SOBRE LA ABDICACIÓN DEL REY

Hoy es un día histórico para nuestro país, de hecho yo no existía cuando Juan Carlos I se proclamó rey de España en 1975, así que es la primera vez en la vida que vivo algo así.

No quiero que se piense que soy republicano, me cae bien esta monarquía, pero no a cualquier precio.

Me alegro que Felipe VI sea el nuevo rey de nuestro país y creo que su figura puede ser mucho más que digna junto a la de su esposa Leticia, aunque en este caso tendrá más trabajo después del gran papel desempeñado por Sofía durante todos estos años.

Quiero recoger la portada que tantos disgustos les ha causado a la revista “El Jueves” y hablar un poco del caramelo envenenado que le ha pasado Juan Carlos a su hijo.

Principalmente, es raro ver que un monarca abdique, al igual que un Papa, pero creo que este era el peor momento para hacerlo y, a menos que hubiese un tiempo mejor, debería seguir siendo rey hasta su muerte.

Es delicado que en este tiempo atrás después de hablar de infidelidades con una tal “Corina”, sucesos con elefantes, divorcio de su hija, disparo en el pie de su nieto, sin dejar pasar no la guinda, sino todo el pastelazo del caso de su hija y su marido Urdangarín.

Es delicado porque hablamos de un país en crisis, que prácticamente, estaba al borde del coma, si no lo está en muchos de sus sectores, con una mejora que nos venden y que no vemos… Quizás es el mejor momento para demostrar la figura de monarca y no para abdicar.

Es delicado desde el punto de vista exterior, donde la imagen de Juan Carlos y sobretodo de Doña Sofía está muy bien vista y es una forma de vender una España que necesita buenos ojos en cuestión de relaciones internacionales.

Y por supuesto, es delicado, porque económicamente hablando, no quiero ni pensar cuánto nos puede costar a los bolsillos españoles, toda la parafernalia de la sucesión y no me refiero exclusivamente a la acuñación de monedas y más bien a todos los gastos en general que no vemos, ni cuantificaremos, en homenajes, tributos y demás.

Le deseo lo mejor a Felipe, puesto que es una persona con carreras, idiomas, y en teoría mucho más cualificado que su padre, pero eso a nivel mundial no se lleva,  pesa más el caché y el de sus padre, como he dicho antes abría muchas puertas. Solo le pido que no se abstraiga de su pueblo, que sea cercano y se involucre en lo que está pasando por culpa de la economía, que demuestre también que todos somos iguales ante la ley y no sobreproteja a sus familiares con el “todo vale” y por supuesto que no ostente el cargo como mera figura representativa de un país y nos abra puertas a base de diplomacia donde en estos momentos nos la cierren. Lo tiene difícil pero pienso realmente que está capacitado… y al anterior, solo le pido que en su jubilación lo viva bien, pero sin dar que hablar.