Después de la primera semifinal ganada de nuevo en plan dejavu por el Olympiacos de un imperial Spanoulis ante un favorito CSKA en el último momento 68-70, nos esperaba la segunda entre turcos y anfitriones.
Se esperaba una final de garra, a cual más golpes lanzados y aguantados y donde las estrellas de ambas potencias, porque por nombres son mas potencias que equipos, no defraudó.
El primer cuarto fue un toma y daca, donde el Madrid se le notó más serio que en otros partidos clave donde suele entrar descentrado, si bien Jan Vesely, como cualquier otro pívot que se enfrente al club blanco, sacaba petróleo debajo de los aros. El 20-21 a favor de los turcos, no hacía presagiar el rumbo que iba a tomar el encuentro. Preocupante las dos faltas de un Felipe que no entró mentalmente en este partido y un Rudy que se complicaba la vida con el afán de ser el líder de su equipo.
El segundo cuarto fue una exhibición ofensiva del Real Madrid, un Ayón que se crecía con el paso de los minutos y que cada bola que tocaba era oro, un Nocioni supermetido en su rol de Final four y un KC Rivers que le entraban los triples que ni Josh Ruggles en el concurso ACB. Pero no solo eso, en defensa seguían demostrando su buen hacer y salvo Vesely y Goudelock, que empezaba a afinarse, el Madrid controlaba todo, defensa, rebotes, asistencias y buen juego. El 55-35 con el parcial de 35-14 en el cuarto, era totalmente increíble y sublime, pero sin olvidar que el otro equipo lo dirige un tal Zeljko Obradovic, en mi opinión, y que me perdonen los Messinistas, el mejor entrenador de Europa.
En el tercer cuarto, el Fenerbahce puso una marcha más, pero el inicio de cuarto con un parcial de 6-0 de los blancos, palió la posterior pajara ofensiva, pasando de ganar en ese mismo cuarto de 27 puntos a los 17 de ventaja final (76-59). La irregularidad en este cuarto de Rudy, Chacho y LLull, y la quinta falta de un Marcus Slaughter muy necesitado en la defensa, unido a la cuarta de Ayón, hicieron posible la reacción turca, aunque parecía que había llegado demasiado tarde.
El último cuarto fue necesariamente digno de olvidar, el Real Madrid no supo en ningún momento terminar de cerrar un partido, y la "mini mamba negra" Goudelouck, se marchó hasta los 27 puntos, acompañado por Bogdanovic y Bjeliça como escuderos. Una mala decisión de este último, le pitaron una técnica por protestar al árbitro tras cascarse un triplazo que ponía a su equipo a 12 faltando 5 minutos, dio curiosamente más vida a su equipo, que no dio por perdido el partido hasta faltando medio minuto.
Los blancos en esta situación no supieron contener y cerrar el partido, complicándose la vida en ataque con tiros que no venían a cuento y malas opciones de tiro y jugada, a eso sumamos que el rebote dio la vuelta a la tortilla y a cada jugada productiva era correspondida con una no defensa quedándose grandes triplistas completamente solos en línea de 6,75, todo esto hizo que la heroica llamó a la puerta del equipo turco.
Llegaron a ponerse a 9 puntos, como en el resultado final, pero no llegaron más allá ante un Madrid que especuló con el resultado en vez de rematar una gran faena (96-87).
A destacar tres nombres propios, fichados este año, Ayón, Nocioni y Rivers, quizás necesitamos esta clase de "jugadores cemento" cuando en el equipo los líderes no tienen el día, Felipe acabó con 0 puntos y un -6 de valoración y Rudy restó más que sumar en varias ocasiones. Llull era una especie de Guadiana que no sabias si aparecía o estaba desaparecido (a destacar sus 9 asistencias) y un Chacho que fue de más a menos preocupándome sobre todo sus últimos minutos.
Esta gente es necesaria el domingo, pero centrados, con chip de final y de equipo y no de individualidad queriendo brillar sobre los demás y jugándose bolas por demás y también necesitamos ese cemento, esa clase de jugadores que aportan incontables y que pueden responder si los de mayor galón no lo hacen.
También va a ser necesaria la defensa los 40 minutos, y no sólo 20 como hoy y cerrar bien los rebotes... Lo importante, los webs, las ganas, las he visto hoy.... Sólo le pido a Laso que esta vez acierte con la lectura del partido y no le tiemble el pulso con los minutos que debe jugar cada jugador dependiendo de cómo se llamen.
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