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11 marzo 2013

SOBRE CAMBIAR DE AIRES, FORMAS Y PENSAMIENTOS.

Nos abrumamos..., cuando las cosas no salen de manera positiva para nuestros intereses, nos venimos abajo, y en vez de actuar de forma constructiva para solucionar el problema, tendemos a agrandarlo  de manera destructiva viendo lo peor de lo peor en lo que nos sucede.
Algunos piensan que la vida esta para disfrutarla y hacer en cada momento lo que se quiere, otros piensan que esta para vivirla y amoldarnos a como nos vienen las cosas en cada momento, sin importar mucho la felicidad, solo el hecho de poder seguir mirando hacia delante sin preocuparse mucho del que sucederá.
La verdad que la virtud esta en las personas que tienen un término medio entre esas dos formas de pensar, la de poder disfrutar de la vida y acostumbrarnos a vivirla como viene. Habrá momentos en que podamos elegir y hacer lo que nos plazca y otros en los que hay que coger el toro por los cuernos y no venirnos abajo porque la rutina ya no es tal y no nos gusta como salen las cosas.
Hay momentos en la vida en que recibes palos inesperados que no mereces, que no comprendes, que no sabes asimilar, que son incompatibles con lo que quieres y por lo que te esfuerzas y cuando esto sucede no te sientan bien. Tanto esfuerzo, tanto por lo que luchar y al final no sirve para nada y puesto que no sirve para nada, significa que has perdido el tiempo y no has sabido gestionar lo que has hecho, así que de alguna manera te culpas a ti mismo de lo que te sucede, o peor, la tomas con los demás porque no te salen las cosas.
Llegados a ese punto hay que cortar por lo sano, poderte tomar un respiro, evaluar el problema que nos concierne de manera objetiva, con sus pros y contras y en lo que te puede repercutir. En segundo término, evaluarte a ti mismo, ¿por qué estoy así y merece la pena estarlo?, calificando el propio daño que te has hecho por el asunto o que has podido hacer y evaluando cómo puedes cambiar eso. Por supuesto en muchas ocasiones el problema no va a variar depende como actuemos nosotros, pero sí que podemos variarnos a nosotros a la hora de concebir el problema.
Si después de tener claro lo que sucede y como nos afecta, no hemos sacado unas sensaciones positivas y aun así el problema sigue estando por encima de nosotros, creo que lo mejor es salirse por la tangente y pensar como ante hemos dicho,  disfrutando de lo demás que te ofrece la vida como contraposición a las cosas a las que nos tenemos que amoldar de la misma.
Así que a todas esas personas que ven que sus problemas son más serios de los que en realidad son, les pido que reflexionen, evalúen, tengan la mente fría  y posteriormente, si no pueden solucionarlos, disfruten por lo menos de lo que se están perdiendo tras centrarse sólo y exclusivamente en el problema.

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