara una comida con demasiada pimienta. La Duquesa deja el cargo a su recién nacido a Alicia pues ella se debe preparar para la partida de croquet de la Reina, pero al mecerlo se convierte en un cerdo que suelta al salir de la casa y se encuentra con el gato sonriente de la dueña que le invita a conocer al Sombrerero y a la liebre blanca en un convite que tienen cerca.
VII. UNA MERIENDA DE LOCOS. En la casa de la liebre se encuentra al Sombrerero y a un lirón tomando té fuera de la misma en banquete para varias personas. Le proponen una serie de acertijos que vuelven un poco loca a Alicia, iniciando la conversación con la fecha de ese día a la que la niña responde con un 4 de mayo (fecha de nacimiento de Alice Lidell). La niña acaba harta de esa cita de té y decide marcharse de allí, yendo hasta un jardín al que accede por la puerta de entrada al juego de croquet.
VIII. EL CROQUET DE LA REINA. Una pareja de jardineros que resultan ser naipes pintan una rosa blanca de color rojo al saber que han errado en una orden directa de la Reina. Ésta se presenta y les coge en pleno proceso y ordena que les corten la cabeza, Alicia los esconde de sus verdugos y éstos les dicen a su monarca que han cumplido las ordenes para no ser decapitados también. La Duquesa ha sido apresada por llegar tarde al juego de croquet que va a comenzar y por ello la liebre está nerviosa por lo que impone la dueña del reino y los mellizos la acompañan. Alicia se ve envuelta en el juego de croquet donde los mazos resultan ser flamencos y las bolas erizos, mientras que los arcos son los propios naipes sirvientes de la propia Reina de corazones. Cheshire se le aparece a la niña en medio del partido, mejor dicho, sólo su cabeza y habla con ella, la reina estupefacta manda cortar la cabeza del gato, pero los naipes no saben dónde está el cuerpo y Alicia le propone a la monarca que liberen a la Duquesa, dueña de Cheshire para que solucione el entuerto, pero éste desaparece.
IX. HISTORIA DE LA FALSA TORTUGA. La Duquesa liberada se porta bien con Alicia y le informa que la pimienta, vinagre y manzanilla provocan mal carácter en la gente y el azúcar produce el efecto contrario. La Reina hace acto de presencia y la Duquesa huye de su vista. La monarca hace que Alicia deje la partida y la lleven ante un Grifo dormido al que hace despertar para que transporte a la invitada ante la falsa tortuga para que le cuente su historia.
X. EL BAILE DE LA LANGOSTA. Alicia y el Grifo escuchan atentos la canción del baile de la langosta de la falsa tortuga en la que cuenta su historia, la niña le replica con la suya y como terminó cayendo por la madriguera a este mundo. El Grifo y la falsa tortuga se extrañan ante la historia de la protagonista y aparece la Oruga. La falsa tortuga canta otra canción sobre la sopa de tortugas y son interrumpidos para presenciar un juicio que va a dar comienzo.
XI. ¿QUIÉN ROBÓ LAS TARTAS?. Ambos reyes en sus respectivos tronos, hacen que comience el juicio contra la sota de corazones, haciendo en el mismo la liebre blanca de heraldo real. Se le acusa de robar unas tartas reales en un día de verano, siendo llamados como testigos el Sombrerero, el lirón y la propia liebre blanca. Una discusión entre el Sombrero y el Rey de corazones hace que el juicio quede en segundo plano, mientras Alicia comienza a crecer desmesuradamente y es llamada a declarar justamente en ese momento por la liebre.
XII. LA DECLARACIÓN DE ALICIA. Aunque Alicia recupera su estatura normal, parece no importar a nadie y le toman declaración pero ella no sabe nada. la liebre encuentra un poema que demuestra que la sota de corazones no ha hecho nada y las tartas las tiene su legítima dueña, la Reina no cree que se las hayan devuelto y pide la cabeza del naipe enjuiciado. La niña ve absurda la reacción de su majestad y ésta, enojada, pide la cabeza también de la protagonista, cuando el resto de naipes se abalanzan sobre Alicia para darle caza, despierta sobre el regazo de su hermana y le cuenta todo lo sucedido, mientras su hermana mayor le dice que quedó dormida debajo de un árbol y todo ha sido un sueño.
5. LA VERDADERA ALICIA
Alice Pleasance Liddell Hargreaves Taylor (1852-1934) fue la cuarta hija del matrimonio formado por el decano del Christ Church de Oxford y Lorina Hannah, que en total tuvieron diez descendientes. Alicia se llevó muy bien con el resto de sus hermanos, pero siempre tuvo una relación muy especial con Edith (1854), la siguiente a ella.
Lewis Carroll la conoció el 25 de abril de 1856, cuando aún tenía tres años y la estrecha relación que tenía con el matrimonio permitió que tengamos material fotográfico de las niñas y letras sobre ellas por parte del escritor. Algunos de estos documentos, sobre todo las instantáneas hoy en día nos pueden parecer demasiado turbias por la obsesión de Carroll por los desnudos de infantes casi exclusivamente femeninos.
Como hemos dicho anteriormente también solía realizar excursiones con ellas y para amenizar esas tardes solía contarles cuentos y de uno de ellos que tiene como protagonista a Alice surgió la famosa obra:
"Muchos de los cuentos del Sr. Dodgson nos fueron contados en nuestras excursiones por el río, cerca de Oxford. Me parece que el principio de Alicia nos fue relatado en una tarde de verano en la que el sol era tan ardiente, que habíamos desembarcado en unas praderas situadas corriente abajo del río y habíamos abandonado el bote para refugiarnos a la sombra de un almiar recientemente formado. Allí, las tres repetimos nuestra vieja frase: cuéntenos una historia, y así comenzó su relato, siempre delicioso. Algunas veces para mortificarnos o porque realmente estaba cansado, el Sr. Dodgson se detenía repentinamente diciéndonos: esto es todo, hasta la próxima vez: ¡ah, pero esta es la próxima vez!, exclamábamos los tres al mismo tiempo, y después de varias tentativas para persuadirlo, la narración se reanudaba nuevamente".
Lewis no se sentía por aquel entonces escritor, pero dicho relato contado en un paseo en barca por el Támesis de Oxford a Godstow, le hizo pensar en darle una vuelta en forma de novela y regalársela a su protagonista durante las navidades de 1863. Meses antes, en junio para ser exactos, se produjo un fuerte distanciamiento entre el matrimonio Liddell y el escritor, que repercutió en las visitas de Carroll y Alice convirtiéndose de rutinarias a esporádicas y llegadas a la fecha del regalo, casi inexistentes. Perdieron la comunicación poco después.
Carroll sí que debió escribir los motivos de la ruptura en su diario, pero su sobrina y heredera decidió arrancar las páginas del 28,29 y 30 de junio por algún motivo que seguramente no dejaría en buen lugar el legado de su tío.
La niña creció, fue pretendida incluso por el príncipe Leopoldo, duque de Albany, pero se terminó casando con otro estudiante de la Christ Church, hijo de un empresario influyente en Inglaterra.
Lewis en sus correspondencias decía que su personaje y la Alicia real no se parecían absolutamente en nada y que se inventó la forma de ser de la protagonista, de hecho, las ilustraciones originales de John Tenniel demuestran que la apariencia de ambas no tiene nada que ver. Pero lo que está claro es que Lewis estaba de alguna manera obsesionado por la hija de los Liddell, no sabemos si con buenas o malas intenciones y que se inventó la historia para verla feliz. Curiosamente la segunda parte de este cuento "Alicia a través del espejo" (1872) comienza con un poema con un acróstico encubierto:
A boat
beneath a sunny sky,
Lingering
onward dreamily
In an evening of July--
Children three that nestle near,
Eager eye and willing ear,
Pleased a simple tale to hear--
Long has paled that sunny sky:
Echoes fade and memories die.
Autumn frosts have slain July.
Still she haunts me, phantomwise,
Alice moving under skies
Never seen by waking eyes.
Children yet, the tale to hear,
Eager eye and willing ear,
Lovingly shall nestle near.
In a Wonderland they lie,
Dreaming as the days go by,
Dreaming as the summers die:
Ever drifting down the stream--
Lingering in the golden gleam--
Life, what
is it but a dream?
6. EL RESTO DE PERSONAJES
- EL CONEJO O LIEBRE DE COLOR BLANCO: es el primero de los personajes que se encuentra Alicia en su camino y el responsable que termine viviendo su aventura. En cierta manera representa a los seres adultos que día a día tienen que correr para cumplir todos los horarios preestablecidos viviendo una vida de estrés y acelerada. Desde el punto de vista psicológico también representa el recuerdo divino para una Alicia que en ese momento se encuentra aburrida y desea escapar de la monotonía, proporcionándola esa vía de escape su figura. La caída a la madriguera es el inconsciente, pues está llena de sus recuerdos mientras su cuerpo va descendiendo y las diferentes puertas que atraviesa durante el cuento, simbolizan la mente que, con la llave adecuada pueden ser abiertas y seguir tu camino cuando se encuentra el equilibrio que está representado sus frecuentes cambios de tamaño.
- EL RATÓN: pese a su pequeño tamaño, este animal siempre se ha representado como símbolo de valentía. Generalmente, para buscarse la comida diaria debe enfrentarse a ser comida de alguien (gatos) y en las fábulas se le ha representado como el único animal al que tienen miedo el león o los elefantes. En este cuento aparece justo después del llanto de Alicia y es un indicador que, para disfrutar de esta aventura, la niña debe ser valiente en sus decisiones.
- LOS MELLIZOS: está claro que aunque en apariencia son iguales, en su forma de pensar representan polos opuestos. En el cuento son los encargados con sus contradicciones de llevar a nuestra protagonista a encontrarse con la oruga, pero a su vez son apresados por la Reina de Corazones. Representan la duda, el hecho de que una persona se pare a pensar y tenga que tomar sus propias decisiones en vez de seguir por un camino preestablecido, de paso son un palo social a la época victoriana en la que vivió Lewis Carroll, porque sibilinamente nos dice que en la sociedad si te permites el hecho de tener dudas de lo que dice la gente con poder, tienes muchas papeletas de acabar mal con ellos.
- LA ORUGA: es representada en esta obra como un símbolo de sabiduría interior, tipo meditación, y remata la idea de los mellizos de hacer crecer a la protagonista a través de sus propias decisiones preguntándole: ¿quién eres tú?. Aunque en la vida real sabemos que Lewis Carroll tomaba láudano, la oruga fumaba shisha, como medio de encontrar su mejor versión dentro de un "colocado" estado.
- EL GATO DE CHESHIRE: un animal con sempiterna sonrisa que tiene el poder de hacer desaparecer partes de su cuerpo a su antojo y que responde a todas las preguntas de la protagonista con respuestas que la dejan con más dudas en vez de disiparlas. En si, es eso, todos los pensamientos que pasan por nuestra cabeza y finalmente se evaporan o no se materializan: "humo de nuestra cabeza". Como curiosidad, este enigmático felino es nombrado como el gato de Cheshire, la localidad donde nació el escritor y de alguna forma puede ser su propia representación dentro del cuento porque en la vida real, recordemos que se lo estaba inventando sobre la marcha para entretener a tres niñas.
- EL SOMBRERERO: el origen de este post al estar basado en la locura en la que acababan los dueños de sombreros pues los creadores untaban los interiores del mismo con mercurio para poder alisar la tela, un elemento nocivo en contacto con el ser humano. Pese a que nos pueda parecer eso, un loco, su figura es bien distinta dentro del cuento acorde con su relación a la protagonista, es la antítesis del gato de Cheshire y por eso el animal se enamora de él, pues hace centrarse a Alicia, en vez de volverla como él. Es el poder del intelecto frente a la soberbia de la Reina de Corazones, en pocas palabras: que no os digan el qué pensar, porque tenéis la capacidad de hacerlo vosotros mismos.
- LA REINA DE CORAZONES: aunque seguramente las niñas a esa edad no entenderían la retórica de Carroll, éste no quiso acabar el cuento sin dar un palo a la sociedad que le había tocado vivir, la época victoriana. Victoria I reinó en Inglaterra durante 64 años y si bien su legado tuvo cosas cosas buenas para el desarrollo de la sociedad, también fue una etapa opresora y dictatorial hacia el pueblo llano. A Lewis le debió parecer bien representándola en el cuento como la reina de una baraja de cartas, siendo el resto de la misma sus subordinados. También deja la impronta de tomar decisiones drásticas sin pensar, perjudicando a todos los personajes que están bajo su reinado, los cuales alaban su presencia por protocolo, aunque de verdad, la tienen miedo.
No sé si has destripado a Alicia y sus historias, Eduardo, pero analizarla con detalle, sin duda. Ha sido un placer leerlo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)
Articulazo. Muy bueno. Gracias por compartir tanta información y tan interesante.
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