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22 enero 2015

LA IMPORTANCIA DE LOS ¿QUÉ TAL ESTÁS?

Un ¿qué tal estás? a simple vista, sugiere un acercamiento entre dos personas y lleva implícito que el que pregunta se interesa de alguna manera, ya sea afectiva o coloquial (un modo de entablar una conversación).

Pero nada más lejos de la realidad, esa misma pregunta, a mi modo de ver significa muchos y diversos motivos dentro de un contexto, aunque la gente se empeñe en que todos son iguales.

Por ejemplo, si tu abres una conversación y casi al inicio sueltas esa pregunta al receptor, indica un me acuerdo de ti, quiero que estés bien y me apetece que sepas que me importa que lo estés.

Diferente, suena cuando el receptor, o quien no ha abierto dicha conversación, lo hace, pues suena más de "bienqueda" , en plan ya que tú te preocupas yo no voy a quedar como que me da igual. En ese sentido, me siento mal, con un colega gaditano, porque últimamente, soy demasiadas veces el receptor y no el emisor...

No importa cuando esto se produce entre personas con confianza, sean familiares, amigos o allegados, ya que el segundo caso y el primero se suelen intercambiar, porque no siempre  inicia uno la conversación y el receptor suele ser sincero con la pregunta, en plan, has empezado esta vez tú, pero sabes perfectamente que quiero saber que estás bien. Con lo cual, si la próxima es al revés se pueden alternar dichos papeles y significar lo mismo.

Hay otro ¿qué tal estás? que ya difiere de los anteriores y no sienta bien, y es aquel de cuando pasas un mal trago y el que te lo va a preguntar lo sabe, pero no lo hace cuando debe y si mucho tiempo después, no estaba cuando sabe que lo necesitabas y te lo suelta a toro pasado, y depende del día puede molestarte, en vez de agradarte que te lo pregunten, porque te sienta en plan ¿ahora te interesa, en serio?

Y un cuarto tipo de pregunta, que suena a: "me importa una mierda el cómo te sientes pero con la información que saque voy a cotillear cosa mala".

Inclusive otro final, donde el emisor la hace, sin importar la respuesta del receptor, más bien es, dime 4 pijadas y cuando acabes te digo el que tal estoy yo, que es lo que verdaderamente interesa y por eso he iniciado la conversación.

Y sinceramente visto lo visto, recelo y mucho cuando existe esa pregunta de por medio, a menos que no se haga de corazón, es decir, de la primera de las formas, de lo que verdaderamente debiera implicar la pregunta pues para eso se hizo... y si en verdad, no lo vas a hacer así, mejor no lo preguntes o posteriormente si lo haces, entiende porque muchas veces no eres respondido.

Aunque esa pregunta destila empatía, sentimiento que en este mundo tiende a desaparecer, te hace discernir entre los ¿qué tal estas? de los que se preocupan de verdad y los de los demás, que en muchas ocasiones, prefieres que ni lo hagan, o simplemente, no contestar...

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