UNABOMBER: DAR CAZA A UN ASESINO A CUALQUIER PRECIO

En marzo del año pasado, los últimos días de trabajo antes del confinamiento, una de mis compañeras me recomendó una serie para ver de Netflix  titulada "Manhunt Unabomber", una especie de biopic en ocho episodios de Ted Kaczynski. Una mente privilegiada que por circunstancias de la vida se volvió inestable y fiel a unos ideales que quería que todo el mundo conociese  y también un artesano de bombas caseras que fue repartiendo durante 17 años mediante paquetes de correo a lo largo y ancho de Estados Unidos, eligiendo a las víctimas sin un motivo aparente.

No era mi intención hablar más de asesinos en unas cuantas entradas del blog, pero tras ver por fin la serie,  me hizo pensar demasiado en un tema: ¿De verdad la sociedad busca una justicia legal o en algunos casos queremos que ésta sea ciega? ¿Te parecería bien que tanto el FBI, como en el juicio, se saltaran a la torera la legalidad para encerrar a un asesino?

 Si todas las detenciones y juicios de cualquier persona fueran de ese modo, no habría ley, sería una especie de dictadura donde los altos cargos de la ley juzgarían según la conveniencia, creando de antemano este precedente, del otro lado, si no hubieran actuado así, el Unabomber podía haber seguido matando por correo con cualquier impunidad.

Un debate que me hace poner los pelos de punta, erradicar el mal con mal o creer en la sentencia de "El fin justifica los medios" de Maquiavelo, nos distancia de poder creer en que el juicio no termine siendo una manzana podrida donde ya estás condenado de antemano por conveniencia de unos pocos. Lo malo es que lo que detalla la serie, sucedió en realidad.

1. ¿QUIÉN ES TED KACZYNSKI?

EVOLUCIÓN FÍSICA DE KACYNSKI

Hijo de una segunda generación de polacos instalados en el nuevo continente, Theodore Richard "Turk" Kaczynski un vendedor de salchichas y Wanda Dombeck ama de casa, Theodore John Kaczynski nació el 22 de mayo de 1942 en Chicago siendo el primogénito de la familia. Siete años más tarde el matrimonio tendría su segundo hijo David (Dave) Kaczynski, un nombre que volverá a aparecer a lo largo del post.

La familia pronto se mudó lejos de la gran ciudad a Evergreen Park, en el condado de Cook en el mismo estado de Illinois, querían que sus hijos crecieran en un ambiente menos claustrofóbico y hostil, pasando a un sitio donde primaba la naturaleza y la tranquilidad.

Ted siempre sobresalió por su inteligencia y sus habilidades a la hora de hacer manualidades que casi ninguna persona podría imaginar, no por el hecho de su funcionalidad, sino por la creatividad, con apenas 10 años improvisó con la caja de herramientas de su padre y un carrete de hilo de su madre, un pomo para la puerta principal para que su hermano Dave pudiera salir de casa con 3 años sin pedir que le abriesen la puerta, siempre tuvo mucho amor y confianza en su hermano, a lo largo de la vida era una de las pocas personas de las que se podía fiar.

Una prueba de Mensa a todos los alumnos de su edad en la escuela descubrió algo que era evidente, Ted era un soperdotado, con un coeficiente intelectual de 167.3, estaba por delante en varios puntos de mentes tan brillantes como las de Albert Einstein, Charles Darwing, Stephen Hawking o Bill Gates. Por este motivo tanto el colegio como sus padres decidieron adelantarle de quinto a séptimo grado, cosa que para él fue una pesadilla porque ser más inteligente que chavales que le sacaban dos años, le sirvió para ser un inadaptado y sufrir bullying, ahí comenzó a sentirse desplazado en el mundo.

Incluso Dave con 5 años llegó a preguntarle a su padre: "Papá, ¿qué le pasa a Ted?" y al interesarse por el sentido de dicha pregunta, el crío prosiguió "no tiene amigos, ni nadie se le acerca..."

En 1958, con 16 años había firmado el ingreso a Harvard, doctorándose en Matemáticas por la Universidad de Michigan, ya que su estancia  en una de las universidades más importantes del mundo no fue precisamente un plato de buen gusto. En las materias seguía siendo brillante hasta tal punto de poder resolver un problema que uno de sus profesores llevaba años sin encontrar la solución: "Había sido un trabajo tan complicado de resolver, que es posible que únicamente unas 10 o 12 personas en todo el país sean capaces de entenderlo o apreciarlo". El resto del profesorado de Harvard decían siempre lo mismo: "No es suficiente con decir que es listo".

Pero tuvo la mala suerte de admirar demasiado a Henry Murray un profesor de lógica  de esa Universidad que le había aceptado para un proyecto secreto tras superar una selección con varias pruebas. ¿Cómo llegó a ser candidato de un proyecto con uno de sus ídolos? llamando la atención en su primer año de Universidad al sacar un 98,9 sobre 100 en uno de los exámenes de esta materia que impartía Williard Quine, otra eminencia en la materia cuyas correcciones eran temidas por todos sus alumnos al  ser muy severo, la mejor nota de la historia con ese profesor.

Murray le destrozó la vida como veremos en el siguiente punto, varios años creyendo en él para salir psicológicamente muy mal de una universidad tan prestigiosa donde encajaba como anillo al dedo.

Tras doctorarse en la Universidad de Michigan, se convirtió en profesor ayudante en la Universidad de California (Berkeley) con apenas 25 años. Le esperaba un futuro prometedor donde por fin podría ser él sin impedimentos sociales, pero algo debió suceder en su mente para que dos años después renunciara a su cargo y volviera a su ciudad natal a vivir con sus padres y trabajar en la empresa de su hermano.

En 1971 se enamora de una compañera de trabajo pero la cosa sale mal y termina empapelando el local de su hermano con post-it donde dice barbaridades sobre ella, Dave intenta quitar todos antes de que la mujer se incorpore en su horario laboral, pero Ted quiere que esos papeles, sigan allí y los lea. Al ver su actitud Dave lo despide, una manera de calmarle que seguramente hubiera durado un tiempo hasta que se sintiese mejor emocionalmente, pero en vez de eso se muda a un bosque en Lincoln (Montana) donde construye una cabaña de muy pocos metros cuadrados decidiendo vivir allí como si fuera un ermitaño... En esa cabaña nacería el Unabomber.

2. ¿QUÉ SUCEDIÓ EN LA UNIVERSIDAD DE HARVARD PARA MARCAR TANTO A KACZYNSKI? 

HENRY MURRAY

Ted era un genio y a su vez tenía una mentalidad frágil porque su infancia se vio alterada con un salto de edad para el que sus nuevos compañeros y él no estaban preparados. Siempre se sintió apartado y pisoteado. Seguramente lo que más ilusión le hacía al ir a Harvard no iba a ser el hecho de sentirse como una mente privilegiada, sino por dejar atrás todo ese calvario y empezar a creer que sus pensamientos y vivencias interesarían a otro tipo de personas dejando atrás ese aislamiento social que siempre le había marcado.

Como hemos dicho admiraba a Henry Murray, un profesor al que todos sus alumnos le tenían en alta estima y cuyo léxico y forma de impartir sus clases le habían hecho ser una leyenda, no solo a nivel académico, si no también estaba considerado mundialmente como uno de los psicólogos más importantes de la época. Simplemente quería ser como él y de repente fue su ídolo el que se había puesto en contacto con su persona por una alta calificación en un examen de lógica, la mayor de la historia conseguida para más inri por un chaval de 16 años. Murray quería conocer a ese joven prodigio y hacerle participar en un experimento por la CIA llamado MK Ultra, pero para entrar ahí tenía que enfrentarse a diferentes test de personalidad que el propio Henry calificaría. Su forma de responder a este tipo de cuestionarios hizo que el profesor creyera firmemente  en su presencia en el experimento que duraría varios años.

Henry tenía sesiones semanales con Ted donde él se explayaba en sus creencias y en su forma de pensar, mientras era grabado en audio y vídeo. Después de mucho tiempo de estrecha relación entre profesor y alumno, Henry invitó a grandes eminencias en su campo a ver varios extractos de esas conversaciones centradas en los pensamientos de Kaczynski. Y en esa sesión empezó a darse cuenta que todas sus palabras no habían calado en el profesor, simplemente eran un objeto de burla y menosprecio por parte de los asistentes a la sala, haciéndole ver que su forma de ser era utópica y  prácticamente que estaba loco si ese tipo de mensajes eran sus conclusiones sobre la vida. pese a que a partir de esa sesión se sintió menospreciado, siguió yendo durante casi cuatro años a esas citas a sabiendas que todo lo que dijera por su boca, iba a ser juzgado y maltratado con comentarios irónicos y jocosos. En otras palabras dicho experimento pasó de ser una manera de impresionar a su ídolo, a un circo o un zoo donde él era la atracción principal. Pese a ganarse el: "Emocionalmente estable" de Murray al acabar el proyecto, la verdad es que le hizo sentir de la misma manera que cuando recibía bullying en la escuela.

Después se enteraría que el sentido del proyecto de la CIA era demostrar que por muy inteligente que uno sea, hay muchas mentes frágiles y que con cierto tipo de estímulos pueden pensar y actuar según quieran los que las manipulan. Una tortura psicológica de tres años (1959-1962) llevada a límites insospechados que encima fue realizada a un chaval que no había sido capaz de cicatrizar viejas heridas y ya estaba "sangrando" por otras diferentes pero que crean el mismo daño.

Kaczynski tras estar siendo procesado llegó a declarar en contra de todo lo que habéis podido leer, aunque sus abogados quisieron centrar la defensa en lo determinante de estos hechos, que seguramente les hubieron dado la razón, pero la mente de Ted en ese momento iba por otros derroteros y no le importó lo más mínimo destruir esa crueldad como si fuera un castillo de naipes: "En realidad, solo hubo un experimento desagradable por parte del Doctor Murray, duró como media hora y no podía ser calificado como traumático de forma razonable".

3. LOS ATENTADOS ATERRORIZAN EL PAÍS DURANTE TRES DÉCADAS

TED EN SU CABAÑA DE MONTANA

“Hago lo que hago por una simple cuestión de venganza personal. No hay un motivo altruista ni pienso en el bienestar de la raza humana. Deseo de venganza. Nada más. Una venganza general contra la comunidad científica y los estamentos burocráticos, por no hablar de los comunistas y de los otros que amenazan las libertades. Pero eso es imposible. Me tendré que conformar con una venganza menor, personal”.

Lejos de la civilización, en una cabaña de ridículas dimensiones en un bosque de Montana, Ted estuvo siete años haciendo prácticamente vida de ermitaño, cultivando su propio huerto y alimentándose de lo que le pudiese dar aquella zona salvaje.

Algo debió hacer click en su cabeza cuando el 25 de mayo de 1978 decidió mandar su primer correo bomba, no hubo percances graves, la misiva iba dirigida a un profesor de ingeniería de los materiales de  la Universidad de Illinois, Bucker Crist pero no fue abierta por él, sino por un guardia que sufrió quemaduras leves. El profesor vio que ese correo seguramente no fuese para él porque no esperaba nada y le dio el paquete a Terru Marke, un policía del campus que terminó abriéndola para dilucidar su contenido. El 9 de mayo de 1979 un nuevo paquete bomba explotó en la misma Universidad sin percances más allá del susto.

Algo similar sucedió en estos primeros envíos, dos bombas más enviadas desde el área de Chicago, esta vez sus objetivos habían cambiado y se empezó a interesar por las aerolíneas. En 1979, la cosa se puso más fea cuando consiguió meter un explosivo en una maleta de viaje que portaba un avión de American Airlines Flight 444, el Boeing 777 de Chicago a Washington. Un error en el temporizador fue el causante de no explotar, sin embargo, empezó a expulsar bastante humo negro contaminando a los pasajeros y provocó un aterrizaje forzoso del piloto que en ese momento se encontraba en pleno vuelo. Las autoridades dijeron a la prensa que el artefacto tenía suficiente potencia como para haber volado el avión entero y provocar una catástrofe de grandes dimensiones.

Este hecho fue el que alertó al FBI e hizo que comenzaran a recopilar datos a nivel nacional, se trataba de un delito federal y ese era su campo. En esta investigación se le puso el nombre ficticio de UNABOMB/ER (University and Airline BOMber), ya que se habían dado cuenta que todos sus explosivos tenían una firma muy común, estaban las iniciales “F.C.” (Freedom Club = El Club de la Libertad) grabadas en los objetos más resistentes a la explosión. Lo que más llamó la atención en estas primeras investigaciones era su inquietante modus operandi:  “El típico asesino serial caza mujeres, hombres jóvenes, personas vulnerables en callejones oscuros o caminos solitarios. No es alguien que ataca a científicos. Eso llama la atención del Unabomber”.

En los años venideros las explosiones fueron sucediendo en puntos alternativos de Estados Unidos con el mismo patrón, gente con heridas desde leves hasta alguna que llegó a perder partes de cuerpo o provocaron feas cicatrices en su cuerpo por culpa de las metrallas, no llegaban a ser artefactos mortíferos pero podían dejar secuelas graves. De estas fechas son los altercados de Salt Lake City y Provo en 1981 y el dispositivo camuflado en proyecto de Ciencias enviado a la Universidad de Berkeley (California) en 1982 que acabó detonando en la cara del profesor de ingenieria Diogenes Angelakos, presntando heridas de metralla y quemaduras en cara y manos.

En 1985 hubo un punto de inflexión, fue el año más productivo al poner un total de cuatro explosivos, en el último de ellos sucedido el  12 de diciembre , Hugh Scrutton el dueño de una tienda de computadoras en Sacramento se encontró con una especie de trozo de madera en la puerta de su establecimiento y al manipularlo se produjo la explosión que provocó su muerte instantánea.

Entre los artículos requisados en su cabaña en el día de su detención había una especie de diario de más de 22.000 de la mayoría de días en los que estuvo viviendo allí. Anotaciones cercanas a las fechas de ese fatídico atentado que acabó con la vida de un hombre decían lo siguiente: “Creo que ya podría matar a alguien. Enfatizo que mi motivación es la venganza personal. Mi ambición es matar a un científico, un empresario importante, a un funcionario del gobierno o algo así”. El 12 de mayo de ese mismo año, colocó un explosivo en una de las taquillas nuevamente de la Universidad de Berkeley, que estuvo sin ser manipulada un total de tres días hasta que llamó la atención del capitán de la Fuerza Aérea John Hauser, que decidió abrirlo quedándose sin dedos de su mano y cortándole dos arterias principales, las rápidas atenciones en urgencias le salvaron la vida. Los explosivos estaban más elaborados, con mayor carga y sin tantos fallos, iba mejorando en la materia.

No volvió a la carga hasta el 20 de febrero de 1987 con un atentado similar al de su primera víctima mortal en Salt Lake City (Utah) dejó otro paquete en la entrada de una tienda de informática. El dueño Gary Wright, lo recogió y al abrirlo le explotó dejándole severas secuelas en su mano izquierda, una testigo había visto como un hombre encapuchado había colocado ese paquete ahí, haciendo la dibujante Jeanne Boylan años después uno de los retratos robots más importantes de la época. Todo Estados Unidos sabía las pintas que llevaba el Unabomber, este hecho hizo que Ted se recluyese en su cabaña del bosque de Montana y no diese señales de vida hasta 1993.

En los 90 sólo hubo cuatro atentados, el primero en Tiburón (California) el 22 de junio de 1993, Charles Epstein un genetista, recibió en su casa un paquete con metralla que le destruyó prácticamente los dos oídos, le desfiguro el rostro y perdió 3 dedos de una manos. Dos días después  en la Universidad de Yale (Connecticut) el profesor de ciencias de la informática, David Gelenter recibió heridas de metralla en la cara, provocando serias lesiones la misma como la pérdida del ojo derecho, además de la mano de ese lado.

El 10 de diciembre de 1994, el ejecutivo de publicidad North Caldwell en Nueva Jersey, murió al abrir un paquete bomba en su domicilio, la misma suerte tuvo Gilbert Brent Murray de Sacramento (California), trabajador de la industria maderera el 24 de abril de 1995 en lo que fue su último atentado.

Un total de 3 muertes y 23 heridos con sus dieciséis paquetes bomba. Ted escribió al New York Times un Manifiesto el 19 de septiembre de 1995 con el que quiso hacer un tratado de paz, si el periódico publicaba sus pensamientos escritos, las bombas se acabarían para siempre.

LAS 16 BOMBAS Y SUS CONSECUENCIAS

4. LAS TEORÍAS DEL F.B.I. ¿QUIÉN ES EL UNABOMBER?

FAMOSO RETRATO DE UNABOMBER

El modus operandi de Ted a la hora de colocar las bombas era muy difícil de rastrear, en muchas ocasiones el no se encontraba en el lugar de los hechos y la única pista era un retrato robot de Jeanne Boylan que se hizo muy popular en todo Estados Unidos debido al miedo que se respiraba en la nación por su presencia. Hasta ese retrato resultó ser una pista falsa, llevaron a la testigo en 1993 a hacer el dibujo y su mente le jugó una mala pasada tras 6 años de lo acontecido, confundiendo su rostro con el del hombre que hizo en su día el retrato robot. Boylan era de lo mejorcito en su trabajo, así que se fiaron de su dibujo pero las directrices de la testigo estaban mal dadas, seguramente si hubieran cogido el retrato original, más rudimentario pero con rasgos mucho más reconocibles de Kaczynski, hubiera habido más suerte con la ayuda ciudadana.

Hasta 150 investigadores contratados por el F.B.I estuvieron detrás del caso, sobre todo analistas pudiendo crear perfiles a través de los rastros que el Unabomber dejaba. El primer perfil que crearon era el de un trabajador de aerolíneas, supuestamente mecánico por sus habilidades a la hora de crear bombas casi a partir de cualquier objeto o chatarra, que seguramente había sido despedido y buscaba venganza. Ese leitmotiv derivó en que podía ser una persona joven lleno de ira y rabia.

RETRATO ORIGINAL DE 1987 JUNTO A LA RECOMPENSA POR AYUDAR A SU CAPTURA

Con el paso de los atentados y los años, muchos perfiladores hablaron de una persona con una inteligencia superior a la media, con estudios científicos y posiblemente de más edad de lo que indicaba el perfil base. Lo malo es que este tipo de teorías las desecharon cuando en 1987 se tomó  un descanso de seis años al ser visto en el atentado contra Gary Wright y creyeron que no volvería seguramente a aparecer. Cuando en 1993 volvió a la carga el F.B.I empezó a distribuir de nuevo el perfil original, un hombre de inteligencia normal, que había trabajado de mecánico aeronáutico y que, aun habiendo pasado años estaría en torno a los 40 de edad.

Se repartieron retratos robots en todas las ciudades, además de dejar un número a los ciudadanos activo 24/7 para que pudieran informar sobre alguna pista.

Joel Saphiro, compañero de Kaczynski en su día y profesor universitario se atrevió a resumir el caso hasta esos momentos de la siguiente forma: "Es como cuando trabajaba con él... Mientras la mayor parte de nosotros estábamos intentando a duras penas aprender a organizar sentencias lógicas en forma de argumentos coherentes, Ted se hallaba silenciosamente resolviendo nuevos problemas y creando nuevas matemáticas. Era como si pudiera escribir poesía mientras el resto de nosotros estaba intentando aprender gramática".  

Todo lo que pudiera hacer el F.B.I, Ted ya lo había pensado y calculado con anterioridad para no dejar pistas, incluso cuando años después todas apuntaron hacia él, la organización se volvió loca porque era la persona que menos se ceñía al perfil, ni vivía cerca de la bahía de Washington sino en una cabaña enana perdida en los bosques de Montana, ni había trabajado nunca en una compañía aérea, su inteligencia era muy superior de lo que pensaban y su edad no correspondía.

Durante todos esos años de investigación el F.B.I llegó a interrogar a más de 10.000 posibles sospechosos, ninguno de ellos fue Ted. Se estima que sólo en la investigación se gastaron más de 50 millones de dólares en recursos, la mayoría de ellos muy mal invertidos pues eran disparos a ciegas con el objetivo de acertar por casualidad.

5. EL MANIFIESTO UNABOMBER, UN ARTÍCULO QUE LO CAMBIÓ TODO

“Alrededor de 1972 escribí un ensayo preliminar sobre la tecnología. Esa fue una de las cosas que me hizo perder la esperanza, porque asumí que el poder de la tecnología seguiría creciendo y acabaría con todo”.

"La sociedad industrial y su futuro", también conocido como el manifiesto Unabomber fue publicado el 19 de septiembre de 1995 tanto en el New York Times como en el Washington Post. Un texto integro de 33 páginas a doble columna a la hora de ser publicado en dichos periódicos y que en formato original estaba escrito con una máquina de escribir antigua de 1932 que no tenía corrector y por ello tenía borrones.

Su contenido trata de reflejar todas las ideas que Ted  había mostrado a Henry Murray en la Universidad y por las cuales después de cientos de conversaciones empáticas, sus colegas y él mismo le tacharon de loco y quebraron una vez más  su sentido de integración social.

Algunos piensan que ese texto no debe ser leído pues cosa de un loco sociópata, pero sus conclusiones le van dando la razón con el paso de los años y dan mucho que pensar en el futuro del ser humano cuanto más avanzamos tecnológica e industrialmente.

Pero soy de los que piensan como tantos otros que si Ted no hubiera sido un terrorista y su escrito hubiera llegado a la gente por otros medios que no fuera el chantaje, seguramente se estudiar en la historia de la filosofía o la antropología, porque es un documento a la altura de los grandes de esa rama. En el podemos encontrar un análisis de la izquierda moderna, la revolución industrial y el sistema económico desde una perspectiva psicológica y filosófica. Obviamente habrá en puntos donde le daremos la razón y en otras chocaremos, sobre todo cuando nos intenta vender el terrorismo como un poder para cambiar cualquiera de estas tres vertientes que comenta, pero nos intenta vender la felicidad del individuo y recuperar la esencia de la humanidad que tendemos a perder conforme evolucionamos.

Para empezar es curioso el ataque que realiza sobre izquierdismo moderno y todos los -ismos que este tipo de pensamientos protege u aborrece, en ello se centra la primera parte del manifiesto, pero si la obviásemos o simplemente no existiese, y siguiésemos leyendo sus pensamientos, seguramente que la mayoría de gente de izquierdas le aplaudiría, por sus ideales anarquistas,  la defensa de la naturaleza frente la industrialización y evolución tecnológica, la defensa ultranza de los derechos del ser humano y esa idea que nuestra cultura debería evolucionar hacia algo más primitivo y más humano, donde primase más el que queremos ser y no lo que la sociedad nos impone que seamos para poder vivir.

1) La izquierda tiene su base en dos principios erróneos: el sentimiento de inferioridad ante la derecha, que ocupa mejores cargos y por ello estarán sublevados de por vida a ellos aceptando dicho rol lo que implica baja autoestima, tendencias depresivas, sentimientos reprimidos... Su búsqueda de voto está centrada en grupos sociales que se consideran "débiles" (entiéndase el entrecomillado desde la idea de Ted y que hablamos desde la perspectiva de hace 26 años y no de la actualidad): mujeres, inmigrantes u homosexuales. Por ello tienen odio hacia todo lo "fuerte o exitoso" viendo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, Occidente es machista, homófobo y racista, pero tapan esos defectos en países con cultura de izquierda que tienen esos mismos problemas multiplicados exponencialmente (Sudamérica u Oriente). También necesitan ir en grupo para sentirse fuerte buscando enfrentarse a grupos minoritarios de poder para conseguir sus objetivos (muchas personas contra una o varias que odian). La sobresocialización, si la socialización trata de educar desde la escuela a las nuevas generaciones para pensar y actuar como demanda la sociedad, la izquierda según Kaczynski sobreexpone a estos a sus ideas, independiente si son las adecuadas en el ámbito social, les programa para que en el futuro sigan creyendo que la izquierda es el camino correcto por lo cual tendrán desde pequeños las mismas carencias: baja autoestima, tendencias depresivas, sentimientos reprimidos... 

2) "Conforme la sociedad industrial avanza, la productividad del trabajador aumenta y el tiempo dedicado a actividades no sustitutorias (hobby, ocio), es cada vez menor". Con esta sentencia se resume muy bien lo que piensa sobre la revolución industrial, el ser humano pierde autonomía y poder en su vida, cuando esta debería ser un camino  a seguir para ir cumpliendo nuestros objetivos y lo que nos haga felices. Además si varias personas son capaces de proponer sus ideas y principios en el trabajo de su agrado, rendirán más que en un trabajo autoritario cuya única elección del mismo es llevar jornal a casa. La mayoría de la gente no quiere ser jefes, pero tampoco sentirse peones que reciben órdenes y están sujetos a esas decisiones, si están de acuerdo en una jerarquía, pero en la que todas las opiniones cuenten remando en el mismo sentido y sintiéndose en todos los sectores a gusto y no obligados.

También afirma que la mayoría de problemas y traumas psicológicos del ser humano tienen el mismo origen, vivir de acuerdo a lo que nos obligan a hacer cada día en contraposición a no tener tiempo material para vivir como queremos. Esto termina por alejarnos de la felicidad de la vida que vemos como pasa sin poder disfrutar de ella.

3) La felicidad y la no dependencia de la economía, comienza destruyendo la sociedad industrial, para ello propone vivir de nuevo en la naturaleza, huyendo de urbes megapobladas donde la rutina de trabajo en muchas ocasiones desde la primera luz del día hasta el ocaso, todo para permitirnos una casa de pocos metros cuadrados, un vehículo y algunos días durante el año donde si tenemos suerte económicamente podamos irnos de vacaciones y poder coger una bocanada de aire fresco antes de volver a la rutina. Kaczynski piensa que nuestros antepasados eran más libres bajo el yugo de una monarquía absoluta que en el sistema de democracia liberal actual, simplemente porque el poder efectivo del estado era muy inferior. Entiende que destruir la sociedad industrial implicaría pérdidas humanas y unos años de sufrimiento producto del gran cambio hasta que se produjera una estabilización, pero a largo plazo el sistema actual provocará mucho más sufrimiento. Por ello propone: una reducción drástica de la población (somos muchos y estamos acabando con los recursos que nos corresponden), un ser humano más integrado con la naturaleza como camino hacia la felicidad del mismo y cortar por lo sano con todo lo que nos lleve a la evolución actual. 

“Vean lo que hace el sistema: hace adicta a la gente. Aumenta el estrés y los problemas mentales. Deteriora la salud física. Acelera la destrucción ambiental. Todo es efecto del sistema tecnológico. No es una tecnología aislada. Mi celular no destruye el ecosistema global. No es el celular, es toda una red que crea y usa celulares de forma masiva. Eso es lo que destruye el ecosistema y causa estrés humano”.

En estos puntos algunos ven en su forma de pensar la de un psicópata, quizás tenga razón y es honesto con los puntos a seguir, pero nadie en su sano juicio se cargaría a buena parte de la población actual, dudo que la mayoría de personas fueran felices en una vida involucionada y primitiva y si bien nos estamos convirtiendo en autómatas que dependen de directrices diarias y la evolución tenga errores garrafales, la solución lógica sería buscar como remendarlos y no acabar directamente con todo.

Si alguien está interesado en leer el manifiesto, os lo dejo en formato Pdf: MANIFIESTO UNABOMBER

6. JAMES R. FITZGERALD Y LA DETENCIÓN DEL UNABOMBER

JAMES R. FITZGERALD

Si habéis visto la serie de Netflix "Manhunt Unabomber" sabréis que el protagonista de la misma no es en sí Ted Kaczynski, cuyo verdadero rostro tarda varios capítulos en mostrarse, sino el hombre que le atrapó James Fitzgerald "Fitz", el analista del FBI que consiguió atraparle. Aunque el personaje real ayudó en la serie, la versión de Sam Worthington parece ser más compleja siendo un compendio de todos los investigadores del caso en un solo hombre, también decir que prestes tu ayuda para aclarar hechos históricos y después luzcas en pantalla como alguien sin escrúpulos capaz de traicionar a compañeros que le ayudan, anteponer la captura de Unabomber a su familia (es verdad que se divorció de su mujer en esas fechas, pero recordaréis algunas escenas en las que se olvida de sus hijos menores de edad), miente a Dave (hermano de Unabomber) para poder conseguir pruebas, basa la orden de registro en una prueba sin peso y es capaz de manejar a su antojo a Ted ya encarcelado para que se declare culpable.... Una joyita de la ilegalidad y de saltarse todos los parámetros de la justicia, además de los éticos y morales para conseguir llevar a prisión al culpable.

Si, algunas cosas sucedieron como dice la serie, pero si yo fuese Fitzgerald, sabiendo que mi personaje es una especie de condecoración de todas las personas que aportaron datos esos años para la detención del terrorista, que menos que blanquear un poco algunos hechos y no quedar en evidencia frente al espectador en la ficción. También sabemos que nunca estuvo cara a cara con él en prisión, por ello nunca pudo entrevistarle ni hacer que se declarase culpable.

Kaczynski había conseguido publicar su manifiesto en dos de los periódicos de mayor tirada del país, de primeras los directores de ambas publicaciones se hubieran negado a hacerlo porque era aceptar un chantaje de uno de los criminales más buscados durante años, pero al F.B.I le pareció muy buena idea, porque un Manifiesto de tantas páginas podía dejar muchas pistas a la hora de hablar o expresarse a toda la población y por consiguiente obtener pistas para su detención.

Una pareja que leyeron dicho ensayo en los periódicos fueron Dave Kaczynski y su mujer, detectando ambos un lenguaje muy parecido a las cartas que le enviaba su hermano. Ante el nerviosismo y la duda, acudieron a su abogado y aportaron como prueba alguna de estos escritos donde había coincidencias con las palabras del Manifiesto. El abogado intercedió de manera anónima por parte de sus clientes con el F.B.I y aunque en un primer momento las fuerzas de la ley lo descartaron por donde residía Ted y por no ajustarse a un perfil de mecánico de aviones con una edad cercana a los cuarenta, pero cuando las pruebas llegaron a Fitz enseguida observó que las cartas y el manifiesto habían sido escritas por el mismo hombre: "Pasé 10 horas diarias leyendo el manifiesto."

Saltándose todos los protocolos, averiguó que quien había enviado esas pruebas era un tal Dave Kaczynski con el que se entrevistó y después de comprobar que su hermano coincidía con el perfil que estuvo elaborando personalmente durante años del Unabomber, alejado por el que se regía el F.B.I, le prometió máxima discreción para él y su esposa. Gracias al pequeño de los Kaczynski pudo conseguir todas las cartas que Ted le había enviado a él y a su madre y las cotejaron con el lenguaje del manifiesto, intentando presentar pruebas para una orden de registro de la cabaña de Ted y una posterior detención.

¿Lo más gordo? que convenció a un juez para que emitiese una orden de registro a partir de un refrán que Ted decía diferente con respecto a la mayoría. En el punto 185 del Manifiesto se puede leer la expresión "no puedes comerte el pastel y al mismo tiempo tenerlo", cuando en realidad la gente dice: "You can't have your cake and eat it" (no puedes tener el pastel y comértelo) alterando el orden de los verbos. Esta misma frase se pudo leer en una de las cartas a sus familiares y sirvió como prueba fehaciente para que un juez firmase una orden de registro de su vivienda.

DETENCIÓN DE TED KACZYNSKI

El 3 de abril de 1996 con la orden de registro, el F.B.I. montó un dispositivo en el bosque de Montana al rededor de la cabaña de Ted en la que se encontraba en ese momento tras apenas haber visto la luz del sol las últimas siete semanas. Dentro de la cabaña pudieron encontrar muchísimos materiales para fabricar los típicos explosivos del Unabomber incluso varios dispositivos idénticos a los encontrados en las bombas de los atentados.

7. UN JUICIO LLENO DE IRREGULARIDADES  

TED TRAS LA SENTENCIA

“La teoría de "los frutos del árbol envenenado" es una doctrina que hace referencia a las pruebas de un delito obtenidas de manera ilícita, las cuales impedirán posteriormente en el proceso judicial que puedan ser utilizadas en contra de cualquier persona, en el sentido de que cualquier prueba que directa o indirectamente y por cualquier nexo esté viciada, debe ser prueba nula”.

Comienzo este punto nombrando esta ley para que tengáis en cuenta que si se hubiera aplicado la misma Unabomber estaría en libertad y no en la cárcel. El F.B.I. consiguió una orden de registro de su ppropiedad en Montana por un simple refrán alterado que se repite en el Manifiesto y en una de sus cartas. ¿Os imagináis que decis “cocretas” en vez de croquetas y un asesino manda una carta a la policía en la que aparece la palabra mal escrita y te inculpan por ello? Es una prueba tan banal que la teoría del árbol envenenado la desmantela con una facilidad pasmosa, y tal como advierte la ley todas las pruebas que consiguieron posteriormente en su contra no servirían de nada.

Ted propuso a sus abogados ir en ese sentido para ganar el juicio e incluso escribió su propia defensa centrándose en esa ley, pero sus representantes legales prefirieron demostrar su locura avalada por los hechos ocurridos en la Universidad de Harvard y tener la baza como testigo a su hermano Dave que declararía todos los trastornos sociales que había padecido en vida.

En ese punto Ted se encaró a sus abogados y renegaó de su hermano al que calificó como Judas al cobrar la recompensa de un millón de dólares por las pistas dada al F.B.I con su Manifiesto y posteriormente prefería dejarle por loco cuando lo más importante para Unabomber es dejar un legado que tuviera por bandera sus ideas plasmadas. Con esta forma de pensar hizo una declaración ante el juez de Sacramento al sentirse mal representado por sus asesores legales en el juicio y acusó al Gobierno de EE UU de haber llevado a cabo una campaña para desprestigiarle: “Al desacreditarme personalmente, han intentado desacreditar mis ideas políticas”.

La idea de ser presentado en el juicio como un perturbado mental, le sentó tan mal que esa noche intentó ahorcarse en su celda con sus calzoncillos con los cuales trenzó una especie de cuerda tras hacerlos previamente añicos, pero los guardias actuaron a tiempo y todo quedó en unos rasguños en el cuello.

Finalmente se declaró culpable, prefiriendo asumir la sentencia que fuese antes de quedar ante el mundo como un loco, aunque sus abogados tenían suficientes pruebas para demostrar su esquizofrenia y paranoia. Sólo fue juzgado por cuatro de sus dieciséis atentados, acusándole de diez delitos, pese a que en el juicio los fiscales llegaron a decir que tenían pruebas de sobra de cada uno de los delitos cometidos.

Por los cuatro atentados recibió sendas cadenas perpétuas más 30 años de prisión a cumplir a partir del 4 de mayo de 1998, fecha en que se dio a conocer la resolución en la cárcel de máxima seguridad en Colorado, la ADX Florence, bautizada como “el Alcatraz de las Montañas Rocosas” junto a presos de Al-Qaeda y los asesinos del famoso atentado de Boston. Si el juez hubiera tomado en serio la teoría de los frutos del árbol envenenado o los diagnósticos psiquiátricos, seguramente estaría en libertad, bien por un agujero legal o en una institución de salud mental,  no en una de las peores instituciones penales, lugar donde merece estar y a su vez saltándose todos los protocolos de justicia incluso antes de su arresto para conseguirlo.