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30 octubre 2011

SOBRE ALGUNAS COSAS NO SE PIDEN,SE GANAN...

Y de tan incomprensible título llega una reflexión semanal, quizás con parte razonable y quizás con parte erronea, pero muy identificable con mi manera de ser. Llevaba cinco dias molesto conmigo mismo, con una losa que me fastidia llevar, pensar que de alguna forma una decisión mia ha defraudado a alguien que me importa demasiado me duele. Quiero decir que esta vez no hice nada a mala fé, pero entiendo y comparto su reacción, porque en otras ocasiones mis irónicas puyas, tan típicas de mi, a esa persona ya le habían de alguna manera afectado y no es la primera vez que debía pedir disculpas.
Tras esta breve aclaración me centro en el tema, no me quiero con esto escudar, pero generalmente cuando yo lanzo una puya, no es con el afán de hacer daño a esa persona, mas bien para hacer una crítica instructiva de lo que me falta o me falla de esa persona. No me gusta que se tome esa faceta de mi personalidad como un afan de hacer daño precisamente a las personas que mas quiero. Si quiero hacerte daño, voy directamente a tu punto débil y tiendo a recalcártelo hasta que realmente por insistencia te lo creas, ¿cruel? si, pero todo el mundo sabe que en el 95% de los casos, todo eso queda en un calentón en mi cabeza y muy pocas veces he sido capaz de llevarlo a cabo y nunca precisamente con las personas más importantes para mi.
Nadie, que tenga trato conmigo habitualmente, desconoce mi carácter irónico intentando hilvanarlo de manera sutíl en la conversación, de familia paterna nos viene lo de sacar punta a todo, poniéndole un toque de humor a veces incomprendido. Si a eso le unimos esos puntazos de "magister" que a veces salen de mi interior, intentando dar lecciones cuando a veces no debo darlas, como resultado queda que a veces cuando quiero hacer entender una cosa, quedo como el culo porque se entiende otra muy distinta. He de reconocer publicamente, que he fallado varias veces a alguien muy especial para mi con esto, le he pedido varias veces a través de mis puyas mas atención hacia mi persona y he conseguido con ello un mosqueo incluso cuando me he dado cuenta que la estaba cagando con esa forma de ser y había parado de propia iniciativa de hacerlo. Porque algunas cosas no se piden, y menos así, algunas cosas es necesario ganárselas y quizás me he sentado a querer vivir de rentas, cuando en realidad, me queda bastante mas por trabajar. Y os aseguro que jamás se me caerán los anillos por demostrar cuando alguién es necesario en mi vida, sin recurrir a formas de ser ridículas con ánimo de captar atención. Sinceramente, la lección ya la he aprendido  y el perdón y las disculpas, como tantas otras veces, las debo dar yo.
P.d. Eso si, aún sin criticas ácidas, me objetivo seguirá siendo el mismo

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