Finalizada la Euroliga de baloncesto, los seguidores del Madrid nos
quedamos decepcionados y muy enfadados por no poder haber conseguido el ansiado
título tras 18 largos años de sequía. Solo una Final Four reciente, dos temporadas
atrás de infausto recuerdo pues perdimos
ambos partidos sin ni siquiera dar la cara, en una temporada marcada por
la marcha de Messina, un vestuario muy turbulento y un Nene Molin que no supo
encauzar al equipo, aunque su gran gesta fue eliminar al Valencia para meternos
en esa final a cuatro.
Quiero hacer un repaso de cómo llego este Real Madrid a la final y valorar,
si cabe, como fue esta temporada.
Empecemos por la temporada regular . En la liguilla de clasificación
le tocó de por si un grupo bastante duro de pelar: Panathinaikos, Khimki,
Fenerbahce, Mapooro Cantú y Olimpia de Lujbljana.
Se empezó el campeonato ganando en casa al Panathinaikos por 85-78 en un
trepidante partido que nos cargo de ilusión de cara a la competición. Caímos
posteriormente en Moscú contra el Khimki 86-85, para encadenar después 3 victorias
seguidas primero ganando en Estambul por 75-83, en casa de paliza al Cantú
80-66 y de nuevo fuera contra el Olimpia 76-89 con un juego vistoso y rápido.
El Panathinaikos nos la devolvió en Atenas 79-68, pero nos repusimos con sendas
victorias en casa contra el Khimki 104-81 y el Fernebahce 77-61. El patinazo
vino en Italia tras caer estrepitosamente contra el Cantú 76-70, derrota que
escoció porque nos estábamos jugando la primera plaza y no era un enemigo al
que no se pudiese batir, pero contra el Olimpia se ganó de calle (91-60).
Nos clasificamos primeros de grupo con 7 victorias y 3
derrotas. Por aquel entonces el Real Madrid estaba demostrando su mejor juego de la
temporada, alegre en ataque y con buenas defensas, pero con dos derrotas
evitables como la del Khimki, partido duro donde los haya y en Italia donde,
personalmente el equipo no rindió acorde a su potencial. Mucha gente se
ilusionó y les veían con serias opciones de ganar el campeonato, pero pese a
ganar en un grupo tan competitivo, todavía quedaba un largo camino.
Sigamos con el TOP-16. El grupo que tocó fue mortal de necesidad,
solo los dos equipos alemanes parecían a priori las hermanitas de la caridad: CSKA
de Moscú, de nuevo el Panathinaikos, el Anadolu Efes (3 serios candidatos a
ganar la competición), Unicaja de Málaga, el Zalguiris Kaunas de Joan Plaza,
Alba Berlin y Brose Baskets.
Se comienza jugando en Alemania contra los dos equipos a priori más sencillos
del grupo ganando al Alba 63-77 y al Brose 67-82, ambos partidos, pese al abultado resultado
final, estuvieron demasiado igualados en gran parte del encuentro, sembrando
ciertas dudas del juego blanco. En casa se ganó posteriormente al Zalguiris
Kaunas por 75-74 en un partido donde los lituanos lo tenían ganado y lo perdieron
en el último minuto con todo a su favor. Partido para olvidar por una
desafortunada jugada de Rudy que se encaró con los jugadores lituanos acabando
el partido y que le costó una buena sanción económica. La competición se fue
endureciendo pero los blancos seguían cosechando victorias en Málaga (64-72),
Atenas (54-58) y en Madrid frente al CSKA de Messina (86-78), todas ellas muy
sufridas y, aunque valoradas, aun se esperaba que el Madrid ganará algún
partido con cierta autoridad. Cuando un equipo juega con fuego, se suele quemar
y ese juego renqueante hizo que perdiesen en cancha del Anadolu por 74-72,
comenzando una racha de mal juego que coincidiría también con derrotas
inauditas en Liga y a las primeras de cambio contra el Barça en la Copa del
Rey, achacado todo mas al bajo nivel del propio equipo que al buen juego de los
contrarios…
Se volvieron a reponer con victorias en casa contra los equipos alemanes,
demasiado ajustadas por cierto: 77-72 al Alba y 76-73 al Brose, dejando ciertas
dudas de cómo rendirían en los trascendentales siguientes partidos. En Kaunas sucedió lo mismo que en la ida en
Madrid, partido apretado que en los últimos instantes tienen controlado los
lituanos e incomprensiblemente vuelven a tirar por la borda con una
inexplicable serie de desafortunadas
jugadas aprovechadas por los blancos (104-105) y siguiendo con lo iniciado en
Madrid, dos gemelos hinchas del equipo lituano, la tomaron con Rudy, agrediéndole,
con pronta actuación de los miembros de seguridad, cuando iban a coger el autobús
de vuelta.
El no encontrar tu juego y abusar mucho del triple y la no defensa, no solo
hace que seas irregular en los partidos, si no que pierdas los más trascendentales.
Primero ocurrió en Málaga (74-77) donde Unicaja tenía un partido a vida o
muerte para intentar conseguir el cuarto puesto, después siguió con la derrota
en casa ante el Panathinaikos (73-74) con una clase magistral de Diamantidis y
para rematar humillación en Rusia donde el CSKA hizo lo que quiso durante todo
el partido (81-72 y recuperación del basketaverage
colocándose primeros de grupo). El enfrentamiento en el último partido entre
los griegos y rusos y del propio Madrid contra el Efes en casa, decidiría las
posiciones para cuartos. El Madrid, por fin, en todo este Top 16, saco su mejor
cara ganando y dominando a los turcos por 86-66.
La victoria de los rusos, a su vez nos devolvía la
segunda posición del grupo con 10 victorias y 4 derrotas y
nos emparejaba contra el tercero del otro grupo con factor cancha incluído: el
Maccabi de Tel Aviv.
Cuartos de Final. El Maccabi de Tel Aviv, solo por el nombre
genera respeto, uno de los rivales más duros que ha tenido el Real Madrid en
toda su historia, bien si cabe con menos presupuesto que años anteriores pero
con David Platt de entrenador, lo que son palabras mayores…
Sin duda el Real Madrid fue dueño y señor de la eliminatoria siendo el
único equipo que se clasificó para la Final Four sin ninguna derrota en cuartos.
Primer partido: Los turcos se pusieron 14-23 en el marcador en el primer
cuarto, sembrando dudas de su potencial, pero un 24-4 de parcial en el segundo
cuarto, nos dejó aun con más dudas, aunque en sentido contrario de las
anteriores, tras esto, el Maccabi se diluyó y el Madrid se gustó en exceso
ganando 79-53.
Segundo partido: Fue un partido un poco más reñido, donde los blancos iban
ganando por poco cada cuarto y por lo tanto separándose exponencialmente en el marcador.
Un partido controlado de principio a fin, en el que el juego serio del equipo
hizo que pareciese mucho más fácil de lo esperado (75-63)
Tercer partido: Jugar en la Mano de Elias siempre impone, una afición que
marca el ritmo a los suyos y una plaza dura de batir, un partido muy igualado
hasta el descanso (30-33) que fue decidiendo la intensidad y la calidad de los
merengues hasta silenciar el estadio con el 57-69 final.
FINAL FOUR
El Barcelona es el primer rival en la Final Four tras deshacerse en una
apretada eliminatoria al Panathinaikos por 3 a 2, con una cómoda victoria en el
partido final en el Palau por 64-53, tras ser eliminado el elemento clave del
rival, Diamantidis por faltas. Los otros dos equipos son el CSKA, ganando al
Caja Laboral 3-1, solo dejándose sorprender en el tercer encuentro en el Buesa
Arena (93-72) y rematándolo en el cuarto en el mismo escenario (85-94) y el
Olympiacos, el actual campeón de la competición termina por deshacerse del
Anadolu por un 3-2, los turcos llegaron a remontar el 2-0 en contra pero en el
quinto sucumbieron en Grecia por 82-72.
Primer partido: Olympiacos 69-52 Cska Moscú. Ambos
equipos se encontraron las caras tras medirse en la final del año anterior de
mal recuerdo para los rusos, ya que se dejaron remontar 19 puntos y perdieron.
Este año volvían a ser claros favoritos, ya no sólo en la eliminatoria, a mi
modo de ver, claros ganadores de la final. Una poderosa defensa de los griegos
y jugando a tanteo bajo, algo que beneficiaba en teoría al juego de los rusos,
hizo que, incomprensiblemente para el que no lo viera, recibiesen un baño de los de
agárrate y no te menees durante todo el partido acabando en paliza dejándoles en
los parciales en 17-11-8-16 y solo 45 tiros de campo. Otra vez el pez pequeño
se comía al grande.
Segundo partido: Real Madrid 74-66 Barcelona. El
Barça muy mermado con las bajas de Mickeal, Oleson (no inscrito), Jawai y Todorovic
(aunque jugaron dos minutos) y la duda de Navarro, llegaba a la cita con capa
de cordero sobre cuerpo de lobo. En el primer cuarto se impusieron con un claro
18-11, aunque en el segundo el Madrid le dio la vuelta a la tortilla de la mano
de Sergio Rodríguez 15-28. Una intensa
defensa de los blaugranas, unida a la caraja monumental en ataque de los
blancos hizo un parcial de 18-9 en el tercer cuarto. El último llegó a estar
dominado por el Barcelona poniéndose a 8 a pocos minutos de la conclusión pero
el Madrid resucitó en ataque y apretó en defensa, espectacular el partido de Felipe
Reyes y con un último parcial de 16-26,
se llevó la victoria y el pase a la finalísima.
Final: Olympiacos 100-88 Real Madrid. Los
blancos salieron a por el encuentro y aprovecharon el letargo de toda la
primera mitad de Spanoulis, para irse en el marcador al final del primer cuarto
10-27. Los griegos, aun buscando a su líder consiguieron dar la vuelta a la situación jugando en
equipo, su mejor baza y devolvieron el parcial con un 27-14. Tras el descanso,
despertó la fiera, el MVP de la Euroliga se despachó con tres triples, mientras
el juego de su equipo rozaba la perfección en ambos aros y acabando el tercer
cuarto llegaron a empatar el partido gracias a un 24-20. Poco mas aguanto el
Real Madrid, al que se le junto todo, exhibición en ataque y defensa de los
griegos, inoperancia al elegir la mejor opción de tiro, algunas decisiones de
los árbitros que acabaron por romper el devenir del partido, hicieron que los
griegos se proclamasen justos vencedores,
al no saber cómo pararles.
En líneas generales el Real Madrid ha demostrado que puede plantar cara a
cualquier grande de Europa y bien podía haber sido campeón del torneo. A su vez
ha demostrado algunas irregularidades preocupantes a la hora de defender y una
obsesión en multitud de ocasiones de tirar por tirar, más si cabe desde la
línea de 3 sin buscar mejores opciones de tiro. La calidad de sus jugadores es
indudable y que tiene una de las mejores plantillas desde hace muchos años
también. Mis dudas se centran más en la capacidad del entrenador en sacar lo
mejor de los suyos que en increpar la labor de los jugadores en la competición,
que como se puede comprobar han dado la cara y por lo tanto, pese a perder la
final, es momento de aplaudir y darles las gracias, esperando que a la próxima
se repita y se tenga más suerte en el momento decisivo.
LOS JUGADORES
DONTAYE DRAPER: 26 partidos. Medias de 10 minutos por partido, 1,9 puntos, 1,1 rebotes y 1 asistencia. El base norteamericano con pasaporte croata ha sido sin duda uno de los jugadores más infravalorados de la plantilla. En el recuerdo nos deja sus grandes defensas secando a los jugadores "bajos" que más daño hacían y autenticas exhibiciones de basket, no de anotación, cuando le han dado minutos. Desaparecido desde cuartos ya que Laso no ha contado directamente con su presencia salvo algún minuto perdido.
SERGIO RODRIGUEZ: 29 partidos. Medias de 18 minutos
por partido, 7,5 puntos, 1,8 rebotes y 3,9 asistencias. El Chacho se ha
caracterizado por su buen acierto desde la línea de 3 y sus asistencias capaces
de abrir las ofensivas de su equipo. Como siempre capaz de lo mejor y de lo
peor, su mejor momento en la Euroliga coincide con la Final four, siendo uno de
los artífices de la victoria contra el Barcelona.
SERGIO LLULL: 27 partidos. Medias de 26 minutos por
partido, 10,4 puntos, 2,3 rebotes y 3,2 asistencias. El aeroplano de Mahón ha
estado menos acertado en Euroliga que en la liga española, como siempre muy
revolucionado, es capaz de ganarte solo el partido cuando está caliente y ser
un líder de su equipo o de tener que sentarle por su obsesión cuando las cosas
no salen. También un gran papel en la Final four.
JAYCEE CARROLL: 29 partidos. Medias de 21 minutos por partido, 11,9 puntos, 2,9 rebotes y 0,6 asistencias. Como siempre un excelso anotador, muñeca fina, capaz de levantar los partidos más complicados saliendo desde el banquillo. Se han echado en falta muchos más minutos en la Final four.
MARTYNAS POCIUS: 12 partidos. Medias de 10 minutos
por partido, 3,2 puntos, 0,8 rebotes y 0,3 asistencias. Las lesiones le han lastrado
esta temporada hasta que a mediados del Top 16, se rompe y termina por perderse
lo que resta del año. Laso nunca ha creído en él, un chico que juega para el
equipo y que suma en lo que haga falta, desde defender, anotar, fuerza, rapidez…
Todos sabemos que pueda dar mucho más con minutos.
RUDY FERNÁNDEZ: 27 partidos. Medias de 27 minutos por partido, 13,7 puntos, 3,9 rebotes y 3,1 asistencias. Se le fichó para ser el líder y sin duda lo ha sido, aunque entre lesiones y en algún momento se ha necesitado más su aportación ofensiva, no más trabajo, ya que es el primero que da todo lo que tiene y más, no ha terminado de ser el arma perfecta para ganar la Euroliga. Pero que nadie dude de él.
CARLOS SUAREZ: 29 partidos. Medias de 17 minutos por
partido, 3,6 puntos, 3 rebotes y 1,3 asistencias. Su rendimiento está a años
luz del de Estudiantes y de su primera temporada en el Madrid, aunque le veo
mejor que el año pasado, no termina de ser el alero que se necesita para luchar
contra grandes equipos. Muy irregular, pero puede aportar bastante si está
centrado en el partido.
NIKOLA MIROTIC: 29 partidos. Medias de 24 minutos por partido, 11,4 puntos, 5,3 rebotes y 0,9 asistencias. Otro líder para este equipo que puede llegar a ser tranquilamente el mejor cuatro de Europa, ha combinado partidos en los que ha dado verdaderas exhibiciones, con otros en los que ha estado oscurecido, esa regularidad la ha notado el equipo, pero sigue siendo indispensable en esta plantilla. Se necesitó mucho más de él en ambos partidos de la final.
FELIPE REYES: 29 partidos. Medias de 18 minutos por
partido, 7,6 puntos, 5,1 rebotes y 0,5 asistencias. Sigue dando soberbias
lecciones de baloncesto, cuando la gente se empeña en decir que no debería estar
ni siquiera en el equipo, su partido contra el Barcelona en la Final four es
para grabar y dar clinics con él. Quería y se merecía más que nadie de la
plantilla este título.
MARCUS SLAUGHTER: 29 partidos. Medias de 19 minutos
por partido, 5 puntos, 3,6 rebotes y 0,4 asistencias. Me sorprendió su fichaje
a principio de temporada, pero me ha cautivado, un pívot bajo con una capacidad
de intimidación abismal, que se faja con lo que se le ponga por delante.
Echamos en falta un mejor tiro a media distancia y su acierto en tiros libres,
pero el Madrid debe sentirse agradecido de tener un jugador así en la parte
final de la Euroliga o en los partidos contra equipos importantes.
RAFAEL HETTSHEIMEIR: 17 partidos. Medias de 8 minutos por partido, 3,4 puntos, 2,1 rebotes y 0,4 asistencias. Laso no le ha querido utilizar desde que acabo el Top 16, apenas jugó algún minuto suelto en cuartos ante el Maccabi y se quedó inédito en la Final four. Un jugador que vino para ser el pívot titular y al que su entrenador ha terminado por no dar oportunidades y todos nos quedamos de la duda de porqué esto es así.
GUILLERMO HERNANGOMEZ: 3 partidos. Medias de 4
minutos por partido, 1,3puntos, 1 rebotes y 0,3 asistencias. Apenas ha jugado
los minutos de la basura, estando convocado cuando alguno de los 12
profesionales ha tenido que dejar una vacante por lesión. Pívot de buenas
maneras que hará carrera en el baloncesto.
MIRZA BEGIC: 29 partidos. Medias de 12 minutos por
partido, 5 puntos, 3,4 rebotes y 0,7 asistencias. No ha estado a la altura de
un pívot con su físico, malos partidos, se ha cargado de faltas rápido y extrañamente en algunos
encuentros que estaba que se salía su entrenador le sentaba y ya no volvía
aparecer. Típico jugador que puede venir bien contra ciertos equipos donde una
persona de 2,16 puede hacer mucho daño, y que no se ha podido o sabido
aprovechar.
PABLO LASO: Es un entrenador que basa el juego en la confianza de sus jugadores a los cuales en muchas ocasiones no sabe dosificar bien. Su estilo de baloncesto ofensivo induce en ocasiones a grandes lagunas, ya sean defensivas porque tanto atacar se olvidan de defender u ofensivas, obsesionándose el equipo con tirar más allá del 6,75 o quedándose sin ideas en el juego en estático con una buena defensa. Un equipo además de buena mecánica de tiro debe saber acoplarse a los diferentes caminos por los que va un partido, ya sea por el rival o por cómo está desarrollándose el juego y no le veo capaz de transmitir esas variables en el juego a sus pupilos, convirtiéndose en un arma más para la victoria del equipo. Muchos partidos importantes se basan en la táctica empleada por el entrenador para ese momento, para ese rival, y ahí casi siempre el Madrid sale perdiendo en las comparaciones. Mientras siga con ideas fijas, más que sacar provecho a su magnífica plantilla, la terminará devaluando.
Al final, después de escribir todo el artículo, saboreando cada parte de las 21 victorias y 8 derrotas del equipo, me quedo con esa sensación en la que no conseguir el titulo, no significa que no hayan superado con creces los objetivos que por lo menos yo esperaba a principios de campaña, y no me queda mas que darles mi real y sincera enhorabuena porque después de 18 años han llegado de nuevo a la final. Y aunque digan que las finales no se juegan, se ganan, y que el mundo sólo se acuerda del campeón, tambien los segundos y terceros son merecedores de ser aplaudidos.