El sábado 12 de marzo comenzó todo. Durante esa noche se estaba celebrando una gala más de "Got Talent" España y me encontraba en la postcena tras salir del trabajo, dio la casualidad que entre todas las cadenas no había nada interesante y me detuve a entretenerme un poco con el programa de Telecinco.
Pasaban las actuaciones y de repente salían a escena padre e hijo, Javier e Iñigo Irigoyen, que dicho sea de paso interpretaron un "O Sole Mio" a dúo enternecedor, dos grandes voces con el hijo exaltando mediante gran técnica los atributos vocales del padre.
El sábado 12 de marzo comenzó todo. Durante esa noche se estaba celebrando una gala más de "Got Talent" España y me encontraba en la postcena tras salir del trabajo, dio la casualidad que entre todas las cadenas no había nada interesante y me detuve a entretenerme un poco con el programa de Telecinco.
Pasaban las actuaciones y de repente salían a escena padre e hijo, Javier e Iñigo Irigoyen, que dicho sea de paso interpretaron un "O Sole Mio" a dúo enternecedor, dos grandes voces con el hijo exaltando mediante gran técnica los atributos vocales del padre.