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27 julio 2022

LAS EXIGENCIAS MÁS LOCAS DE LAS ESTRELLAS MUSICALES

Un conocido abogado de un buffet especializado en temas musicales explica lo siguiente para entender mejor los contratos que se hacen antes de un concierto: Se negocia a conciencia. Intervenimos en las negociaciones y luchamos por incluir ciertas cláusulas protectoras que generalmente pueden surgir si la estrella se niega a última hora a subir al escenario a sabiendas que generará daños reputacionales y reclamaciones económicas importantes para el festival. Además, la exclusividad es importante, porque si el artista pasa por la misma ciudad varias veces se pierde el interés. Pero lo más complicado en la negociación es el tema de los anexos del contrato también conocidos como "riders" donde los artistas suelen realizar sus exigencias más extravagantes y si la productora no las consigue, y en el contrato está definido como una condición esencial, el músico podría negarse a tocar”.

Y éste es el tema que esta semana vamos a tratar, curiosidades de estos anexos que hacen  diferenciar entre un artista del montón de los grandes div@s del panorama musical, algunos dicho sea de paso dignos de visitar un manicomio, volviendo locos a cientos de personas que terminan con un delirante estrés para llevar a cabo lo pactado aunque parezca imposible o carente de sentido.

Ahora os preguntaréis, ¿cómo narices se te ha ocurrido escribir un post así? Simplemente tras encender la radio en el coche, volviendo del trabajo y enterarme que por ejemplo Madonna está exigiendo en sus conciertos europeos unos aseos que nadie nunca haya usado con anterioridad y, que después de actuar se destruyan hasta hacerlos añicos para que nadie pueda volverlos a usar o comprar a sabiendas que ella ha puesto sus posaderas en los mismos.

Abro debate, ¿os parece una locura lo de la "Material girl" o simplemente es un buen uso higiénico que si todos pudiésemos también lo exigiríamos? Seamos sinceros, no creo que quien haya contratado a la artista no esté pendiente de los aseos que pueda utilizar y los haya limpiado tan a conciencia que no necesita que ponga papel alrededor de la taza, como mucha gente suele hacer cuando acude a bares, restaurantes o centros comerciales y tienen que hacer sus necesidades y doy por hecho que dentro de esta extravagancia, los elegirá de una marca o modelo específico, porque no me la imagino haciéndolo en el más barato del mercado ya que tras ello terminará siendo destruido...

En fin, vamos con el post.

1. LAS GRANDES DIVAS SON LAS QUE MÁS PROBLEMAS SUELEN DAR...

Son las más cotizadas y quieren sentirse como auténticas reinas con exigencias demasiado glamurosas para presentarse a algún concierto o festival en el que estarán apenas un par de días de media en dicha ciudad.

Desde la obsesión por el color que tiene Barbra Streisand, enamorada por los melocotones y sus tonos llegando a pedir para su camerino toallas, papel higiénico, la taza del inodoro e incluso decoración de pétalos de rosa específicamente de ese color o la ausencia del mismo, Rihanna no quiere encontrarse absolutamente nada de amarillo antes de actuar porque piensa que da mala suerte.

A Jennifer López le gusta llevarse sus propias cosas a cada camerino mundial que visita: no se fía de las sábanas que la puedan proporcionar y siempre lleva las suyas para un descanso confortable, ya que están hechas con telas de más de 250 hilos. Estar a gusto parece ser una obsesión, porque también manda transportar su propio inodoro allí donde va y siempre lleva consigo unos auriculares con diamantes incrustados. El lugar donde permanece debe parecer un spa, con muebles de ese estilo y paredes blancas, 25 toallas negras para el escenario, 24 rosas blancas y bebidas como zumo de aloe, coco, canela fresca y agua.

Por contra, otras divas son más caprichosas y exigen que su confort esté asociado a quienes las contratan como:

A Katy Perry le gusta que haya en donde se hospeda dos sillas en forma de huevo de color crema junto a una otomana de la misma tonalidad, una colección de lámparas francesas, un frigorífico con unas dimensiones específicas y puerta de cristal y un equipo de cocineros que la preparen frutas y verduras en el momento que le apetezca, pero que el servicio no la dirija la palabra.

Lady Gaga necesita muchos litros de miel, treinta marcas diferentes de agua y botellas de oxígeno en su lugar de descanso y un maniquí femenino con una peluca rosa de vello púbico cardado en su camerino para los momentos más tensos del concierto, ya que le ayuda a ocupar su mente e incluso tomar decisiones.

Nicki Minaj necesita dos docenas de rosas ya sean rosadas o blancas y tres velas perfumadas de Baked goods y un humificador de vapor, el resto para contentarla es comida: arándanos secos, ensalada y aderezo italiano de WishBone Light, unos gofres belgas y tres cubos de pollo frito picante. A Taylor Swift también se la contenta por la boca: un café latte grande con 2 bolsitas de edulcorante, una porción de pastel de calabaza de Starbucks, 100 gramos de mantequilla, 12 botellas de cerveza Newcastle, aguacate y medio litro de yogur helado de chocolate Ben & Jerry’s.

Hay otras divas que no dan tanta guerra pero hacen pedidos peculiares como Grace Jones en su tiempo que exigía dos docenas de ostras Findeclare o Colchester cerradas y un cuchillo especial para abrirlas a estrenar, Cher que pide un cuarto extra al lado de su camerino para guardar su colección de pelucas y seguridad para custodiarlas pues su valor estimado superan los 8.000 euros o de nuevo Rihanna, que además de alejarse del amarillo, siempre pide varios botes de jabón líquido antibacteriano, botes de miel, velas aromáticas de la marca "Archipiélago Black Forest", una alfombra con estampado animal por la que pueda caminar descalza y un perchero con ruedas que lleve el siguiente traje que debe ponerse en el concierto.

Hay otras más sencillas de contentar como Shakira, fiel a su estilo familiar, exige un lugar con suficiente espacio para todos los suyos y en el que haya al menos 24 refrescos light de cola, leche descremada y una jarra de café colombiano, Selena Gómez que suele pedir una taza medidora, una botella de aceite de oliva (se lo bebe) y muchísima fruta de todo tipo o Adele cuyo requisito esencial son media docena de tazas de té con sus cucharillas de té metálicas, una botella de buen vino, un bote de miel no-orgánica para su voz y que los sándwiches de pollo y ensalada no lleven tomate porque lo odia. 

2. AUNQUE HAY ALGUNAS QUE SE LLEVAN LA PALMA

Beyoncé
: Necesita tres camerinos (para relajarse, maquillaje y peluquería y el vestidor) todos ellos con una temperatura de 25,5º centígrados porque es la ideal para proteger su voz, y en cada uno debe haber frigoríficos con refrescos hiposódicos, vino blanco de una marca concreta y botellas de agua a 21 grados para hidratarse. La comida va por otro lado no aceptando nada que no sean cereales, frutas y verduras sazonadas ligeramente y pollo horneado con su jugo y pimienta de canela, ningún producto de Coca-Cola, solo Pepsi y todo ello servido en vajilla de plata y servilletas de lino. La sala de maquillaje y peluquería es la que más trabajo trae, ya que tiene que tener a su disposición gente experta en tratamientos de belleza y su cabellera antes de salir al escenario o por la ciudad debe estar perfecta al milímetro, lo que puede llevar muchas horas si no está como ella decida y para acabar tiene predilección por el papel higiénico de seda de color rojo.

Britney Spears durante su gira británica quiso que en su camerino se luciera una foto gigante enmarcada de Lady Di, ya que tiene pasión por la monarquía y por la figura de la princesa fallecida. También ha exigido en otras ocasiones  una decoración con fotos de Madonna a la cual idolatraba durante muchos años de su carrera y es común que pida al servicio que salga a comprarle fast food por la ciudad, siendo habituales en ello los "fish and chips". 200 toallas blancas, una tonelada de hielo en la presentación , 13 salas de maquillaje con los asistentes vestidos rigurosamente de blanco, transporte para fuera de la ciudad y un carrito de golf para llevarla hasta su vestuario, además de dos contenedores de basura cada uno con su estándar, entre esas reglas que nadie pueda hurgar en sus desechos.

Madonna: Su camerino tiene que tener una capacidad para 200 personas, con varias habitaciones para su staff privado entre los que destacan sus 30 guardaespaldas, su instructor de yoga y su chef privado que sólo le cocina comida vegetariana, además de disponer de al menos 20 teléfonos con buena cobertura para llamadas internacionales para no quedarse nunca incomunicada. Además de llevar a cada localidad sus propios muebles que deben montar y desmontar en cada sitio, pudiendo entrar todos perfectamente y estar adornados con multitud de ramos de rosas blancas y lirios cuyos tallos midan exactamente quince centímetros y, dando origen a este post, que los retretes sean de una marca específica a estrenar y se destruyan inmediatamente cuando ella abandone definitivamente las instalaciones.

Mariah Carey: Entre sus extravagantes exigencias en el culmen de su carrera se encuentra un remolque exclusivo aderezado con rosas blancas, una docena de cachorros de labrador blanco y otra de ovejas aseadas y sin trasquilar. Su habitación debe estar siempre a 24º centígrados y tener un excelente purificador de aire, también debe estar repleta de ramos de rosas blancas, velas con olor a vainilla y botellas de Cabernet Sauvignon (una variedad de vino blanco) de una marca específica cuya botella cuesta alrededor de 200 dólares que debe ser servido junto a champán Cristal que toma con pajita. Además si se toma un baño, el agua debe de ser francesa.

Miley Cyrus: Siempre pide que en su estancia haya muebles de las tiendas más exclusivas de cada ciudad que visita, contratando para ello a varios asesores de decoración. Entre lo que no debe faltar nunca están dos mesas rectangulares de dos metros y medio de largo cubiertas con manteles blancos o negros, tres sillas grandes y cómodas, una heladera y una tostadora. Para beber no deben faltar 48 botellas de litro de agua (la mitad de ellas frías y la otra a temperatura ambiente), agua de coco, té de marcas especiales, bebidas isotónicas, Coca Cola, vodka Ciroc y whisky Jack Daniels. Su alimentación está basada en comida celíaca y fruta orgánica y si bien no suele quejarse mucho si no se cumplen a rajatabla alguna de sus demandas, hay una que es la excepción, tener a su disposición el Guitar Hero y poder jugar con él las horas que le plazca.

3. ELLOS NO SE QUEDAN ATRÁS 

Estamos hablando de grandes divas con sus exigencias, pero hay también grandes artistas masculinos que dan verdaderos quebraderos de cabeza a la hora de firmar sus contratos y leer el anexo de los riders.

Kanye West
: si juntamos en un artista un trastorno de bipolaridad, le añadimos arrogancia y sentimiento de superioridad amparado en el poder y en el dinero, nos da como resultado a un loco más peligroso que un mono con pistolas. De Kanye puedes esperar cualquier cosa en todo momento y ser capaz de cumplir sus extravagantes ideas repentinas, muchos que han sido contratados para esta labor han acabado exhaustos o han dimitido por no pasar unos días con él. 
En una gira australiana decidió que el chofer que pusieron a su disposición debía vestir un traje negro 100% de algodón para "evitar usar fibras hechas por el hombre" y que en su camerino hubiera toallas de Versace de color negro, varios productos de higiene facial como dos tubos de bálsamo labial de Carmex, pastillas de jabón de L’Occitane, un bote de champú anticaspa y de exfoliante facial de Neutrogena y crema hidratante de Nivea y una máquina de granizado con diferentes sabores. Esto último me hace pensar que si quería granizado, haría calor y mientras su chofer se estaría asfixiando dentro de un traje de algodón.
Otro tema es el cuarto propio que exige para sus hijos, en este caso para North, en su camerino debe estar siempre su colección favorita de dvds, un chef veinticuatro horas por si en algún momento tiene hambre y quiere algo específico, un gran televisor de determinada marca y una cama valorada en 8.000 dólares.

Robbie Williams:
 El cantante británico también se lo tiene muy subido a la cabeza, exigiendo para su estancia: 280 toallas, 3 extintores de incendios, 3 vestuarios personales, 6 salas para el personal y 5 oficinas para 8 gerentes. La habitación debe contar con una foto del Dalai Lama, un bonsái y 4 ceniceros. Además exige diferentes empleados,  una masajista personal, 6 cocineros y 6 guardaespaldas. Para su alimentación también es muy concreto con los números, 16 litros de leche, 24 donuts, 48 ​​huevos de gallina...
Por si fuera poco, siempre quiere tener algo exótico y distinto en cada ciudad, antojándosele por ejemplo un mono de ciertas características que tuvieron que buscar durante días a lo largo y ancho del país para poder complacerle. 

Iggy Pop:
desconocemos si el artista está completamente loco o le gusta vacilar a la gente, pero su rider contempla un total de 18 páginas llenas de disparatadas ideas que no tienen ni sentido ni lógica alguna. Por ejemplo, quiere un imitador de Bob Hope en su camerino, y una copia del USA Today que contenga "alguna historia sobre obesidad mórbida". Con sus preferencias culinarias no se queda atrás, se sabe que ama el brócoli y que la coliflor la quiere "cortada en trocitos y tirada inmediatamente a la basura". Me pregunto cómo se debe de sentir la persona encargada de cumplir todas esas cláusulas sin saber identificar cuáles van en serio y cual son una simple broma sin enfadar a la estrella entre medias.

4. LA IMPORTANCIA DE LA COMIDA

Los artistas masculinos suelen dar mucha importancia a lo que quieren comer, por ejemplo Justin Bieber es un enamorado de la comida basura a sabiendas que entre el escenario y el gimnasio la va a quemar: cafés de Starbucks, diferentes bebidas gaseosas, patatas fritas, galletas saladas, dulces y Ritz Bits (una marca de mini sándwiches que vienen en bolsas dentro de una caja) de mantequilla de cacahuete y queso, también entre sus exigencias está que ninguno de los empleados contratados para su bienestar le hable directamente o habrá represalias contra quien lo haga, además pide grandes cantidades de camisetas y calcetines blancos.

Maluma, fiel a su estilo, diferencia entre cuidarse la voz antes del concierto pidiendo miel, limón y jengibre y lo que necesita por si entra alguna invitada a sus aposentos, rosas, chocolate y vino y, si no se tercia té de coca para su relax. De ese estilo también es Enrique Iglesias, una bandeja de frutas frescas, almendras, queso, chocolate negro, miel y limones, pero al estar casado es más de mirarse a espejos de cuerpo entero, admirándose a sí mismo y también por ello le gusta que la luz provenga de lámparas de pie y no de techo.

Marilyn Manson, al contrario de lo que pueda parecer por su imagen, es un enamorado de las gominolas de ositos Haribo, al igual que el rapero The Game que con esa pinta de malote que gasta suele pedir Jolly Ranchers, Snickers y una lista interminable de dulces. Blur también eran aficionados a los dulces, en este caso a los huevos Kinder sorpresa y, siguiendo con ese toque infantil pedían diferentes cajas de Lego para pasar el tiempo construyéndolas.

Van Halen fueron los que más pecaron de infantiles, aunque ellos lo vendían como respeto, en sus contratos aparecía la siguiente clausula: "No habrá ningún M&Ms marrón en la zona del backstage, bajo pena de cancelación del concierto y pago total a Van Halen", mientras que en el siguiente párrafo aparecía lo siguiente "en el camerino debe haber un bol de gran tamaño de M&Ms, y se exige expresamente (en mayúsculas y subrayado) que no debía haber ninguno de color marrón". Eddie expresaba que este motivo se debía al respeto que les debía quienes les contrataban pero, me imagino a los pringados que tenían que abrir montones de bolsas para rellenar un bol de las chuches fijándose como si no hubiera un mañana en que no se les colase ninguno marrón.

Metallica no puede entrar en un camerino que no tenga grandes cantidades de bacón, el rapero Future pide abundante comida: alitas de pollo, palomitas de maíz con queso cheddar y brócoli, condimentado con una selección de sus bebidas favoritas, en un backstage lleno de velas con olor a limón. 

Pero hay otros artistas que apuestan por comida saludable como Elton John, amante de la comida vegetariana con una gran variedad de frutas exóticas de Sudamérica que estén alineadas por tamaño y color, Jack White pide una receta de guacamole casero específica, que suele preparar su equipo y él, tiene que ser espeso y hecho de una variedad concreta de aguacates, con la semilla para que no se oxide y que no les sirvan plátanos porque uno de los miembros de su grupo es alérgico y una de sus giras  se llamó por ello "No banana tour, seriously".  

Ricky Martin que suele viajar acompañado con su familia solicita siempre cuatro chefs veganos y vegetarianos para que preparen a todos la comida en la que no debe faltar azúcar orgánico y galletas de arroz para su amplio lugar de reposo familiar con un gran espejo incluido o el grupo de reguetón de Miami CNCO que piden barritas energéticas, bebidas isotónicas, nueces variadas, bandejas de crudités y cestas con manzanas, fresas, piñas y mangos que toman a lo largo de un sillón blanco mientras disfrutan partidas de billar o futbolín. 

En contraste a ellos estaban One direction que optaban por la mesa de ping pong, poder fumar en las habitaciones y muchos rollos de papel higiénico de seda, quizás porque eran amantes de comida basura y ésta trae sus consecuencias.

5. LOS QUE MÁS SE DESFASABAN AHORA SON LOS QUE MÁS SE CUIDAN

Ya hemos hablado de la comida saludable de Elton John, pero no es lo único que ha cambiado en su camerino todos estos año, ahora pide que el habitáculo tenga al menos sesenta metros cuadrados decorado con grandes plantas, una temperatura ambiente de 19º centígrados además de una habitación al lado para su colección de 4.000 pares de gafas que debe estar a 16º centígrados y su diversión actual no se basa en drogas, alcohol y desenfreno sexual, se conforma con una televisión  que emita los partidos de futbol de la Liga inglesa, ya que es un fan incondicional de éste deporte y que en la cubertería de plata haya engarzadas piedras preciosas.

Otros que han cambiado de forma espectacular son los Mötley Crüe a los que ningún hotel en su sano juicio les querría tener en persona hace unas décadas por sus continuos desfases, destrozos de habitaciones, incordio de los demás residentes, abusos de drogas, sexo y alcohol en los que la trilogía de "Resacón en las Vegas" se quedaba en mera anécdota. Ahora tras varios años desintoxicados y varias clausulas firmadas por todos los miembros del grupo, cada vez que hacen algún concierto es exigir a quien los contrata un listado de todas las reuniones de Alcohólicos Anónimos que hay en las ciudades que tocan, ahorrándose así sus tentaciones de recaer.

Un viejo compañero de juergas de la banda, Ozzy Osbourne también ha pasado de pedir cantidades ingentes de alcohol y droga en sus contratos a un doctor privado que revise su estado de salud y le inyecte vitamina B12 en caso necesario, multitud de extintores de incendios, y tres tanques de oxígeno puro por noche que tenga que pasar en la ciudad.

Quienes también parecen que viven en un geriátrico de lujo cuando salen de gira son los Rolling Stones: viajan con sus propios muebles, exigen una sala de primeros auxilios muy cercana a sus habitaciones por si les ocurre algo, televisión por satélite para no perderse los partidos de cricket, notas fáciles para manejar los elementos electrónicos que haya en la sala y jarrones con lirios Casablanca para perfumar naturalmente el sitio, aunque si tienen tabaco y algo de alcohol. Mick Jagger se lleva la palma en el cuidado de su físico, en el Festival Coachella 2017 pidió el uso exclusivo de una pista de atletismo de 36 metros de largo para hacer ejercicio y siempre exige que cerca del hotel donde se hospede la banda haya un lugar poco concurrido para poder hacer su footing matutino.

Paul McCartney, además de cuidarse él, sigue mirando por la ecología, exige 6 plantas de interior que estén igual de llenas de hojas tanto por arriba como por abajo y sin ramas, lirios de Casablanca, rosas blancas y rosa pálido y un ramo de fresias. Prohíbe cualquier producto animal o que imiten a estos, incluida la piel sintética.

Sting por su parte necesita la presencia de un otorrinolaringólogo, para ponerle una inyección de vitaminas al músico si es necesario, 8 toallas negras, frutas ecológicas, infusiones de manzanilla, plantas en macetas, una habitación especial para los instrumentos musicales y una sala para meditación. En el concierto todos los vigilantes deben llevar las mismas camisetas y chaquetas y no portar armas.

Esto no quiere decir que todas las bandas que llevan décadas recorriendo el mundo lleven una vida saludable, aunque en este caso lo parezca en apariencia, Coldplay por ejemplo pide que en sus camerinos nunca falten botellas de vodka, whisky, vino tinto y vino blanco que no sea Chardonnay, pero aunque se metan sus buenas curdas, también tienen el bonito detalle de pedir diferentes postales de la localidad en donde se encuentran para escribirles unas letras a sus hijos

6. EXCENTRICIDADES MUY CONCRETAS

Hay gente que no es de reclamar muchas cosas, pero la verdad que sus peticiones se salen de lo común:

Bad Bunny a su llegada a un concierto en Nicaragua pidió que le esperaran con dos planchas a vapor y un personal dedicado a su vestuario porque para él ir impecable es lo primero, también pidió una Playstation para pasar el rato mientras cuidaban de su ropa.

Drake tiene algo especial con el tema de los olores, pide cuatro docenas de inciensos naturales, papeles de liar E-Z Wider, un paquete de puros Dutch Master President y jabón de menta Dr. Bronners, a saber cómo debe oler su estancia con tanto compendio diferente de aromas.

Ya hemos visto como se las gasta Beyoncé, su marido Jay-Z  es más concreto en sus peticiones pero no por ello menos extravagante y exclusivo pues necesita una persona que le lie perfectamente sus pitillos, un equipo de personas 24 horas para servirle té y 48 botellas de agua Fiji, mantequilla de cacahuete y mermelada de uva de alta calidad.

Ricky Martin se niega a cantar en los conciertos si los micrófonos no son de una marca y un modelo específicos, Michael Bublé pide siempre para sus conciertos 84 toallas y Snoop Dog siempre pide una consola que tenga los siguientes juegos de 1999: Madden 99, NBA Live 99, NCAA College 99, Triple Play 99 con cuatro mandos y un televisor con un buen número de pulgadas.

7. LAS PETICIONES MÁS DISPARATADAS

Y obviamente hay gente a la que la cabeza no le rige bien, ya sea por el exceso de drogas, de megaestrellas o que simplemente ese día tenían un capricho y se fue de madre:

Eminem en un festival de Irlanda del Norte exigió un jardín específico instalado en su camerino que debía incluir un estanque con carpas Koi que debieron instalar en un recinto específico por las dimensiones del mismo. Para quien no lo sepa este tipo de carpas puede llegar a costar unos  380 euros cada una y después de preparar todo y echar varios de estos peces en el estanque, la verdad es que el rapero ni se paró a disfrutar de los animalillos.

Joe Jonas, de los Jonas brothers, tuvo una gran temporada que entre sus exigencias pedía una docena de cachorros de perro, prácticamente recién nacidos para jugar con ellos y se llenara de energía positiva, pero ¿para qué necesitaría tantos?

Lil Wayne donde menos guerra da es cuando ya está entre cuatro paredes, ya que generalmente Red Bull, patatas fritas y dulces variados, lo malo se encuentra antes de llegar a su destino pues exige volar en jet privado, escolta policial desde el aeropuerto y un hotel cinco estrellas que él mismo se encarga de elegir, vamos, que barato costear su concierto no es.

Y ya vamos a tocar por último a bandas rockeras que en los ochenta y los noventa tenían cierto desfase, por ejemplo, Steven Tyler cantante de Aerosmith estuvo durante años llevando a todos los lugares a su mascota, un cocodrilo pequeño al que exigía ser tratado con todos los cuidados de un animal de compañía que acompañara a las grandes estrellas... me imagino al cuidador al cargo del mismo, Mötley Crüe pedía para sus conciertos boas constrictor de doce metros y ametralladoras de pega, como él único peligro fuera el arma.

Los que se llevaron la palma fue el grupo de heavy metal Slayer en aquel recordado Fun Fun Fun Fest de Texas,  en el que pidieron para actuar100 cabras blancas "para una masacre", paraguas "a prueba de sangre", un esqueleto humano lleno de guindillas y 50.000 abejas vivas.

 

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